Explorando la sabiduría divina en 1 Corintios 6 del Nuevo Testamento
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El libro del Nuevo Testamento 1 Corintios, capítulo 6, aborda temas de conducta moral y ética en el cristianismo. El Apóstol Pablo, quien escribe la carta, insta a los cristianos de Corinto a resolver sus conflictos internos en la iglesia y no llevar sus disputas ante los tribunales seculares.
Pablo les recuerda que el cuerpo humano es un templo del Espíritu Santo y debe ser tratado con respeto y pureza. Él enfatiza que la inmoralidad sexual, las relaciones sexuales fuera del matrimonio y el uso excesivo de alcohol no son aceptables en la vida cristiana. También advierte contra la codicia y la falta de generosidad.
En el capítulo 6, Pablo hace referencia a la práctica común de los corintios de buscar la ayuda de los tribunales de justicia del mundo para resolver disputas entre hermanos de la iglesia. Para resolver esto, él sugiere que es mejor buscar la ayuda de un árbitro aceptado por ambas partes para evitar la exposición de la iglesia a la vergüenza pública.
El capítulo concluye con Pablo recordándoles a los creyentes que su identidad en Cristo debería ser su prioridad, no el egoísmo o la inmoralidad. Él les urge a vivir según los estándares de Dios y no de acuerdo con los deseos y valores del mundo.
En resumen, el capítulo 6 de 1 Corintios presenta una fuerte llamado a la pureza y la honestidad en la vida cristiana. Pablo llama a los creyentes a cuidar sus cuerpos y a resolver conflictos internos sin recurrir a los tribunales seculares. En lugar de eso, él los insta a vivir en paz, guiados por los estándares de Dios y no del mundo.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
1Co 6:1 ¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?
1Co 6:1 Este versículo de la Primera Carta de Pablo a los Corintios está hablando sobre la resolución de conflictos entre cristianos. Pablo está preguntando si alguien tiene una disputa con otro miembro de la iglesia, ¿por qué ir a los tribunales civiles y no buscar la ayuda de los líderes espirituales de la iglesia en su lugar? La idea detrás de esto es que los cristianos deben intentar resolver sus problemas entre ellos dentro de la comunidad de fe, en lugar de recurrir al sistema judicial secular. Se espera que los santos (es decir, los miembros de la iglesia) sean capaces de mediar y resolver conflictos internos de manera justa y amorosa, en lugar de depender de los tribunales seculares que pueden no entender completamente los valores y enseñanzas cristianas. En resumen, nos invita a resolver nuestras diferencias internamente mediante la mediación de los líderes espirituales en vez de recurrir a la ley del mundo.
1Co 6:2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?
1Co 6:2 Este versículo se refiere a la creencia cristiana de que los creyentes, quienes son considerados "santos" por su fe en Jesucristo, tendrán un papel en el Juicio Final en el que todas las personas serán juzgadas. En este sentido, el versículo sugiere que si los santos tendrán tal responsabilidad en el futuro, también deberían ser capaces de juzgar con sabiduría en asuntos menores en el presente. El versículo revela una visión del cristianismo como una fe que enfatiza la importancia de la responsabilidad y la justicia individual.
1Co 6:3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?
1Co 6:3 Este versículo se encuentra en la Primera Carta de Pablo a los Corintios, capítulo 6 y versículo 3. En él, el apóstol Pablo está hablando sobre la resolución de conflictos entre los miembros de la iglesia en Corinto. Él les pregunta retóricamente si no saben que los creyentes serán llamados a juzgar a los ángeles. Pablo usa este ejemplo extremo para subrayar la importancia del juicio justo y equitativo, incluso en casos de conflictos triviales en la vida diaria. Él les dice a los Corintios que si serán llamados a juzgar a seres tan poderosos e importantes como los ángeles, ¿cuánto más deberían ser capaces de juzgar las cosas mundanas? En resumen, este versículo sugiere que los cristianos deben ser justos y sabios en sus juicios, incluso en las cosas más pequeñas de la vida, ya que algún día podrán ser llamados a responder por sus decisiones a una autoridad Divina aún mucho mayor que los ángeles.
1Co 6:4 Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia?
1Co 6:4 Este versículo de Primera de Corintios 6:4 hace referencia a la idea de que los miembros de la iglesia de Corinto estaban resolviendo sus conflictos internos a través de juicios y decisiones tomadas por personas que no estaban calificadas para hacerlo. Pablo está cuestionando por qué los miembros de la iglesia estaban usando jueces externos o personas "de menor estima" en la iglesia para resolver sus disputas, en lugar de confiar en los líderes de la iglesia para hacerlo. Pablo está señalando que la iglesia de Corinto debería ser competente para resolver sus problemas internamente y no necesitar la ayuda externa de personas que no conocen o comprenden la situación de la iglesia. En general, este versículo insta a la iglesia a confiar en sí misma para resolver sus problemas internos y a no buscar ayuda externa para hacerlo.
1Co 6:5 Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos,
1Co 6:5 En este versículo, el apóstol Pablo está reprendiendo a los cristianos de Corinto por llevar sus disputas y diferencias a los tribunales seculares en lugar de resolverlos entre ellos mismos. Él está expresando su desconcierto de que incluso entre ellos, quienes están llamados a ser sabios y guiados por el Espíritu Santo, no pueden encontrar uno que pueda juzgar entre sus hermanos. Él está avergonzado de la situación y está instando a los corintios a encontrar una manera de resolver sus conflictos internamente, en lugar de recurrir a los tribunales seculares. En resumen, Pablo está sugiriendo que los cristianos deben tener la sabiduría necesaria para manejar sus propios conflictos sin tener que recurrir a los tribunales mundanos.
1Co 6:6 sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?
1Co 6:6 Este versículo se encuentra en la Primera Epístola del Apóstol Pablo a los Corintios, capítulo 6, verso 6. En este pasaje, Pablo está reprendiendo a los miembros de la iglesia de Corinto por llevar sus disputas legales entre hermanos a los tribunales seculares en lugar de resolver los conflictos dentro de la iglesia. El versículo dice: "Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos". Esto significa que en lugar de buscar la justicia en la iglesia o mediante la mediación de los líderes cristianos, están recurriendo a los tribunales civiles para solucionar sus problemas. Este comportamiento no sólo es inapropiado, sino que además es testigo de su falta de unidad y confianza en la comunidad cristiana. Pablo enfatiza en la necesidad de que los miembros de la iglesia resuelvan sus problemas internos mediante el diálogo y el compromiso, en lugar de llevar sus disputas ante los ojos de los incrédulos y manchar el testimonio cristiano. Es decir, que la iglesia debe ser un lugar en el que se respeten y se valoren las relaciones entre hermanos en la fe.
1Co 6:7 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?
1Co 6:7 Este verso se encuentra en el primer libro de los Corintios, capítulo 6, y se refiere a la disputa entre los cristianos de Corinto que buscaban resolver sus diferencias a través de los tribunales civiles. El apóstol Pablo les dice que esto es una falta, ya que deberían ser capaces de resolver sus conflictos y perdonar las ofensas entre sí, en lugar de buscar castigo y venganza a través del sistema judicial. En lugar de luchar por sus derechos y defender su propia justicia, debieran estar dispuestos a soportar la injusticia y mostrar misericordia, siguiendo el ejemplo de Cristo. El objetivo es que la unidad y el amor entre los creyentes no se vean afectados por los conflictos y las disputas.
1Co 6:8 Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.
1Co 6:8 Este versículo se encuentra dentro de un contexto en el que el apóstol Pablo está reprendiendo a los creyentes de Corinto por tener disputas legales entre ellos que deberían haber sido resueltas de manera interna dentro de la iglesia. En este versículo en particular, Pablo está acusando a algunos de los creyentes de cometer injusticias y defraudar a sus hermanos en la fe. La palabra "agravio" en este contexto se refiere a una injusticia o daño infligido a alguien, mientras que "defraudáis" se refiere a engañar o privar a alguien de lo que le pertenece. Los creyentes de Corinto estaban siendo injustos y deshonestos entre ellos, lo que contradecía el amor y la unidad que deberían caracterizar a la iglesia. En resumen, el versículo 1 Corintios 6:8 es una llamada a la ética y a la justicia cristiana, exhortando a los creyentes a tratar a sus hermanos de manera justa y amorosa.
1Co 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
1Co 6:9 El versículo está hablando sobre aquellos que no heredarán el reino de Dios porque sus acciones son injustas e inmorales. Se mencionan varias acciones específicas que se consideran inmorales, como la fornicación, la idolatría, el adulterio y la homosexualidad. El mensaje principal es que debemos ser conscientes de nuestras acciones y comportamientos, y vivir una vida moral y justa si queremos heredar el reino de Dios.
1Co 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
1Co 6:10 El versículo 1 Corintios 6:10 del Nuevo Testamento de la Biblia dice que aquellos que son ladrones, avaros, borrachos, maldicientes o estafadores, no heredarán el reino de Dios. Es decir, no tendrán parte en la vida eterna que Dios promete a aquellos que creen en Él y siguen Sus mandamientos. Este versículo es una advertencia a aquellos que viven de manera pecaminosa y que deben arrepentirse y cambiar su forma de vida antes de que sea demasiado tarde. Dios es un Dios justo y no permitirá que aquellos que continúen en el pecado entren en Su presencia. Por lo tanto, es importante que cada persona examine su vida y se arrepienta de sus pecados, colocando su fe en Jesús y siguiendo Sus enseñanzas.
1Co 6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
1Co 6:11 Este versículo se refiere a los creyentes de la iglesia de Corinto que antes de conocer a Cristo, vivían en pecado y estaban separados de Dios. Pero ahora, gracias a Jesús, han sido lavados de su pecado, santificados (separados) para Dios, y declarados justos ante Dios. Todo esto es posible gracias al nombre de Jesús y al poder del Espíritu Santo en ellos. Esto significa que ahora son nuevos seres, hijos de Dios, y tienen la capacidad de vivir una vida en santidad y justicia, cambiando sus comportamientos y pensamientos para agradar a Dios.
1Co 6:12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.
1Co 6:12 Este verso habla sobre la libertad que tenemos como creyentes, pero también nos advierte que no debemos hacer cualquier cosa que queramos porque algunas cosas pueden no ser beneficiosas para nosotros o para nuestra relación con Dios. Podemos tener libertad para hacer ciertas cosas, pero eso no significa que deberíamos hacerlas si nos van a controlar o hacernos esclavos de ellas. En resumen, podemos hacer lo que queramos, pero siempre deberíamos considerar si es beneficioso para nosotros y para los demás, y si nos aleja o nos acerca a Dios en última instancia.
1Co 6:13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
1Co 6:13 Este versículo trata sobre la importancia del cuerpo como instrumento de Dios y cómo debemos cuidarlo y usarlo correctamente. El primer punto que se destaca es que las "viandas para el vientre" y "el vientre para las viandas", lo que significa que los alimentos son necesarios para nutrir nuestro cuerpo y mantenernos sanos, pero que también existe una cierta satisfacción momentánea que puede producirse al consumir alimentos que no son saludables. Sin embargo, el versículo nos advierte que ni el cuerpo ni la comida son eternos y que Dios eventualmente destruirá tanto uno como el otro. El segundo punto destacado es que el cuerpo no fue creado para ser utilizado para la fornicación, que es una práctica sexual fuera del matrimonio. En cambio, nuestro cuerpo fue diseñado para glorificar a Dios y servir como su instrumento. Por lo tanto, como seguidores de Cristo, debemos cuidar nuestro cuerpo y usarlo para cumplir su voluntad, en lugar de satisfacer nuestros deseos carnales. En resumen, este versículo enfatiza la importancia de valorar nuestro cuerpo y usarlo para servir a Dios en lugar de satisfacer los deseos mundanos que no tienen importancia Eterna.
1Co 6:14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.
1Co 6:14 Este versículo habla sobre la resurrección de los muertos. En el contexto de la carta de Pablo a los Corintios, él está discutiendo acerca de las disputas legales entre los miembros de la iglesia y recordándoles que serán juzgados por Dios al final. Aquí, él está diciendo que, al igual que Dios levantó a Jesús de entre los muertos, también levantará a los creyentes que han muerto y a aquellos que todavía están vivos cuando Cristo regrese. Esta resurrección será posible gracias al poder de Dios. Es una promesa de esperanza para los seguidores de Cristo, que pueden estar seguros de que aun después de la muerte, su espíritu será levantado a la vida eterna.
1Co 6:15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.
1Co 6:15 Este versículo hace referencia a la importancia de mantener nuestros cuerpos puros y santos, ya que somos miembros de Cristo. Como cristianos, se espera que actuemos como representantes de Cristo en todo momento y lugar. La expresión "los haré miembros de una ramera" se refiere a la unión física con una prostituta, algo que estaba muy mal visto en la sociedad de la época y que se consideraba un acto de impureza. Por lo tanto, el texto está enfatizando la importancia de mantener la pureza del cuerpo y no manchar nuestra conexión con Cristo a través de actos impuros.
1Co 6:16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.
1Co 6:16 Este versículo se refiere a la unión sexual entre una persona y una prostituta. El apóstol Pablo está enseñando a la iglesia de Corinto que el acto sexual no es simplemente físico, sino que también tiene implicaciones espirituales y emocionales profundas. Al unirse con una prostituta, la persona se convierte en un solo cuerpo con ella, aunque solo sea por un momento. Esto significaría que el individuo estaría unido no solo físicamente, sino también en el nivel espiritual y emocional. La frase "Los dos serán una sola carne" se refiere a la unión física completamente integrada que se produce en la unión sexual (Génesis 2:24).
1Co 6:17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.
1Co 6:17 Este versículo de 1 Corintios 6:17 del Nuevo Testamento se refiere a la unión del creyente con Jesucristo. Cuando alguien se convierte en seguidor de Jesucristo y acepta su amor y sacrificio en la cruz, su espíritu se une al Espíritu Santo de Dios. Esta unión espiritual es una conexión profunda y transformadora que implica la presencia y el poder de Dios en la vida de la persona. El escritor de 1 Corintios, el apóstol Pablo, está haciendo hincapié en la necesidad de evitar el pecado sexual y permanecer puros. En los versículos anteriores, explica que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo y que no debemos profanarlos con conductas inmorales. Luego, en el versículo 17, enfatiza que aquellos que son fieles a Jesucristo están unidos con él en espíritu, lo que significa que somos llamados a vivir vidas santas y justas que reflejen la naturaleza divina que habita en nosotros. En resumen, este versículo nos anima a comprender la importancia de nuestra conexión espiritual con Dios y cómo esta relación transforma nuestra vida. Nos recuerda que somos llamados a vivir de manera digna de esta unión espiritual, evitando el pecado y siguiendo el camino de Cristo en todo momento.
1Co 6:18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
1Co 6:18 Este versículo de la carta de San Pablo a los Corintios es una advertencia de que la fornicación es un pecado muy grave. El apóstol dice que si alguien comete otros pecados, no afectan tanto al cuerpo como la fornicación. Esto se debe a que la fornicación implica tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, algo que va en contra del diseño de Dios para el cuerpo humano y el acto sexual. Al hacer esto, la persona está pecando no solo contra Dios, sino también contra su propio cuerpo. El cuerpo es un templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19), y entregarse a la fornicación puede tener consecuencias físicas, emocionales y espirituales. La admonición de Pablo, entonces, es clara: debemos huir de la fornicación y mantener nuestro cuerpo puro y santo para Dios.
1Co 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
1Co 6:19 Este versículo se refiere a la idea de que nuestro cuerpo físico es un lugar sagrado donde reside el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es una parte esencial de la divinidad y nos fue dado por Dios para guiarnos y protegernos en nuestra vida cotidiana. Al reconocer que nuestro cuerpo es un templo del Espíritu Santo, debemos cuidarlo y respetarlo como algo sagrado, y no usarlo para propósitos que no honren a Dios. También significa que no somos dueños de nuestro propio cuerpo, sino que pertenecemos a Dios y debemos usarlo para hacer Su voluntad. En resumen, somos responsables de cuidar nuestro cuerpo como si fuera el templo de Dios y utilizarlo para Su propósito y gloria.
1Co 6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1Co 6:20 Este versículo de 1 Corintios 6:20 nos habla de nuestro valor como seres humanos y de la importancia de glorificar a Dios con todo lo que somos. La primera parte del versículo nos recuerda que hemos sido comprados por un precio, lo cual significa que Dios nos ha redimido a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Esto nos da un gran valor y nos muestra que somos muy importantes para Dios. Entonces, la segunda parte del versículo nos llama a glorificar a Dios con nuestro cuerpo y nuestro espíritu, ya que ambos son dones de Dios. Debemos vivir de manera que honremos a Dios con nuestras acciones y con la forma en que tratamos a los demás. En resumen, este versículo nos llama a reconocer el valor que Dios nos da a través de su amor y a tomar medidas para glorificarlo en todo lo que hacemos.