Descubriendo la Fe en Hebreos: Una Mirada Completa al Nuevo Testamento, Capítulo 13


El libro de Hebreos es una epístola escrita a los judíos cristianos que estaban enfrentando persecución y riesgo de apostasía. El capítulo 13 de Hebreos es una culminación de la carta, donde se presentan una serie de exhortaciones y mandatos finales para los creyentes. El capítulo comienza con una llamada a la hospitalidad y la ayuda a los necesitados, recordando que algunos han entretenido ángeles sin saberlo. Los creyentes deben estar listos para dar y recibir ayuda, recordando siempre que Cristo mismo es la fuente de su provisión. Luego, se exhorta a los creyentes a seguir a sus líderes y recordar la verdad que se les ha enseñado, ya que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por siempre y su Palabra es inmutable. Los creyentes deben estar firmes en su fe y resistir cualquier enseñanza falsa. Además, se les anima a llevar una vida moralmente pura, no cayendo en la inmoralidad sexual ni siendo codiciosos. En lugar de eso, deben mantener la pureza del matrimonio y estar satisfechos con lo que tienen, confiando en que Dios proveerá lo que necesitan. El capítulo también habla sobre la adoración, animando a los creyentes a ofrecer "sacrificios" de alabanza y gratitud a Dios en todo momento. Esto incluye el cuidado de los necesitados, ya que "no hacerlo es desagradable para Dios". Por último, el capítulo concluye con una bendición y una petición de oración, exhortando a los creyentes a ser diligentes en orar por las personas y por sus líderes. A través de todo esto, el autor del libro de Hebreos anima a los creyentes a seguir adelante en su fe y confiar en el poder y la fidelidad de Dios.

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Heb 13:1 Permanezca el amor fraternal.
Heb 13:2 No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Heb 13:3 Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.
Heb 13:4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
Heb 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
Heb 13:6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.
Heb 13:7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.
Heb 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Heb 13:9 No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.
Heb 13:10 Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo.
Heb 13:11 Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento.
Heb 13:12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
Heb 13:13 Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio;
Heb 13:14 porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.
Heb 13:15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
Heb 13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Heb 13:17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
Heb 13:18 Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo.
Heb 13:19 Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea restituido más pronto.
Heb 13:20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
Heb 13:21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Heb 13:22 Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente.
Heb 13:23 Sabed que está en libertad nuestro hermano Timoteo, con el cual, si viniere pronto, iré a veros.
Heb 13:24 Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan.
Heb 13:25 La gracia sea con todos vosotros. Amén. "}