Explorando la sabiduría y la enseñanza de Tito: Desentrañando el Libro 3 del Nuevo Testamento


El libro de Tito en el Nuevo Testamento es una epístola escrita por el apóstol Pablo a Tito, un líder cristiano en la isla de Creta. El libro contiene consejos del apóstol para Tito sobre cómo llevar adelante la obra de Dios en la iglesia de Creta y cómo guiar a los creyentes en la fe cristiana. En el capítulo 1, Pablo habla sobre la importancia de que los líderes cristianos sean personas íntegras y confiables, que estén dispuestos a enseñar la verdad de la palabra de Dios y refutar a aquellos que enseñen falsedades. También enfatiza la importancia de evitar mala conducta y disensiones en la iglesia. En el capítulo 2, Pablo da consejos a Tito sobre cómo debe enseñar a diferentes grupos de personas en la iglesia. Él les pide que sean modelos de buena conducta para que otros puedan seguir su ejemplo. También aconseja a las mujeres jóvenes que sean amables y respetuosas, y a los jóvenes que sean sensatos y diligentes en su trabajo. En el capítulo 3, Pablo habla sobre la importancia de hacer el bien y obedecer a las autoridades, así como mantener la unidad en la iglesia. Él recuerda a los creyentes que antes eran pecadores necesitados de la misericordia de Dios, y que por lo tanto deben ser amables y compasivos con los demás. También enfatiza la importancia de evitar discusiones y divisiones en la iglesia y aconseja a los creyentes que se alejen de aquellos que promueven enseñanzas falsas. En resumen, el libro de Tito en el Nuevo Testamento es un manual práctico para líderes cristianos que les muestra cómo llevar adelante la obra de Dios de manera efectiva en la iglesia y cómo guiar a los creyentes en la fe y la conducta cristiana. El libro enfatiza la importancia de la integridad, la buena conducta, la enseñanza de la verdad, la compasión y la unidad en la iglesia.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Tit 3:1 Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
Tit 3:2 Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
Tit 3:3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
Tit 3:4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
Tit 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Tit 3:6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
Tit 3:7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Tit 3:8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
Tit 3:9 Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.
Tit 3:10 Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo,
Tit 3:11 sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.
Tit 3:12 Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno.
Tit 3:13 A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que nada les falte.
Tit 3:14 Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
Tit 3:15 Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén. "}