Explorando las enseñanzas de 1 Corintios: Descubre el mensaje del Libro 7 del Nuevo Testamento


El libro de 1 Corintios es una de las cartas escritas por el apóstol Pablo a la iglesia de Corinto en el siglo I. El libro tiene 16 capítulos que abordan una variedad de temas importantes en el cristianismo primitivo, incluyendo la unidad de la iglesia, la santidad, la sexualidad, el papel de los hombres y las mujeres en la iglesia, el don de lenguas y la resurrección. En este libro, Pablo hace hincapié en la importancia de la unidad en la iglesia y reprende a la comunidad de Corinto por sus divisiones y conflictos internos. También trata el tema de la santidad, exhortando a los cristianos a vivir una vida pía y moralmente recta. Otro tema importante en el libro es la sexualidad, donde Pablo enfatiza la importancia de la castidad y el matrimonio como una institución sagrada. También aborda cuestiones específicas relacionadas al matrimonio, incluyendo el papel de los esposos y las esposas. En cuanto al ministerio dentro de la iglesia, Pablo habla sobre la diversidad de dones espirituales y la importancia de cada uno de ellos. Además, aborda el tema de las relaciones entre hombres y mujeres, en particular durante la adoración en la iglesia. Finalmente, 1 Corintios trata el tema de la resurrección y la importancia de creer en la resurrección de Cristo. Pablo defiende la idea de la resurrección y explica cómo es esencial para la fe cristiana. En resumen, el libro de 1 Corintios es una importante epístola del Nuevo Testamento que aborda una variedad de temas cruciales para el cristianismo primitivo. Desde la unidad de la iglesia hasta la moralidad personal, 1 Corintios sigue siendo un libro relevante y relevante para los cristianos de hoy en día.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

1Co 7:1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;
1Co 7:2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.
1Co 7:3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.
1Co 7:4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
1Co 7:5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
1Co 7:6 Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento.
1Co 7:7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.
1Co 7:8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo;
1Co 7:9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.
1Co 7:10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;
1Co 7:11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.
1Co 7:12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.
1Co 7:13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.
1Co 7:14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
1Co 7:15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.
1Co 7:16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?
1Co 7:17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias.
1Co 7:18 ¿Fue llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide.
1Co 7:19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.
1Co 7:20 Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede.
1Co 7:21 ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más.
1Co 7:22 Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo.
1Co 7:23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
1Co 7:24 Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.
1Co 7:25 En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.
1Co 7:26 Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está.
1Co 7:27 ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte.
1Co 7:28 Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar.
1Co 7:29 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen;
1Co 7:30 y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen;
1Co 7:31 y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa.
1Co 7:32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor;
1Co 7:33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer.
1Co 7:34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
1Co 7:35 Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.
1Co 7:36 Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case.
1Co 7:37 Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace.
1Co 7:38 De manera que el que la da en casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor.
1Co 7:39 La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor.
1Co 7:40 Pero a mi juicio, más dichosa será si se quedare así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.

Libro Anterior     Siguiente Libro