Vivir en la victoria: explorando la resurrección en 1 Corintios 15 del Nuevo Testamento
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El libro del Nuevo Testamento de 1 Corintios, capítulo 15, es un pasaje de gran relevancia para los cristianos, ya que trata sobre la resurrección de los muertos y la esperanza que tienen los creyentes en ella.
El capítulo comienza con una carta que el apóstol Pablo escribe a la iglesia de Corinto para recordarles la importancia de la fe en la resurrección y de cómo esta creencia está estrechamente relacionada con la fe en Jesucristo. Pablo les recuerda que Cristo fue crucificado, sepultado y resucitó al tercer día, tal como lo habían testimoniado los apóstoles y muchos otros discípulos.
Posteriormente, el apóstol explica que la resurrección de los muertos es un evento inevitable, tanto para los creyentes como para aquellos que no lo son. Asegura que si Cristo no hubiera resucitado, entonces la fe de los cristianos sería en vano.
Pablo destaca que la resurrección de los muertos es una obra de Dios y que el cuerpo resucitado será diferente al que tenían previamente. También explica que la resurrección es una experiencia universal y que todos tendrán que enfrentarla.
Para finalizar, el apóstol exhorta a los cristianos a vivir una vida digna y cuidar su fe, ya que la resurrección es la esperanza que los mantiene perseverantes. Les recuerda que a pesar de las adversidades que enfrenten, en la resurrección tienen la promesa de una vida eterna en Cristo Jesús.
En resumen, el capítulo 15 del libro de 1 Corintios es un pasaje de gran importancia para la fe cristiana, ya que nos recuerda la importancia de creer en la resurrección de los muertos y de cómo esta creencia nos da la esperanza de una vida eterna en Cristo.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
1Co 15:1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;
1Co 15:1 Este versículo se encuentra al comienzo del capítulo 15 de la primera carta de Pablo a los Corintios. En este capítulo, Pablo está tratando el tema de la resurrección de los muertos. El versículo comienza con las palabras "Además os declaro, hermanos", lo que indica que Pablo está haciendo una afirmación importante. Luego dice "el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis", lo que significa que el evangelio que Pablo les había enseñado y que habían aceptado era la verdad. Finalmente, Pablo termina el versículo diciendo "en el cual también perseveráis", lo que significa que los hermanos de Corinto estaban manteniendo su fe en el evangelio que habían recibido y estaban comprometidos a continuar siguiendo a Cristo. En resumen, Pablo está recordando a los corintios acerca del evangelio que les había enseñado y animándoles a mantenerse firmes en esa fe.
1Co 15:2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
1Co 15:2 El versículo 1Co 15:2 del Nuevo Testamento indica que si una persona cree y retiene la palabra que se le ha predicado, entonces esa persona será salva. Sin embargo, si una persona no creyó de manera sincera y verdadera, su creencia sería falsa y no serviría para recibir la salvación. En resumen, se necesita creer en la palabra de Dios genuinamente para poder recibir la salvación.
1Co 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
1Co 15:3 Este versículo en 1 Corintios 15:3 indica que el apóstol Pablo está recordando a los cristianos en Corinto lo que les había enseñado anteriormente. Específicamente, había enseñado que Cristo murió por nuestros pecados, tal como se había profetizado en las Escrituras del Antiguo Testamento. La muerte de Cristo en la cruz fue un acto de amor y redención para la humanidad, brindando una salvación que no se puede lograr a través de nuestros propios esfuerzos o méritos. Este versículo es un recordatorio para los cristianos de la importancia del sacrificio de Jesús en la cruz y la verdad de las Escrituras en dar testimonio de ello.
1Co 15:4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
1Co 15:4 Este versículo se refiere a la resurrección de Jesús después de su crucifixión. Pablo está explicando a los corintios que Jesús murió, fue sepultado y resucitó al tercer día, tal como estaba profetizado en las Escrituras del Antiguo Testamento. La resurrección de Jesús es un evento fundamental en la fe cristiana, ya que demuestra que Él es el Hijo de Dios y tiene poder sobre la muerte y el pecado.
1Co 15:5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.
1Co 15:5 Este versículo hace referencia a la aparición de Jesús después de su resurrección. Cefas se refiere a Pedro, uno de los discípulos más cercanos de Jesús. El término "los doce" se refiere a los otros discípulos que también estuvieron presentes en la aparición de Jesús. Este versículo se incluye en el capítulo 15 de la primera carta de Pablo a los corintios, donde Pablo está hablando sobre la importancia de la resurrección y cómo esta creencia es fundamental en la fe cristiana.
1Co 15:6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.
1Co 15:6 Este versículo hace referencia a una aparición de Jesús después de su resurrección, donde se presentó a más de quinientos hermanos a la vez. La palabra "hermanos" se refiere a creyentes o seguidores de Jesús. De estos quinientos, algunos todavía estaban vivos en ese momento y otros ya habían fallecido (duermen es una forma poética de hablar de la muerte). Es un testimonio de la realidad de la resurrección de Jesús, ya que la aparición no fue solo presenciada por un pequeño grupo de personas, sino por una cantidad significativa de creyentes.
1Co 15:7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;
1Co 15:7 Este versículo se refiere a las apariciones de Jesucristo después de su resurrección. En particular, enumera a Jacobo como una de las personas a las que apareció, así como a todos los apóstoles. La resurrección de Jesús es un tema central en la fe cristiana, ya que muestra que Jesús es el Hijo de Dios y que tiene poder sobre la muerte. La aparición de Jesús a Jacobo y los apóstoles es una prueba de su resurrección y fortaleció su fe.
1Co 15:8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
1Co 15:8 Este versículo hace referencia a la aparición de Jesús resucitado a Pablo (también conocido como Saulo, antes de su conversión), quien era uno de los mayores perseguidores de los seguidores de Jesús. En el versículo anterior (1 Corintios 15:7), Pablo habla de cómo Jesús se apareció a Pedro y luego a los otros discípulos, y luego menciona que también se le apareció a él. Al decir que se le apareció "como a un abortivo", se refiere a que se sintió indigno e inferior a los otros apóstoles, ya que había sido un enemigo del cristianismo y había participado en la persecución y muerte de muchos seguidores de Jesús. Sin embargo, la aparición de Jesús lo transformó en un ferviente defensor de la fe y un gran predicador del evangelio.
1Co 15:9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
1Co 15:9 En este versículo, el apóstol Pablo está hablando de su pasado como perseguidor de la iglesia de Dios. Antes de convertirse en seguidor de Jesús, Pablo era conocido como Saulo y era un feroz opositor del cristianismo, llegando incluso a perseguir y arrestar a los seguidores de Jesús. Pero después de tener un encuentro con Jesús en el camino a Damasco, Pablo se convirtió en uno de los más grandes defensores del cristianismo y fue comisionado como apóstol por Jesús mismo. A pesar de su obra en la evangelización del mundo, Pablo se considera a sí mismo el más pequeño de los apóstoles, humildemente reconociendo su pasado como perseguidor de la iglesia. Él se siente indigno de ser llamado apóstol, pero agradece la gracia de Dios que le permitió ser instrumento en la transmisión del mensaje de Jesús a la humanidad.
1Co 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
1Co 15:10 Este versículo, que se encuentra en la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, habla sobre la gracia de Dios y cómo ésta ha permitido como un esfuerzo personal, en lugar de simplemente aceptarlo como un regalo sin hacer nada. En otras palabras, San Pablo estaba diciendo que él trabajó duro, pero que el éxito que logró no fue meramente por su propio esfuerzo, sino que fue gracias a la asistencia y la fuerza proporcionada por la gracia de Dios. Por lo tanto, el mensaje de este versículo es que, aunque podemos trabajar arduamente, no podemos lograr el éxito sin la ayuda de la gracia de Dios.
1Co 15:11 Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
1Co 15:11 Este versículo se encuentra en el capítulo 15 de 1 Corintios, en el que el apóstol Pablo está hablando sobre la resurrección de los muertos. En este contexto específico, el versículo se refiere a que tanto él como otros predicadores del Evangelio habían enseñado una misma doctrina sobre la resurrección de Cristo y la resurrección de los creyentes. Pablo está diciendo que no importa quién predique esta enseñanza, el mensaje es siempre el mismo, y los creyentes deben aceptarlo y creer en él. Es una forma de afirmar la importancia de la doctrina común y unida en la iglesia, más allá de las diferencias personales entre los predicadores.
1Co 15:12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
1Co 15:12 Este versículo se refiere a un problema que surgía entre algunos cristianos en la iglesia de Corinto, que dudaban de la resurrección de los muertos. El apóstol Pablo les recuerda que la resurrección de Jesucristo es un hecho fundamental de la fe cristiana, y que no tiene sentido predicar acerca de la resurrección de Jesús si no se cree en la resurrección de los muertos en general. Es decir, la resurrección de Cristo es la prueba de que Dios tiene el poder y la intención de resucitar a todos los creyentes. El versículo es una llamada a los cristianos a tener una fe sólida en la resurrección y una orientación clara acerca de este asunto crucial de la doctrina cristiana.
1Co 15:13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó.
1Co 15:13 Este versículo de la carta de Pablo a los Corintios se refiere a la creencia central cristiana en la resurrección de los muertos. Los Corintios estaban cuestionando la idea de la resurrección, por lo que Pablo utiliza la resurrección de Jesucristo como prueba de que es posible. Si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo tampoco habría resucitado, lo que invalidaría los cimientos de la fe cristiana. En resumen, el versículo sostiene que si no existe la resurrección de los muertos, se desmorona toda la fe cristiana.
1Co 15:14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.
1Co 15:14 Este versículo hace referencia a la importancia de la resurrección de Cristo en la fe cristiana. Los cristianos creen que Jesús resucitó de entre los muertos después de su crucifixión, lo que demuestra su poder sobre la muerte y confirma su divinidad. El apóstol Pablo argumenta que, si Cristo no resucitó, entonces la predicación de los apóstoles y la fe de los creyentes serían en vano, porque la resurrección es la base de la fe cristiana. Si no hay resurrección, toda la predicación cristiana y la vida de fe carecen de sentido y pierden su valor. En resumen, este versículo establece la importancia de la resurrección de Cristo como la base de la fe cristiana y la necesidad de creer en ella para encontrar sentido y propósito en esta vida.
1Co 15:15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.
1Co 15:15 Este versículo se refiere a la creencia en la resurrección de los muertos, que era una enseñanza central del cristianismo primitivo. El apóstol Pablo está hablando con aquellos que ponen en duda la resurrección de los muertos, y les dice que si Cristo no ha resucitado, entonces su predicación es falsa y ellos son falsos testigos de Dios. En otras palabras, si Cristo no ha resucitado, entonces la fe cristiana es una mentira, y todos aquellos que predican y creen en ella están mintiendo. Pero Pablo está seguro de que Cristo ha resucitado, y defiende esta creencia como la verdad fundamental del cristianismo.
1Co 15:16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó;
1Co 15:16 Este versículo es parte del capítulo 15 de la Primera Carta a los Corintios en la Biblia del Nuevo Testamento. En este capítulo, el apóstol Pablo está hablando sobre la resurrección de los muertos. En el versículo 16, Pablo está haciendo una afirmación lógica. Él dice que si los muertos no resucitan, entonces eso significa que Cristo no resucitó. La resurrección de Cristo es un evento clave en el cristianismo, ya que es una prueba de que Él es el Hijo de Dios y que tiene poder sobre la muerte. Por lo tanto, si los muertos no resucitan, entonces tampoco Cristo resucitó, lo que pondría en duda la veracidad del cristianismo en sí. Sin embargo, Pablo está seguro de que los muertos resucitarán y que la resurrección de Cristo es una prueba de ello.
1Co 15:17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.
1Co 15:17 Este versículo hace referencia a la fe cristiana en la resurrección de Jesucristo. Si Cristo no hubiera resucitado de entre los muertos, entonces su muerte no habría tenido ningún valor y nuestra fe en él sería en vano. Además, todavía estaríamos en nuestros pecados, es decir, no habríamos sido liberados del poder del pecado y estaríamos condenados a la muerte eterna. Pero gracias a la resurrección de Jesús, podemos tener la esperanza de vida eterna y la victoria sobre el pecado y la muerte.
1Co 15:18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron.
1Co 15:18 El versículo se encuentra en 1 Corintios 15:18 y dice lo siguiente: "Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron". La palabra "durmiendo" en la Biblia se refiere a los creyentes que han fallecido en la fe, y este versículo está diciendo que si Cristo no hubiera resucitado, entonces incluso aquellos que murieron en la fe habrían perecido para siempre, sin la esperanza de la vida eterna. Pero gracias a la resurrección de Cristo, tenemos la promesa de que aquellos que murieron en la fe también serán resucitados y vivirán para siempre con Él. En resumen, este versículo reconoce la importancia de la resurrección de Cristo como una verdad que trae esperanza a todos los creyentes, incluso a aquellos que han muerto en la fe.
1Co 15:19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
1Co 15:19 Este versículo se refiere a la importancia de creer en la resurrección de Cristo y de esperar en la vida eterna que nos ofrece. Si simplemente ponemos nuestra esperanza en las cosas terrenales y no creemos en la resurrección, nuestra fe es vana y somos dignos de compasión. En otras palabras, si nos concentramos solo en obtener éxito y felicidad en esta vida sin pensar en la vida eterna, nos estamos perdiendo lo más importante y nuestra vida es pobre y sin sentido. Es importante poner nuestra confianza en Jesús y seguir su camino para obtener la vida eterna.
1Co 15:20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
1Co 15:20 Este verso se refiere a la resurrección de Jesucristo de entre los muertos como la primera señal de la resurrección de los creyentes en Él. La palabra "primicias" se refiere a los primeros frutos de la cosecha, que eran ofrecidos a Dios en el Antiguo Testamento como una ofrenda dedicada a Él. De manera similar, la resurrección de Jesús es considerada como el primer fruto de la cosecha de los que creen en Él, que serán posteriormente resucitados en la vida eterna. Esta verdad es fundamental para la fe cristiana, ya que la resurrección de Jesús es la base de nuestra esperanza en la vida eterna.
1Co 15:21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
1Co 15:21 Este verso se refiere a la enseñanza cristiana central de que la humanidad enfrenta la muerte y el pecado debido al pecado de Adán en el jardín del Edén. Pero a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz, la humanidad puede encontrar redención y vida eterna. La muerte vino a través de un hombre, Adán, pero la resurrección también viene a través de un hombre, Jesús. El sacrificio de Jesucristo es la solución divina para la muerte causada por el pecado humano.
1Co 15:22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
1Co 15:22 Este versículo de 1 Corintios 15:22 habla sobre la conexión entre Adán y Cristo. En el Antiguo Testamento, se nos dice que Adán fue el primer hombre creado por Dios. Pero Adán pecó y su pecado fue transmitido a toda la humanidad, lo que resultó en la muerte espiritual y física. Sin embargo, en el Nuevo Testamento, Jesucristo es presentado como el segundo Adán. En lugar de transmitir el pecado, Él murió en la cruz para que todos puedan tener vida. De manera que, como todos morimos espiritualmente y físicamente en Adán, todos podemos tener vida eterna en Cristo. En resumen, el versículo 1 Corintios 15:22 explica que todos nacemos en pecado debido a Adán, pero gracias a Cristo podemos ser vivificados, obteniendo vida eterna y la gracia de Dios.
1Co 15:23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
1Co 15:23 Este versículo hace referencia al orden de la resurrección de los muertos en Cristo. Primero, Cristo resucitó como las primicias, es decir, como el primer fruto de la resurrección y como garantía de que los que son de Cristo también resucitarán. Luego, en el momento de su venida, los que son de Cristo (es decir, los creyentes) resucitarán y se reunirán con él en la gloria. En resumen, se refiere a la creencia cristiana de que los creyentes resucitarán en la venida de Cristo y estarán con él para siempre en la vida eterna.
1Co 15:24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.
1Co 15:24 Este versículo habla sobre el momento en que Jesucristo entregará el reino al Padre después de haber suprimido todo dominio, autoridad y poder en el universo. Se refiere al final del tiempo en que Jesucristo habrá completado su obra de salvación y habrá establecido su reino en la tierra. También significa que todos los poderes terrenales serán derrotados y que sólo Dios reinará supremamente. En resumen, es un versículo que habla sobre la victoria final de Dios en el universo y la soberanía absoluta de Dios en todo lo que existe.
1Co 15:25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
1Co 15:25 Este versículo significa que Jesucristo, como el Rey de Reyes, tiene el poder y la autoridad para reinar y gobernar sobre todos los seres humanos y todo el mundo en general. Él seguirá reinando hasta que haya conquistado y vencido a todos sus enemigos, lo que incluye a aquellos que se oponen y se resisten a su autoridad y plan divino. En pocas palabras, el versículo nos dice que Jesucristo permanecerá como el soberano supremo hasta que se haya alcanzado la victoria completa sobre todos los que se oponen a su reinado y su verdad.
1Co 15:26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.
1Co 15:26 Este versículo se refiere a la victoria final sobre la muerte que será lograda por aquellos que creen en Jesucristo. La muerte es el enemigo más poderoso que enfrentamos en la vida, ya que nos separa de nuestros seres queridos y nos priva de la vida física. Pero la muerte ya no tendrá el último poder sobre nosotros, porque a través de la resurrección de Jesucristo, tenemos la promesa de una vida eterna en la presencia de Dios. En el final de los tiempos, Dios destruirá la muerte de una vez por todas, eliminando cualquier poder que tenga sobre nosotros y permitiéndonos vivir para siempre en Su presencia.
1Co 15:27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.
1Co 15:27 Este versículo hace referencia a que Dios ha sujetado todas las cosas debajo de los pies de Jesucristo, es decir, que tiene control y dominio sobre todo. A su vez, indica que todas las cosas han sido sujetadas a Jesús, excepto aquel que lo sujetó a él, es decir, Dios mismo. En otras palabras, Dios es el único ser que está por encima de Jesús y de todo lo demás. El apóstol Pablo utiliza este versículo para resaltar la supremacía de Jesús sobre todas las cosas.
1Co 15:28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
1Co 15:28 Este versículo se refiere al final de los tiempos, cuando todas las cosas en el universo estarán sujetas a Cristo y Su voluntad. Incluso el Hijo, que es igual a Dios, se someterá a Él, para que Dios sea todo en todos. Es una afirmación de la soberanía suprema de Dios y Su plan para la redención y restauración del mundo. El versículo nos recuerda que, aunque hay diferentes funciones y roles en la Trinidad, todos están unidos en el trabajo del plan de salvación y en la gloria final de Dios.
1Co 15:29 De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?
1Co 15:29 Este versículo en particular es un poco difícil de entender y ha sido objeto de debate en la interpretación bíblica. Algunos creen que se refiere a una práctica que algunos primeros cristianos estaban haciendo de ser bautizados en nombre de los muertos, en la creencia de que esto ayudaría a los muertos a alcanzar la salvación a través de la fe en Cristo. Sin embargo, otros argumentan que el versículo se refiere a la necesidad de resurrección y vida eterna, y que si los muertos no resucitan, entonces el bautismo es inútil. En este sentido, el versículo estaría sugiriendo que la fe en la resurrección es fundamental para la validez del bautismo y la vida cristiana. En cualquier caso, no hay una respuesta clara a lo que exactamente significa este versículo, y sigue siendo objeto de interpretación y debate entre los creyentes.
1Co 15:30 ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?
1Co 15:30 El versículo se encuentra en el contexto de un discurso de Pablo sobre la resurrección de los muertos. En este versículo específico, Pablo está hablando de su propia experiencia y la de otros cristianos, que a menudo enfrentan peligros por su fe en Jesucristo. Pablo está haciendo énfasis en la seriedad y la importancia de la fe cristiana, y cómo quienes la profesan pueden enfrentar oposición y persecución. La frase "¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?" se refiere a la realidad de que los cristianos a menudo enfrentan peligros físicos, emocionales y sociales por su fe en Jesucristo. La idea detrás del versículo es que la fe en Cristo implica una entrega completa, que puede llevar a los creyentes a enfrentar peligros y dificultades en el mundo. A pesar de los peligros, Pablo celebra la victoria que los cristianos tienen en Cristo, ya que el versículo continúa diciendo: "Porque he jurado por nuestra gloria común que os tengamos envidiables, siempre abocados al Señor, ricos en su obra, sabiendo que vuestro trabajo no será en vano en el Señor".
1Co 15:31 Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero.
1Co 15:31 Este versículo se encuentra en el capítulo 15 de la primera carta de Pablo a los corintios. El contexto de este capítulo es la resurrección de Jesucristo y cómo esta verdad fundamental del cristianismo ha impactado y transformado la vida de los creyentes. Pablo está hablando sobre la importancia de creer en la resurrección de los muertos y cómo esto afecta nuestra vida diaria. En este versículo en particular, Pablo está enfatizando la idea de que cada día debemos morir a nosotros mismos y renunciar a nuestros deseos y placeres para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Él está diciendo que su dedicación a seguir a Cristo es tan fuerte que él literalmente muere diariamente a sus propios deseos y ambiciones para poder vivir en obediencia a Dios. Este versículo es un recordatorio de que como seguidores de Jesucristo, nuestra vida no se trata de nosotros mismos, sino de Él. Nosotros debemos estar dispuestos a sacrificar nuestras necesidades y deseos personales para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y hacer su trabajo en el mundo.
1Co 15:32 Si como hombre batallé en Efeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos.
1Co 15:32 Este versículo es parte de un pasaje en el que el apóstol Pablo está hablando sobre la resurrección de los muertos. En este verso en particular, está haciendo referencia a algo que él mismo experimentó. En Efeso, donde predicaba el Evangelio, Pablo dice que tuvo que luchar literalmente contra fieras, probablemente refiriéndose a animales salvajes utilizados en los espectáculos de gladiadores en el Coliseo romano. Pablo pregunta qué beneficio habría tenido si hubiera arriesgado su vida luchando contra estas fieras si en realidad la muerte es el final de todo, si no hay una vida después de la muerte. Si los muertos no resucitan, ¿qué sentido tendría entonces hacer sacrificios, luchar por la justicia, o por la salvación de otros? La idea que se transmite en este verso es que la creencia en la resurrección de los muertos es fundamental en la fe cristiana. Si no hay resurrección, entonces no hay esperanza de vida eterna después de la muerte. Entonces, si todo se limitara a una existencia terrenal, sin perspectiva alguna de un "más allá", podría parecer que no vale la pena hacer muchos sacrificios y esfuerzos en esta vida. Pero si creemos en la resurrección, entonces todo cambia, porque la vida no termina realmente con la muerte, sino que continúa en una dimensión distinta.
1Co 15:33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
1Co 15:33 Este versículo significa que debemos tener cuidado con las personas con las que nos rodeamos y con lo que hablamos con ellas. Si pasamos tiempo con personas que tienen malas actitudes y hábitos, tendemos a ser influenciados por su comportamiento, lo cual puede corromper nuestra propia forma de pensar y actuar. Por lo tanto, debemos elegir nuestras relaciones y nuestras conversaciones con sabiduría, asegurándonos de rodearnos de personas de buen carácter y hábitos saludables. Esto ayudará a mantener nuestras propias buenas costumbres y mantener una vida productiva y positiva en línea con los principios cristianos.
1Co 15:34 Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.
1Co 15:34 Este versículo de la primera carta de Pablo a los Corintios nos insta a permanecer vigilantes y alertas para no caer en la tentación y el pecado. Pablo enfatiza que algunos en la comunidad cristiana no conocen realmente a Dios, lo que podría llevarlos a tomar decisiones equivocadas e incluso pecar. Al hacer esta advertencia, el apóstol está instando a los corintios a examinarse a sí mismos y a su relación con Dios, y a trabajar para crecer espiritualmente y evitar la vergüenza que vendría de no seguir los caminos del Señor.
1Co 15:35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?
1Co 15:35 Este versículo se refiere a una pregunta que algunos de los corintios tenían acerca de la resurrección de los muertos. Ellos estaban confundidos sobre cómo sería posible que alguien muerto pueda volver a la vida y en qué tipo de cuerpo lo harían. En el contexto más amplio de 1 Corintios 15, el apóstol Pablo está hablando sobre la resurrección de los muertos y argumentando que la resurrección de Cristo es la prueba de que la resurrección de todos los creyentes también sucederá. Él explica que en la resurrección, nuestros cuerpos serán transformados de una manera gloriosa que trasciende nuestro cuerpo terrenal actual. Por lo tanto, cuando alguien pregunta "¿Con qué cuerpo vendrán?" están cuestionando no solo la posibilidad misma de la resurrección, sino también cómo sería posible que los cuerpos muertos puedan ser transformados en algo nuevo y glorioso. El resto del capítulo responde a esta pregunta y detalla cómo los cuerpos de los creyentes serán transformados cuando sean resucitados en Cristo.
1Co 15:36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes.
1Co 15:36 Este versículo se refiere a la muerte y la resurrección. El apóstol Pablo compara la muerte de una semilla con la muerte de un cuerpo humano y la resurrección con el crecimiento de una planta a partir de una semilla. La idea principal es que para que algo nuevo nazca, lo viejo debe morir primero. Así, cuando una persona muere, surge una oportunidad para que algo nuevo y mejor resurja de su muerte, como lo que sucede cuando una semilla aparentemente muerta crece y se convierte en una planta nueva. En resumen, este versículo nos recuerda que para que haya vida después de la muerte, primero debemos morir al egoísmo, al pecado y a las cosas mundanas que nos separan de Dios. Solo así podemos experimentar la verdadera vida y la alegría eterna que Dios nos ofrece.
1Co 15:37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;
1Co 15:37 Este versículo se refiere a la resurrección de los muertos. El apóstol Pablo está utilizando la analogía de la siembra y la cosecha para explicar cómo nuestro cuerpo físico se descompone después de la muerte, pero que Dios nos dará un cuerpo nuevo en la resurrección. La referencia al "grano desnudo" se refiere a la semilla que se siembra en la tierra, que muere como tal y luego se convierte en una planta nueva. De manera similar, nuestras vidas físicas pueden terminar, pero nuestra esencia, nuestro ser, puede ser renovado en la resurrección. Es importante tener en cuenta que este versículo no se refiere a ninguna creencia en la reencarnación, sino a la promesa cristiana de una vida después de la muerte.
1Co 15:38 pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.
1Co 15:38 Este versículo habla sobre cómo Dios da a cada ser vivo un cuerpo específico y propio. Así como cada semilla crece y se convierte en una planta diferente, cada ser humano también tiene su propio cuerpo único y especial, diseñado por Dios según su voluntad. Esto nos recuerda que somos seres únicos y valiosos, y que debemos reconocer y respetar la diversidad y la individualidad de cada persona. También nos recuerda que Dios está a cargo de todo lo que sucede en el mundo, y que Él tiene un plan para cada uno de nosotros.
1Co 15:39 No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.
1Co 15:39 Este versículo se refiere a la diversidad de carne en el mundo. No toda carne es la misma, sino que hay diferentes tipos de carne, dependiendo del tipo de animal del que proviene. Por ejemplo, la carne de los hombres es diferente a la carne de los animales, como las bestias, los peces y las aves. El versículo simplemente nos está recordando que el mundo natural está lleno de diferentes tipos de seres vivos, y cada uno tiene su propio tipo de carne.
1Co 15:40 Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.
1Co 15:40 Este versículo de la primera carta de Pablo a los corintios se refiere a la diferencia entre los cuerpos celestiales y los cuerpos terrenales. Los cuerpos celestiales son aquellos que pertenecen al cielo o al reino celestial, y los terrenales son aquellos que pertenecen a la tierra o al reino terrenal. Pablo está enseñando que aunque hay diferentes tipos de cuerpos, todos ellos tienen una gloria única. La gloria de los cuerpos celestiales es diferente a la de los terrenales, porque los cuerpos celestiales son perfectos y no están sujetos al pecado y la corrupción que nuestros cuerpos terrenales a menudo experimentan. Sin embargo, todos los cuerpos tienen una gloria única. Los cuerpos celestiales tienen una gloria que refleja su perfección y santidad, mientras que los cuerpos terrenales tienen una gloria que refleja la hermosura y la complejidad de la creación de Dios. En última instancia, lo que importa no es la gloria que tenga nuestro cuerpo, sino si estamos en Cristo y recibimos su gloria.
1Co 15:41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.
1Co 15:41 Este verso de la Primera Epístola a los Corintios hace una comparación entre las diferentes glorias presentes en el universo. La frase "Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas" indica que cada uno de estos cuerpos celestes tiene su propia belleza y esplendor, pero no pueden ser comparados entre sí porque son diferentes. La parte final del verso que dice "pues una estrella es diferente de otra en gloria" reafirma esta idea, enfatizando que cada estrella tiene su propia gloria única y distintiva. En este contexto, el versículo sugiere que debemos valorar y respetar la diversidad y singularidad de las cosas en el universo, en lugar de compararlas y buscar la homogeneidad.
1Co 15:42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción.
1Co 15:42 Este versículo hace referencia a la resurrección de los muertos. El apóstol Pablo compara el proceso de la siembra con la resurrección. Cuando se siembra una semilla, esta se descompone y se corrompe para dar lugar a una nueva planta que es incorruptible. De la misma manera, cuando los muertos son sepultados, sus cuerpos se corrompen y se descomponen en la tierra, pero cuando resuciten serán transformados en cuerpos incorruptibles. Es decir, los cuerpos resucitados ya no tendrán la debilidad ni la capacidad de corromperse que tenían antes de la muerte.
1Co 15:43 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.
1Co 15:43 Este versículo se refiere a la creencia cristiana en la resurrección de los muertos. Paul está usando la imagen del proceso de la siembra y la cosecha para hablar de este tema. Al igual que una semilla que se siembra en la tierra en un estado de aparente debilidad y deshonra, pero luego crece y produce fruto en gloria y poder, también el cuerpo humano se siembra en la muerte en un estado de debilidad y deshonra, pero luego resucitará en gloria y poder. En resumen, el versículo habla de la esperanza cristiana en la resurrección a través de una imagen de la siembra y la cosecha.
1Co 15:44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.
1Co 15:44 Este versículo se refiere a la creencia cristiana en la resurrección de los muertos. Aquí, se nos dice que cuando un cuerpo es enterrado, es un cuerpo "animal" o físico. Sin embargo, cuando se produce la resurrección, el cuerpo que resucita es "espiritual", es decir, es un cuerpo transformado en el que se han eliminado todas las limitaciones físicas y, en cambio, está imbuido de poder espiritual divino. En términos más simples, se nos dice que nuestro cuerpo mortal, que es vulnerable a las enfermedades, el dolor y la mortalidad final, será transformado en un cuerpo inmortal y espiritual. El cuerpo espiritual será inmune a todas las debilidades, aflicciones y limitaciones de un cuerpo físico. Por lo tanto, se nos pide que vivamos nuestras vidas en el mundo físico, pero manteniendo una fe constante en que seremos recompensados con un cuerpo espiritual glorioso después de la muerte.
1Co 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
1Co 15:45 El versículo se refiere a la diferencia entre Adán, el primer hombre creado por Dios, y Jesús, quien es el "postrer Adán". Adán fue creado como una "alma viviente", es decir, un ser humano físico y mortal, mientras que Jesús, como el "espíritu vivificante", espiritualmente viviente y capaz de dar vida a otros. La referencia a Jesús como el "postrer Adán" sugiere que él es el representante y salvador de la humanidad, en contraposición al mal resultado del primer Adán y el pecado original. El versículo destaca la importancia de creer en Jesús como el camino hacia la vida eterna.
1Co 15:46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
1Co 15:46 Este versículo de 1 Corintios 15:46 habla sobre el orden en el que Dios ha establecido la creación. Primero, Dios creó lo animal o lo físico, como los seres vivos que podemos ver y tocar. Luego, Dios dio lugar a lo espiritual, que se refiere a lo divino, lo sobrenatural y lo invisible, como el alma humana y la presencia del Espíritu Santo. La idea general es que Dios ha establecido un orden en su creación, donde primero se establece lo físico y luego se introduce lo espiritual. El autor de este versículo nos está recordando que, aunque la importancia de lo espiritual es incuestionable, no podemos dejar de lado lo animal o lo físico, ya que ambos son importantes para nuestra existencia. En resumen, el versículo 1 Corintios 15:46 nos recuerda que Dios ha establecido un orden en su creación donde lo físico se establece primero y lo espiritual viene después. Ambos son importantes y deben ser valorados.
1Co 15:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
1Co 15:47 Este versículo se refiere a la naturaleza de la humanidad y su relación con Dios. El "primer hombre" se refiere a Adán, el primer ser humano creado por Dios a partir del polvo de la tierra en el relato bíblico del Génesis. La palabra "terrenal" significa que Adán fue creado como un ser humano común y corriente, con un cuerpo físico y limitaciones terrenales. Por otro lado, el "segundo hombre" se refiere a Jesucristo, quien es llamado "el Señor" en este versículo. En contraste con Adán, Jesús no fue creado a partir del polvo de la tierra, sino que vino del cielo como el Hijo de Dios. Como tal, su naturaleza es divina y celestial, y su cuerpo espiritual no está sujeto a las limitaciones físicas de los seres humanos terrenales. Este versículo sugiere que mientras que la humanidad está conectada con la tierra y nuestras limitaciones físicas, Jesucristo nos ofrece una conexión con lo divino y lo celestial, lo que nos permite alcanzar un nivel más alto de existencia fuera de las limitaciones terrenales.
1Co 15:48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.
1Co 15:48 Este versículo se encuentra en el capítulo 15 de la primera carta de Pablo a los Corintios y se refiere a la resurrección de los muertos. En este versículo, Pablo está tratando de explicar cómo será la transformación del cuerpo de los creyentes en el momento de la resurrección. La frase "Cual el terrenal, tales también los terrenales" se refiere al cuerpo físico que tenemos en la tierra y a su naturaleza mortal. Esto significa que nuestro cuerpo terrenal, que es temporal y corruptible, será transformado en un cuerpo celestial, es decir, un cuerpo eterno y glorificado. Por otro lado, la frase "y cual el celestial, tales también los celestiales" se refiere al cuerpo glorificado que los creyentes tendrán después de la resurrección. Este cuerpo celestial será semejante al de Cristo en su resurrección y será incorruptible y eterno, al igual que el cuerpo de los ángeles. En resumen, Pablo está diciendo que así como nuestro cuerpo terrenal es mortal y temporal, nuestro cuerpo celestial será inmortal y eterno como el de Cristo. La transformación corporal será completa y perfecta en la resurrección.
1Co 15:49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
1Co 15:49 Este versículo se encuentra en el capítulo 15 de la Primera Carta de Pablo a los Corintios y hace referencia a la resurrección de los muertos. Pablo explica que todos los seres humanos llevamos la imagen del primer hombre, Adán, quien fue creado a imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, como descendientes de Adán, también hemos heredado su naturaleza pecaminosa y mortal. Pero Pablo dice que así como hemos llevado la imagen del terrenal (Adán), también llevaremos la imagen del celestial (Jesucristo). Esto se refiere a la promesa de que, en su segunda venida, Jesucristo transformará nuestros cuerpos mortales en cuerpos glorificados, libres de pecado y corrupción, y nos dará la vida eterna. En otras palabras, Pablo está diciendo que así como hemos heredado la naturaleza pecaminosa y mortal de Adán, también podemos heredar la naturaleza espiritual y eterna de Jesucristo. Y esta transformación será llevada a cabo por la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.
1Co 15:50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
1Co 15:50 Este versículo se refiere a que nuestro cuerpo físico no puede entrar en el reino de Dios, porque es corruptible y mortal. Para heredar la vida eterna, necesitamos tener un cuerpo incorruptible, lo cual solo es posible a través de la transformación que ocurre cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro salvador y nos convertimos en hijos de Dios. Por lo tanto, debemos dejar atrás nuestra naturaleza pecaminosa y centrarnos en buscar la vida eterna en Cristo.
1Co 15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
1Co 15:51 Este versículo está hablando sobre el final de los tiempos y la resurrección de los muertos. Es un misterio porque se refiere a algo que no podemos comprender completamente con nuestra lógica humana. El apóstol Pablo está diciendo que no todos los que están muertos (durmiendo) permanecerán así, sino que habrá una transformación para todos los creyentes en Cristo cuando él regrese. Esto significa que sus cuerpos serán cambiados de uno mortal a uno inmortal, y todos los creyentes en Cristo disfrutarán de la vida eterna junto a él en el cielo.
1Co 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
1Co 15:52 Este versículo describe el momento en el que Jesús regresará y traerá el final del mundo tal como lo conocemos. En ese momento se escuchará una trompeta que anunciará la resurrección de los muertos que creyeron en Jesús y fueron salvados por él. Los cuerpos de los creyentes serán transformados en cuerpos incorruptibles, lo que significa que nunca más experimentarán la muerte o el sufrimiento eterno. Además, aquellos que estén vivos en ese momento también serán transformados para estar con Jesús en la eternidad. Este versículo es una promesa de la victoria final de Jesús sobre la muerte y el pecado.
1Co 15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
1Co 15:53 Este verso se refiere a la resurrección de los muertos en el Día del Juicio Final. Habla de que aquellos que han vivido en cuerpos corruptibles y mortales (es decir, sujetos a la decadencia y la muerte) serán transformados en cuerpos incorruptibles e inmortales por el poder de Dios. Esto significa que, gracias al sacrificio de Jesucristo, aquellos que creen en Él tendrán una vida eterna en la presencia de Dios después de la muerte. Este verso es una promesa y una esperanza para todos los creyentes en Jesucristo.
1Co 15:54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
1Co 15:54 Este versículo está hablando sobre la resurrección de los muertos en el día del juicio final. El apóstol Pablo está explicando que cuando el cuerpo humano que es corruptible y mortal se vista de incorrupción e inmortalidad, entonces la muerte será vencida y la promesa de vida eterna se cumplirá. En otras palabras, cuando los cuerpos que han muerto sean resucitados, serán transformados en cuerpos glorificados que nunca volverán a morir. Esto será posible gracias al poder y la victoria de Jesucristo, quien venció la muerte al resucitar de entre los muertos. Pablo cita aquí el libro de Isaías, donde se profetiza sobre la victoria sobre la muerte cuando Dios destruirá la muerte para siempre. Con esta cita, Pablo está asegurando que la victoria sobre la muerte y la vida eterna son una realidad para todos aquellos que confían en Jesucristo como su Salvador y Señor.
1Co 15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
1Co 15:55 Este versículo es parte del capítulo 15 de la primera carta de Pablo a los Corintios, donde él está hablando sobre la resurrección de los muertos. En este versículo, Pablo está citando al profeta Isaías (25:8) y está haciendo una afirmación que implica una victoria sobre la muerte y la tumba. En otras palabras, Pablo está diciendo que la muerte no será capaz de retener a aquellos que han muerto en Cristo, porque a través de Él, la victoria sobre la muerte ha sido alcanzada. Es una afirmación poderosa sobre la resurrección y el triunfo final de Cristo sobre la muerte.
1Co 15:56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
1Co 15:56 El versículo 1Co 15:56 del Nuevo Testamento dice que el aguijón de la muerte es el pecado y el poder del pecado es la ley. En otras palabras, esto significa que el pecado es la causa de la muerte y la ley aumenta la fuerza del pecado. En el contexto en el que se encuentra este versículo, Pablo está hablando sobre la resurrección de los muertos y cómo Cristo ha vencido la muerte. Él explica que nuestra naturaleza pecaminosa es lo que nos lleva a la muerte, pero gracias a Jesús, podemos vencer el pecado y la muerte. La ley, en este contexto, se refiere a las normas y mandamientos que Dios estableció para su pueblo. Estas leyes nos muestran qué es el pecado y nos muestran que no podemos cumplir plenamente la ley por nosotros mismos. La ley también aumenta el poder del pecado porque nos muestra nuestros errores y nos hace conscientes de nuestra incapacidad de cumplirla completamente. Por lo tanto, este versículo nos recuerda la importancia de reconocer nuestro pecado y nuestra necesidad de un salvador, y nos anima a depender de Jesús para vencer el pecado y la muerte.
1Co 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
1Co 15:57 Este versículo es una expresión de gratitud a Dios por darnos la victoria a través de Jesucristo. Pablo (el autor de la carta a los Corintios) está hablando sobre la resurrección de los muertos y cómo, gracias a Jesucristo, podemos tener la esperanza de vida eterna. En este contexto, la victoria se refiere a la vida eterna que podemos obtener a través de la fe en Jesús. El versículo es una afirmación de que la victoria no proviene de nuestros propios esfuerzos o habilidades, sino de la gracia de Dios a través de Jesucristo. Por lo tanto, se nos anima a dar gracias a Dios por su bondad y misericordia.
1Co 15:58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
1Co 15:58 Este versículo es una exhortación del apóstol Pablo a los creyentes en la ciudad de Corinto para que permanezcan firmes en su fe y compromiso con Dios, creciendo continuamente en la obra del Señor. Pablo les asegura que su trabajo en el Señor no es en vano, lo que significa que cualquier esfuerzo que pongan en su servicio y adoración a Dios tendrá un impacto y una recompensa duraderos. En resumen, este versículo anima a los creyentes a perseverar y continuar trabajando en la obra del Señor con la confianza de que su trabajo no será en vano y tendrá un propósito eterno.