Explorando las enseñanzas de 1 Corintios: Descubre la sabiduría y el amor en el Nuevo Testamento


El primer libro de Corintios del Nuevo Testamento es una carta escrita por el apóstol Pablo a la iglesia de Corinto. En ella, Pablo aborda una serie de cuestiones teológicas y prácticas que afectan a la comunidad cristiana de Corinto. La carta comienza con una introducción en la que Pablo agradece a Dios por la gracia que ha sido dada a los creyentes corintios, y les exhorta a vivir en unidad y a evitar la división en la iglesia. Luego, pasa a abordar diversos temas que eran motivo de preocupación en Corinto. Pablo aborda la cuestión de la inmoralidad sexual entre los creyentes, recordando que como cristianos deben evitar el comportamiento inmoral y vivir en santidad. También habla de la importancia del matrimonio y la soltería, y de cómo cada uno puede servir mejor a Dios según su situación. La carta continúa con enseñanzas sobre la importancia de la unidad en la iglesia, la dignidad de la mujer en la comunidad cristiana, la importancia del amor y de la resurrección de Cristo. Pablo también se refiere a la cuestión de las comidas ofrecidas a ídolos y su relación con la libertad cristiana. En la parte final de la carta, Pablo da instrucciones prácticas sobre la manera en que se deben celebrar las reuniones en la iglesia, así como cómo se deben administrar las ofrendas y cómo se deben tratar los dones del Espíritu Santo. En general, la carta a los Corintios es un llamado a la unidad en la iglesia, la santidad en la vida personal y la práctica de una fe que es coherente con los principios del Evangelio y los valores cristianos. La carta es una fuente importante de enseñanzas y exhortaciones para los creyentes de hoy en día que buscan vivir una vida cristiana plena y fiel.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

1Co 1:1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes,
1Co 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
1Co 1:3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
1Co 1:4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús;
1Co 1:5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia;
1Co 1:6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros,
1Co 1:7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;
1Co 1:8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.
1Co 1:9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
1Co 1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
1Co 1:11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.
1Co 1:12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
1Co 1:13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
1Co 1:14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,
1Co 1:15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre.
1Co 1:16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro.
1Co 1:17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
1Co 1:18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
1Co 1:19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos.
1Co 1:20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
1Co 1:21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
1Co 1:22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
1Co 1:23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;
1Co 1:24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
1Co 1:25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
1Co 1:26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
1Co 1:27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
1Co 1:28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
1Co 1:29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
1Co 1:30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
1Co 1:31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

    Siguiente Libro