Explorando las enseñanzas de amor y unidad en 1 Corintios: El Nuevo Testamento Libro 9


El libro del 1 Corintios es una de las epístolas del apóstol Pablo en el Nuevo Testamento de la Biblia. Esta carta fue escrita a la iglesia de Corinto con el propósito de resolver problemas doctrinales y prácticos que estaban afectando a la comunidad cristiana. En esta epístola, Pablo aborda temas como la unidad de la iglesia, la moralidad, el matrimonio, la conducta en el culto, los dones espirituales y la resurrección. También aborda algunos problemas específicos de la iglesia de Corinto, como la división entre los creyentes y las comidas ofrecidas a los ídolos. Uno de los temas principales de la carta es la importancia del amor. Pablo dice que aunque los dones espirituales son importantes, no son nada sin amor. También hace hincapié en la importancia de la resurrección de los muertos, y explica que esta es la base de la fe cristiana. En el capítulo 11, Pablo habla sobre la importancia de la modestia en la vestimenta de los creyentes, especialmente de las mujeres. En el capítulo 12, habla sobre los dones espirituales, como la profecía, el hablar en lenguas y la interpretación de lenguas, y cómo deben ser usados en la iglesia. En el capítulo 13, Pablo presenta su famosa descripción del amor, diciendo que el amor es paciente, bondadoso, no envidia, no se jacta y no se comporta de manera arrogante. También explica que el amor nunca falla. En el capítulo 15, Pablo habla sobre la resurrección, diciendo que si Cristo no hubiera resucitado, entonces la fe de los cristianos sería en vano. Él afirma que Cristo resucitó de entre los muertos, y que esta es la promesa de la resurrección para todos los creyentes. En resumen, el libro del 1 Corintios es una importante epístola que trata una gran variedad de temas relevantes para la iglesia cristiana. Su mensaje principal es la importancia del amor y la fe en Cristo, y cómo estos valores deben guiar la conducta y la doctrina de la iglesia.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

1Co 9:1 ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
1Co 9:2 Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.
1Co 9:3 Contra los que me acusan, esta es mi defensa:
1Co 9:4 ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber?
1Co 9:5 ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?
1Co 9:6 ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar?
1Co 9:7 ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?
1Co 9:8 ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley?
1Co 9:9 Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes,
1Co 9:10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.
1Co 9:11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?
1Co 9:12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.
1Co 9:13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan?
1Co 9:14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
1Co 9:15 Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria.
1Co 9:16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
1Co 9:17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.
1Co 9:18 ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.
1Co 9:19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.
1Co 9:20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley;
1Co 9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
1Co 9:22 Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.
1Co 9:23 Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.
1Co 9:24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
1Co 9:25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
1Co 9:26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
1Co 9:27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

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