Explora la resurrección de Jesús y el poder de la fe en el Evangelio de Juan capítulo 20
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El libro 20 del Nuevo Testamento de la Biblia es conocido como el Evangelio según Juan. Este libro es uno de los cuatro evangelios canónicos y se cree que fue escrito por el apóstol Juan alrededor del año 90 d.C.
En el capítulo 20 de este evangelio, se narra la resurrección de Jesús después de su muerte en la cruz. El capítulo comienza con María Magdalena descubriendo que la tumba de Jesús está vacía. Ella corre a informar a los discípulos, y Pedro y Juan salen corriendo hacia la tumba para verificar la información.
Cuando llegan a la tumba, ven que las vendas y la ropa de Jesús están allí, pero que él no está. Los discípulos aún no entienden lo que ha sucedido, pero Juan empieza a creer que Jesús ha resucitado de entre los muertos.
Después de que los discípulos se van, María Magdalena queda llorando en la tumba. Entonces, Jesús se le aparece y le habla. Al principio, María no lo reconoce, pero cuando Jesús le habla, ella se da cuenta de quién es él.
Jesús le encarga a María que vaya a decirle a los discípulos que él ha resucitado. Cuando ella lo hace, los discípulos aún no están convencidos, pero después Jesús se les aparece a ellos también.
En una de estas apariciones, Jesús muestra sus heridas a los discípulos para que vean que realmente ha resucitado. Después de esto, los discípulos creen y comprenden que la resurrección de Jesús es la culminación de todo lo que él les había enseñado.
En resumen, el capítulo 20 del Evangelio según Juan relata la resurrección de Jesús después de su muerte en la cruz. A través de la narración, se nos muestra cómo la resurrección cambió la vida de los discípulos y les hizo comprender la importancia de todo lo que Jesús les había enseñado anteriormente.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Joh 20:1 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.
Joh 20:1 Este versículo relata un evento que ocurrió después de la muerte y entierro de Jesús. El primer día de la semana, que es el domingo, María Magdalena fue temprano por la mañana al sepulcro, que es el lugar donde Jesús fue enterrado. Todavía estaba oscuro cuando ella llegó allí. Al llegar, se dio cuenta de que la piedra que cubría la entrada del sepulcro había sido quitada. Esto es significativo porque la piedra pesaba mucho y no era fácil moverla. La desaparición de la piedra sugiere que alguien había entrado al sepulcro. Este evento es importante porque es el comienzo de la historia de la resurrección de Jesús y la razón por la que muchos cristianos celebran el domingo como el día de descanso y adoración.
Joh 20:2 Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.
Joh 20:2 Este versículo se refiere al momento después de la resurrección de Jesús, donde María Magdalena fue al sepulcro y lo encontró vacío. Ella inmediatamente fue a informar a Pedro y al otro discípulo a quién Jesús amaba (que se cree que era Juan). Ella les informó que alguien había tomado el cuerpo de Jesús del sepulcro, y que no sabía dónde lo habían puesto. Este versículo muestra la confusión y conmoción de los seguidores de Jesús frente a la resurrección y la desaparición de su cuerpo.
Joh 20:3 Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro.
Joh 20:3 Este versículo es parte de la historia de la Resurrección de Jesús. Después de que Jesús murió en la cruz y fue enterrado en un sepulcro, Pedro y otro discípulo decidieron ir al sepulcro para ver lo que había sucedido. Es posible que estuvieran preocupados por la seguridad del cuerpo de Jesús o simplemente querían comprobar lo que había pasado. Lo importante es que este versículo muestra que Pedro y el otro discípulo estaban profundamente comprometidos con Jesús y estaban dispuestos a ir hasta el final para descubrir la verdad.
Joh 20:4 Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
Joh 20:4 Este versículo describe la carrera de dos de los discípulos de Jesús, Pedro y otro discípulo, hacia el sepulcro de Jesús después de su crucifixión. El versículo indica que aunque ambos comenzaron a correr juntos, el otro discípulo fue más rápido y llegó primero al sepulcro. Este detalle puede ser importante porque muestra cómo algunos de los discípulos de Jesús estaban ansiosos por descubrir lo que había sucedido con su cuerpo y quizás también sugiere que algunos de ellos podrían haber tenido más fe o una mayor intensidad en su búsqueda de la verdad.
Joh 20:5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró.
Joh 20:5 Este versículo se encuentra en el capítulo 20 del Evangelio de Juan y hace referencia al momento en que María Magdalena visita la tumba de Jesús y encuentra la piedra removida de la entrada. Al ver esto, ella corre a avisar a Pedro y al otro discípulo amado, quien se cree que es Juan. En este versículo, el discípulo amado llega primero a la tumba y se inclina para mirar dentro. Él nota que los lienzos funerarios están puestos allí, pero no entra en la tumba. Esto podría ser porque él estaba respetando la santidad del lugar o porque no quería contaminar la escena del crimen. En cualquier caso, este momento es crucial en la histórica narración de la resurrección de Jesús, ya que demuestra que el cuerpo no fue robado sino que Jesús realmente resucitó de entre los muertos.
Joh 20:6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí,
Joh 20:6 En este verso, se narra que Simón Pedro, uno de los discípulos de Jesús, llegó al sepulcro donde habían colocado el cuerpo de Jesús después de su crucifixión. Pedro entró en el sepulcro y vio que los lienzos que habían envuelto el cuerpo de Jesús estaban allí, pero el cuerpo de Jesús ya no estaba en su lugar. Este evento es un punto importante en la historia bíblica, ya que indica que Jesús resucitó de entre los muertos y cumplió la profecía que se había hecho sobre él.
Joh 20:7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte.
Joh 20:7 Este versículo se refiere a la historia de la resurrección de Jesús. Después de que Jesús fue crucificado y murió, su cuerpo fue envuelto en lienzos y colocado en una tumba. Cuando María Magdalena y otros discípulos fueron a la tumba al tercer día, encontraron que la piedra que cerraba la entrada había sido removida y el cuerpo de Jesús había desaparecido. En este versículo específico, se menciona que el sudario (o el paño que cubría la cabeza de Jesús) no fue colocado junto a los lienzos que envolvían su cuerpo, sino que se encontraba enrollado en un lugar aparte. Esta detalle puede parecer pequeño, pero en realidad es muy significativo en términos de la resurrección. Debido a que el sudario estaba enrollado por separado, algunos estudiosos creen que esto sugiere que Jesús no se levantó de la tumba de la misma manera en que alguien lo haría si simplemente se hubiera despertado. En cambio, el movimiento ordenado del sudario sugiere que el cuerpo de Jesús fue transformado en su resurrección de una manera sobrenatural y celestial.
Joh 20:8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó.
Joh 20:8 Este versículo se refiere a una escena después de la resurrección de Jesús. El discípulo Juan y otro discípulo, posiblemente Pedro, llegaron al sepulcro donde habían colocado el cuerpo de Jesús y encontraron que la piedra que sellaba la entrada había sido removida. Juan entró primero al sepulcro y vio las sábanas que habían cubierto el cuerpo de Jesús, pero no lo encontró allí. Luego, el otro discípulo también entró al sepulcro, vio lo mismo que Juan, y creyó que Jesús había resucitado de entre los muertos, tal como Él les había prometido. Este versículo muestra cómo los discípulos comenzaron a creer en la resurrección de Jesús después de ver evidencias tangibles de su ausencia en el sepulcro.
Joh 20:9 Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos.
Joh 20:9 Este versículo se refiere al momento justo después de que María Magdalena llegó a la tumba de Jesús y encontró la piedra movida y el sepulcro vacío. Ella corrió a informar a los discípulos de Jesús, pero ellos no entendían lo que ella les estaba diciendo. Entonces Pedro y Juan corrieron a la tumba para ver por sí mismos, y cuando vieron que Jesús no estaba allí, creyeron en su resurrección. Sin embargo, el versículo indica que en ese momento aún no habían comprendido plenamente las Escrituras que predicen la resurrección de Jesús. El hecho de que Jesús había resucitado era una verdad crucial de la fe cristiana, y aún no había sido completamente comprendida por los discípulos. Este versículo nos enseña que a veces puede tomar tiempo entender la verdad de la palabra de Dios, y que incluso aquellos que pasaron tiempo con Jesús necesitaron tiempo para comprenderlo plenamente. También nos recuerda que la fe es un proceso y que el entendimiento profundo de la verdad de Dios es un proceso que puede tomar tiempo y estudio.
Joh 20:10 Y volvieron los discípulos a los suyos.
Joh 20:10 Este versículo se refiere al momento después de la resurrección de Jesús. Después de que María Magdalena informó a los discípulos que había visto al Señor, los discípulos regresaron a sus hogares. Probablemente estuvieran confundidos después de los eventos del viernes, donde Jesús fue crucificado, y necesitaban tiempo para procesar lo que había sucedido y hacer la transición de discípulos de Jesús a sus hogares y comunidades. También es posible que estuvieran preocupados por su propia seguridad, ya que habían estado asociados con Jesús y podrían temer ser perseguidos por las autoridades judías y romanas. En cualquier caso, esta pausa en la acción es un momento de transición mientras los discípulos se preparan para la siguiente fase de su misión.
Joh 20:11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;
Joh 20:11 Este verso habla sobre María Magdalena, quien visitó el sepulcro donde Jesús había sido enterrado y encontró que estaba vacío. Ella estaba muy angustiada y triste por la muerte de Jesús y se quedó llorando afuera del sepulcro. Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro, posiblemente buscando algún tipo de señal o explicación sobre lo que había sucedido. Este acto de inclinarse para mirar muestra su profunda tristeza y su deseo de tener respuestas sobre la muerte de Jesús.
Joh 20:12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.
Joh 20:12 Este versículo se refiere al momento en que María Magdalena llegó al sepulcro donde habían puesto el cuerpo de Jesús y encontró la piedra quitada de la entrada y el sepulcro vacío. Mientras lloraba y se preguntaba dónde estaban el cuerpo de Jesús, vio a dos ángeles vestidos de blanco sentados donde había sido puesto el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los pies. Estos ángeles fueron enviados por Dios para anunciar la resurrección de Jesús a María Magdalena y para consolarla en su dolor. Este evento es una de las pruebas más poderosas de la resurrección de Jesús y de su victoria sobre la muerte.
Joh 20:13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
Joh 20:13 En este versículo del Evangelio de Juan, María Magdalena, una de las seguidoras de Jesús, se encuentra llorando junto a la tumba vacía de Jesús. Dos ángeles le preguntan por qué está llorando y ella les responde que porque alguien ha robado el cuerpo de su Señor y no sabe dónde lo han puesto. Este verso muestra la tristeza y confusión de María Magdalena en un momento muy significativo en el que Jesús había resucitado de entre los muertos, pero ella no lo sabía todavía.
Joh 20:14 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.
Joh 20:14 Este versículo relata un momento en el que María Magdalena, una de las seguidoras de Jesús, visita su tumba y encuentra que está vacía. Mientras está allí, se encuentra con un hombre que le pregunta por qué está llorando. Después de hablar con él un poco, ella se da vuelta y ve a Jesús allí, pero no lo reconoce inmediatamente. El significado de este versículo es que, aunque María Magdalena y otros seguidores de Jesús estaban familiarizados con su apariencia, después de su resurrección, él podría no haber sido reconocible de inmediato debido a su condición transformada.
Joh 20:15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
Joh 20:15 Este versículo es parte de una parte de la Biblia que describe el evento en el que María Magdalena va al sepulcro de Jesús y lo encuentra vacío. Ella está llorando porque cree que alguien ha robado el cuerpo de Jesús. Cuando Jesús se le aparece, le pregunta por qué está llorando y a quién está buscando. María, quien en ese momento no se da cuenta de que está hablando con Jesús resucitado, le responde que está buscando el cuerpo de Jesús para llevárselo. Ella piensa que él es el hortelano, alguien que podría haber estado trabajando en el jardín cercano. Jesús más tarde se revela a ella como el resucitado y le da un mensaje para llevar a los discípulos. Este versículo muestra la confusión y la sorpresa de María al encontrarse ante Jesús resucitado, y también su determinación de hacer lo que sea necesario para encontrar su cuerpo.
Joh 20:16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).
Joh 20:16 Este versículo es parte de la narración de la resurrección de Jesús. María Magdalena, uno de los seguidores de Jesús, fue al sepulcro y notó que el cuerpo de Jesús no estaba allí. Angustiada, empezó a llorar y fue entonces cuando Jesús se le apareció, aunque ella no lo reconoció al principio. Cuando Jesús la llama por su nombre, "¡María!", ella se da cuenta de que es él quien está hablando. Ella responde llamándolo "Raboni", que es un término de respeto que significa "Maestro". Es como si gritara de alegría al reconocer a su Señor resucitado. Este versículo nos muestra la cercanía que Jesús tenía con aquellos que lo seguían, y cómo su resurrección sorprende y alegra a sus discípulos. También es un recordatorio de que Jesús nos conoce personalmente y nos llama por nuestro nombre, y que nosotros también podemos responderle con alegría y admisión como el Maestro de nuestras vidas.
Joh 20:17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas vé a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
Joh 20:17 Este versículo se refiere al momento en que Jesús resucitó de entre los muertos y se apareció a María Magdalena. Ella se acercó para tocarlo, pero Jesús le dijo que no lo hiciera porque aún no había ascendido al Padre. En lugar de eso, le dijo que fuera a contar a los otros discípulos que él iba a subir al Padre y también que él era el padre no sólo de Jesús sino también de ellos y que todos debían ser uno en él y que su Dios era su Dios también. Este versículo es una muestra del gran amor y amor incondicional de Jesús hacia sus seguidores y de su deseo de que todos estén unidos en la fe y la adoración a Dios.
Joh 20:18 Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.
Joh 20:18 Este versículo describe un momento emocionante después de la Resurrección de Jesús. María Magdalena había visitado la tumba de Jesús y había descubierto que estaba vacía. Luego, vio a Jesús en persona y habló con él. En este versículo, se nos cuenta que María Magdalena fue a contarle a los discípulos lo que había visto. Les dijo que había visto al Señor (Jesús) y que él le había hablado. Este mensaje era muy importante porque significaba que Jesús había resucitado de entre los muertos, como él había prometido que lo haría. Este versículo nos muestra que María Magdalena estaba ansiosa por compartir las buenas noticias con los otros seguidores de Jesús, y que lo hizo sin vacilar. También nos muestra que la Resurrección de Jesús es un evento crucial en la historia del cristianismo, y que la gente estaba emocionada por difundir esta noticia.
Joh 20:19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
Joh 20:19 Este versículo del Evangelio de Juan, capítulo 20, versículo 19, describe una escena después de la resurrección de Jesús. Los discípulos estaban reunidos, pero tenían miedo de los judíos y habían cerrado las puertas. De repente, Jesús aparece en medio de ellos y les desea paz. Este momento es significativo porque muestra que Jesús ha vencido el miedo y la muerte, y su presencia trae paz a aquellos que creen en él. También puede ser interpretado como una señal de que Jesús está con sus seguidores a pesar de las circunstancias difíciles e incluso cuando se sienten aislados o amenazados. En resumen, el versículo 19 de Juan 20 es una prueba más del poder y la presencia de Jesús después de su resurrección y ofrece la promesa de paz y protección a aquellos que confían en él.
Joh 20:20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
Joh 20:20 Este versículo describe el momento en que Jesús se apareció a sus discípulos después de su resurrección. Después de saludarlos, les mostró las heridas en sus manos y costado que recibió durante su crucifixión, confirmando que realmente había resucitado. Los discípulos se regocijaron al ver al Señor, ya que esto demostraba su poder y amor por ellos. Este evento es una de las pruebas más importantes de la fe cristiana y es un recordatorio de la victoria sobre la muerte y el pecado que Jesús logró a través de su muerte y resurrección.
Joh 20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
Joh 20:21 El versículo Joh 20:21 hace referencia a Jesús resucitado hablando con sus discípulos después de su crucifixión y muerte. Él les dio su bendición y les dijo "Paz a vosotros" como un saludo y un deseo de bienestar. Luego, los envió como su Padre lo había enviado. Esto significa que los discípulos fueron enviados a proclamar y enseñar el mensaje de Jesús al mundo, del mismo modo en que Jesús había sido enviado al mundo por Dios Padre. Es un recordatorio de que los seguidores de Jesús tienen una responsabilidad para compartir el amor y la verdad de Dios con los demás.
Joh 20:22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
Joh 20:22 En este versículo, Jesús se aparece a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos y les da el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad y es descrito en la Biblia como el poder de Dios que vive en los creyentes. Al soplar sobre ellos, Jesús les está transfiriendo el Espíritu Santo y capacitándolos para llevar a cabo la obra que Él les había encomendado. Este acto también simboliza una nueva creación y una renovación espiritual en los discípulos.
Joh 20:23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.
Joh 20:23 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Juan, capítulo 20 y se refiere a las palabras de Jesús a sus discípulos después de haber resucitado. Él les dice que si perdonan los pecados de alguien, esos pecados serán perdonados por Dios y si retienen los pecados de alguien, esos pecados serán retenidos por Dios. En otras palabras, Jesús está dando a sus discípulos la autoridad para perdonar o retener los pecados de las personas en nombre de Dios. Esto representa un gran poder y responsabilidad, ya que los discípulos deben discernir y juzgar correctamente qué pecados deben ser perdonados y cuáles deben ser retenidos. Algunas interpretaciones también sugieren que este versículo se refiere a la capacidad de la iglesia y sus líderes para perdonar los pecados a través del sacramento de la confesión y la penitencia. Sin embargo, lo que queda claro es que la intención principal de Jesús es que sus discípulos tengan la autoridad y el poder de perdonar los pecados como una extensión de su propia misión de traer la salvación y la reconciliación a la humanidad.
Joh 20:24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.
Joh 20:24 Este versículo es parte de la historia de la resurrección de Jesús. Después de que Jesús murió en la cruz, sus seguidores estaban desconsolados y no sabían qué hacer. Sin embargo, al tercer día, Jesús resucitó de entre los muertos y se apareció a sus discípulos. En este versículo en particular, se menciona que uno de los discípulos, Tomás (también conocido como Dídimo), no estaba con ellos en el momento en que Jesús se les apareció. Esto se menciona para mostrar que Tomás tenía dudas sobre la resurrección de Jesús y no pudo presenciar el encuentro con sus propios ojos. Más tarde, Jesús se apareció de nuevo a los discípulos, y esta vez Tomás estaba presente. Jesús le permitió tocar sus heridas para despejar sus dudas y Tomás finalmente creyó en la resurrección de Jesús.
Joh 20:25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Joh 20:25 Este versículo describe una conversación que tuvo lugar entre el discípulo Tomás y los otros discípulos después de la muerte de Jesús y su resurrección. Los otros discípulos le dijeron a Tomás que habían visto al Señor vivo y presente entre ellos, pero Tomás no estaba seguro de creerlo. Él dijo que solo creería si pudiera ver y tocar las heridas de los clavos en las manos de Jesús y su costado. En resumen, Tomás estaba pidiendo pruebas concretas antes de aceptar la realidad de la resurrección.
Joh 20:26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
Joh 20:26 Este versículo se refiere a un momento después de la resurrección de Jesús. Ocho días después de que Jesús se apareció a sus discípulos por primera vez, él se apareció de nuevo. Esta vez, Tomás también estaba con ellos. Jesús apareció en medio de ellos a pesar de que las puertas estaban cerradas y les dio un mensaje de paz. Este evento demuestra que Jesús tenía poder sobre la materia física y que su resurrección era real. Además, el mensaje de paz probablemente se refiere a la paz interior y la tranquilidad que Jesús les dio a sus discípulos después de su muerte y resurrección.
Joh 20:27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Joh 20:27 Este verso se refiere a un momento después de la resurrección de Jesús, cuando Tomás, uno de los discípulos, no creía que realmente había sucedido. Jesús se apareció ante él y le dijo que pusiera su dedo en las heridas de sus manos y tocara su costado, para que Tomás pudiera ver que era realmente él y creer en su resurrección. La idea principal de este verso es la importancia de la fe y la creencia personal en Jesús como el Hijo de Dios y el Salvador. Jesús quiere que todos crean en él y su mensaje, y les muestra pruebas tangibles de su resurrección para ayudar a los incrédulos a creer.
Joh 20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Joh 20:28 Este versículo es parte de la historia de la resurrección de Jesucristo. Después de su crucifixión y muerte, Jesús se apareció a varios de sus discípulos, incluyendo a Tomás. Tomás había expresado su incredulidad al principio cuando los otros discípulos le dijeron que habían visto a Jesús resucitado. Cuando Jesús se apareció a Tomás y le mostró las heridas en sus manos y costado, Tomás se convenció de que Jesús había resucitado de entre los muertos. En respuesta, Tomás exclamó: "¡Señor mío, y Dios mío!" Esta expresión representa la profunda fe de Tomás en la divinidad de Jesús y su reconocimiento de que Jesús era verdaderamente el Hijo de Dios. Este versículo es importante porque muestra que Tomás llegó a creer en Jesús como su Señor y Dios, a pesar de su duda inicial. También es una afirmación importante de la divinidad de Jesús y de su papel en la salvación de la humanidad.
Joh 20:29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Joh 20:29 Este versículo de la Biblia hace referencia al momento en que Jesús se apareció a los discípulos después de su resurrección. Tomás, uno de los discípulos, no estaba presente en ese momento y cuando los demás le contaron lo que habían visto, él no creyó que Jesús había resucitado. Pero luego Jesús se apareció nuevamente y le permitió a Tomás ver y tocar sus heridas para que pudiera creer. Sin embargo, el versículo señala que aquellos que creen en Jesús sin haberlo visto físicamente son bienaventurados. Esto significa que aquellos que creen en Jesús basándose en la fe y en lo que la Biblia les enseña son afortunados, porque su fe es más poderosa y profunda. En otras palabras, no necesitamos ver físicamente a Dios para creer en él y recibir su amor, gracia y salvación.
Joh 20:30 Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
Joh 20:30 Este versículo se refiere a que Jesús hizo muchas otras cosas asombrosas en presencia de sus discípulos, pero no todas ellas fueron registradas en el Evangelio escrito por Juan. Aunque el Evangelio registra muchos milagros realizados por Jesús, es posible que haya hecho más que lo que se registró en el libro. Este versículo sugiere que los seguidores de Jesús solo llegaron a conocer una pequeña parte de todas las señales que él hizo durante su ministerio.
Joh 20:31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
Joh 20:31 Este versículo se encuentra al final del evangelio de Juan y resume el propósito del libro. Juan escribió su evangelio para que la gente creyera en Jesús como el Mesías prometido (el Cristo) y el Hijo de Dios, y para que aquellos que creyeran pudieran tener vida en su nombre. Esto significa que al creer en Jesús y en lo que él hizo por nosotros, podemos tener una relación con Dios y la promesa de vida eterna en el cielo. El versículo nos anima a leer y estudiar las Escrituras para conocer más sobre Jesús y su plan para nosotros.