Explorando los misterios del libro 18: Descubre el Nuevo Testamento de Juann


El libro 18 del Nuevo Testamento del Apóstol Juan narra la Pasión y Muerte de Jesucristo. El texto comienza con la traición de Judas Iscariote, quien entrega a Jesús a las autoridades religiosas y políticas de la época. Jesús es llevado a juicio ante el gobernador romano Poncio Pilatos, quien determina que no encuentra culpa en él, pero accede a la petición del pueblo de crucificarlo. La crucifixión de Jesús es descrita detalladamente en el libro, incluyendo los cruelles padecimientos que sufrió. Durante su agonía, Jesús se dirige a su madre y al discípulo favorito, Juan, para encomendarles el cuidado mutuo. También perdona a los soldados que lo crucificaron y promete el Paraíso al ladrón arrepentido que le acompaña en la cruz. Finalmente, Jesús muere y es sepultado por sus discípulos. Tres días después, María Magdalena descubre que su sepulcro está vacío y el cuerpo de Jesús ha desaparecido. El libro concluye con la aparición de Jesús resucitado a sus discípulos, quienes le reconocen como el Mesías. El libro 18 del Nuevo Testamento es un relato fundamental para los cristianos, ya que narra los acontecimientos centrales en los que se basa su fe. La pasión y muerte de Jesús son considerados la base del sacrificio redentor que abre la posibilidad de la salvación y la vida eterna para todos los seres humanos.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Joh 18:1 Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos.
Joh 18:2 Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos.
Joh 18:3 Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas.
Joh 18:4 Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?
Joh 18:5 Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.
Joh 18:6 Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.
Joh 18:7 Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús nazareno.
Joh 18:8 Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos;
Joh 18:9 para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno.
Joh 18:10 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.
Joh 18:11 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?
Joh 18:12 Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron,
Joh 18:13 y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año.
Joh 18:14 Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo.
Joh 18:15 Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote;
Joh 18:16 mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.
Joh 18:17 Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.
Joh 18:18 Y estaban en pie los siervos y los alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía frío, y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.
Joh 18:19 Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
Joh 18:20 Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto.
Joh 18:21 ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho.
Joh 18:22 Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote?
Joh 18:23 Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas?
Joh 18:24 Anás entonces le envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.
Joh 18:25 Estaba, pues, Pedro en pie, calentándose. Y le dijeron: ¿No eres tú de sus discípulos? El negó, y dijo: No lo soy.
Joh 18:26 Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: ¿No te vi yo en el huerto con él?
Joh 18:27 Negó Pedro otra vez; y en seguida cantó el gallo.
Joh 18:28 Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua.
Joh 18:29 Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?
Joh 18:30 Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado.
Joh 18:31 Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie;
Joh 18:32 para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué muerte iba a morir.
Joh 18:33 Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?
Joh 18:34 Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
Joh 18:35 Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
Joh 18:36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.
Joh 18:37 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
Joh 18:38 Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito.
Joh 18:39 Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos?
Joh 18:40 Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.

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