Caminando en fe: Un análisis profundo del libro de Hebreos Capítulo 2


El libro de Hebreos, capítulo 2, presenta una exhortación a los cristianos a no abandonar su fe en Jesús, quien es mayor que los ángeles y ha sido coronado con gloria y honra por Dios Padre. El autor del libro enfatiza la necesidad de prestar atención a la salvación que hemos recibido, la cual fue confirmada por Dios mediante señales, milagros y prodigios. El capítulo comienza con una advertencia para no descuidar la salvación que hemos recibido. El autor presenta la idea de que, si aquellos que rechazaron la ley de Moisés fueron justamente castigados, ¿cuánto más mereceríamos nosotros, si abandonamos a Jesús, el castigo que nos corresponde? El autor también resalta la importancia del papel de Jesús como mediador entre Dios y el hombre, y cómo su muerte en la cruz nos ha permitido reconciliarnos con Dios. Jesús, a través de su muerte, ha destruido al diablo y ha liberado a aquellos que viven en esclavitud por temor a la muerte. El autor muestra cómo Jesús es mayor que los ángeles, y cómo Dios le ha coronado con gloria y honra. También explica que Jesús asume una naturaleza similar a la de los hombres para poder representarlos ante Dios y ofrecer una expiación perfecta por sus pecados. Finalmente, el autor presenta a Jesús como el sumo sacerdote que es capaz de entender nuestras debilidades y de ofrecer sacrificios por nuestros pecados. Él muestra cómo la fe en Jesús nos permite confiar en su obra redentora y vivir con esperanza. En resumen, Hebreos 2 presenta una exhortación para que los cristianos mantengan su fe en Jesús como el mediador entre Dios y el hombre, y como el sumo sacerdote que ha hecho posible nuestra reconciliación con Dios. También se muestra cómo Jesús es mayor que los ángeles y cómo su muerte ha tenido un impacto trascendental en la humanidad.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Heb 2:1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
Heb 2:2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,
Heb 2:3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,
Heb 2:4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Heb 2:5 Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;
Heb 2:6 pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites?
Heb 2:7 Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos;
Heb 2:8 Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.
Heb 2:9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
Heb 2:10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
Heb 2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,
Heb 2:12 diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré.
Heb 2:13 Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
Heb 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
Heb 2:15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Heb 2:16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.
Heb 2:17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
Heb 2:18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

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