Explorando la sabiduría y el amor en 2 Corintios del Nuevo Testamento
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El libro de 2 Corintios es una carta escrita por el apóstol Pablo a la iglesia de Corinto. En su décimo capítulo, Pablo defiende su autoridad apostólica y habla sobre la guerra espiritual y la importancia de la humildad.
En la primera parte del capítulo, Pablo se defiende de las críticas de aquellos que le acusan de no ser un verdadero apóstol. Él reconoce que puede parecer débil en persona, pero asegura que su autoridad en Cristo viene del Señor. Además, se jacta de sus logros como apóstol y líder de la iglesia de Corinto, aunque reconociendo que su verdadero éxito se encuentra en el Señor.
En la segunda mitad del capítulo, Pablo habla sobre la guerra espiritual y la importancia de la humildad. Él describe la lucha contra las fuerzas espirituales malignas que buscan destruir la fe de los creyentes y la necesidad de estar firmes en la fe y protegerse con la armadura de Dios. Asimismo, enfatiza la importancia de la humildad en la vida cristiana, recordando que todos los dones y talentos vienen del Señor y que debemos estar agradecidos por ellos y usarlos para Su gloria.
En resumen, el capítulo 10 de 2 Corintios enfatiza la autoridad apostólica de Pablo, la importancia de la protección espiritual y la humildad en la vida cristiana. Además, se destaca la necesidad de reconocer que todos los dones vienen de Dios y debemos usarlos para Su gloria.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
2Co 10:1 Yo Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo, yo que estando presente ciertamente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros;
2Co 10:1 Este versículo es una especie de introducción a la carta que Pablo escribió a la comunidad cristiana de Corinto. En ella, Pablo le pide a la comunidad que lo escuche y lo siga por la mansedumbre y ternura de Cristo. Él les recuerda que cuando está presente con ellos, se muestra humilde y respetuoso, pero cuando está ausente, es capaz de ser más audaz y reprenderlos si es necesario. Es importante recordar que la carta de Pablo a los corintios fue escrita en un momento de confusión y conflicto en la comunidad cristiana en Corinto. Pablo, como líder de la iglesia, se siente obligado a instruir y guiar a sus seguidores con amor y compasión, pero también con firmeza y autoridad. En este verso, es una muestra de cómo Paulo equilibra su Palabra entre la compasión y la firmeza.
2Co 10:2 ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que usar de aquella osadía con que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que nos tienen como si anduviésemos según la carne.
2Co 10:2 En este versículo, el apóstol Pablo está pidiendo a los miembros de la iglesia en Corinto que no tenga que usar medidas drásticas contra aquellos que están actuando de manera egoísta y mundana. Él está rogando para que, cuando él llegue, no tenga que demostrar su autoridad y poder resueltamente contra aquellos que están desviándose del camino de Dios. En lugar de eso, él quiere tratar con ellos con amor y paciencia para traerles de vuelta al camino correcto. En resumen, Pablo está pidiendo a la congregación que lo apoye en su misión de liderazgo y que mantengan la unidad en la iglesia.
2Co 10:3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
2Co 10:3 Este versículo significa que aunque vivimos en un cuerpo físico y material, tenemos que tener cuidado de no dejarnos llevar por las inclinaciones y deseos mundanos. En lugar de eso, debemos guiarnos por el Espíritu y actuar según los valores del Reino de Dios, para poder enfrentar las luchas de manera espiritual y no simplemente terrenal.
2Co 10:4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
2Co 10:4 Este versículo de 2 Corintios 10:4 se refiere a la idea de que los cristianos no luchan una batalla física, sino espiritual, y nuestras armas no son tácticas de guerra comunes, sino poderosas en Dios. Las fortalezas a las que se refiere el versículo pueden ser fortalezas de ideas, pensamientos, emociones, actitudes y comportamientos negativos que nos alejan de Dios. Estas fortalezas a menudo son difíciles de superar por nuestros propios esfuerzos, pero las armas de nuestra milicia espiritual, como la oración, la fe, la esperanza y el amor, son poderosas en Dios para superar y destruir estas fortalezas. En resumen, el versículo habla de cómo debemos utilizar las armas espirituales para luchar contra las fortalezas que nos alejan de Dios y avanzar en nuestra fe cristiana.
2Co 10:5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
2Co 10:5 Este versículo se refiere a la importancia de derribar cualquier argumento que se oponga a la verdad de Dios y a la soberanía de Cristo. El apóstol Pablo exhorta a los cristianos a llevar cautivo todo pensamiento, es decir, a someter sus mentes a la voluntad de Cristo y a la obediencia a su palabra. Esto implica despojarnos de cualquier arrogancia o altivez que nos impida aceptar la verdad de Dios y sus designios para nuestras vidas. En resumen, este verso nos anima a buscar la verdad y a sumergirnos en la obediencia a Cristo en todos los aspectos de nuestra vida.
2Co 10:6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
2Co 10:6 Este versículo se refiere a la idea de que los cristianos deben estar preparados para disciplinar y corregir a aquellos que desobedecen a los mandamientos de Dios, pero solo una vez que ellos mismos se hayan sometido completamente a la voluntad de Dios. Es decir, antes de juzgar y castigar a otros, debemos asegurarnos de que estamos viviendo en completa sumisión y obediencia a Dios. El objetivo final es la santificación de la iglesia y el crecimiento espiritual de sus miembros.
2Co 10:7 Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo.
2Co 10:7 Este versículo se encuentra en la Segunda Epístola de San Pablo a los Corintios y es una advertencia para los cristianos de que no deben juzgar según la apariencia, es decir, no deben juzgar una situación o a alguien solo por lo que ven superficialmente. En lugar de eso, deben pensar y actuar con la mente y el corazón de Cristo, recordando su ejemplo y sus enseñanzas. San Pablo les dice además que si alguien está convencido de que es de Cristo, entonces debe actuar como tal y no dejarse influir por las opiniones o juicios de los demás. Y también les recuerda que todos ellos, como cristianos, son parte del mismo cuerpo de Cristo y deben comportarse como tal, siguiendo el modelo de amor, humildad y servicio que él les mostró. En resumen, este versículo nos invita a tener una fe profunda en Cristo y a actuar siempre con amor y sabiduría, guiados por su ejemplo y su Espíritu Santo, y no dejando que la opinión de los demás nos afecte o nos haga perder el camino.
2Co 10:8 Porque aunque me gloríe algo más todavía de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré;
2Co 10:8 Este versículo se refiere a la autoridad que el Señor les ha dado a los líderes de la iglesia para edificar y no para destruir a las personas. El Apóstol Pablo dice que aunque podría gloriarse en su autoridad, no lo hace para no avergonzarse, lo que significa que no quiere usar su autoridad para abusar de ella y causar daño a las personas. En lugar de eso, su objetivo es utilizar su autoridad para construir y fortalecer la fe de las personas.
2Co 10:9 para que no parezca como que os quiero amedrentar por cartas.
2Co 10:9 El apóstol Pablo está hablando a los cristianos en Corinto y les está explicando que no quiere que sus cartas les causen miedo o les hagan sentir amenazados. Él no quiere parecer como si estuviera tratando de intimidarlos con palabras escritas en papel. En cambio, él quiere establecer una relación de confianza y amor con ellos, para que sus palabras sean recibidas con sinceridad y aceptación. En resumen, Pablo quiere asegurarse de que sus cartas no sean malinterpretadas o percibidas de manera incorrecta por los destinatarios.
2Co 10:10 Porque a la verdad, dicen, las cartas son duras y fuertes; mas la presencia corporal débil, y la palabra menospreciable.
2Co 10:10 Este versículo en la Segunda Epístola de Pablo a los Corintios se refiere a las críticas que algunos hacían acerca de la presencia física y la habilidad de comunicación de Pablo. Algunos decían que sus cartas eran "duras y fuertes", lo que significaba que eran escritas con gran autoridad y potencia, pero que cuando Pablo estaba presente en persona, su cuerpo era débil y su lenguaje era menospreciado. Pablo responde a esta crítica defendiendo su autoridad como apóstol de Cristo, pero también reconociendo que su presencia física no era impresionante y que su habilidad para hablar no era la mejor. Pablo presenta la idea de que su verdadero poder y autoridad provienen de Dios y no de su propia persona. Por lo tanto, es importante prestar atención a la verdad y el contenido de sus cartas, en lugar de prestar atención a la apariencia superficial de su persona o su presencia física.
2Co 10:11 Esto tenga en cuenta tal persona, que así como somos en la palabra por cartas, estando ausentes, lo seremos también en hechos, estando presentes.
2Co 10:11 Este versículo se refiere a las críticas que algunos hicieron en contra de Pablo, diciendo que cuando escribía sus cartas hablaba con valentía, pero que cuando estaba presente en persona era débil. Pablo les responde que esas personas deben tener en cuenta que lo que escriben en las cartas es lo mismo que hará en persona, manteniendo su misma valentía y sinceridad. En otras palabras, Pablo promete que cumplirá con sus palabras tanto en las cartas como en persona, y que su carácter y comportamiento permanecerán consistentes en ambos casos.
2Co 10:12 Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos.
2Co 10:12 Este versículo se refiere a la importancia de no compararnos con otros en términos de nuestras habilidades y logros. Muchas personas se enorgullecen y se jactan de sus habilidades y logros, pero esto no es algo que debamos hacer. En lugar de eso, debemos medirnos a nosotros mismos por nuestros propios estándares y trabajar para mejorar continuamente. Se nos advierte que si nos comparamos con otros, puede llevar a la arrogancia y el orgullo, y esto no es sabio ni juicioso. En cambio, la humildad y la honestidad nos ayudarán a alcanzar nuestras metas y a crecer en nuestro caminar con Dios.
2Co 10:13 Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida, para llegar también hasta vosotros.
2Co 10:13 Este versículo se refiere a la humildad y la moderación en la exaltación de uno mismo. El apóstol Pablo está diciendo que ellos no se vanaglorian de manera excesiva, sino que siguen la medida que Dios les ha dado. Es decir, ellos no se jactan más allá de su capacidad o de lo que es apropiado para ellos, sino que siguen las directrices de Dios. Además, Pablo menciona que su objetivo es llegar a los destinatarios de su mensaje, los corintios, con el mismo tipo de humildad y moderación. En resumen, este versículo nos habla de la importancia de la humildad y la moderación en la vida cristiana y de seguir las directrices de Dios en todo lo que hacemos.
2Co 10:14 Porque no nos hemos extralimitado, como si no llegásemos hasta vosotros, pues fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con el evangelio de Cristo.
2Co 10:14 Este verso se refiere a que los apóstoles no se enorgullecen ni se jactan de haber llegado a una nueva tierra a predicar el evangelio de Cristo, sino que reconocen que fue Dios quien los guió y los llevó allí. Además, también indica que ellos no intentaron cruzar límites o territorializar su ministerio en aquella región, sino que fueron los primeros en llevar el mensaje de Cristo a esa comunidad. En resumen, este versículo se refiere al humilde servicio de los apóstoles en la predicación del evangelio de Cristo y su trabajo en la expansión del reino de Dios.
2Co 10:15 No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla;
2Co 10:15 Este versículo está hablando sobre cómo los cristianos deben ser cuidadosos de no tomar crédito indebido por el trabajo de otros, sino esperar a que su propia fe y enseñanza crezca y los haga merecedores del reconocimiento y la grandeza entre los creyentes. La regla a la que se refiere aquí es el estándar de enseñanza y práctica de los apóstoles cristianos. En resumen, el versículo nos enseña a trabajar humildemente y esperar pacientemente ser reconocidos por nuestro propio esfuerzo y crecimiento espiritual.
2Co 10:16 y que anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en la obra de otro para gloriarnos en lo que ya estaba preparado.
2Co 10:16 Este versículo significa que el apóstol Pablo y su equipo se esforzarán por llevar el mensaje del evangelio a nuevos lugares donde aún no se haya predicado, sin pisar el terreno que ya ha sido abordado por otros predicadores. En lugar de eso, se enfocarán en proclamar el mensaje de Cristo en nuevas áreas y trabajar para construir relaciones con cristianos locales. La frase final "para gloriarnos en lo que ya estaba preparado" sugiere que los predicadores estaban buscando expandir el reino de Dios sin tomar crédito por el trabajo de otros. En resumen, el versículo 2Co 10:16 habla de la importancia de trabajar juntos como equipo para propagar el mensaje del evangelio y asegurar que más personas escuchen las buenas nuevas de Jesucristo.
2Co 10:17 Mas el que se gloría, gloríese en el Señor;
2Co 10:17 Este versículo hace referencia a la importancia de no buscar la gloria para uno mismo, sino para Dios. En lugar de enorgullecerse de las propias habilidades o logros, se debe dar el crédito y la gloria al Señor. Es una invitación a reconocer nuestra dependencia de Dios y a alabar su grandeza en lugar de nuestra propia. Es un recordatorio de que todo lo que tenemos y todo lo que podemos hacer es gracias a Dios y su amor por nosotros.
2Co 10:18 porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.
2Co 10:18 Este versículo significa que no es apropiado que una persona se alabe a sí misma y se jacte de sus logros o cualidades. En cambio, la verdadera aprobación y el reconocimiento deben provenir de Dios. Es mejor ser humilde y permitir que Dios nos guíe y nos reconozca por nuestras acciones. No debemos buscar la aprobación de los demás únicamente para sentirnos bien con nosotros mismos, sino confiar en que si seguimos las enseñanzas de Dios, él nos premiará y nos dará la aprobación que necesitamos.