La excelencia de la fe cristiana: una guía práctica desde Hebreos 10
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El libro de Hebreos es una carta dirigida a los cristianos hebreos que habían sido tentados a abandonar su fe en Jesús y volver al judaísmo. El capítulo 10 presenta un argumento continuo para demostrar la superioridad del sacrificio de Jesús en comparación con el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento.
El capítulo comienza hablando del sistema de sacrificios del Antiguo Testamento, y cómo estos sacrificios no pueden quitar el pecado de manera permanente, sino que son solo una sombra de lo que está por venir. Sin embargo, el sacrificio de Jesús es suficiente para perdonar nuestros pecados, una vez y para siempre. A través de su muerte en la cruz, Jesús ofrece una solución permanente para nuestra salvación.
Además, el autor de Hebreos enfatiza que el sacrificio de Jesús es un acto de amor. Él eligió ofrecerse a sí mismo como sacrificio para que podamos recibir la salvación. Este sacrificio es único y supremo, porque Jesús era un sacerdote perfecto y sin pecado, y ofreció su propia vida como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.
El autor también exhorta a los cristianos hebreos a mantenerse firmes en su fe y no apartarse de ella. Él les recuerda que a pesar de las dificultades y las pruebas, no deben abandonar su fe en Jesús, ya que él es la única fuente de salvación. Los lectores son alentados a perseverar en su fe y esperanza en Cristo, y a animarse mutuamente en el amor y las buenas obras.
En resumen, el capítulo 10 de Hebreos presenta una declaración clara de la superioridad del sacrificio de Jesús y una exhortación a los cristianos a que no abandonen su fe en él. La muerte sacrificial de Jesús es suficiente para perdonar nuestros pecados una vez y para siempre, y él es nuestro perfecto sumo sacerdote y salvador, en quien podemos confiar plenamente. Los cristianos son llamados a perseverar en su fe y a animarse mutuamente en el amor y las buenas obras.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Heb 10:1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
Heb 10:1 Este versículo se refiere a la ley de los sacrificios que los judíos seguían en el Antiguo Testamento como parte de su relación con Dios. La ley tenía la sombra, o la idea, de los bienes venideros, es decir, la salvación y la vida eterna que Dios prometió a través de Jesús. Sin embargo, la ley en sí misma no podía hacer perfectos a los que seguían los sacrificios, ya que estos eran ofrecidos continuamente cada año y no podían borrar completamente los pecados de las personas. Es por eso que Jesús, como el sacrificio perfecto y definitivo, vino a hacer lo que la ley no podía hacer: hacer perfectos a aquellos que se acercan a Dios a través de él.
Heb 10:2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.
Heb 10:2 Este versículo se refiere a la idea de que, si los sacrificios y ofrendas que se ofrecían en el Antiguo Testamento pudieran verdaderamente quitar el pecado y hacer que la persona que los ofreció estuviera limpia ante Dios, entonces ya no serían necesarias más ofrendas. Sin embargo, la realidad es que estos sacrificios solo eran una sombra o una figura de lo que vendría en Jesús, quien ofreció el sacrificio perfecto y completo por todos nuestros pecados. Por lo tanto, aquellos que han sido limpiados por la sangre de Jesús no necesitan seguir ofreciendo sacrificios, ya que su conciencia de pecado ha sido perdonada y purificada para siempre.
Heb 10:3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;
Heb 10:3 Este verso se refiere a los sacrificios que se hacían en el Antiguo Testamento, en los cuales un animal era sacrificado y su sangre se ofrecía como expiación por los pecados del pueblo. El autor de Hebreos está argumentando que estos sacrificios eran necesarios cada año porque no podían quitar completamente los pecados del pueblo, solo cubrirlos temporalmente. Por lo tanto, se requería un sacrificio anual para recordar los pecados y esperar el sacrificio final y completo de Jesús que los perdonaría por completo. Este verso refleja la creencia de los cristianos que Jesús era el sacrificio final y perfecto por los pecados, y que a través de su muerte y resurrección, nuestros pecados son completamente perdonados.
Heb 10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Heb 10:4 Este versículo se refiere a la idea de que en la antigua ley judía, se realizaban sacrificios de animales, como toros y machos cabríos, como una forma de expiación por los pecados cometidos por un individuo o una comunidad. Sin embargo, el autor de Hebreos explica que estos sacrificios eran insuficientes para salvar al ser humano de sus pecados de manera completa y permanente. La razón de esto es que la sangre de animales no puede quitar los pecados, es decir, no puede redimir completamente al ser humano de sus faltas ante Dios. Esto se debe a que los animales no tienen el mismo valor que un ser humano, y por lo tanto, no pueden reemplazar el peso real del pecado. Es por esto que el autor de Hebreos afirma que la única forma en que el ser humano puede ser perdonado de sus pecados es a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz. La sangre de Cristo tiene un valor infinito y es suficiente para redimir a la humanidad de sus pecados y permitirle la reconciliación con Dios.
Heb 10:5 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.
Heb 10:5 Este versículo es una cita del Salmo 40:6 en el Antiguo Testamento que habla de la disposición de Dios hacia las ofrendas y los sacrificios. En el versículo de Hebreos, se hace referencia a que al entrar Jesús en el mundo (como un ser humano), Dios ya no requería más sacrificios y ofrendas para expiar los pecados, sino que Jesús sería el sacrificio perfecto y suficiente para toda la humanidad. Por eso, el versículo menciona que Dios preparó un cuerpo (refiriéndose al cuerpo humano de Jesús) como instrumento de su plan de salvación para la humanidad.
Heb 10:6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
Heb 10:6 Este versículo trata sobre la incapacidad de los sacrificios y ofrendas que se ofrecían en la ley de Moisés para satisfacer completamente la justicia de Dios y expiar todos los pecados. Aunque la ley era una sombra de lo que vendría en Cristo, la sangre de animales y los sacrificios humanos no podían brindar una expiación completa de los pecados del hombre ante Dios. Por lo tanto, el escritor de Hebreos afirma que la voluntad de Dios no fue complacerse en los sacrificios de los animales y los ritos de la ley, sino en el sacrificio perfecto de Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Heb 10:7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí.
Heb 10:7 Este versículo es una cita del Salmo 40:7-8, en el que el salmista está hablando a Dios acerca de su deseo de hacer la voluntad de Dios. En el contexto de Hebreos 10, el autor está hablando acerca de cómo Jesús vino al mundo para cumplir la voluntad de Dios al ofrecer su vida como un sacrificio por el pecado. Jesús es el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, por lo que el autor de Hebreos usa este versículo para mostrar cómo Jesús cumplió lo que estaba escrito de él en las Escrituras. Además, este versículo es una declaración del deseo de obediencia a Dios tanto de Jesús como del autor de Hebreos y de todos los creyentes. En resumen, este versículo habla de la importancia de hacer la voluntad de Dios y cómo Jesús vino al mundo específicamente para cumplir esa voluntad.
Heb 10:8 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley),
Heb 10:8 Este versículo se refiere al hecho de que en la Antigua Ley judía, la gente ofrecía sacrificios y ofrendas como una forma de expiación por sus pecados. Sin embargo, este versículo nos dice que Dios nunca se complació realmente con esas ofrendas y sacrificios, y que en última instancia no eran suficientes para expiar completamente los pecados de las personas. La idea aquí es que Dios anhelaba algo más profundo que una simple transferencia ritual de responsabilidad y culpa por los pecados. Él quería que la gente pudiera reconocer y confrontar honestamente sus malos actos, y hacer un cambio de corazón y comportamiento real. En otras palabras, Dios no estaba interesado tanto en los sacrificios y ofrendas externas en sí mismas, sino en la actitud interior de aquellos que las ofrecían.
Heb 10:9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.
Heb 10:9 Este verso de la carta a los Hebreos equivale a una cita del Salmo 40:7-9, donde se habla de la disposición de alguien que busca hacer la voluntad de Dios. En concreto, se habla de la venida de alguien a hacer la voluntad divina, un mensaje que según la carta a los Hebreos se aplica a Jesucristo. Él es quien viene a cumplir la voluntad de Dios, y según el autor de la carta, quita lo primero, que serían los sacrificios y las leyes del Antiguo Testamento, para establecer algo nuevo y mejor en su lugar. Es decir, Jesucristo es el cumplimiento de toda la ley y los sacrificios del Antiguo Testamento, y su vida y ministerio inauguran algo distinto y superior a lo que había antes. En resumen, el verso habla de la obediencia de Jesucristo a la voluntad divina y de su papel como sustituto de las leyes y los sacrificios antiguos.
Heb 10:10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
Heb 10:10 Este versículo se refiere a la voluntad de Dios de salvar a los seres humanos a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Al ofrecer su cuerpo como sacrificio por nuestros pecados, Jesús hizo posible nuestra santificación, es decir, nuestra separación del pecado y nuestra purificación ante los ojos de Dios. Este sacrificio de Jesús fue hecho una vez para siempre, lo que significa que no necesita ser repetido, ya que su efecto es eterno y suficiente para salvar a todos los que creen en él. En resumen, este versículo nos habla del plan de Dios para nuestra salvación a través del sacrificio de Jesús, y cómo este sacrificio nos santifica y nos hace justos ante Dios.
Heb 10:11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;
Heb 10:11 Este versículo se refiere a la forma en que los sacerdotes judíos del Antiguo Testamento realizaban sacrificios de animales en repetidas ocasiones para expiar los pecados del pueblo. Sin embargo, estos sacrificios no eran suficientes para eliminar el pecado de manera permanente. El autor de Hebreos está haciendo una comparación con Jesucristo, quien se ofreció a sí mismo como sacrificio una vez por todas para redimir a la humanidad del pecado. En resumen, el versículo está destacando la superioridad del sacrificio de Cristo en comparación con el sistema de sacrificios antiguos de los sacerdotes.
Heb 10:12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
Heb 10:12 Este versículo se refiere al hecho de que Jesucristo murió en la cruz como un sacrificio por nuestros pecados. Él murió una vez por todos para pagar el precio de nuestros pecados y reconciliarnos con Dios. Después de su muerte, Jesús resucitó de entre los muertos y ascendió al cielo, donde ahora está sentado a la derecha de Dios. Esto significa que su obra de salvación está completa y suficiente, y que no necesitamos ningún otro sacrificio para ser salvos y tener una relación con Dios. Jesús es nuestro salvador y mediador ante Dios, y podemos confiar en él completamente para nuestra salvación.
Heb 10:13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;
Heb 10:13 Este versículo se refiere a la victoria y el triunfo de Cristo sobre sus enemigos. La parte "ahí en adelante esperando" significa que después de que Cristo cumplió su obra redentora en la cruz y resucitó, esperó a que sus enemigos fueran derrotados y puestos bajo sus pies. La frase "poner por estrado de sus pies" es una imagen de victoria y dominio sobre sus enemigos, como si los hubiera aplastado y sometido a su autoridad. Se puede interpretar como una profecía de la eventual completa sumisión de todos los enemigos de Dios y la victoria final de Cristo.
Heb 10:14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
Heb 10:14 Este versículo se refiere a la idea de que Jesús, a través de su única ofrenda de sacrificio en la cruz, ha hecho perfectos para siempre a aquellos que son santificados (es decir, aquellos que confían en él y lo siguen). Esto significa que ya no hay necesidad de ofrecer sacrificios repetidos para expiar los pecados, ya que el sacrificio de Jesús es suficiente y completo en sí mismo. Esta idea es una parte fundamental de la fe cristiana, y se basa en la creencia de que Jesús es el único camino hacia la salvación y la vida eterna.
Heb 10:15 Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:
Heb 10:15 Este versículo se refiere a la afirmación de que el Espíritu Santo atestigua lo mismo que se ha dicho previamente en el capítulo 10 del libro de Hebreos. Esta afirmación es una muestra de la inspiración divina en la escritura del Nuevo Testamento y demuestra que el Espíritu Santo es una fuente de verdad y guía en la vida de los creyentes. El versículo continúa diciendo que el Espíritu Santo es una garantía de la promesa de Dios de perdonar los pecados y transformar la vida de aquellos que creen en él. En resumen, Hebreos 10:15 es una afirmación de la autoridad y el papel del Espíritu Santo en la vida de los cristianos y en la revelación de la verdad de Dios.
Heb 10:16 Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,
Heb 10:16 Este versículo se refiere a un nuevo pacto que Dios hace con su pueblo, en el que promete poner sus leyes en los corazones de las personas y escribirlas en sus mentes. Esto simboliza una relación más íntima y cercana entre Dios y los creyentes, en la que las leyes de Dios ya no son simplemente externas y obligatorias, sino que se convierten en una parte integral de la forma de vida de los creyentes. Es un llamado para que los cristianos vivan de acuerdo a las enseñanzas de Dios y permitan que Él transforme sus corazones y mentes para mejor.
Heb 10:17 añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
Heb 10:17 Este versículo habla de la promesa de Dios de que cuando nosotros ponemos nuestra fe en Jesús para el perdón de nuestros pecados, Él nos perdona completamente y nunca más se acuerda de nuestros pecados. Es decir, Dios nos perdona por completo y borra todos nuestros pecados de Su memoria, dándonos una nueva oportunidad de vida en Él. Esta promesa nos muestra el amor incondicional de Dios y Su disposición a olvidar nuestro pasado y guiarnos hacia un futuro mejor.
Heb 10:18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.
Heb 10:18 Este versículo habla sobre cómo Jesucristo es el sacrificio perfecto que ha ofrecido su vida como un sacrificio por los pecados de la humanidad. Una vez que alguien ha aceptado a Jesús como su salvador y ha recibido el perdón de sus pecados, no hay necesidad de seguir ofreciendo otros sacrificios por esos pecados porque Jesús lo ha cubierto todo en la cruz. En otras palabras, una vez que se ha ofrecido el sacrificio perfecto, no hay necesidad de seguir ofreciendo más. Este versículo nos recuerda que en Jesús encontramos la perfección de la redención y que no necesitamos buscar la salvación en ningún otro lugar fuera de Él.
Heb 10:19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
Heb 10:19 El versículo de Hebreos 10:19 está hablando de la libertad que tenemos los cristianos para entrar en la presencia de Dios a través de la sangre de Jesucristo. El "Lugar Santísimo" era una parte sagrada y separada del templo judío donde solo podían ingresar los sacerdotes, pero ahora, en la era de la gracia, todos los creyentes tienen el acceso directo a Dios a través de la obra de Jesús en la cruz. La idea es que la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado y nos permite acercarnos a Dios sin temor o culpa, porque Jesús ya nos ha reconciliado con Dios por medio de su muerte y resurrección. En resumen, la libertad que se menciona en este versículo se refiere al acceso ilimitado y sin restricciones que tenemos a la presencia de Dios gracias a la obra de Jesucristo.
Heb 10:20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
Heb 10:20 Este versículo se refiere a Jesucristo, quien abrió un nuevo camino para la humanidad. Él hizo esto sacrificando su cuerpo en la cruz por nuestros pecados, lo que permitió a la humanidad acercarse a Dios. El velo que el versículo menciona es una referencia al velo que separaba el lugar más sagrado del Templo del resto del edificio. Este velo era una barrera que separaba a las personas de Dios. Sin embargo, mediante su muerte y resurrección, Jesús abrió un camino nuevo y vivo para que las personas pudieran tener acceso directo a Dios.
Heb 10:21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
Heb 10:21 Hebreos 10:21 es un versículo del Nuevo Testamento que se refiere a Jesucristo como el gran sacerdote sobre la casa de Dios. El versículo es parte de un pasaje que explica cómo Jesucristo es superior a los antiguos sacerdotes y cómo su sacrificio en la cruz es suficiente para expiar los pecados de los creyentes. En la cultura judía, el sacerdote era un mediador entre Dios y el pueblo. El sacerdote ofrecía sacrificios en el Templo y hacía intercesión por los pecados del pueblo. Pero en el Nuevo Testamento, Jesucristo es presentado como el gran sacerdote que hace posible la reconciliación entre Dios y los hombres a través de su muerte en la cruz. Por lo tanto, el versículo en cuestión resalta la autoridad y el papel trascendental de Jesucristo como sacerdote sobre la casa de Dios, es decir, la iglesia. Jesús es el mediador supremo entre Dios y los creyentes, ejerciendo un sacerdocio más excelente y efectivo que el de los sacerdotes del Antiguo Testamento. Con su sacrificio en la cruz, Jesucristo ha establecido una alianza nueva y eterna, que permite el acceso directo a Dios por medio de la fe en Él.
Heb 10:22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
Heb 10:22 Este versículo nos habla de cómo debemos acercarnos a Dios y a su presencia. Nos dice que debemos venir con un corazón sincero y en plena certidumbre de nuestra fe en Él. También dice que nuestros corazones deben estar purificados de cualquier tipo de mala conciencia, es decir, no debemos tener pecado oculto en nuestro corazón que nos impida estar en su presencia. Finalmente, menciona que nuestros cuerpos deben ser lavados con agua pura, que simboliza la purificación y el perdón que obtenemos a través de la sangre de Jesucristo. En resumen, este pasaje nos habla de cómo debemos acercarnos a Dios con un corazón limpio y una fe firme para tener una relación cercana y sana con Él.
Heb 10:23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Heb 10:23 Este versículo hace referencia a la importancia de mantener firme nuestra fe en Dios y en sus promesas. La profesión de nuestra esperanza se refiere a nuestra confesión de fe en Cristo y en todo lo que Dios ha prometido a través de él. Debemos mantenernos firmes en nuestra fe y no permitir que las circunstancias de la vida nos hagan fluctuar o dudar en nuestra confianza en Dios. El versículo nos asegura que Dios es fiel y cumple todas sus promesas, por lo tanto, nuestra perseverancia en la fe será recompensada.
Heb 10:24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
Heb 10:24 Este versículo de Hebreos 10:24 nos está diciendo que debemos considerar a los demás con el fin de animarlos y motivarlos a amar y hacer el bien. La idea es que debemos preocuparnos por las necesidades de los demás y hacer lo que esté en nuestro poder para ayudarles a crecer en su fe y en su servicio hacia los demás. Además, también nos insta a trabajar juntos para llevar a cabo buenas obras que puedan beneficiar a nuestra comunidad y al mundo en general. En resumen, nos llama a ser generosos y amables con los demás, guiándolos hacia el amor y las buenas acciones.
Heb 10:25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Heb 10:25 Este versículo hace referencia a la importancia de la congregación y la comunión en la fe cristiana. La exhortación es a que los creyentes no abandonen la reunión con otros creyentes, sino que, al contrario, se animen y se fortalezcan mutuamente en la fe. El texto señala que algunos han desarrollado la costumbre de no congregarse, lo cual puede ser perjudicial para su crecimiento en la fe. Además, se invita a los creyentes a hacer esto de forma cada vez más frecuente y motivados por la inminencia de un futuro evento escatológico (el "día" que se acerca). Es decir, se anima a los cristianos a tener en cuenta la cercanía de la venida de Cristo y a vivir su fe con más intensidad y dedicación en los últimos tiempos. En resumen, este pasaje destaca la importancia de la comunión y la perseverancia en la fe.
Heb 10:26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
Heb 10:26 Este versículo habla sobre la importancia de tomar en serio la verdad y el conocimiento que hemos recibido acerca de Jesucristo y su sacrificio en la cruz por nuestros pecados. Si después de haber conocido esta verdad, seguimos pecando voluntariamente, estamos rechazando y despreciando el sacrificio de Jesús y no hay más sacrificio disponible para cubrir nuestros pecados. En otras palabras, si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido la verdad, no podemos simplemente confiar en el sacrificio de Jesús para cubrir esa transgresión. Debemos hacer todo lo posible por abandonar ese pecado y arrepentirnos sinceramente.
Heb 10:27 sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Heb 10:27 Este versículo está hablando del juicio final de Dios y de la condenación eterna que se espera para aquellos que se oponen a Dios y su obra. La frase "horrenda expectación de juicio" significa que aquellos que han sido enemigos de Dios y han rechazado su salvación en Jesucristo deben esperar lo peor en términos de castigo por sus pecados. Y la frase "hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios" se refiere al infierno, el lugar de tormento eterno que la Biblia describe como un lugar de fuego y sufrimiento. Por lo tanto, este versículo es una advertencia solemne a aquellos que ignoran a Dios y resisten su llamado de salvación. Es una invitación a voltear hacia Dios y encontrar la vida eterna en Jesucristo.
Heb 10:28 El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
Heb 10:28 Este versículo se refiere a las leyes que se establecieron en la ley de Moisés, que era la ley que regía en el antiguo Israel y que se encuentra en el Antiguo Testamento de la Biblia. En este caso, se está hablando de las leyes que establecen la pena de muerte por ciertos delitos. Si alguien violaba la ley de Moisés y era acusado por dos o tres testigos, esto era suficiente para condenarlo a muerte, sin posibilidad de perdón o clemencia. Esto muestra la gravedad que se daba a los delitos y la importancia de la justicia en el antiguo Israel. Sin embargo, es importante señalar que este versículo pertenece al Antiguo Testamento, y no necesariamente se aplica en la misma forma en la era cristiana, en la que se hace énfasis en la misericordia y el perdón.
Heb 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Heb 10:29 Este versículo en la carta a los Hebreos está hablando de la gravedad del pecado de apostasía, que es renunciar a la fe en Jesucristo y volver atrás hacia el camino de la incredulidad. El autor está preguntando cuánto peor será el castigo para aquellos que han conocido la verdad y la han rechazado, y que han despreciado la sangre de Jesús, que es el pacto de redención entre Dios y la humanidad. El Espíritu de gracia se refiere al Espíritu Santo, que es el que convence a las personas de la verdad de Jesús y las anima a confiar en Él. Por lo tanto, aquellos que enriquecen, ofenden y rechazan el Espíritu de gracia y el sacrificio de Jesús, merecen un castigo mucho mayor que aquellos que no conocen la verdad.
Heb 10:30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.
Heb 10:30 Este versículo se refiere a la justicia de Dios y su rol como Juez. El autor de Hebreos cita dos versículos del Antiguo Testamento para reforzar la idea de que Dios es el que castiga a aquellos que hacen mal y juzga a su propio pueblo. El primer versículo, "Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor", es una cita de Deuteronomio 32:35 y significa que Dios es el que tiene la autoridad para llevar a cabo la justicia y el castigo por cualquier injusticia. El segundo versículo, "El Señor juzgará a su pueblo", viene del Salmo 135:14 y se refiere a la idea de que Dios juzga a todos, incluso a su propio pueblo elegido. En resumen, el versículo en cuestión está hablando sobre la justicia divina y el hecho de que ningún acto quedará sin castigo o recompensa según la sabia voluntad de Dios.
Heb 10:31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
Heb 10:31 Este versículo de Hebreos 10:31 se refiere al temor de la justicia divina y al juicio final que enfrentarán aquellos que no siguen a Dios. Significa que es aterrador y espantoso caer en las manos del Dios vivo, porque Él es justo y santo y juzgará a cada persona según sus acciones y decisiones. Por lo tanto, es importante seguir las enseñanzas de Dios y vivir una vida piadosa para evitar tener que enfrentarse a su juicio en el futuro.
Heb 10:32 Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos;
Heb 10:32 Este versículo del libro de Hebreos hace referencia a un momento en el pasado en el cual los creyentes habían sido iluminados con la verdad del Evangelio y habían enfrentado y superado grandes sufrimientos y pruebas por su fe. El autor de Hebreos les está recordando a los creyentes que ante los nuevos desafíos y sufrimientos que puedan enfrentar en el futuro, deben recordar y volver a confiar en la fe y las fuerzas que los llevaron a superar estas pruebas en el pasado. En resumen, el versículo nos anima a recordar nuestros momentos de fortaleza y victoria en la fe para enfrentar nuevos desafíos de manera valiente y confiada en Dios.
Heb 10:33 por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
Heb 10:33 Este versículo de Hebreos 10:33 está hablando de cómo los creyentes enfrentaron persecución y sufrimiento por seguir a Cristo, y cómo estos mismos creyentes también se unieron en compañerismo con aquellos que estaban en la misma situación. La primera parte del versículo dice: "Ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo". Aquí, la palabra "vituperios" se refiere a insultos y difamación, mientras que "tribulaciones" se refiere a sufrimiento y adversidad. Los creyentes fueron sometidos a esto públicamente, como si fueran un espectáculo para que todos los miren y se burlen de ellos. La segunda parte del versículo dice: "Llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante". A pesar de este sufrimiento, los creyentes encontraron consuelo y compañerismo en aquellos que estaban en la misma situación. Se unieron en su fe y sufrimiento, lo que les permitió superar las dificultades juntos. En resumen, este versículo habla del hecho de que los creyentes enfrentaron persecución y sufrimiento, pero que también encontraron consuelo y apoyo en otros creyentes que estaban sufriendo lo mismo. La comunidad de creyentes es de gran importancia para superar las pruebas de la vida cristiana.
Heb 10:34 Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.
Heb 10:34 Este versículo se encuentra dentro del capítulo 10 de la carta a los Hebreos, en el cual el autor está explicando la superioridad de Cristo y su sacrificio en comparación con los sacrificios y ritos del antiguo pacto de la Ley de Moisés. En este versículo en particular, el autor está hablando sobre la actitud compasiva y generosa de los cristianos hebreos hacia los presos y aquellos que habían sufrido la confiscación de sus bienes por causa de su fe en Cristo. Los cristianos hebreos habían sufrido mucho por su fe y por haber aceptado a Jesucristo como su Mesías. A pesar de esto, en vez de enfocarse en su situación difícil, ellos se enfocaron en la recompensa que tendrían en el cielo como herencia perdurable. En resumen, el versículo enfatiza la importancia de tener una perspectiva eterna y una actitud compasiva y generosa hacia los demás, incluso en medio de las pruebas y la adversidad. La idea es que la recompensa en el cielo es mucho más valiosa que cualquier cosa que se pueda perder en este mundo, incluso la libertad y los bienes materiales.
Heb 10:35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
Heb 10:35 Este versículo es una exhortación a los creyentes para que no pierdan su confianza en Dios y en su promesa de recompensar a aquellos que le son fieles. El apóstol Pablo está asegurando a los cristianos que su confianza en Dios valdrá la pena, porque el galardón que recibirán será grande. En resumen, este versículo nos anima a perseverar en la fe y a confiar en la fidelidad de Dios.
Heb 10:36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Heb 10:36 Este versículo de Hebreos 10:36 explica que la paciencia es necesaria para los creyentes porque cuando hacemos la voluntad de Dios, a menudo no obtenemos de inmediato aquello que esperamos o deseamos. La paciencia nos permite esperar confiados en que Dios cumplirá Su promesa y nos dará lo que necesitamos en el momento adecuado. Además, la paciencia también nos permite perseverar en nuestra fe y en la práctica de la voluntad de Dios, a pesar de las dificultades y desafíos que puedan surgir en el camino. Al final, tendremos la recompensa de haber sido fieles a Dios y haber obtenido aquello que Él prometió en Su tiempo perfecto.
Heb 10:37 Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
Heb 10:37 Este verso, que se encuentra en la carta a los Hebreos en el Nuevo Testamento de la Biblia, se refiere a la venida de Jesucristo y su segunda venida a la tierra en el futuro. El versículo habla de que aunque parece que ha pasado mucho tiempo desde que Jesús ascendió al cielo, su regreso está cerca y no tardará en llegar. También indica que los creyentes deben tener paciencia y mantener su fe, sin importar cuánto tiempo pase antes del regreso de Cristo. En resumen, el versículo apunta a la certeza de que la venida de Jesucristo es inminente y que aquellos que creen en él deben mantenerse firmes en su fe y vivir sus vidas de acuerdo con su enseñanza.
Heb 10:38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
Heb 10:38 Este versículo es una cita del Antiguo Testamento (Habacuc 2:4) y es usado en el Nuevo Testamento para mostrar cómo la fe en Jesús es necesaria para la salvación y la vida eterna. El "justo" es aquel que confía en Dios y su promesa de salvación a través de Jesús. Si una persona se "retrocede" o se aleja de esta fe, no está agradando a Dios porque está dudando de su palabra y su poder para salvar. Es esencial, por tanto, confiar en Jesús para vivir una vida justa y agradar a Dios.
Heb 10:39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Heb 10:39 Este versículo es una afirmación de la perseverancia de los creyentes en Cristo. Los que tienen fe verdadera en Él no vuelven atrás a su antigua manera de vivir, sino que siguen adelante en su fe y confianza en Dios para preservar sus almas. Esto significa que confían en que Dios los guardará y los mantendrá fuertes en su fe, incluso en medio de las pruebas y desafíos que puedan enfrentar. En resumen, este versículo nos anima a perseverar en nuestra fe en Cristo, sabiendo que Él es nuestro protector y defensor.