Descubriendo la Gracia y la Justificación en Romanos 6 del Nuevo Testamento


El libro de Romanos es uno de los escritos más importantes del Nuevo Testamento y se encuentra en la sexta posición en el orden del canon. Es una carta escrita por el apóstol Pablo dirigida a la iglesia de Roma y trata temas teológicos complejos e importantes para la fe cristiana. El capítulo 6 de Romanos se enfoca en la libertad del pecado y la vida en el Espíritu. Pablo comienza argumentando que la gracia de Dios no significa que podamos seguir pecando, sino que, por el contrario, debemos esforzarnos por vivir una vida libre del pecado. Para ilustrar esto, compara nuestra situación con la de un esclavo que ha sido liberado de su amo, y ahora tiene la oportunidad de servir a Dios en libertad. Pablo también habla sobre la importancia de tener el Espíritu Santo en nuestras vidas, ya que él nos da la fuerza y el poder para resistir la tentación del pecado y vivir una vida santa. Además, señala que somos libres de elegir entre el pecado y la justicia, pero que nuestras acciones tendrán consecuencias, ya sea la muerte o la vida eterna. El capítulo 6 es un llamado a vivir una vida de rectitud y honestidad, a través de la cual se puede experimentar la verdadera libertad en Cristo. A través de su enseñanza, Pablo nos muestra cómo podemos mejorar nuestra relación con Dios y vivir una vida que refleje nuestra fe en Cristo. En resumen, el capítulo 6 del libro de Romanos es un llamado a la libertad del pecado y a la vida en el Espíritu. Nos recuerda que, aunque somos libres para elegir, debemos esforzarnos por vivir una vida recta y honrada en Cristo, para poder experimentar la verdadera libertad y vida eterna.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Rom 6:1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
Rom 6:2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
Rom 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Rom 6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Rom 6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
Rom 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Rom 6:7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.
Rom 6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
Rom 6:9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.
Rom 6:10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
Rom 6:11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Rom 6:12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
Rom 6:13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Rom 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Rom 6:15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
Rom 6:16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
Rom 6:17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
Rom 6:18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
Rom 6:19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
Rom 6:20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
Rom 6:21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
Rom 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Rom 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

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