Descubre las enseñanzas inspiradoras de Romanos: El libro 10 del Nuevo Testamento
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El libro de Romanos en el Nuevo Testamento de la Biblia es una carta escrita por el apóstol Pablo dirigida a la iglesia de Roma y es considerada uno de los documentos más importantes de la teología cristiana. El capítulo 10 de este libro se centra en la justificación por la fe.
En este capítulo, Pablo explica que la salvación no se obtiene por obras o por seguir la ley, sino por fe en Jesucristo. Él dice que todos los que creen en su corazón y confiesan con su boca que Jesucristo es el Señor serán salvos.
Pablo también señala que la salvación es para todos, tanto para los judíos como para los gentiles, y que no hay distinción entre ellos. Él argumenta que todos son pecadores y necesitan la salvación en Cristo.
El apóstol también aborda la importancia de la predicación del Evangelio y cómo la fe viene por el oír la Palabra de Dios. Él dice que aquellos que no han oído el mensaje no pueden creer y, por lo tanto, es importante que los predicadores compartan la Palabra de Dios con todos para que puedan tener la oportunidad de creer y ser salvados.
El capítulo concluye diciendo que Dios está dispuesto a recibir a cualquiera que se vuelva a Él y que aquellos que creen en Jesucristo no serán defraudados. Pablo enfatiza que no hay diferencia entre judíos y gentiles, y que todos los que confían en Jesús como su Salvador son justificados y reciben la salvación.
En resumen, el capítulo 10 de Romanos enseña que la salvación viene por la fe en Jesucristo y que esa fe es accesible a todos, sin importar su origen o antecedentes. Pablo insta a los predicadores a compartir la Palabra de Dios para que todos tengan la oportunidad de creer. La justificación por la fe es la piedra angular del cristianismo y esta carta es un recordatorio poderoso de su importancia en la vida de los seguidores de Jesús.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Rom 10:1 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.
Rom 10:1 En este versículo, el apóstol Pablo está hablando acerca de su deseo y oración a Dios por la salvación de Israel, el pueblo judío. Él está expresando su preocupación por su pueblo y la importancia de que conozcan la verdad de Jesucristo como su salvador. Pablo se preocupa por la salvación de su pueblo y está orando por ellos para que ellos puedan conocer a Jesús y obtener la salvación eterna. Este versículo refleja la preocupación de Pablo por la vida espiritual de los demás y su deseo de compartir el evangelio con todos los que aún no lo conocen.
Rom 10:2 Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
Rom 10:2 Este versículo es parte de una sección en la que el apóstol Pablo habla sobre el deseo que tiene de que los judíos conozcan y crean en Jesucristo como su salvador. Él reconoce que los judíos tienen un 'celo' o pasión por Dios, pero señala que este celo no está basado en un conocimiento adecuado de la verdad de Dios. En otras palabras, Pablo está diciendo que los judíos demuestran una gran devoción por Dios, pero no están adorando a Dios de la manera correcta porque no han aceptado a Jesús como su Señor y Salvador. Este celo no se basa en la sabiduría, el conocimiento o la verdad que se encuentra en la comprensión del mensaje de Cristo. En lugar de esto, los judíos parecen estar colocando su confianza en tradiciones y prácticas que no están basadas en la verdad completa de Dios. En resumen, el versículo significa que tener celo por Dios no es suficiente para conocer a Dios con exactitud, sino que se necesita también un conocimiento preciso y una sabiduría impartida por Dios.
Rom 10:3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;
Rom 10:3 Este versículo se refiere a las personas que tratan de establecer su propia justicia en lugar de aceptar la justicia que Dios ofrece. La justicia de Dios se refiere a su plan para salvar a la humanidad a través de la fe en Jesucristo y su muerte en la cruz. Sin embargo, muchas personas ignoran esto y buscan establecer su propia justicia a través de sus propios esfuerzos y acciones buenas. Al hacerlo, no se someten a la justicia de Dios y se pierden la salvación que él ofrece. El versículo apunta a la importancia de reconocer y aceptar la justicia de Dios en lugar de confiar en nosotros mismos para lograr la salvación.
Rom 10:4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
Rom 10:4 Este versículo en la carta de Pablo a los Romanos nos habla sobre el propósito y el cumplimiento de la ley de Moisés. Pablo explica que el fin o la meta de la ley era llevar a las personas al conocimiento de Cristo y a través de él, obtener la justicia y la salvación. La ley de Moisés había sido dada por Dios a su pueblo para mostrarles su santidad y su justicia, pero también para hacerles ver que eran incapaces de cumplirla perfectamente. La ley fue establecida como una guía para llevar a las personas hacia el cumplimiento de la voluntad de Dios, pero sabiendo que nunca podrían lograrla por sí mismas. Por lo tanto, cuando Cristo vino y cumplió la ley, él se convirtió en la meta y el propósito final de la ley. Él pagó el precio de los pecados de las personas y les ofreció la justicia perfecta que se les había negado. Todo aquel que cree en Cristo y su obra en la cruz recibe la justicia que Dios exige, y la ley cumple su propósito al llevarlos a Él. En resumen, el fin de la ley de Moisés es Cristo, y aquellos que creen en él obtienen la justicia y la salvación que la ley intentaba proporcionar, pero que solo Cristo puede proveer.
Rom 10:5 Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.
Rom 10:5 Este versículo de Romanos 10:5 se refiere a la justicia que se obtiene a través de la Ley de Moisés, es decir, a través de la observación de las leyes y mandamientos establecidos por Dios en el Antiguo Testamento. El apóstol Pablo está citando una escritura del libro de Levítico (Levítico 18:5) que dice que aquellos que cumplen con todas las leyes y mandamientos vivirán a través de ellos. Sin embargo, lo que Pablo está enfatizando aquí es que la Ley de Moisés no puede salvar a nadie. A pesar de que Dios estableció la Ley para ayudar a su pueblo a vivir una vida piadosa y justa, nadie puede cumplir con ella perfectamente. Por lo tanto, la Ley es insuficiente para traer salvación y vida eterna. En lugar de depender de nuestras obras y esfuerzos para cumplir la Ley, debemos depender de la gracia de Dios a través de la fe en Jesucristo. Jesús vino a cumplir la Ley y morir en la cruz para liberarnos de la condena de la Ley y darnos vida eterna. En resumen, Romanos 10:5 nos recuerda la importancia de la Ley de Moisés para mostrar nuestra necesidad de un Salvador, pero también nos muestra la insuficiencia de la Ley para traernos salvación y vida eterna. Solo a través de la fe en Jesucristo podemos encontrar la justificación y la vida eterna que anhelamos.
Rom 10:6 Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);
Rom 10:6 Este verso habla sobre la justificación por la fe en Cristo en contraste con la justificación por las obras. La justicia que viene por la fe no requiere que alguien haga algo para merecerla; en cambio, se recibe por medio de la fe en la obra redentora de Cristo en la cruz. El verso menciona la pregunta retórica: "¿Quién subirá al cielo?" que se usaba en la ley mosaica para describir la dificultad de obtener la salvación por las obras, ya que requería una perfección imposible de alcanzar para los seres humanos en su propia capacidad. La justificación por la fe no requiere que alguien suba al cielo o haga algo imposible; en cambio, se recibe mediante la fe en Cristo y su provisión de salvación.
Rom 10:7 o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
Rom 10:7 El versículo se refiere a una pregunta retórica que se encuentra en la carta de Pablo a los Romanos. El apóstol está hablando sobre la justificación por la fe y la salvación que se obtiene a través de la confesión de Jesucristo como Señor y Salvador. En este verso en particular, Pablo está citando un pasaje del Antiguo Testamento (Deuteronomio 30:13) para enfatizar que la salvación por medio de la fe es accesible y no requiere un gran esfuerzo o conocimiento especial. La pregunta retórica refleja la gracia y la misericordia de Dios, quien hizo posible la salvación a través de la muerte y resurrección de su hijo Jesucristo. En resumen, el versículo sugiere que la salvación es accesible a todos, independientemente de su posición social o intelectual, y que se puede obtener a través de la fe en Jesucristo.
Rom 10:8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
Rom 10:8 Este versículo de la carta de San Pablo a los Romanos es una declaración sobre la palabra de Dios y su accesibilidad para aquellos que buscan la verdad y la salvación en Cristo. La frase "cerca de ti está la palabra" se refiere al hecho de que la Palabra de Dios es accesible para todos, y que está disponible para nosotros si buscamos la verdad y la luz en nuestras vidas. La segunda parte del versículo, "en tu boca y en tu corazón", se refiere a la importancia de la fe en nuestras vidas, y cómo debemos tenerla en nuestros corazones y expresarla con nuestras palabras. Es decir, debemos confesar a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, no solo en nuestro corazón, sino también en público a través de nuestras palabras y acciones. En última instancia, este versículo es una invitación a la fe, a buscar la verdad y la salvación en Cristo, y a compartir esa verdad y ese amor con los demás a través de nuestra vida y nuestro testimonio.
Rom 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Rom 10:9 El versículo de Romanos 10:9 del Nuevo Testamento es una declaración de fe que muestra la manera de recibir la salvación. Se indica que si alguien confiesa con su boca que Jesús es el Señor, y cree en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, será salvo. Confesar que Jesús es el Señor significa reconocer que Él es la autoridad última en la vida y aceptar su dominio sobre ella. Creer que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos demuestra una confianza en el poder de Dios para salvar a la humanidad del pecado y la muerte. La palabra "salvo" en este contexto se refiere a la salvación eterna de nuestra alma. Esto significa que al aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador, somos redimidos de nuestros pecados y obtenemos la promesa de vida eterna. Por lo tanto, el versículo nos muestra que la salvación no se obtiene por medio de las obras, sino por la fe en Jesús como nuestro Señor y Salvador, y que dicha fe debe ser manifestada tanto en nuestras palabras como en nuestras acciones.
Rom 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Rom 10:10 Este versículo se refiere a la importancia de creer en el corazón y hacer una confesión verbal de esa creencia para la salvación. Se requiere una creencia sincera en el corazón para ser considerado justo por Dios. Pero esa creencia debe ser expresada verbalmente para recibir la salvación. En otras palabras, no es suficiente simplemente creer en el corazón, sino que también debemos expresar nuestra creencia en forma verbal. Esto significa admitir ante otros que creemos en Jesucristo como nuestro salvador y Señor. Se trata de una afirmación pública y personal de nuestra fe, lo que demuestra que realmente creemos en lo que hemos aceptado en nuestro corazón y estamos dispuestos a seguir adelante en nuestra fe.
Rom 10:11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Rom 10:11 Este versículo se refiere a la fe en Jesucristo y cómo aquellos que creen en él no serán avergonzados. En otras palabras, todos aquellos que depositan su confianza en Cristo y siguen su camino no tendrán que sentir vergüenza de su fe ante Dios. Este versículo demuestra la importancia de la fe en la vida cristiana y cómo confiar en Jesucristo puede ayudarnos a superar cualquier obstáculo que se presente en nuestro camino.
Rom 10:12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
Rom 10:12 Este versículo se refiere a la igualdad que hay ante los ojos de Dios entre los judíos y los griegos, es decir, entre todas las personas de diferentes culturas y orígenes. En la antigüedad, los judíos y los griegos eran dos grupos muy diferentes y tenían poco en común. Sin embargo, en la fe cristiana, no hay una distinción entre ellos, ya que tanto los judíos como los griegos pueden aceptar a Jesús como su Señor y ser salvados. En otras palabras, Dios no tiene preferencias ni prejuicios hacia ninguna raza o cultura específica. Y además, se dice que Dios es rico para con todos los que le invocan, lo que significa que Él es generoso y abundante en sus bendiciones y protección hacia todos los que le buscan y le adoran con sinceridad.
Rom 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Rom 10:13 Este versículo significa que cualquier persona que cree en Jesús y lo llama con fe, será salvada. La palabra "invocar" significa llamar o pedir ayuda. Por lo tanto, al invocar el nombre del Señor, estamos pidiendo la ayuda de Jesús para que nos salve del pecado y la muerte eterna y nos conceda la salvación y la vida eterna. Este versículo muestra que la salvación no se logra por las obras o por esfuerzos personales, sino por la fe en Jesucristo y su obra en la cruz.
Rom 10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
Rom 10:14 Este versículo es una pregunta retórica que se utiliza para enfatizar la importancia de la predicación del evangelio a aquellos que aún no han escuchado la Palabra de Dios. La idea principal es que para que alguien crea en Jesús, primero debe haber oído acerca de Él. Y para que alguien oiga acerca de Él, alguien debe predicarles. El versículo también sugiere que aquellos que no han escuchado el evangelio (y por lo tanto no pueden invocar a Jesús) no son necesariamente culpables por su falta de fe. En lugar de culpar a estas personas por su ignorancia, los creyentes deben esforzarse por llevar el mensaje de esperanza a todos los que lo necesiten.
Rom 10:15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
Rom 10:15 Este versículo se refiere a la importancia de la misión y el envío de los predicadores de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo argumenta que para que haya predicadores, es necesario que sean enviados a hacer esta tarea. Esto indica que la tarea de enseñar y predicar el evangelio requiere un llamado y una autorización divina. Además, también se destaca la belleza y la importancia de los pies de aquellos que llevan el mensaje de paz y buenas noticias. Este versículo se relaciona con la gran comisión que Jesús dio a sus discípulos en Mateo 28:19-20, donde les encomendó a ir y hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles a obedecer todo lo que Él les había mandado. En resumen, el versículo se enfoca en la importancia del envío divino de los predicadores y en la belleza de aquellos que llevan el mensaje de salvación a aquellos que no lo conocen.
Rom 10:16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
Rom 10:16 El versículo de Romanos 10:16 está hablando sobre la incredulidad de algunas personas hacia el mensaje del evangelio. El Apóstol Pablo cita aquí a Isaías, quien habló proféticamente sobre la falta de fe del pueblo de Israel. Dios había enviado su mensaje a Israel a través de sus profetas, pero muchos de ellos no creyeron. De hecho, el rechazo del mensaje de Dios por parte de Israel fue una constante en su historia, tal como lo muestra la Bíblia. El mismo Jesús tuvo que enfrentar la incredulidad de sus compatriotas, quienes no creían que él era el Mesías, enviado por Dios para salvarlos. Así, este versículo destaca la importancia de la fe para poder recibir el mensaje de salvación, y nos anima a creer en el evangelio y obedecerlo.
Rom 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Rom 10:17 Este versículo de la Biblia se refiere a la importancia de escuchar la Palabra de Dios y cómo esto puede fortalecer nuestra fe. La fe no viene por sí sola, sino que se desarrolla a través de la exposición a la Palabra de Dios. La lectura y el estudio de la Biblia pueden animarnos, inspirarnos y guiarnos en nuestra fe. Al escuchar y meditar en la Palabra de Dios, nuestra fe puede crecer y fortalecerse. En resumen, este versículo nos enseña que la fe se alimenta y crece cuando escuchamos y leemos la Palabra de Dios.
Rom 10:18 Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, Y hasta los fines de la tierra sus palabras.
Rom 10:18 Este versículo en el libro de Romanos está comunicando que la buena noticia del evangelio ha sido predicada y escuchada en todo el mundo. El apóstol Pablo está recordando a sus lectores que la Palabra de Dios se ha extendido por todas partes y que no hay un lugar en la tierra donde la verdad del evangelio no haya sido escuchada en algunos momentos de la historia. Es una afirmación de la omnipresencia de la Palabra de Dios y su capacidad para transformar vidas.
Rom 10:19 También digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; Con pueblo insensato os provocaré a ira.
Rom 10:19 Este versículo de la carta de Pablo a los Romanos hace referencia a una profecía de Moisés registrada en Deuteronomio 32:21. Moisés había advertido a los hijos de Israel que si despreciaban el camino de Dios, él los provocaría a celos al elegir a un pueblo que no era su propio pueblo. Es decir, Dios permitiría que un pueblo no judío recibiera su gracia y salvación, lo que provocaría un sentimiento de celos y enojo en los israelitas. Esto también puede ser interpretado como una referencia a la aceptación del evangelio por parte de los gentiles, quienes no son del pueblo de Israel. En resumen, el versículo sugiere que Dios está dispuesto a extender su gracia más allá del pueblo de Israel y que esto puede ser un llamado a los israelitas para que también acepten a Jesús como su salvador.
Rom 10:20 E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí.
Rom 10:20 Este verso es una cita del profeta Isaías y está siendo utilizado por el apóstol Pablo para explicar la misericordia y el plan de salvación de Dios. El contexto del verso es que Pablo está hablando de cómo los gentiles, que no eran parte del pueblo judío, ahora tienen la oportunidad de creer en Jesús y ser salvados. La cita de Isaías se refiere a cómo Dios había planeado desde el principio que los gentiles también tendrían la oportunidad de conocerlo y creer en Él. Aunque los gentiles no estaban buscando activamente una relación con Dios, Él los encontró y se les reveló de todas maneras. En resumen, este verso significa que Dios tiene un plan de salvación para todos, incluso aquellos que no lo buscan o no lo conocen. Él se revelará a aquellos que lo buscan sinceramente y está dispuesto a mostrar su amor y misericordia a todos.
Rom 10:21 Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor.
Rom 10:21 Este versículo es una cita del profeta Isaías, donde Dios está lamentando sobre la incredulidad del pueblo de Israel. El apóstol Pablo lo cita en su carta a los Romanos para resaltar que, aunque Dios haya extendido sus manos a los israelitas para que se arrepientan y crean en Él, muchos de ellos continúan siendo rebeldes y contradictorios en su fe. Es una muestra del amor y la paciencia de Dios para con su pueblo, que a pesar de su rebeldía, Él sigue buscando su arrepentimiento y salvación.