Carrera de Fe: Explorando el Capítulo 12 de Hebreos en el Nuevo Testamento
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El libro de Hebreos, capítulo 12, es una exhortación para que los cristianos perseveren y se mantengan firmes en su fe. El autor hace referencia a la disciplina y corrección de Dios como una muestra de su amor hacia nosotros como hijos. También nos insta a movernos más allá de cualquier obstáculo en nuestra vida, corriendo con paciencia la carrera que Dios nos ha puesto por delante.
El autor hace hincapié en la importancia de actuar con gratitud y temor hacia Dios, y de mantenernos vigilantes para no caer en la tentación del pecado. También nos recuerda que debemos honrar y vencer todo aquello que nos separa de Dios.
A su vez, el autor nos aclara que mantener sólo nuestras acciones en línea con la ley no es suficiente, tenemos que tener una fe sólida y una actitud de servicio hacia nuestro prójimo. Debemos perseguir la paz y la santidad en nuestra vida diaria, siguiendo el ejemplo de aquellos que nos han precedido en la fe.
Finalmente, el autor nos recuerda que nuestra fe se fundamenta en Dios, quien es un fuego consumidor. Debemos trabajar para ofrecer un servicio aceptable a Él y ser agradecidos por su gracia y misericordia.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Heb 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Heb 12:1 Este verso nos anima a seguir el ejemplo de los cristianos piadosos del pasado (los "testigos" mencionados) y a liberarnos de todo aquello que nos impide correr la carrera de la vida cristiana. Nos exhorta a dejar de lado los pecados que nos mantienen cautivos y a enfocar nuestra atención en la meta final: la vida eterna con Dios. Además, nos recuerda que la carrera cristiana requiere paciencia y perseverancia para alcanzar el premio. En resumen, este versículo nos llama a mantener nuestros ojos en Jesús y a confiar en Él para lograr la victoria en nuestra carrera cristiana.
Heb 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Heb 12:2 Este versículo de la Biblia nos habla de la importancia de mantener nuestros ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe. Él es nuestro modelo a seguir y nos ayuda a perseverar en nuestra carrera de fe, incluso en medio de la dificultad y las pruebas. El versículo también nos recuerda que Jesús soportó la cruz con alegría, sabiendo que al hacerlo estaba cumpliendo la voluntad de Dios y brindando la salvación a la humanidad. Finalmente, nos muestra que como resultado de su obediencia, Jesús fue exaltado y sentado a la diestra del trono de Dios, recibiendo todo el honor y la gloria.
Heb 12:3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Heb 12:3 Este versículo de Hebreos 12:3 nos insta a reflexionar sobre la experiencia de Jesucristo, quien enfrentó la oposición de los pecadores mientras cumplía la voluntad de Dios. La idea es que al pensar en la perseverancia y el sufrimiento que tuvo que soportar Jesús, podemos fortalecer nuestro propio espíritu y evitar el agotamiento y la debilidad. En las pruebas y dificultades de nuestra propia vida, en lugar de rendirnos o desmayar, podemos encontrar inspiración y motivación en el sacrificio de Jesús y en su ejemplo de resistencia y confianza en Dios.
Heb 12:4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;
Heb 12:4 Este versículo habla sobre la importancia de resistir el pecado hasta el punto de estar dispuestos a dar la vida por ello. El autor de Hebreos está animando a los cristianos a perseverar en su fe y mantener su compromiso contra el pecado, incluso cuando enfrentan dolor y sufrimiento. También puede ser interpretado como un recordatorio de que muchos cristianos antes de ellos han sido martirizados por su fe y todavía están luchando contra el pecado y viviendo para Dios. En resumen, la idea es que el compromiso con Dios y la resistencia contra el pecado son necesarios y pueden requerir grandes sacrificios, como incluso la vida, pero deben ser llevados a cabo para seguir el camino de Dios.
Heb 12:5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Heb 12:5 Este versículo está hablando sobre la disciplina que Dios da a sus hijos. Él nos corrige y nos reprende cuando nos alejamos de su camino. La exhortación mencionada en este versículo es un recordatorio para no menospreciar la disciplina del Señor y no desanimarnos cuando somos reprendidos por él. Es importante recordar que la disciplina de Dios es para nuestro bien y nos ayuda a crecer en nuestra fe y relación con él. No debemos ignorar o despreciar la corrección del Señor, sino más bien tomarla como una oportunidad para crecer y aprender de nuestros errores.
Heb 12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
Heb 12:6 Este versículo habla de cómo Dios disciplina y corrige a aquellos a quienes ama, así como un padre lo hace con sus hijos. La palabra "azota" en este contexto puede referirse a castigo físico o a un reprimenda dura y directa. La intención detrás de esta disciplina es ayudar a las personas a crecer y madurar en su fe y en su vida. Se puede interpretar como una muestra de amor de Dios, ya que está ayudando a sus hijos a aprender y mejorar. En resumen, el versículo muestra la figura de un padre amoroso que corrige y encamina a sus hijos hacia el bien y la justicia.
Heb 12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
Heb 12:7 Este versículo se refiere a la disciplina que Dios da a sus hijos para enseñarles y corregir su comportamiento. Al igual que un padre disciplina a su hijo para que crezca y aprenda a ser responsable y respetuoso, Dios disciplina a sus hijos para ayudarlos a crecer y desarrollarse espiritualmente. Al aceptar la disciplina de Dios, demostramos que somos sus hijos y que queremos aprender y obedecer sus enseñanzas.
Heb 12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
Heb 12:8 Este versículo está hablando sobre la necesidad de la disciplina en la vida cristiana. La disciplina es una forma de corrección que se nos da cuando hacemos algo incorrecto o cuando necesitamos mejorar nuestra conducta y nuestro carácter. El autor del libro de Hebreos está diciendo que si somos cristianos y no recibimos disciplina de Dios, entonces no somos considerados sus hijos verdaderos. Es decir, si no recibimos corrección y guía de Dios, entonces no estamos siendo formados y moldeados por él para convertirnos en la imagen de su Hijo Jesucristo. En resumen, este versículo nos recuerda la importancia de la corrección y la disciplina en nuestras vidas como cristianos, y la necesidad de estar abiertos y dispuestos a recibir la corrección de Dios para crecer y madurar en nuestra fe.
Heb 12:9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Heb 12:9 Este versículo de la Biblia habla sobre la disciplina que recibimos de nuestros padres terrenales y cómo los honramos por ello. Sin embargo, la pregunta que se plantea es por qué no obedeceríamos aún mejor al Padre de los espíritus, quien también nos disciplina, y así viviríamos mucho mejor. En este caso, el "Padre de los espíritus" se refiere a Dios, y el versículo sugiere que si obedecemos sus enseñanzas y disciplina, nuestra vida será mejor y más satisfactoria. Es un llamado a buscar la guía y la dirección divina en nuestras vidas.
Heb 12:10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
Heb 12:10 Este versículo del libro de Hebreos está hablando sobre la disciplina que Dios utiliza con nosotros como sus hijos. En el pasado, nuestros padres terrenales nos disciplinaban de acuerdo a lo que consideraban mejor para nosotros, pero la disciplina de Dios es diferente. Él nos disciplina para nuestro beneficio y para ayudarnos a crecer espiritualmente, para que podamos ser más como Él en santidad. Aunque la disciplina puede ser dolorosa en el momento, nos ayuda a superar nuestras debilidades y a fortalecernos en nuestra relación con Dios. Por lo tanto, debemos aceptar y aprender de la disciplina de Dios, sabiendo que siempre es para nuestro bien y para su gloria.
Heb 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Heb 12:11 Este versículo se refiere a la disciplina que Dios usa para corregir y guiar a sus hijos, que puede ser dolorosa y difícil de soportar en el momento. La disciplina puede tomar muchas formas, como la corrección por el pecado, la prueba de la fe y la dificultad en la vida. Estas experiencias pueden hacernos sentir tristes y desanimados en el momento, pero si perseveramos y confiamos en Dios, él nos ayudará a crecer en madurez y justicia. La disciplina es una oportunidad para aprender y crecer, y al final produce resultados apacibles y justos en nuestras vidas si somos receptivos a ella.
Heb 12:12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
Heb 12:12 Este versículo es una exhortación o llamado a perseverar en la fe, incluso en tiempos difíciles. La imagen que se utiliza es la de alguien que se siente desanimado, con las manos caídas y las rodillas paralizadas. La solución que se presenta es levantar las manos y fortalecer las rodillas para seguir adelante con fuerza y seguridad. En otras palabras, se anima a los creyentes a buscar el apoyo en Dios para superar cualquier adversidad que puedan enfrentar.
Heb 12:13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
Heb 12:13 Este versículo se encuentra en el libro de Hebreos en el Nuevo Testamento de la Biblia. En este pasaje, el autor anima a los lectores a seguir y mantener un camino recto y justo en la vida cristiana. La frase "haced sendas derechas para vuestros pies" se refiere a la necesidad de mantener una dirección clara y correcta en la vida, para no desviarse del camino que Dios tiene para sus seguidores. El autor continúa diciendo que si seguimos este camino recto y justo, seremos sanados y protegidos de caer en la tentación y el pecado. En resumen, el versículo nos recuerda la importancia de mantenernos firmes en nuestra fe y obedecer a Dios, para que podamos vivir una vida sana y plena.
Heb 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Heb 12:14 Este versículo es una exhortación a los creyentes para que persigan la paz y la santidad. La paz se refiere a la armonía, la concordia y el amor entre las personas, mientras que la santidad se refiere a la pureza y la rectitud en la conducta de uno mismo. Ambas son características esenciales de aquellos que buscan seguir a Dios y tener una relación con Él. El versículo también menciona que sin santidad, nadie puede ver al Señor. Esto significa que la santidad es un requisito esencial para tener una comunión y una relación estrecha con Dios. Si la conducta de una persona no es santa, entonces no puede acercarse a Dios ni experimentar su presencia y poder en su vida. Por lo tanto, para aquellos que desean ver al Señor, deben seguir la paz con todos y vivir en santidad.
Heb 12:15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
Heb 12:15 Este versículo en la Epístola a los Hebreos es una advertencia para los cristianos a tener cuidado de no caer en la amargura. El escritor de la epístola está diciendo que debemos prestar atención para evitar que algún miembro de la comunidad cristiana se aleje de la gracia de Dios debido a las raíces amargas de la envidia, los celos o el resentimiento. Esta raíz puede crecer en nosotros si no estamos vigilantes y puede llevar a la división en la iglesia y a la contaminación de otros con nuestro descontento y desconfianza. Los cristianos deben esforzarse por mantener sus relaciones con Dios y con los demás en un espíritu de amor y gracia, guardando sus corazones de cualquier cosa que pueda hacerlos envenenar y contaminar a otros.
Heb 12:16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.
Heb 12:16 Este versículo se refiere a la historia bíblica de Esaú y cómo él vendió su primogenitura, es decir, su derecho como el hijo mayor a recibir la bendición y la herencia de su padre. Esaú vendió este derecho por un plato de comida. El autor de Hebreos está advirtiendo a los creyentes sobre la importancia de valorar las cosas espirituales y no caer en tentaciones mundanas como el sexo promiscuo o la falta de respeto hacia las cosas sagradas. Al comparar a aquellos que se desvían del camino de Dios con Esaú, el autor está enfatizando la gravedad de perder una conexión cercana con Dios y la importancia de mantenerse fiel a su fe.
Heb 12:17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.
Heb 12:17 Este versículo se refiere a Esaú, un personaje del Antiguo Testamento que vendió su primogenitura (derecho de ser el heredero de la riqueza y la posición de su padre) por un plato de comida. Más tarde, cuando decidió que quería reclamar su lugar de primogénito y recibir la bendición de su padre, descubrió que era demasiado tarde. Su padre, Isaac, ya había bendecido a su hermano Jacob en su lugar. Aunque Esaú lamentó su elección y buscó arrepentirse con lágrimas, no pudo cambiar la situación. Este versículo se utiliza a menudo para ilustrar la importancia de tomar decisiones sabias y cómo nuestras decisiones pueden tener consecuencias permanentes. También sugiere que es importante buscar el arrepentimiento y la redención sinceros antes de que sea demasiado tarde.
Heb 12:18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,
Heb 12:18 Este versículo de la carta a los Hebreos se refiere al momento en que Dios entregó la ley a Moisés en el Monte Sinaí. El autor de la carta está diciendo que los cristianos no deben temer acercarse a Dios como si fuera un Dios autoritario y distante, como lo era la imagen que se tenía de Dios en la época del Antiguo Testamento. En el Antiguo Testamento, se creía que Dios estaba en un lugar físico, en este caso, el Monte Sinaí. Pero el autor de la carta dice que ahora, con la venida de Jesús, Dios está en todas partes y es accesible a todos. Por lo tanto, los cristianos no necesitan temer acercarse a Dios como si estuvieran acercándose a un monte que podría destruirlos en cualquier momento. El versículo hace una comparación entre el Monte Sinaí, que arde en fuego y está lleno de oscuridad y tempestad, y la presencia divina de Dios, que es un lugar de paz y amor. En resumen, el autor de la carta está diciendo que los cristianos deben acercarse a Dios con confianza, sabiendo que Él está cerca y accesible a través de Jesús.
Heb 12:19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,
Heb 12:19 Este versículo hace referencia a una escena descrita en el Antiguo Testamento, en el libro del Éxodo 20:18-19. En ese momento, Dios se presentó ante los israelitas en el monte Sinaí y les habló a través de una voz única y poderosa. La gente que escuchó esta voz quedó tan impresionada y asustada que le pidieron a Moisés que hablara directamente con Dios en su lugar. En el contexto del Nuevo Testamento, este versículo se utiliza para ilustrar la idea de que, aunque Dios puede ser poderoso y majestuoso, también es importante recordar que puede estar en comunión con sus seguidores y escuchar sus peticiones.
Heb 12:20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;
Heb 12:20 Este versículo se refiere a la ley dada a Moisés en el Antiguo Testamento, en la que el Monte Sinaí era considerado sagrado y sólo podía ser tocado por aquellos que estuvieran limpios y consagrados. Cualquier persona o animal que tocara el monte sería castigada con la muerte. El autor de Hebreos está utilizando esta ley para explicar que incluso los seres humanos no podían soportar el cumplimiento completo de la ley de Dios en su propio poder, ya que estaba más allá de su capacidad y estaba destinada a señalar la necesidad de un salvador para llevar a cabo la justicia y la salvación.
Heb 12:21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;
Heb 12:21 Este versículo hace referencia a un pasaje del Antiguo Testamento en el que se describe la entrega de la ley a Moisés en el monte Sinaí. La escena era aterradora y sobrecogedora, con truenos, relámpagos y una densa nube que cubría la montaña. La gente estaba aterrorizada y Moisés mismo estaba asustado y temblando ante la presencia de Dios en la montaña. El autor de Hebreos está haciendo uso de este incidente para ilustrar la idea de que Dios es un Dios temible y que debemos tener un sano respeto y temor hacia Él.
Heb 12:22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
Heb 12:22 Hebreos 12:22 habla de un lugar al que los creyentes en Jesucristo se han acercado mediante su fe. Este lugar se llama el monte de Sion, que simboliza la presencia de Dios. También se conoce como la ciudad del Dios vivo, que es Jerusalén celestial. En este lugar, los creyentes no solo tienen acceso a Dios, sino que también son parte de una gran compañía de ángeles que adoran y sirven a Dios. Es una imagen de una comunidad de creyentes que se han unido para adorar a Dios y servirlo juntos. Este versículo anima a los creyentes a seguir acercándose a Dios por medio de su fe y a ser parte de la comunidad de creyentes que sirve y adora a Dios. También nos recuerda que tenemos esta comunidad celestial de ángeles como aliados y compañeros en nuestra adoración y servicio a Dios.
Heb 12:23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,
Heb 12:23 El versículo hace referencia a una imagen poética de la congregación de los creyentes, a quienes se describe como los "primogénitos" que están inscritos en los cielos. Esto significa que son considerados hijos de Dios y herederos de su reino celestial. Además, se menciona a Dios como el juez de todos, lo que sugiere que es él quien determina la justicia y el castigo. Por último, se hace referencia a los "espíritus de los justos hechos perfectos", lo que se refiere a aquellos creyentes que han alcanzado la perfección moral y espiritual. Este versículo sugiere que la congregación de creyentes está en conexión con Dios y que aquellos que son fieles y justos serán recompensados en el reino celestial.
Heb 12:24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
Heb 12:24 Este versículo se refiere a Jesús como el Mediador del nuevo pacto entre Dios y la humanidad, y a la sangre que habla mejor que la de Abel. En la historia bíblica, Abel fue asesinado por su hermano Caín, y su sangre clamaba justicia a Dios. En contraste, Jesús ofreció su propia sangre como sacrificio para redimir nuestros pecados y reconciliarnos con Dios, hablando así de su amor y misericordia. Por lo tanto, este versículo nos recuerda que Jesús es nuestro Salvador y que su sacrificio es mayor que cualquier otra ofrenda en la historia de la humanidad.
Heb 12:25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
Heb 12:25 Este versículo nos está enseñando la importancia de prestar atención a aquellos que nos hablan la verdad de Dios y nos amonestan para que vivamos de acuerdo a su voluntad. En la época en la que fue escrito, muchas personas habían rechazado a los profetas y maestros que Dios había enviado, y habían sufrido las consecuencias de su rebeldía. Hoy en día, si ignoramos las enseñanzas de Dios y desechamos a aquellos que nos amonestan, también sufriríamos las consecuencias. Entonces, debemos escuchar y aprender de aquellos que Dios pone en nuestro camino para ayudarnos a seguir Su camino y así nos salvaremos del juicio eterno.
Heb 12:26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
Heb 12:26 Este versículo se refiere al momento en que Dios habló en el Monte Sinaí a Moisés y los israelitas durante la entrega de la ley. La voz de Dios fue tan poderosa que sacudió la tierra. Sin embargo, este versículo también profetiza que habrá otro momento en el futuro en el que Dios volverá a hablar y no solo sacudirá la tierra sino también el cielo. Esto sugiere que Dios tiene un plan más grande y poderoso para el futuro que hará temblar todo el universo.
Heb 12:27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
Heb 12:27 El verso de Hebreos 12:27 se refiere a la idea de que, en la última venida de Jesús, todo lo que es temporal y terrenal será removido. Esto incluirá cosas hechas por el hombre, estructuras, instituciones, gobiernos, etc. Todo lo que es temporal será sacudido hasta que solo queden las cosas que son eternas e inconmovibles: la verdad y la justicia de Dios. En otras palabras, este versículo indica que el final de los tiempos será un tiempo de purificación en el que se eliminará todo lo que sea temporal y se mantendrá solo lo que es eterno e inmutable.
Heb 12:28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
Heb 12:28 Este verso es una exhortación a los creyentes a tener una actitud de gratitud y reverencia hacia Dios por el reino que nos ha dado, un reino que no puede ser sacudido o destruido. La gratitud y la reverencia son las respuestas apropiadas a la bondad y el poder de Dios. También es una llamada a servir a Dios de manera aceptable, no haciendo nada que desagrade a Dios, sino en todo momento buscando la forma de agradarle. La frase "con temor y reverencia" sugiere que debemos tener una conciencia constante de la grandeza y la santidad de Dios, y estar conscientes de que somos responsables ante él en todo momento.
Heb 12:29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Heb 12:29 Este versículo se encuentra en la Carta a los Hebreos en el Nuevo Testamento. En contexto, el autor de la carta está hablando sobre la diferencia entre la ley que fue dada a Moisés en el Antiguo Testamento y la nueva alianza que Dios estableció a través de Jesucristo. El autor dice que cuando se dio la ley, Moisés y todo el pueblo de Israel temblaron de miedo ante la presencia de Dios en el monte Sinaí. De hecho, el autor dice que es una cosa temible caer en manos del Dios vivo y que nuestro Dios es un fuego consumidor. La frase "nuestro Dios es fuego consumidor" se refiere al hecho de que Dios es santo y purificador. El fuego es un símbolo de purificación en la Biblia, ya que consume la impureza. Dios es fuego consumidor porque su santidad es tan pura y perfecta que consume todo lo que es impuro y pecaminoso. Por lo tanto, es importante que nos acerquemos a Dios con respeto y humildad, y que pidamos su perdón y ayuda para vivir vidas santas.