Explorando la riqueza espiritual del Nuevo Testamento de Santiago: Un viaje profundo en el Libro 4


El libro 4 de Santiago en el Nuevo Testamento es un mensaje de aliento y exhortación para los cristianos que enfrentan pruebas y dificultades. El libro comienza con una llamada a la paciencia y perseverancia en la fe en medio de las pruebas y sufrimientos que se enfrentan en el camino de la vida. El autor enfatiza la importancia de la oración como un medio para recibir la sabiduría y la fortaleza necesarias para seguir adelante. El libro de Santiago insta a los cristianos a no favorecer a los ricos y poderosos a expensas de los pobres y marginados, sino a tratar a todos con amor y justicia. El autor también hace hincapié en la necesidad de demostrar nuestra fe a través de nuestras acciones y obras, no solo con palabras. Además, el libro 4 de Santiago exhorta a los cristianos a superar las divisiones y conflictos internos, y a mantenerse alejados de la tentación y el pecado. El autor proclama la importancia de la humildad y la confesión de los pecados, y la necesidad de perdonar a los demás. En resumen, el libro 4 de Santiago ofrece una guía valiosa y práctica para los cristianos en su caminar diario con Dios, animándonos a perseverar en la fe en medio de las pruebas, a actuar con amor y justicia, a mantenerse humildes y a resistir la tentación del pecado.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Jam 4:1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Jam 4:2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
Jam 4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Jam 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Jam 4:5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
Jam 4:6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Jam 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Jam 4:8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Jam 4:9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
Jam 4:10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
Jam 4:11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
Jam 4:12 Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
Jam 4:13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;
Jam 4:14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
Jam 4:15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Jam 4:16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
Jam 4:17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

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