Explorando la sabiduría y la gracia de Romanos: Un viaje profundo en el Nuevo Testamento (Libro 11)
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El capítulo 11 del libro de Romanos del Nuevo Testamento se centra en la relación entre los judíos y los gentiles en la salvación. El apóstol Pablo explica que aunque muchos judíos han rechazado el mensaje del evangelio, Dios no ha dejado de lado a su pueblo elegido. Él ha preservado un remanente de creyentes en Israel y seguirá trabajando en ellos.
Pablo también enfatiza cómo la redención es para los gentiles también. Él compara a los gentiles con ramas de una oliva salvaje, que fueron injertadas en el árbol de la salvación, y las ramas naturales representan a los judíos. Solo a través de la fe en Cristo, los gentiles pueden ser salvos y ser parte del pueblo de Dios.
Pablo hace hincapié en que no se debe menospreciar a los judíos por su rechazo a Cristo, sino que debemos amarlos, orar por ellos y seguir proclamando el evangelio a ellos. Él cree que algún día, todos los judíos creyentes e incrédulos, se unirán a los gentiles en la fe y reconocimiento de Jesucristo como el Salvador.
En resumen, el capítulo 11 de Romanos enseña que Dios trabaja de manera misteriosa en la salvación de su pueblo, y que la fe en Cristo es la única forma de ser salvo, tanto para judíos como para gentiles. También enfatiza la importancia de amar y orar por todos los pueblos, independientemente de su trasfondo religioso o cultural.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Rom 11:1 Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
Rom 11:1 Este versículo es parte de una discusión más amplia en el capítulo 11 de Romanos, en la que el apóstol Pablo habla de la relación entre los judíos y los gentiles en el plan de salvación de Dios. En este versículo en particular, Pablo está respondiendo a la pregunta de si Dios ha rechazado a su pueblo, los hijos de Israel. Su respuesta es clara: ¡de ninguna manera! Él enfatiza su respuesta diciendo que él mismo es un israelita, de la tribu de Benjamín, lo que significa que él mismo es una prueba de que Dios no ha rechazado a su pueblo. Este versículo es importante porque subraya la fidelidad de Dios a su pueblo elegido, y destaca el papel central del pueblo de Israel en el plan de salvación de Dios. Aunque los cristianos creen que la salvación está abierta a personas de todo el mundo, el hecho de que Dios todavía tiene una relación especial con su pueblo original es un tema recurrente en el Nuevo Testamento. En resumen, este versículo nos recuerda que la fidelidad de Dios es inquebrantable, y que su amor y cuidado por su pueblo elegido nunca desaparecen.
Rom 11:2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:
Rom 11:2 Este versículo hace referencia a que Dios no ha abandonado a su pueblo elegido, a pesar de que en algunos momentos su relación con ellos pueda haber sido tensa o difícil. El texto menciona a Elías, un profeta del Antiguo Testamento que en algún momento invocó a Dios en contra de Israel, lo cual puede interpretarse como una prueba de la desconfianza que algunos sentían hacia el pueblo elegido en ese momento. Sin embargo, este versículo recalca que Dios sigue manteniendo su pacto con su pueblo, y que su fidelidad está por encima de cualquier duda o desconfianza que pudiera haber entre ellos.
Rom 11:3 Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme?
Rom 11:3 Este versículo es una cita del profeta Elías en el Antiguo Testamento (1 Reyes 19:10). El contexto es que Elías se siente desanimado y solo en su defensa de la fe verdadera. Él está recordando cómo los profetas de Dios antes que él fueron asesinados por aquellos que se oponían a su mensaje, y cómo los altares y templos dedicados a Dios habían sido destruidos. En este versículo, Elías está expresando su miedo de que él también sea asesinado por aquellos que se oponen a la verdad de Dios. En el nuevo testamento, este versículo se utiliza para ilustrar la lealtad de Pablo a Dios y su disposición a sufrir por la verdad de Dios en medio de la oposición y la persecución.
Rom 11:4 Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.
Rom 11:4 Este versículo se refiere a un pasaje en el Antiguo Testamento, específicamente en 1 Reyes 19:18. En ese momento, el profeta Elías estaba bastante abatido después de haber sido perseguido por la reina Jezabel y haber huido al desierto. Dios se le apareció y le dijo que se levantara y volviera a su tarea de ser profeta en Israel. Le informó que había un remanente de siete mil personas que seguían siendo fieles a Dios y que no se habían inclinado ante Baal, un ídolo pagano. La referencia en Romanos 11:4 es utilizada por el apóstol Pablo para señalar que incluso en un momento en que parecía que todos los judíos habían abandonado su fe en Jesús como Mesías, todavía había un "remanente" de judíos que creían en él. Como en el caso del profeta Elías, en medio de la apostasía general, Dios había retenido fielmente a una comunidad de creyentes. En resumen, Romanos 11:4 es una referencia al Antiguo Testamento que se utiliza para enfatizar la idea de que incluso en tiempos de una gran apostasía, Dios siempre ha mantenido un remanente de personas fieles a él.
Rom 11:5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.
Rom 11:5 Este versículo de Romanos 11:5 se refiere a la idea de que, en el tiempo actual, aunque muchas personas han rechazado a Dios y su mensaje, todavía hay un grupo de personas que han sido elegidas para seguir y servir a Dios. Este remanente ha sido escogido por gracia, lo que significa que no han sido seleccionados debido a su propia mérito o acciones, sino que han sido seleccionados debido a la gracia de Dios y su amor inmerecido. Esto muestra que Dios siempre tiene un plan y un propósito para aquellos que lo siguen, incluso en tiempos difíciles o cuando muchos otros han rechazado su mensaje.
Rom 11:6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
Rom 11:6 Este versículo explica que la salvación y la gracia de Dios no se obtienen mediante obras u acciones, sino que son un regalo gratuito de Dios. Si la salvación se obtuviera por medio de obras, entonces la gracia de Dios ya no sería gracia, sino una recompensa por nuestras acciones. Pero si la salvación es por gracia, entonces es completamente gratuita y no se gana por nuestras obras. La obra, por su parte, sigue teniendo un valor importante como una manifestación de nuestra fe y amor por Dios, pero no es la base para nuestra salvación.
Rom 11:7 ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos;
Rom 11:7 Este verso se refiere a la situación de Israel en el tiempo de Pablo. Muchos de los judíos, que buscaban la justificación por medio de la ley, no lograron alcanzarla debido a su incredulidad. Sin embargo, aquellos que fueron escogidos por Dios, que creyeron en Jesús, sí lograron obtener la justificación por la fe. Los demás, aquellos endurecidos en su incredulidad, no lograron obtenerla. En resumen, este verso habla del plan de salvación de Dios y la importancia de creer en Jesús para obtenerla.
Rom 11:8 como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy.
Rom 11:8 Este versículo se refiere a la incredulidad de los judíos en relación a Jesús como el Mesías. Dios les dio un espíritu de estupor, que es una especie de insensibilidad espiritual, por lo que no podían ver la verdad que estaba delante de ellos. Los ojos y oídos que menciona la escritura se refieren a la percepción espiritual, indicando que ellos no podían ver ni escuchar la verdad espiritual. Esta afirmación de la escritura es una cita del Antiguo Testamento (Deut. 29:4; Isa. 29:10) que habla del juicio de Dios sobre aquellos que se han alejado de Él. Sin embargo, Dios sigue ofreciendo su misericordia y la posibilidad de arrepentimiento a aquellos que lo buscan sinceramente.
Rom 11:9 Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, En tropezadero y en retribución;
Rom 11:9 Este versículo hace referencia a un texto bíblico del Antiguo Testamento, específicamente del salmo 69:22-23 donde David pide a Dios que castigue a sus enemigos y los haga caer en una trampa. En Romanos 11:9, el apóstol Pablo cita esta escritura para ilustrar que Dios ha endurecido los corazones de aquellos que lo rechazan y que, en lugar de recibir bendiciones, se convierten en víctimas de sus propias acciones. Así, para aquellos que no aceptan la salvación de Dios, su vida se convierte en una trampa y un tropezadero en lugar de ser una bendición.
Rom 11:10 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y agóbiales la espalda para siempre.
Rom 11:10 Este versículo se encuentra dentro de un pasaje en el que el apóstol Pablo habla sobre cómo Dios ha tratado con el pueblo de Israel y cómo, a pesar de haber sido desobedientes, no los ha desechado por completo. En este versículo, se está haciendo referencia a una cita del Antiguo Testamento (Deuteronomio 29:4) en la que se menciona que Dios les había dado a los israelitas su ley y su palabra, pero que aún así ellos no habían entendido ni obedecido. La frase "Sean oscurecidos sus ojos para que no vean" se refiere a cómo Dios le ha quitado a algunos israelitas la capacidad de entender la verdad y aceptar a Jesús como el Mesías. Es una consecuencia de su incredulidad y resistencia a la gracia de Dios. La segunda parte del versículo, "Y agóbiales la espalda para siempre", puede ser interpretada de diferentes maneras, pero generalmente se entiende como una advertencia de que aquellos que rechazan a Dios estarán sujetos a un castigo eterno en el infierno. En resumen, este versículo sugiere que aquellos que persisten en la desobediencia y la incredulidad pueden ser dejados en la oscuridad y sufrir las consecuencias de su elección.
Rom 11:11 Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.
Rom 11:11 El versículo se refiere a la pregunta de si los israelitas habían tropezado para caer y perder su estatus especial como pueblo elegido de Dios. El apóstol Pablo dice enfáticamente que no, pero que Dios permitió que los israelitas cayeran en transgresión para que la salvación pudiera venir a los gentiles. Es decir, la transgresión de los israelitas fue una oportunidad para que los gentiles conocieran la salvación y se unieran a la familia de Dios. Sin embargo, la intención de Dios era también provocar a los israelitas a celos, para que vieran la bendición de la salvación extendida a otros y sintieran el deseo de recuperar su relación con Dios.
Rom 11:12 Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?
Rom 11:12 Este versículo se refiere a la situación de los gentiles (no judíos) que han sido incluidos en la fe y la salvación de Dios a través de la muerte y resurrección de Jesucristo. El apóstol Pablo hace referencia a la transgresión y defección del pueblo judío, que rechazó a Jesús como Mesías y Salvador, y cómo esto permitió la entrada de los gentiles a formar parte del pueblo de Dios. Sin embargo, Pablo también señala que la restauración plena del pueblo judío es posible, y que será aún más abundante que la riqueza que han experimentado los gentiles. En pocas palabras, el versículo sugiere que la restauración completa del pueblo judío será una bendición aún mayor para todo el mundo de lo que ha sido la inclusión de los gentiles.
Rom 11:13 Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio,
Rom 11:13 Este versículo es parte de una explicación más larga del apóstol Pablo acerca de la relación entre los judíos y los gentiles (no judíos) en el plan de salvación de Dios. En este versículo, Pablo se dirige específicamente a los gentiles que leen su carta y les dice que como apóstol a los gentiles, su ministerio es honrado y significativo. Pablo se ve a sí mismo como alguien que tiene un llamado y una responsabilidad específica para llevar el mensaje del evangelio a los gentiles. En lugar de sentirse avergonzado de este ministerio, lo honra y lo valora. El versículo también sugiere que algunos judíos podrían haber desestimado el ministerio de Pablo a los gentiles como menos importante o menos significativo que su ministerio enfocado en la comunidad de judíos. Sin embargo, Pablo está diciendo que su llamado y trabajo con los gentiles es igualmente importante y valioso, y tiene un propósito vital en el plan de salvación de Dios.
Rom 11:14 por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.
Rom 11:14 Este versículo es parte del discurso de Pablo en el capítulo 11 de su carta a los Romanos, en el cual se refiere a la relación entre los judíos y los gentiles en el plan de salvación de Dios. En este versículo, Pablo explica que su objetivo es provocar a los judíos a celos, demostrando que los gentiles pueden también ser salvos a través de la fe en Jesucristo. Al hacer esto, espera que algunos de sus compatriotas judíos también acepten a Jesús como su Salvador y sean salvos. En resumen, Pablo está diciendo que quiere que el ejemplo de los gentiles salvos provoque la salvación de algunos de sus compatriotas judíos.
Rom 11:15 Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?
Rom 11:15 Este versículo se refiere a la relación de los judíos con la salvación y la promesa de la vida eterna. El apóstol Pablo, en su carta a los romanos, habla sobre cómo algunas personas judías se han apartado de Dios y han sido excluidas de su plan de salvación. Sin embargo, el hecho de que los judíos hayan sido excluidos no significa que Dios los haya abandonado por completo. De hecho, su exclusión puede tener un propósito mayor en el plan divino: puede ser una forma de reconciliar al mundo con Dios. El versículo en cuestión sugiere que si la exclusión de los judíos es necesaria para reconciliar al mundo con Dios, entonces su admisión (es decir, su aceptación de nuevo en el plan de salvación) es aún más significativa y profunda. En otras palabras, si su exclusión permite la salvación de muchos otros, entonces su admisión será aún más grandiosa ya que implicará una verdadera resurrección de los muertos. En resumen, este versículo es una reflexión sobre la importancia de la exclusión y la admisión de los judíos en el plan de salvación de Dios, y sugiere que su readmisión será una importante victoria sobre la muerte y el pecado.
Rom 11:16 Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
Rom 11:16 El versículo 16 del capítulo 11 de Romanos habla de la relación entre las primicias, la masa restante, la raíz y las ramas. La metáfora utilizada en este versículo se refiere a la relación entre el pueblo de Israel y los gentiles convertidos al cristianismo. En la tradición judía, las primicias se refieren a los primeros frutos de una cosecha, que se ofrecen a Dios en gratitud por la cosecha venidera. En este sentido, los primeros conversos al cristianismo provenían del pueblo judío y se consideraban las primicias de la salvación. Pero el versículo continúa diciendo que también la masa restante, es decir, los gentiles que se convierten al cristianismo, son santos. La idea es que la salvación no se limita solo a los primeros conversos, sino que se extiende a todos los que creen en Jesús. La segunda metáfora se refiere a la raíz y las ramas de un árbol. La raíz representa al pueblo de Israel, que es considerado santo por su conexión con Dios. Las ramas, en este caso, son los gentiles convertidos al cristianismo, que son injertados en el árbol y se convierten en parte de la misma raíz. De esta manera, se enfatiza la continuidad y la unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento y se muestra que la salvación está disponible para todos, sin importar su origen o religión. En resumen, el versículo 16 de Romanos 11 se refiere a la idea de que la salvación es para todos, iniciada por los primeros conversos judíos y accesible también a los gentiles convertidos, lo cual refuerza la imagen de la unidad y continuidad del plan salvífico de Dios.
Rom 11:17 Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo,
Rom 11:17 Este versículo habla sobre la relación entre los judíos y los gentiles en términos de su relación con Dios. La imagen utilizada es la de un árbol de olivo, donde las ramas representan a los judíos y el olivo silvestre representa a los gentiles. Algunas de las ramas fueron desgajadas, lo que significa que algunos de los judíos rechazaron a Dios y fueron excluidos de su pueblo elegido. Sin embargo, los gentiles tienen la oportunidad de ser injertados en el árbol y ser parte del pueblo de Dios. Al ser injertados, los gentiles comparten la misma raíz y savia del árbol, lo que significa que son parte de la misma familia de Dios y comparten su bendición y promesa. En resumen, el versículo enfatiza que todos los creyentes, independientemente de su origen étnico, son igualmente parte del pueblo de Dios y pueden participar en sus bendiciones y promesas.
Rom 11:18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.
Rom 11:18 Este versículo se encuentra en el contexto de un pasaje en el que San Pablo está hablando sobre la relación entre los judíos y los gentiles en la Iglesia. Él habla de la analogía de un olivo, en el que las raíces son las promesas de Dios a Abraham y a su descendencia, y las ramas son los judíos y los gentiles que han creído en Cristo. El versículo en cuestión se refiere a que los gentiles no deben jactarse de su lugar en el olivo, ya que si lo hacen, están menospreciando a las ramas judías que han sido podadas. Pero más importante aún, se les recuerda que son sostenidos por la misma raíz que sustenta a los judíos. En otras palabras, los gentiles no deben olvidar que su salvación es posible sólo gracias a la fidelidad de Dios a sus promesas a Abraham. Así, deben ser humildes y respetuosos con sus hermanos judíos, en lugar de pretender ser superiores a ellos.
Rom 11:19 Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado.
Rom 11:19 Este versículo de la Biblia se refiere a la imagen de un olivo y sus ramas. En el contexto anterior, se ha hablado de cómo algunos judíos han sido desgajados del árbol debido a su incredulidad, lo que ha permitido que los gentiles (personas no judías) sean injertados en el árbol del mismo modo que se injerta una rama en un árbol. En este versículo, el apóstol Pablo está diciendo que este proceso de desgajar y injertar ha ocurrido para que los gentiles puedan ser incluidos en la salvación que se ofrece por medio de Cristo. Es decir, los judíos que no creían en Jesús fueron desgajados para que los gentiles pudieran ser incluidos. Es una expresión de la misericordia y el amor de Dios hacia todos los pueblos, independientemente de su origen étnico o cultural.
Rom 11:20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.
Rom 11:20 Este versículo hace referencia a la relación entre los judíos y los gentiles en el cristianismo. El apóstol Pablo está hablando sobre cómo algunos judíos no creyeron en Jesucristo como el Mesías y fueron "desgajados" o excluidos del árbol de la salvación. Pero los gentiles, por medio de la fe, fueron incluidos en el árbol y están en pie. Pablo advierte a los gentiles que no se ensoberbezcan por su posición, sino que teman y se mantengan humildes, recordando que su inclusión en el árbol de la salvación no fue por méritos propios, sino por la gracia de Dios. En resumen, Pablo está diciendo que la fe es lo que nos salva y nos mantiene en pie en la vida espiritual, y que debemos mantenernos humildes y reverentes ante Dios en todo momento.
Rom 11:21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.
Rom 11:21 Este verso se encuentra en el capítulo 11 de la epístola a los Romanos y habla sobre la relación entre los gentiles (no judíos) y los judíos en el plan de salvación de Dios. En este contexto, las ramas naturales se refieren a los judíos, que son el pueblo elegido de Dios a través del cual vino la salvación al mundo (Juan 4:22). El versículo enfatiza que si Dios no perdonó a las ramas naturales (judíos) que fueron cortadas por falta de fe y desobediencia, entonces los gentiles (no judíos) tampoco serán perdonados si desobedecen a Dios y no creen en su Hijo Jesucristo como Salvador. Este versículo es una advertencia para los creyentes en Cristo de no creer que son inmunes a la disciplina y juicio de Dios solo por ser gentiles. En lugar de eso, deben aprovechar la oportunidad que les ha sido dada para recibir el perdón y la salvación a través de la fe en Jesucristo.
Rom 11:22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
Rom 11:22 Este verso de Romanos 11:22 es un llamado a la reflexión sobre la relación entre Dios y la humanidad. El Apóstol Pablo habla sobre la importancia de entender tanto la bondad como la severidad de Dios. La "severidad" hace referencia al juicio que Dios ejerce sobre aquellos que lo rechazan y deciden separarse de su presencia. La "bondad" se refiere a la misericordia y el perdón que Dios ofrece a aquellos que permanecen en su camino. En este versículo, Pablo les recuerda a los cristianos que, aunque han recibido la gracia y la bondad de Dios, no deben olvidar la seriedad de la fe. Aunque la vida cristiana está llena de gozo y esperanza, es importante reconocer que la fe en Cristo conlleva responsabilidades y un compromiso con Dios. Por lo tanto, este verso es un llamado a permanecer en el camino de la bondad de Dios y ser fiel a su voluntad. Aquellos que persisten en su pecado y se alejan de Dios, enfrentarán la severidad de su juicio como consecuencia natural de sus acciones. En ese sentido, la "cortadura" a la que hace referencia Pablo, puede significar la separación de la vida eterna con Dios. En resumen, Romanos 11:22 es un recordatorio para los creyentes de la seriedad de la fe y el compromiso con Dios pero también es una declaración de esperanza sobre la bondad y la misericordia que Dios ofrece a aquellos que permanecen en su camino.
Rom 11:23 Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar.
Rom 11:23 Este versículo se encuentra en la carta escrita por el apóstol Pablo a los romanos y habla sobre la idea de que incluso aquellos que fueron rechazados por Dios en un momento dado, como los judíos que no creyeron en Jesús, aún podrían ser salvados si abandonaran su falta de fe. La imagen que usa Pablo es la de un árbol al que se le pueden injertar nuevas ramas, lo que significa que aquellos que estaban apartados de Dios podrían ser redimidos y unidos a su pueblo nuevamente, todo gracias al poder de Dios. En resumen, el versículo explica que la incredulidad no es una barrera insuperable, sino que hay esperanza para aquellos que deciden cambiar y creer en Dios.
Rom 11:24 Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?
Rom 11:24 Este versículo es parte de un pasaje en el capítulo 11 de Romanos en el que el apóstol Pablo habla sobre la relación de los cristianos gentiles con los judíos. En este versículo en particular, Pablo utiliza una metáfora de los olivos para ilustrar su punto. En la época de Pablo, la agricultura era una parte importante de la economía y la cultura del Medio Oriente. Los olivos eran un cultivo común y se utilizaban para producir aceite y productos relacionados con la cocina. Un olivo silvestre se refería a un árbol que crecía naturalmente sin ser cultivado. En la metáfora de Pablo, los olivos representan la relación entre los judíos y los gentiles. Los judíos son los "olivos naturales", ya que fueron el pueblo elegido por Dios y habían vivido en relación con él durante siglos. Los gentiles, por otro lado, son los "olivos silvestres", que no tenían una relación con Dios hasta que se convirtieron al cristianismo. Pablo utiliza la idea de injertar para describir cómo los gentiles han sido incorporados al pueblo de Dios. Un injerto ocurre cuando se toma una rama de un árbol y se une a otro árbol, lo que permite que la rama crezca y produzca frutos. En este versículo, Pablo dice que los gentiles fueron "cortados" del olivo silvestre y "contra naturaleza" fueron injertados en el buen olivo (es decir, el pueblo de Dios). Él argumenta que si los gentiles fueron capaces de hacer esto, entonces los judíos, que son las ramas naturales, serán aún más capaces de ser injertados de nuevo en su propio olivo (es decir, ser restaurados en su relación con Dios). En resumen, este versículo habla de la gracia y la misericordia de Dios para con los gentiles y los judíos. Todos pueden ser parte del pueblo de Dios mediante la fe en Cristo, y Dios es capaz de restaurar a los judíos a su relación original con él.
Rom 11:25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
Rom 11:25 Este versículo habla sobre el misterio de la relación entre Israel y los gentiles en el plan de Dios para la salvación. El apóstol Pablo advierte a los creyentes en Cristo para que no se vuelvan arrogantes en su fe, especialmente en relación con los judíos que no han creído en Jesús como Mesías. Él explica que el endurecimiento del corazón de Israel hacia la fe cristiana es sólo temporal y no significa que Dios ha abandonado a su pueblo elegido. En su tiempo perfecto, la plenitud de los gentiles será salvada, y luego Israel también será restaurado a la fe en Cristo. En resumen, este versículo enfatiza la importancia de la humildad en la fe y la confianza en el plan perfecto de Dios para la salvación de toda la humanidad.
Rom 11:26 y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad.
Rom 11:26 Este versículo se encuentra en el capítulo 11 de la epístola de Pablo a los Romanos, donde el apóstol trata el tema de la salvación de Israel. En este versículo, Pablo cita un pasaje del profeta Isaías (59:20) donde se anuncia la llegada de un Libertador de Sion. La expresión "todo Israel será salvo" no significa que todos los judíos serán salvos automáticamente, sino que se refiere al remanente fiel de Israel que reconocerá a Jesús como el Mesías y será salvo por la fe en Él. En otras palabras, no todos los descendientes de Jacob (Israel) serán salvos, sino aquellos que aparten de sí la impiedad y pongan su fe en el Libertador que viene de Sion. De esta manera, Pablo está afirmando que la salvación es por la gracia mediante la fe, y que el plan de Dios incluye tanto a los gentiles como a los judíos que creen en Jesús como su Salvador. Además, Pablo muestra su convicción de que Dios todavía tiene un plan para Israel y de que el cumplimiento de este plan incluirá la salvación de muchos de sus miembros.
Rom 11:27 Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.
Rom 11:27 Romanos 11:27 se refiere al plan de salvación de Dios para su pueblo. El versículo habla de un pacto que Dios hace con su pueblo: cuando Dios quita los pecados de su pueblo, Él hace un pacto con ellos. Este pacto se refiere a la salvación que viene a través de la fe en Jesucristo. Jesús es el salvador que quita nuestros pecados y hace posible nuestra salvación. Por lo tanto, podemos confiar en el pacto de salvación que Dios ha hecho con su pueblo, sabiendo que nuestros pecados han sido quitados y que tenemos una relación restaurada con Dios a través de la fe en Jesucristo.
Rom 11:28 Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres.
Rom 11:28 Este versículo se refiere a la relación entre los judíos y los cristianos. En el contexto de este pasaje, el apóstol Pablo está hablando acerca de cómo algunos judíos rechazaron el mensaje de salvación en Jesús como el Mesías, pero que Dios todavía tiene un plan para ellos. El versículo en cuestión dice que los judíos pueden ser considerados enemigos del evangelio debido a su rechazo de Jesús, pero que en términos de la elección divina, que se refiere a la elección de Dios de un pueblo para sí mismo, los judíos son amados debido a sus antepasados. Esto se refiere al hecho de que Dios hizo una alianza con los patriarcas de Israel (Abraham, Isaac y Jacob) y que los judíos son considerados el pueblo elegido por Dios por esa razón. En resumen, este versículo nos muestra que los judíos y los cristianos tienen una relación complicada, pero que Dios todavía tiene un amor y un plan para ambos grupos.
Rom 11:29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Rom 11:29 Este versículo significa que los dones y el llamado de Dios son permanentes y no pueden ser cambiados o revocados. Es una promesa de Dios a sus seguidores de que siempre estarán en su plan y propósito, y que él no cambiará de opinión. Es un recordatorio de la fidelidad y la consistencia de Dios hacia su pueblo elegido.
Rom 11:30 Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos,
Rom 11:30 Este versículo se refiere a la relación entre los judíos y los gentiles. En el pasado, los judíos eran desobedientes a Dios y sus mandamientos, y los gentiles también cometían pecados. Sin embargo, ahora, por la misericordia de Dios, tanto los judíos como los gentiles pueden ser salvos y recibir perdón por sus pecados a través de la fe en Jesucristo. La desobediencia de los judíos puede haber llevado a la gracia de Dios que permite la salvación de todos.
Rom 11:31 así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.
Rom 11:31 Este versículo está hablando acerca de cómo los judíos, que fueron el pueblo elegido de Dios, se alejaron de sus caminos y desobedecieron sus leyes y mandamientos. Sin embargo, a través de la misericordia de Dios, aquellos que no eran judíos (gentiles) tuvieron la oportunidad de convertirse en seguidores de Jesús y beneficiarse de la salvación que él ofrecía. A pesar de la desobediencia de los judíos, Dios sigue siendo misericordioso y les ofrece la oportunidad de arrepentirse y obtener su misericordia también.
Rom 11:32 Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.
Rom 11:32 Este versículo de la carta de Pablo a los Romanos está hablando de cómo todos, judíos y gentiles, han sido sujetos a la desobediencia, es decir, al pecado y al alejamiento de Dios. Pero la buena noticia es que Dios ha tenido misericordia de todos, ofreciendo la salvación por medio de su hijo Jesucristo. En otras palabras, Dios permitió que todos fuéramos desobedientes para poder mostrar su amor y gracia en ofrecer salvación a todos, independientemente de nuestras fallas y debilidades.
Rom 11:33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
Rom 11:33 Este versículo de la carta de Pablo a los romanos reconoce la grandeza y la sabiduría de Dios. La profundidad de las riquezas de la sabiduría de Dios es algo que el ser humano no puede medir ni comprender completamente. Los juicios de Dios son más allá de nuestra comprensión y sus caminos son misteriosos para nosotros. En resumen, se trata de una expresión de humildad y de reconocimiento de la grandeza de Dios.
Rom 11:34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?
Rom 11:34 Este versículo de la carta de Pablo a los romanos está hablando de la sabiduría de Dios y de cómo es imposible para los seres humanos comprender completamente su mente y su voluntad. El apóstol se está refiriendo al hecho de que la sabiduría divina es infinita y no puede ser comparada con la limitada sabiduría humana. Se está reconociendo la grandeza divina y se está enfatizando que el conocimiento y la sabiduría de Dios están más allá de lo que los seres humanos pueden entender por sí mismos. En resumen, este versículo nos dice que sólo Dios es capaz de entender su propia mente y voluntad.
Rom 11:35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?
Rom 11:35 Este versículo forma parte de un pasaje en el que el apóstol Pablo habla sobre la elección de Dios de salvar a un remanente de Israel y cómo eso encaja en su plan de salvación más amplio. En este versículo en particular, Pablo está enfatizando la soberanía de Dios y su superioridad sobre todos los demás. La pregunta retórica que se plantea es: ¿quién le dio a Dios primero o le proporcionó algo para que él pudiera ser recompensado? La respuesta implícita es nadie. En otras palabras, Dios es el creador y dueño de todas las cosas, y nadie está por encima de él. Él no debe nada a nadie, y nadie puede reclamar mérito por el hecho de que Dios decida mostrar gracia y misericordia. En contexto, este versículo está siendo utilizado para mostrar cómo la elección de Dios de salvar a un remanente de Israel no es algo que ellos merezcan o hayan ganado a través de sus propios esfuerzos. En lugar de eso, es algo que Dios ha hecho por su propia voluntad, de acuerdo con sus propósitos eternos.
Rom 11:36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Rom 11:36 El versículo Rom 11:36 es una afirmación poderosa que nos recuerda que todo lo que existe, todo lo que fue creado y todo lo que está por venir, es de Dios, por Dios y para Dios. Esto significa que Dios es la fuente de todo lo que existe en el universo, y que todo lo que existe tiene un propósito que sirve a Su plan eterno. Además, el versículo nos llama a reconocer la soberanía de Dios en todas las cosas y a darle toda la gloria y honor que le pertenecen. En otras palabras, debemos reconocer que todo lo que somos y todo lo que tenemos viene de Dios y que debemos vivir nuestras vidas para Su gloria y no para la nuestra. Para los cristianos, este versículo es una llamada a vivir vidas centradas en Dios, a honrarle en todo lo que hacemos, a reconocer Su presencia en nuestras vidas y a confiar en Su plan divino para nuestras vidas. En resumen, este versículo es una afirmación poderosa de la supremacía de Dios y una llamada a vivir vidas que reflejen esa verdad.