Profundizando en la fe a través de 1 Juan 5: Explorando la promesa de vida eterna en Cristo
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El Libro 5 de la Primera Epístola de Juan, que forma parte del Nuevo Testamento de la Biblia, se enfoca en la fe en Jesucristo y la importancia de vivir en amor, obediencia y comunión con él. Este capítulo finaliza con una afirmación de que creer en Jesús es tener vida eterna, pero también se advierte contra la idolatría y la influencia del mundo en la vida de los creyentes.
El capítulo comienza con una afirmación de la conexión entre la fe y el amor, argumentando que aquellos que aman a Dios también cumplen sus mandamientos. Se destaca la importancia de amar a los hermanos en Cristo, ya que esto es una prueba de que se ama a Dios. La obediencia a los mandamientos de Dios se compara con la victoria sobre el mundo, ya que el mundo a menudo contradice las enseñanzas de Dios.
También se discute la importancia del testimonio que Dios da sobre su Hijo, Jesucristo. Se enfatiza la idea de que creer en él es tener vida eterna, y se destaca la necesidad de confiar en el testimonio de Dios sobre Cristo, en lugar de basarse únicamente en la opinión de los hombres.
El capítulo también advierte contra la idolatría y la adoración de falsos dioses, argumentando que esto es una práctica incompatible con la fe en Cristo. Se destaca la necesidad de mantenerse alejado del pecado y vivir en santidad, en comunión con Cristo y su Espíritu Santo, para que la vida eterna sea asegurada.
En resumen, el Libro 5 de la Primera Epístola de Juan del Nuevo Testamento de la Biblia destaca la naturaleza divina de Jesucristo, la importancia de vivir en amor y obediencia a Dios y la necesidad de confiar en el testimonio de Dios sobre Cristo. También advierte contra las influencias negativas del mundo y la idolatría, enfatizando la necesidad de vivir una vida santa y en comunión con Dios.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
1Jo 5:1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.
1Jo 5:1 Este versículo en 1 Juan 5:1 significa que aquel que cree en Jesús como el Cristo, es decir, el Mesías prometido, ha nacido de Dios y se ha convertido en un hijo de Dios. Y si amamos al Padre que nos creó y nos engendró, entonces también amamos a Jesús, su Hijo, porque Él es el camino hacia el Padre y está en comunión con Él. En resumen, nuestra fe en Jesús como el Hijo de Dios y nuestro amor por el Padre y el Hijo nos conectan con la familia de Dios y nos hacen verdaderos hijos suyos.
1Jo 5:2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
1Jo 5:2 Este versículo del primer libro de Juan, capítulo 5, versículo 2 nos dice que cuando amamos a Dios, obedecemos sus mandamientos y amamos a nuestros hermanos en Cristo, entonces sabemos que somos verdaderos hijos de Dios. Es una forma de demostrar nuestro amor a Dios a través de nuestra obediencia, ya que sus mandamientos son una muestra clara de su voluntad para nosotros. Además, nuestro amor por los demás también es una demostración de amor por Dios, ya que somos llamados a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. En resumen, este versículo nos enseña que para demostrar nuestro amor por Dios, debemos obedecer sus mandamientos y amar a nuestros hermanos en Cristo.
1Jo 5:3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
1Jo 5:3 Este versículo se refiere al amor que debemos tener hacia Dios. El versículo dice que el amor a Dios se manifiesta al guardar sus mandamientos. En otras palabras, si amamos a Dios, obedeceremos sus mandamientos y pondremos su voluntad por encima de la nuestra. Los mandamientos de Dios no son difíciles de seguir porque están diseñados para ayudarnos a vivir una vida mejor y más plena. Por lo tanto, si amamos verdaderamente a Dios, seguir sus mandamientos no será una carga, sino un privilegio y una forma de honrarle.
1Jo 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
1Jo 5:4 Este versículo de la primera epístola de Juan afirma que aquellos que han nacido de Dios tienen la capacidad de vencer al mundo. El "mundo" se refiere aquí a todas las fuerzas, tentaciones y valores antagónicos a la voluntad de Dios. La victoria se obtiene a través de la fe en la provisión y el poder de Dios, y este tipo de fe se activa en el corazón y en la mente de aquellos que han nacido de nuevo en Cristo, y por tanto tienen una nueva naturaleza espiritual. Esta victoria opera en muchas áreas de la vida, incluyendo el carácter, las relaciones, las finanzas, la salud y la perspectiva futura. En resumen, el versículo afirma que aquellos que han nacido de Dios tienen la victoria sobre el mundo gracias a la fe que tienen en Él.
1Jo 5:5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
1Jo 5:5 Este versículo de la Primera Epístola de Juan está hablando sobre la victoria que se obtiene al creer en Jesús como el Hijo de Dios. El mundo en este contexto se refiere a las tentaciones y los pecados que nos rodean como seres humanos. El único camino para vencer a estos aspectos del mundo es creyendo en Jesús y su divinidad, y siguiendo sus enseñanzas y ejemplo de vida. En otras palabras, este versículo nos está enseñando que la verdadera victoria sobre el mundo no depende de nuestras habilidades o esfuerzos, sino de nuestra fe en Jesús como nuestro Salvador y Señor.
1Jo 5:6 Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.
1Jo 5:6 Este versículo se refiere a una afirmación clave de la doctrina cristiana, que afirma que Jesucristo es el Hijo de Dios que vino a la tierra a través de su nacimiento humano (simbolizado por "agua") y su sacrificio en la cruz (simbolizado por "sangre"). La idea es que su presencia y su impacto en nuestras vidas no se limita a uno u otro de estos aspectos, sino que abarca tanto el humano como el divino. El Espíritu Santo da testimonio de esta verdad, que es fundamental para la fe cristiana.
1Jo 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
1Jo 5:7 Este versículo se conoce como la frase del "Comma Johanneum" y ha sido muy debatido por los estudiosos de la biblia. Algunos creen que fue añadido posteriormente al texto original, mientras que otros creen que es parte del auténtico. En cualquier caso, el versículo significa que hay tres personas distintas que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo (que se refiere a Jesucristo) y el Espíritu Santo. Aunque son distintos, son uno en esencia y propósito divino. Es decir, son tres aspectos de la misma divinidad, y juntos forman la Trinidad. Esta es una de las bases de las creencias cristianas desde hace muchos siglos. La concepción de una única divinidad que se manifiesta en tres formas distintas es algo que está presente en muchas religiones. En el cristianismo, esto se conoce como la Trinidad, que es uno de los pilares fundamentales de la doctrina cristiana.
1Jo 5:8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.
1Jo 5:8 Este versículo de la Primera Epístola de Juan está hablando sobre la importancia del testimonio del Espíritu Santo y cómo este se confirma con otros dos elementos terrenales: el agua y la sangre. El agua se refiere al bautismo, que representa la purificación y el nuevo nacimiento en Cristo, mientras que la sangre hace referencia a la muerte de Jesús en la cruz, que es el sacrificio redentor de nuestra salvación. En conjunto, estos tres elementos dan testimonio de la obra de Dios en nuestras vidas, ya que el Espíritu Santo obra en nosotros a través del bautismo y la sangre de Jesús nos limpia de todo pecado. Como seguidores de Cristo, debemos creer en el testimonio de estos tres elementos y vivir en acuerdo con sus enseñanzas.
1Jo 5:9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.
1Jo 5:9 Este versículo significa que, si creemos en el testimonio que los seres humanos dan sobre algo o alguien, aún más importante es el testimonio que Dios da sobre ese mismo tema. En este caso, el testimonio de Dios es sobre Su Hijo, Jesucristo. Es decir, si creemos en lo que otros dicen sobre Jesús, es aún más crucial creer en lo que Dios dice sobre Él. Este testimonio de Dios es importante porque Él es la fuente de toda verdad y conocimiento, y Su testimonio es el más fiable y verdadero. Por tanto, es importante creer en el testimonio de Dios sobre Su Hijo, Jesucristo, para tener una comprensión verdadera y completa de quién es Él y cuál es su propósito.
1Jo 5:10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
1Jo 5:10 Este versículo habla sobre la importancia de creer en Jesús como Hijo de Dios. Aquellos que creen en Él tienen un testimonio en sí mismos, es decir, tienen una certeza interior de que Jesús es el Hijo de Dios. Por otro lado, aquellos que no creen en Él están llamando a Dios mentiroso, ya que no están creyendo en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. En resumen, creer en Jesús es fundamental para nuestra relación con Dios y la salvación.
1Jo 5:11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
1Jo 5:11 Este versículo se refiere al testimonio o la evidencia de que Dios nos ha dado vida eterna a través de su Hijo Jesucristo. La vida eterna es un don que Dios ofrece a todos aquellos que creen en su Hijo como su salvador y se comprometen a seguirlo. La vida eterna no es algo que se gana a través de buenas obras o méritos propios, sino que es un regalo de Dios para aquellos que ponen su fe en él. Por lo tanto, si queremos tener vida eterna, debemos creer en Jesucristo y seguir sus enseñanzas. Es en Jesucristo donde encontramos la vida eterna.
1Jo 5:12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
1Jo 5:12 Este versículo se refiere a la importancia de tener una relación personal con Jesucristo como el Hijo de Dios para tener vida eterna. La vida que se menciona aquí no se trata solo de la vida física en este mundo, sino de la vida espiritual que se extenderá más allá de la muerte. El que cree en Jesucristo y lo ha recibido en su vida, tiene acceso a la vida eterna y a una relación personal con Dios. Por otro lado, aquellos que rechazan a Jesucristo como el Hijo de Dios, no pueden encontrar vida eterna ni tener una relación con Dios. En resumen, el versículo enfatiza que la vida verdadera y eterna solo se encuentra al recibir a Jesucristo como el Hijo de Dios en nuestras vidas.
1Jo 5:13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
1Jo 5:13 Este versículo de la Primera Epístola de Juan está dirigido a aquellos que creen en el nombre del Hijo de Dios, es decir, a los cristianos. El autor les dice que les ha escrito para que sepan que tienen vida eterna. Esta es una promesa que se encuentra en la Biblia, de que aquellos que creen en Jesús como el Hijo de Dios y lo aceptan como su salvador tendrán vida eterna en el cielo. El autor también les dice que ha escrito para que sigan creyendo en el nombre del Hijo de Dios. Esto significa que los cristianos deben seguir confiando en Jesús y en todo lo que representa como su salvador, y confiar en él para guiarlos y fortalecerlos a medida que caminan en su fe.
1Jo 5:14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
1Jo 5:14 Este versículo se refiere a nuestra confianza en Dios y su capacidad para responder a nuestras oraciones si pedimos algo que esté en línea con su voluntad. Si le pedimos algo que sea de acuerdo a Su voluntad y su plan para nuestras vidas, podemos confiar en que Él nos escuchará y responderá nuestra oración. Es importante tener una relación estrecha con Dios y estar en sintonía con Su voluntad a través de la lectura de Su palabra y la oración, para que podamos entender lo que es su voluntad y pedirle en consecuencia.
1Jo 5:15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
1Jo 5:15 Este versículo de la Primera Epístola de Juan significa que si confiamos en Dios y oramos con fe y humildad, Él nos escuchará y responderá nuestras peticiones. Si sabemos que Dios nos escucha, entonces podemos tener la certeza de que nuestras oraciones serán contestadas. Sin embargo, esto no significa que obtendremos todo lo que pedimos, ya que Dios sabe lo que es mejor para nosotros y a veces responde de maneras que no esperamos. Es importante recordar que la oración no es un medio para obtener todo lo que deseamos, sino un canal para conectarnos con Dios y pedir su guía y ayuda en nuestras vidas.
1Jo 5:16 Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.
1Jo 5:16 Este versículo en la Primera Epístola de Juan habla sobre la oración por otros creyentes que están luchando contra el pecado. Si alguna persona ve a su hermano en la fe cometiendo un pecado que no lleva a la muerte espiritual, entonces esa persona puede pedir a Dios por la vida de ese hermano, y Dios responderá otorgando vida espiritual a esa persona. Sin embargo, hay un pecado que lleva a la muerte espiritual (que se presume que sería el no arrepentimiento y rechazo de Jesús y el Espíritu Santo), por el cual no se recomienda pedir. En términos generales, este versículo nos enseña que debemos orar por nuestros hermanos en Cristo que luchan contra el pecado, pero también nos advierte que hay un límite al poder de oración y que algunas decisiones son exclusivamente de la voluntad personal de cada persona.
1Jo 5:17 Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte.
1Jo 5:17 Este versículo de la Primera Epístola de Juan significa que todo acto injusto o pecaminoso es considerado pecado a los ojos de Dios. Sin embargo, no todos los pecados son iguales. Algunos pecados son tan graves que conducen a la muerte espiritual y separación eterna de Dios. A estos pecados se les llama "pecado de muerte". Pero hay otros pecados que, aunque son malos y deben ser evitados, no son lo suficientemente graves como para llevar a la muerte espiritual. Estos son los "pecados no de muerte". En resumen, todo pecado es injusto y ofensivo ante Dios, pero algunos son peores que otros.
1Jo 5:18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.
1Jo 5:18 Este versículo significa que aquellos que han nacido de Dios, es decir, aquellos que han aceptado a Jesús como su salvador y han recibido la vida eterna, no continuarán practicando el pecado deliberadamente. Esto es porque el Espíritu Santo, que es enviado por Dios para vivir en cada creyente, los guía hacia la santidad y los protege de los ataques del maligno. En resumen, aquellos que confían en Dios no están en peligro de caer en la tentación o de ser influidos por el mal, sino que se mantienen firmes en su fe y son protegidos por la gracia de Dios.
1Jo 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
1Jo 5:19 Este versículo en 1 Juan 5:19 nos dice que aquellos que han colocado su fe en Jesucristo, somos de Dios. Nosotros pertenecemos a Dios y hemos sido rescatados por Él. Sin embargo, el mundo entero está bajo el control del maligno, que es Satanás. Esto significa que el mundo está bajo su influencia y dominio. El pecado, la maldad, el engaño y la oscuridad prevalecen en el mundo debido a la influencia del diablo. Como cristianos debemos resistir al maligno y estar alerta para no ser engañados por sus mentiras y tentaciones. Debemos vivir de acuerdo con los planes y propósitos de Dios y difundir Su luz y verdad en un mundo oscuro.
1Jo 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
1Jo 5:20 Este versículo se refiere a la creencia fundamental de los cristianos en la divinidad de Jesucristo, el Hijo de Dios. Él nos dio la sabiduría y el conocimiento para conocer al verdadero Dios y estar en una relación correcta con Él. Jesucristo es el verdadero Dios y la fuente de la vida eterna para aquellos que creen en Él. En resumen, este versículo es una afirmación del papel de Jesucristo como nuestro Salvador y Señor.
1Jo 5:21 Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén. "}
1Jo 5:21 Este versículo se encuentra al final del primer libro del apóstol Juan, en el Nuevo Testamento. En este versículo, Juan advierte a los creyentes a mantenerse alejados de los ídolos. Un ídolo puede ser cualquier cosa o persona que tomamos como nuestro objeto de adoración y le damos una importancia demasiado grande en nuestras vidas en lugar de adorar a Dios. Juan está haciendo un llamado a los cristianos para mantenerse alejados de cualquier cosa que pueda convertirse en un ídolo, ya sea un objeto material, fama, poder, dinero, personas, etc. Él está instando a los creyentes a centrarse en Dios como su única y verdadera fuente de adoración y dependencia. El "Amén" al final del versículo es una afirmación o confirmación de la verdad de lo que se ha dicho. En resumen, Juan está animando a los cristianos a mantenerse alejados de cualquier forma de idolatría y afirmar su compromiso con Dios.