1 Corintios 14: La guía del buen uso de los dones espirituales en la iglesia.


El libro del Nuevo Testamento de 1 Corintios es una carta escrita por el apóstol Pablo a los corintios, abordando los desafíos que enfrentaba la iglesia en esa época. El capítulo 14 se centra en el uso de los dones espirituales en la iglesia y la importancia de utilizarlos de manera edificante y ordenada. Pablo comienza afirmando la importancia de buscar los dones espirituales, especialmente la profecía, y exhorta a que se usen para edificar a la iglesia en lugar de para la propia satisfacción. Él también afirma que todas las cosas deben hacerse decentemente y en orden. En el capítulo, Pablo también establece las diferencias entre el don de lenguas y el don de profecía, y defiende que la profecía es más útil para la iglesia porque puede ser entendido por todos y edifica a todos. También advierte contra el uso excesivo de lenguas en la iglesia sin interpretación, ya que esto puede causar confusión y no edificar a la iglesia. En resumen, el capítulo 14 del libro de 1 Corintios nos recuerda la importancia de usar los dones espirituales que Dios nos ha otorgado de manera edificante y ordenada en la iglesia, y la importancia de priorizar la edificación de los demás en lugar de la propia satisfacción.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

1Co 14:1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.
1Co 14:2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.
1Co 14:3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
1Co 14:4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.
1Co 14:5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
1Co 14:6 Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
1Co 14:7 Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?
1Co 14:8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
1Co 14:9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.
1Co 14:10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado.
1Co 14:11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí.
1Co 14:12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
1Co 14:13 Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.
1Co 14:14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
1Co 14:15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
1Co 14:16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
1Co 14:17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.
1Co 14:18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
1Co 14:19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
1Co 14:20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.
1Co 14:21 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.
1Co 14:22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
1Co 14:23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
1Co 14:24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;
1Co 14:25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
1Co 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
1Co 14:27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.
1Co 14:28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.
1Co 14:29 Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.
1Co 14:30 Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero.
1Co 14:31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados.
1Co 14:32 Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;
1Co 14:33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos,
1Co 14:34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.
1Co 14:35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.
1Co 14:36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado?
1Co 14:37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.
1Co 14:38 Mas el que ignora, ignore.
1Co 14:39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas;
1Co 14:40 pero hágase todo decentemente y con orden.

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