Jesús, el camino hacia la vida eterna: Explorando el Libro 4 del Evangelio de Juan
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El libro del Nuevo Testamento de Juan, capítulo 4, narra el encuentro de Jesús con una mujer samaritana en un pozo. La historia comienza con Jesús y sus discípulos viajando a través de Samaria y llegando a un pozo. Mientras los discípulos van a la ciudad para conseguir comida, Jesús se queda en el pozo y una mujer samaritana se acerca a sacar agua.
Jesús inmediatamente se acerca a la mujer y le pide un trago de agua. La mujer queda sorprendida porque los judíos normalmente no hablaban con los samaritanos. A pesar de esto, Jesús le habla amablemente y le habla sobre el agua viva que puede dar, que saciará su sed espiritual para siempre. La mujer le pide que le dé ese agua.
Mientras tanto, los discípulos regresan y quedan igualmente asombrados de que Jesús esté hablando con una mujer samaritana. Jesús sigue hablando con la mujer, y ella finalmente reconoce que él es un profeta. Jesús le habla sobre la adoración verdadera y le revela que él es el Mesías que el mundo ha estado esperando.
La mujer corre hacia su pueblo y dice a todos lo que acaba de pasar. Muchos de los samaritanos creen en Jesús como el Mesías debido a las palabras de la mujer. Los samaritanos invitan a Jesús a quedarse con ellos, y él acepta. Durante su estancia, Jesús les enseña y muchas personas llegan a creer en él.
Este texto de Juan es un ejemplo clave de cómo Jesús trataba a todos por igual, independientemente de su origen o género. La historia también muestra la misión central de Jesús de compartir el agua viva con todo aquel que lo busque.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Joh 4:1 Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan
Joh 4:1 Este versículo se refiere a un momento en el que Jesús se enteró de que los fariseos habían escuchado que él estaba haciendo y bautizando a más discípulos que Juan el Bautista. Los fariseos eran un grupo religioso importante en esa época y estaban preocupados por cualquier cosa que pudiera socavar su autoridad o influencia. Sin embargo, Jesús no estaba preocupado por la opinión de los fariseos y siguió haciendo su trabajo de enseñanza y bautismo, sin importarles lo que los líderes religiosos pensaran o dijeran sobre él. Este versículo demuestra la firmeza de Jesús en su misión y su compromiso con sus creencias, sin permitir que la opinión de los demás lo afectara.
Joh 4:2 (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),
Joh 4:2 Este versículo se refiere a la práctica del bautismo en la época de Jesús. Aunque Jesús no bautizaba personalmente, sus discípulos sí lo hacían en su nombre. Esto muestra que el bautismo era una parte importante de la enseñanza de Jesús, y que él delegaba esa responsabilidad a sus seguidores. También es interesante notar que Jesús no consideraba el bautismo como una parte esencial de su ministerio, ya que no lo hacía personalmente, pero aún así lo veía como una práctica importante para sus seguidores.
Joh 4:3 salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea.
Joh 4:3 Este versículo simplemente describe la ubicación geográfica de Jesús en ese momento. Él había salido de la región de Judea y se dirigió de regreso a Galilea. No hay ningún mensaje o enseñanza específica en este versículo, sino que simplemente informa el movimiento físico de Jesús.
Joh 4:4 Y le era necesario pasar por Samaria.
Joh 4:4 Este versículo se refiere a Jesús, quien estaba en un viaje desde Judea hasta Galilea. Normalmente, los judíos evitaban pasar por Samaria debido a las tensiones y conflictos entre los Samaritanos y los Judíos. Sin embargo, Jesús sabía que tenía que pasar por Samaria porque tenía un propósito divino allí. Jesús terminó en una conversación con una mujer samaritana en el pozo de Jacob, lo que resultó en su revelación de ser el Mesías. Este versículo muestra cómo Jesús estaba siguiendo el plan de Dios para su vida y cómo su encuentro con la mujer samaritana fue parte del plan divino.
Joh 4:5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.
Joh 4:5 El versículo Joh 4:5 se refiere al momento en que Jesús llega a una ciudad de Samaria llamada Sicar. La ciudad estaba cerca de la tierra que Jacob había dado a su hijo José como herencia. Este versículo es parte de una historia más larga en la que Jesús se encuentra con una mujer samaritana en un pozo en esta ciudad y le habla sobre la fe y la vida eterna. La referencia a la heredad de Jacob y José muestra la importancia histórica de este lugar para los judíos y su conexión con las generaciones anteriores.
Joh 4:6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.
Joh 4:6 Este versículo describe el escenario en el que Jesús se encuentra en su camino hacia Galilea. Está cansado y se sienta junto a un pozo que se cree que fue construido por Jacob, uno de los patriarcas del Antiguo Testamento. La hora sexta se refiere a las 12 del mediodía según el sistema de tiempo judío de la época. Este pozo se convierte en el escenario de uno de los encuentros más famosos de Jesús con una mujer samaritana, en la que desafía las barreras culturales y religiosas para compartir con ella el mensaje de la salvación.
Joh 4:7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
Joh 4:7 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Juan, capítulo 4, versículo 7. Narra el encuentro de Jesús con una mujer samaritana que había ido a sacar agua de un pozo. Jesús, que estaba cansado del camino, le pide que le dé de beber agua. Lo interesante de este encuentro es que la mujer samaritana era considerada una persona impura y marginada por los judíos, pero Jesús muestra compasión y amor hacia ella al hablarle y pedirle agua. Además, este encuentro da lugar a una conversación interesante sobre la verdadera forma de adoración a Dios.
Joh 4:8 Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.
Joh 4:8 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Juan, capítulo 4, versículo 8. El contexto es que Jesús estaba viajando por Judea y llegó a una ciudad llamada Sicar. Allí se encontró con una mujer samaritana en un pozo y comenzó a hablar con ella. Los discípulos de Jesús habían ido a la ciudad cercana para comprar comida mientras Jesús hablaba con la mujer en el pozo. Este versículo simplemente dice que mientras tanto, los discípulos estaban fuera comprando comida. Es un detalle pequeño en la historia, pero ayuda a contextualizar la conversación que Jesús estaba teniendo con la mujer.
Joh 4:9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
Joh 4:9 Este versículo se refiere a un diálogo entre Jesús y una mujer samaritana en un pozo. Los judíos y los samaritanos tenían una larga historia de enemistad y prejuicio entre sí, y la mujer estaba sorprendida de que Jesús le hablara y le pidiera agua, ya que los judíos generalmente no interactuaban con los samaritanos. La respuesta de Jesús fue que si ella conociera quién era él y la gracia que Dios le daba, ella le pediría agua para beber y él le daría agua viva que saciaría su sed para siempre. Jesús estaba tratando de superar las barreras culturales entre ellos y mostrarle a la mujer samaritana que él era el Mesías y su amor era para todos, independientemente de su origen étnico o cultural.
Joh 4:10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
Joh 4:10 Este versículo se encuentra dentro de un diálogo que Jesús tiene con una mujer samaritana que se encontraba sacando agua de un pozo. La mujer le pregunta a Jesús por qué siendo judío le habla a ella, una samaritana, y Jesús le responde que si ella conociera quién es Él y el don de Dios, ella le pediría agua viva en lugar de agua del pozo. El "don de Dios" se refiere a la gracia y la misericordia que Dios ofrece, y el "agua viva" simboliza la salvación y la vida eterna que Jesús ofrece a través de su sacrificio en la cruz. La idea detrás del versículo es que si la mujer pudiera entender la verdadera naturaleza de Jesús y su mensaje, ella le pediría esa agua viva, es decir, aceptaría su salvación y su amor, en lugar de concentrarse en las diferencias culturales y religiosas que los separan.
Joh 4:11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
Joh 4:11 Este versículo se encuentra en el contexto de la historia de la mujer samaritana que estaba hablando con Jesús junto a un pozo. En esta conversación, Jesús le estaba ofreciendo agua viva, que era el agua espiritual que ella necesitaba para saciar su sed interior y tener una relación plena con Dios. La mujer pregunta cómo podría Jesús sacar esta agua viva ya que el pozo era profundo y él no tenía una cuerda o un cubo para sacar el agua. Jesús responde explicando que el agua que él ofrece no viene de un pozo físico, sino que es un regalo de Dios dado a través de la fe en él. En resumen, este versículo ilustra la curiosidad y el escepticismo de la mujer samaritana, mientras que Jesús le revela una verdad importante sobre su identidad y su capacidad para satisfacer su sed espiritual.
Joh 4:12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
Joh 4:12 Este versículo del Evangelio de Juan, capítulo 4, versículo 12, se refiere a una conversación entre Jesús y una mujer samaritana en un pozo. La mujer está sorprendida de que Jesús, un judío, le pida agua de un pozo samaritano. Ella le pregunta por qué está hablando con ella, ya que los judíos y los samaritanos no se relacionaban. Luego, la mujer le pregunta a Jesús si es mayor que su padre Jacob, quien construyó el pozo y lo usó para su familia y su ganado. En la pregunta de la mujer, ella está tratando de determinar la autoridad de Jesús. Ella se refiere a su conocimiento y poder sobre el pozo y su historia como un indicativo de su estatus. La pregunta sugiere también que el pozo es un valioso patrimonio que ha sido utilizado por generaciones y que le pertenece a su pueblo. Jesús no afirma su superioridad sobre Jacob, sino que le da a la mujer la oportunidad de conocer la verdadera fuente de agua: Él mismo. Él le dice que si ella hubiera conocido de verdad quién es Él, ella le habría pedido agua, y Él le habría dado agua viva que nunca se agota. En la conversación, Jesús está sugiriendo que la verdadera fuente de satisfacción y vida eterna no viene del pozo de Jacob, sino de una relación con Él.
Joh 4:13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
Joh 4:13 En este versículo, Jesús habla con una mujer samaritana acerca del agua que ella había venido a sacar del pozo. Él le está diciendo que el agua del pozo físico no puede satisfacer su sed espiritual y que si ella bebiera del agua del pozo, tendría que volver a sacar agua otra vez para satisfacer su sed física. Jesús está utilizando esta conversación para ilustrar la idea de que solo Él puede satisfacer nuestra sed espiritual. En otras palabras, Él es la única fuente verdadera de agua viva que puede saciar nuestra sed por completo. Si bebemos del agua de la vida que Él ofrece, nunca volveremos a tener sed espiritual.
Joh 4:14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Joh 4:14 Este versículo pertenece al relato bíblico en el cual Jesús se encuentra con una mujer samaritana en un pozo y le habla acerca del agua viva que él puede darle. El agua a la que se refiere es una metáfora espiritual para el don de la vida eterna que solo Jesús puede brindar. El pasaje nos enseña que aquellos que creen en Jesucristo y reciben este don, no tendrán sed espiritual nuevamente. Además, la vida que se recibe de Él es una fuente inagotable que fluye por siempre y te lleva a la vida eterna. Jesús es la única fuente de vida verdadera y aquellos que beben su agua viva tendrán acceso a una fuente de abundancia espiritual que nunca se secará. En conclusión, el versículo nos invita a buscar la vida eterna que solo Jesús puede dar, y a vivir una vida plena y abundante.
Joh 4:15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
Joh 4:15 Este versículo se encuentra dentro de un diálogo entre Jesús y una mujer samaritana que se encontró en un pozo. La mujer estaba sorprendida de que Jesús, siendo judío, le hablara a ella, una samaritana. Jesús le habló acerca de la "agua viva" que él podía darle, la cual saciaría su sed para siempre. La mujer, por su parte, no entendió lo que Jesús quiso decir y le pidió esa agua para no tener sed nuevamente. Es importante señalar que la mujer pensaba que se refería a un agua literal, mientras que Jesús se refería a un agua simbólica que es el Espíritu Santo. En resumen, este versículo muestra la falta de comprensión de la mujer acerca de la enseñanza de Jesús, y su deseo de tener acceso a lo que ella creía que era una fuente de agua literal, para no tener que volver a ir al pozo a buscar agua.
Joh 4:16 Jesús le dijo: Vé, llama a tu marido, y ven acá.
Joh 4:16 En este versículo, Jesús está hablando con una mujer samaritana en un pozo. Él le pide que llame a su esposo para que también pueda escuchar su mensaje. Sin embargo, Jesús sabe que la mujer no tiene esposo y en realidad ha estado casada cinco veces antes. Este versículo se utiliza a menudo para mostrar el conocimiento y la capacidad sobrenatural de Jesús al conocer el pasado y presente de las personas. También puede ser interpretado como una invitación a la honestidad y la confesión de nuestros pecados ante Jesús.
Joh 4:17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
Joh 4:17 En este pasaje, Jesús se encuentra hablando con una mujer samaritana en el pozo de Jacob. Él le pide agua para beber y luego comienza a hablarle sobre el agua viva que él puede darle. La mujer, sorprendida de que un judío le hable a ella, una samaritana, se da cuenta de que Jesús es un profeta y comienza a discutir con él sobre las diferencias religiosas entre los samaritanos y los judíos. En este versículo en particular, Jesús le dice a la mujer que reconoce que ella no tiene marido, pero que lo ha dicho con sinceridad y honradez. La mujer había dicho que no tenía marido cuando Jesús le preguntó acerca de su marido, aunque en realidad había tenido cinco maridos y ahora vivía con un hombre que no era su marido. Jesús, al reconocer la honestidad de la mujer, puede comenzar a trabajar con ella en su vida y en su fe. Él conoce la necesidad más profunda de la mujer y la aborda con amor y compasión. Este versículo es una muestra del amor y la gracia de Jesús hacia aquellos que necesitan ser amados y aceptados tal como son.
Joh 4:18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
Joh 4:18 Este versículo es parte de un encuentro entre Jesús y una mujer Samaritana. Él le está revelando cosas sobre su vida que ella pensaba que estaban ocultas. El versículo específico se refiere al hecho de que ella había estado casada con cinco hombres diferentes y que el hombre con el que estaba actualmente no era su esposo. Jesús no está juzgando a la mujer, sino más bien destacando el hecho de que él la conoce y conoce todas las cosas de su vida, aún las cosas que ella pudo haber intentado esconder o negar. Él está ofreciéndole salvación y una oportunidad de arrepentimiento. En resumen, este versículo nos muestra el conocimiento que Jesús tiene de nuestras vidas, nuestros secretos y las cosas que intentamos esconder. Pero también nos muestra su gracia y ofrecimiento de salvación.
Joh 4:19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
Joh 4:19 El versículo Joh 4:19 del Nuevo Testamento, forma parte de una conversación entre Jesús y una mujer Samaritana. Jesús se ha detenido en un pozo en Samaria y ha pedido agua a la mujer que se acerca al pozo en ese momento. Después de hablar con la mujer sobre su vida, Jesús le dice que Él es el Mesías que ha venido. La mujer, sorprendida, le pregunta cómo puede saber eso, y es cuando ella dice: "Señor, me parece que tú eres profeta". La mujer Samaritana llega a esta conclusión después de haber tenido una conversación con Jesús en la que Él le habla de su vida y de su pasado, revelando detalles que solo ella sabía. La mujer reconoce que Jesús es alguien especial y que tiene la capacidad de conocer cosas que solo Dios podría conocer. Por lo tanto, ella lo llama "profeta". Este versículo nos muestra la capacidad de Jesús para conocer nuestro corazón y nuestras necesidades. Además, nos enseña que Jesús es el Mesías y que viene a nosotros para darnos vida eterna.
Joh 4:20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
Joh 4:20 Este versículo se refiere a una conversación que tuvo Jesús con una mujer samaritana en un pozo. La mujer estaba hablando con Jesús acerca de la adoración y la religión, y le preguntó si era cierto que los judíos creían que Jerusalén era el único lugar apropiado para adorar a Dios. Jesús le respondió que la adoración no debería estar limitada a un solo lugar físico, ya sea en el monte donde estaban o en Jerusalén. Él les dijo que lo más importante era adorar a Dios de manera sincera y genuina, en espíritu y en verdad. Jesús estaba enseñando que lo que importa realmente es la actitud de adoración y la relación personal con Dios, no el lugar donde se realiza. Este versículo también muestra la diferencia entre las creencias de los samaritanos y los judíos en cuanto al lugar de adoración. Los samaritanos adoraban en el monte donde estaban, mientras que los judíos creían que Jerusalén era el lugar que Dios había elegido para la adoración. Jesús estaba tratando de romper esas barreras religiosas y destacar la importancia de la adoración verdadera e íntima con Dios.
Joh 4:21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Joh 4:21 Este versículo se refiere a un diálogo que tuvo Jesús con una mujer samaritana. En ese momento, la gente creía que la única forma de adorar a Dios era en el Monte Gerizim para los samaritanos, o en el Templo de Jerusalén para los judíos. Pero Jesús les anuncia que esa forma de adoración está por cambiar. Él mismo es la forma de acceso al Padre, y establecerá una nueva forma de adoración. Esto significa que no importaba el lugar específico donde la gente adorara a Dios, sino que podían hacerlo con verdad y en espíritu en cualquier lugar. Jesús estaba introduciendo un nuevo concepto de adoración, basado en la relación con Dios y no solo en el lugar físico donde se adoraba.
Joh 4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
Joh 4:22 Este versículo se refiere a una conversación entre Jesús y una mujer samaritana en un pozo en Sicar. La mujer samaritana estaba sorprendida de que Jesús siendo judío, hablara con ella, ya que los judíos no se relacionaban con los samaritanos. En el versículo, Jesús le está explicando la importancia del conocimiento en la adoración. Jesús le dice a la mujer que los judíos adoran a Dios sabiendo quién es Él, mientras que los samaritanos adoran a algo que no conocen. Jesús está diciendo que los judíos tienen un mayor conocimiento de Dios, y por lo tanto adoran con más verdad y sabiduría. La segunda parte del versículo, "porque la salvación viene de los judíos", se refiere a la promesa de Dios a Abraham de enviar un Mesías, que sería un judío. La mujer samaritana estaba esperando un Mesías, y Jesús está diciendo que la salvación que ella busca vendrá de los judíos a través del Mesías. En resumen, el versículo nos habla de la importancia del conocimiento y la verdad en la adoración, y de la promesa de Dios a los judíos de traer la salvación a través del Mesías.
Joh 4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Joh 4:23 Este versículo está hablando de un momento en el futuro (la "hora viene") y también del presente (ahora es), en el que las personas que verdaderamente adoran a Dios lo harán "en espíritu y en verdad". Esto significa que nuestra adoración a Dios no debería ser simplemente una cuestión de rituales o tradiciones, sino que debe venir del corazón y ser sincera. Dios está buscando adoradores que le adoren de esta manera, y este versículo nos llama a ser uno de ellos.
Joh 4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Joh 4:24 Este versículo significa que Dios no tiene un cuerpo físico, sino que es un ser espiritual. Por lo tanto, aquellos que lo adoran deben hacerlo de manera espiritual y sincera, en lugar de simplemente realizar ritualismos externos. Esto nos muestra que la adoración verdadera y significativa a Dios es un asunto del corazón y del alma, en lugar de una mera observancia de rituales religiosos.
Joh 4:25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
Joh 4:25 Este versículo se encuentra en el cuarto capítulo del Evangelio de Juan, y es parte de un diálogo entre Jesús y una mujer samaritana. La mujer está hablando con Jesús acerca de la adoración y la diferencia entre los judíos y los samaritanos. Ella menciona que sabe que el Mesías vendrá y que él nos explicará todas las cosas. La mujer está refiriéndose al Mesías como alguien que tiene el poder y la sabiduría para explicar todo lo que ella no entiende. Jesús le responde diciendo que él es el Mesías que ella está esperando. Él le asegura que él es el que sabrá todas las cosas y que él es el único que puede darle la vida eterna. Este pasaje muestra cómo Jesús se presenta a sí mismo como el cumplimiento de las profecías que da la esperanza a las personas que esperan la llegada del Mesías. En resumen, este pasaje se refiere a la creencia en la llegada del Mesías y a la afirmación de que Jesús es ese Mesías prometido, capaz de revelar la verdad sobre todas las cosas.
Joh 4:26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
Joh 4:26 Este versículo se encuentra en el capítulo 4 del libro de Juan en el Nuevo Testamento de la Biblia. En el contexto, Jesús se encuentra en Samaria y se encuentra hablando con una mujer samaritana junto a un pozo. Ella está sorprendida de que Jesús esté hablando con ella, ya que los judíos y samaritanos no tenían relaciones amistosas. Durante su conversación, Jesús le revela varios secretos sobre su vida y ella percibe que él es alguien especial. Él le habla acerca de la adoración verdadera y de la importancia del Espíritu Santo. En el versículo 26, Jesús le dice a la mujer samaritana que él es el Mesías, el Salvador prometido por Dios. Él dice: "Yo soy, el que habla contigo". Esto significa que él es el que ha venido a traer salvación a todos, incluyendo a los samaritanos y a los gentiles. Este versículo es una de las declaraciones más importantes que Jesús hizo acerca de su identidad en los Evangelios. Él no solo afirma su papel como Mesías, sino que también revela su conocimiento divino. A través de estas palabras, Jesús invita a la mujer samaritana y a todos los demás creyentes a aceptarlo como su Señor y Salvador.
Joh 4:27 En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?
Joh 4:27 En este versículo, se hace referencia a un momento en el que Jesús estaba hablando con una mujer en Samaria, un hecho que en esa época era inusual ya que los judíos no hablaban con los samaritanos y menos aún con las mujeres en público. Los discípulos de Jesús, al darse cuenta de esto, se sorprendieron y no dijeron nada, aunque no expresaron abiertamente sus preguntas o dudas sobre lo que estaba sucediendo. Este versículo es un ejemplo del cambio y la novedad que representaba el ministerio de Jesús en ese momento. A pesar de las barreras culturales y sociales, Jesús se concentró en el mensaje que deseaba transmitir y en el amor que demostró por todas las personas, sin importar su género o procedencia. Este pasaje también puede ser una lección para nosotros, recordándonos la importancia de superar las barreras culturales y sociales que nos pueden separar y centrarnos en la humanidad que compartimos.
Joh 4:28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:
Joh 4:28 Este versículo es parte de la historia de Jesús y la mujer samaritana que se encuentra en Juan 4:1-42. En resumen, Jesús se encuentra cansado y quiere descansar junto a un pozo en la región de Samaria. Allí, encuentra a una mujer y le pide agua. La mujer sorprendida por el hecho de que un judío (Jesús) le habla a ella, una samaritana, comienzan a conversar. Durante la conversación, Jesús le revela a la mujer aspectos de su vida, lo que la sorprende aún más. En un momento dado, la mujer reconoce la autoridad y sabiduría de Jesús al hablarle sobre la adoración a Dios. Entonces, en el versículo que mencionas, la mujer abandona su cántaro, que era lo que había ido a buscar en el pozo, y corre a la ciudad para compartir su encuentro con Jesús con los demás habitantes. La importancia de este versículo radica en el hecho de que la mujer, a pesar de tener una reputación cuestionable y ser marginada por su comunidad, se convierte en una mensajera de la verdad que ha aprendido en su encuentro con Jesús. Esto demuestra que Jesús no hace acepción de personas y que todos pueden conocer a Dios y ser testigos de su obra, sin importar su origen o condición social.
Joh 4:29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
Joh 4:29 En este versículo, una mujer samaritana está hablando con Jesús en un pozo cuando él le revela cosas sobre su vida y ella se da cuenta de que Él es un profeta. Entonces, ella corre a su pueblo y les dice que vengan a conocer a este hombre que le ha revelado todo acerca de ella y se pregunta si Él es el Mesías. En resumen, este versículo muestra cómo Jesús impactó la vida de la mujer samaritana y cómo ella compartió su experiencia con los demás.
Joh 4:30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.
Joh 4:30 Este versículo se encuentra dentro del relato de Jesús y la mujer samaritana en el pozo de Jacob, en el cual Jesús le revela a la mujer su verdadera identidad y le enseña sobre la verdadera adoración. En este pasaje, el verso 30 indica que los habitantes de la ciudad donde se encontraba la mujer samaritana salieron de la ciudad y se dirigieron hacia Jesús, probablemente motivados por el testimonio de la mujer acerca de Jesús y su mensaje. Este versículo muestra cómo el testimonio de una persona puede tener un impacto significativo en la vida de otros, llevándolos a buscar la verdad y la presencia de Dios.
Joh 4:31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.
Joh 4:31 Este versículo se encuentra en el capítulo 4 del evangelio de Juan, y relata un encuentro entre Jesús y una mujer samaritana en el pozo de Jacob. Después de su conversación con la mujer, Jesús envió a sus discípulos a comprar comida en la ciudad. Sin embargo, cuando regresaron, se sorprendieron de que Jesús no quisiera comer la comida que le habían traído. En este versículo en particular, los discípulos le están rogando a Jesús que coma. Es posible que estén preocupados por su bienestar físico y le estén animando a comer para poder seguir adelante con su misión. También puede significar que están tratando de demostrar su afecto y cariño hacia Jesús al preocuparse por él. En resumen, este versículo muestra a los discípulos preocupados por el bienestar de Jesús y su alimentación, demostrando así su lealtad y afecto hacia él.
Joh 4:32 El les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
Joh 4:32 En este versículo, Jesús está hablando con sus discípulos después de haber hablado con una mujer samaritana en un pozo. Los discípulos le instan a que coma algo, pero Jesús les dice que tiene una comida que comer que ellos no saben. En realidad, Jesús está hablando en un sentido espiritual. Él está diciendo que tiene una fuente de alimento y satisfacción en su relación con Dios que va más allá de lo físico. Él encuentra su fuerza y energía en hacer la voluntad de Dios y satisfacer su propósito divino en la tierra. Este versículo es una invitación para nosotros a buscar nuestra propia fuente de alimento espiritual y a encontrar satisfacción y fuerza para nuestras vidas en nuestra relación con Dios. Él es la fuente de vida eterna y la única satisfacción verdadera que podemos encontrar en este mundo.
Joh 4:33 Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?
Joh 4:33 Este versículo se encuentra en el contexto de un diálogo entre Jesús y una mujer samaritana en un pozo. La mujer había ido a sacar agua y Jesús le pidió que le diera de beber. Este acto sorprendió a la mujer, ya que se consideraba inapropiado que un judío hablara con una samaritana. Después de hablar con Jesús, la mujer se fue a la ciudad a contar a otros acerca de su encuentro con él. Mientras tanto, los discípulos de Jesús habían regresado con comida. Cuando vieron a Jesús hablando con la mujer, se sorprendieron y se preguntaron si alguien le había traído comida. Este versículo muestra cómo los discípulos no entendían lo que estaba sucediendo y pensaban en términos terrenales. Jesús había hablado con la mujer acerca de su sed espiritual, no de su hambre física. Los discípulos no estaban comprendiendo la importancia de lo que estaba sucediendo y pensaban que Jesús necesitaba comida. En resumen, este versículo muestra la falta de comprensión de los discípulos y su falta de perspectiva espiritual en ese momento.
Joh 4:34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
Joh 4:34 Este verso se encuentra en el contexto de una conversación que Jesús tiene con una mujer samaritana en el pozo de Jacob. Jesús le habla sobre el agua viva que él puede dar, y ella cree en él y lleva a otros a creer en él también. En este verso en particular, Jesús dice que su comida es hacer la voluntad del Padre que lo envió, y completar la obra que le ha sido encargada. Esto significa que Jesús se siente motivado a seguir la voluntad de Dios, a pesar de cualquier dificultad o tentación que se le presente. Jesús no ve la comida como una necesidad física, sino como algo para ser cumplido en la vida. Jesús también ve su misión como algo que debe ser completado. Es un trabajo que ha sido puesto delante de él, y está comprometido a terminarlo. Esto muestra su dedicación a cumplir el propósito para el que ha sido enviado a la tierra.
Joh 4:35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.
Joh 4:35 Este versículo se encuentra en el contexto de Jesús hablando con una mujer samaritana en un pozo en Sicar. Después de haber hablado acerca del agua viva que puede dar a la gente vida eterna, los discípulos de Jesús regresaron y se maravillaron de que hablara con una mujer samaritana. Mientras tanto, Jesús aprovechó la oportunidad para enseñarles una lección sobre suva misión de llevar la palabra de Dios a todas las naciones. En este versículo en particular, Jesús está explicando que la necesidad de llevar la palabra de Dios a las personas en necesidad es urgente. Él habla de la siega, que es el momento en que los agricultores cosechan sus campos. Los discípulos estaban diciendo que la siega aún estaba lejos en el futuro, pero Jesús les está diciendo que deben abrir sus ojos y mirar a su alrededor. La gente que necesita escuchar la palabra de Dios está justo allí delante de ellos, "blanca para la siega", esperando ser alcanzada y cosechada. Jesús está instando a sus discípulos (y a nosotros también hoy) a no perder tiempo en la misión de difundir el mensaje de Dios. La urgencia de esta tarea es evidente y no debe ser retrasada.
Joh 4:36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.
Joh 4:36 Este versículo se refiere al trabajo espiritual de difundir la palabra de Dios y convertir a otras personas. El que siembra la semilla del evangelio, trabajando por la salvación de las almas, recibirá el fruto de su trabajo en el cielo, que es la vida eterna. Además, los que trabajan en esta labor reciben un salario en la tierra, ya sea en forma de progreso espiritual personal o en el número de personas que se han convertido. El gozo de este trabajo se siente no solo por las personas que se han convertido, sino también por aquellos que trabajaron arduamente en la siembra y cosecha. En resumen, este versículo habla de la importancia del trabajo espiritual y el valor eterno que tiene el esfuerzo para difundir la fe en Dios.
Joh 4:37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.
Joh 4:37 Este versículo se encuentra en el relato de Jesús hablando con una mujer samaritana en el pozo de Jacob. Jesús les dijo a sus discípulos que no esperaran cuatro meses para la cosecha, sino que ya estaban listos para la cosecha. Con esto, Jesús quería decir que a veces el trabajador que planta las semillas no es el mismo que recoge la cosecha, y que los discípulos debían comprender que podían cosechar los frutos de los esfuerzos de otros, incluyendo la de la mujer samaritana que Jesús acababa de evangelizar. El dicho "Uno es el que siembra, y otro es el que siega" significa que el trabajo de sembrar y cosechar puede ser realizado por diferentes personas, pero cada uno juega un papel importante en el proceso de producción, y que el trabajo de los demás debe ser valorado y apreciado.
Joh 4:38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
Joh 4:38 Este versículo es una metáfora que Jesús utiliza para explicar a sus discípulos el trabajo que ellos iban a realizar en la predicación del evangelio. La cosecha es una figura que representa a las personas que están listas para recibir la Palabra de Dios y ser salvos. Cuando Jesús dice "Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis", está diciendo que los discípulos van a cosechar los frutos de un trabajo que otros ya habían comenzado antes que ellos. En otras palabras, los profetas y los apóstoles anteriores han sembrado la semilla del evangelio y ahora los discípulos están llamados a recoger esa cosecha. En la segunda parte del versículo, Jesús hace referencia a la importancia del trabajo en equipo. Él les dice a sus discípulos que otros ya han trabajado en el campo y han preparado el terreno para la siembra. De esta manera, ellos, como discípulos de Jesús, tienen el privilegio de construir sobre lo que otros han comenzado. En resumen, este versículo significa que Jesús ha llamado a sus discípulos a continuar la obra de la iglesia y a recoger la cosecha del evangelio que ha sido preparada por otros antes que ellos. Al igual, que los discípulos deben trabajar juntos y construir sobre lo que otros han comenzado.
Joh 4:39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.
Joh 4:39 Este versículo se encuentra en el capítulo cuatro del Evangelio de Juan en el Nuevo Testamento. En este capítulo, Jesús se encuentra con una mujer samaritana en un pozo y le habla sobre el agua viva que Él puede darle. La mujer inicialmente está sorprendida de que Jesús, un judío, le esté hablando a ella, una samaritana, pero eventualmente se da cuenta de que Jesús es el Mesías que ha venido a salvar al mundo. El versículo en cuestión nos revela que después de hablar con la mujer samaritana, muchos de los habitantes de la ciudad samaritana creyeron en Jesús debido al testimonio de la mujer. Ella les contó acerca de su encuentro con Jesús y lo que Él le había dicho, y esto llevó a que muchos creyeran en Él como el Mesías. Este pasaje nos muestra la importancia del testimonio personal en la propagación del evangelio. A través de la experiencia de la mujer samaritana, vemos que incluso aquellos que pueden ser despreciados por la sociedad (como los samaritanos) pueden ser tocados por el amor y la gracia de Jesús y cambiar sus vidas para siempre.
Joh 4:40 Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.
Joh 4:40 Este versículo se encuentra en el evangelio de Juan, capítulo 4 y se refiere a un encuentro que tuvo Jesús con una mujer samaritana en un pozo. Después de hablar con ella, muchos samaritanos de la zona se acercaron a Jesús y le pidieron que se quedara con ellos. Jesús aceptó y pasó dos días con ellos, enseñándoles acerca del reino de Dios. Este evento es significativo porque muestra que Jesús no discriminaba a ningún grupo étnico o religioso y que su mensaje era para todos, no solo para los judíos. También demuestra el poder de enseñanza y la capacidad de Jesús para atraer a diferentes personas hacia él.
Joh 4:41 Y creyeron muchos más por la palabra de él,
Joh 4:41 Este versículo se refiere a las personas que escucharon y creyeron en la enseñanza de Jesús después de su encuentro con la Samaritana en el pozo de Jacob. Muchos de los habitantes de la ciudad de Samaria creyeron en Jesús a través de su palabra y los milagros que realizó, lo que llevó a una gran conversión en la región. En resumen, el versículo significa que Jesús logró convencer a muchas más personas a través de su enseñanza.
Joh 4:42 y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.
Joh 4:42 Este versículo se refiere a un momento en la historia en la que Jesús habló con una mujer samaritana en un pozo. Jesús le reveló su verdadera identidad como el Mesías, y ella fue tan impactada por lo que él le dijo que corrió al pueblo para contarles acerca del encuentro. Inicialmente, los habitantes del pueblo sólo creyeron en la palabra de la mujer, pero luego, después de haber oído a Jesús ellos mismos, se dieron cuenta de que lo que él había dicho era verdad. Por lo tanto, este versículo es una afirmación de que la fe es algo que requiere una experiencia personal con Dios, no sólo la aceptación de lo que otra persona dice. Es una confirmación de que la verdad de la fe cristiana no se basa en los testimonios de los demás, sino en la experiencia directa de cada individuo con Dios.
Joh 4:43 Dos días después, salió de allí y fue a Galilea.
Joh 4:43 En este versículo, se hace referencia a Jesús después de haber pasado dos días en la ciudad de Sicar en Samaria, donde había hablado con una mujer en el pozo de Jacob y muchos samaritanos se habían convertido en creyentes después de escuchar sus palabras. Después de este tiempo, Jesús decidió continuar su camino hacia la región de Galilea, donde también continuaría su ministerio y llevaría el mensaje del evangelio a más personas.
Joh 4:44 Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.
Joh 4:44 Este versículo se refiere a cómo los habitantes de una ciudad o lugar pueden despreciar o menospreciar a una persona que es conocida en su propia comunidad. En el contexto del versículo, Jesús estaba hablando con una mujer de Samaria en un pozo, y luego visitó su ciudad y predicó allí. A pesar de que algunos creyeron en él, otros no lo hicieron porque lo conocían desde la infancia y no podían entender cómo él podía ser un profeta o el Mesías. Esto se relaciona con el dicha popular de que "nadie es profeta en su propia tierra", lo que significa que alguien puede no ser reconocido o apreciado en su comunidad local, pero puede ser valorado y respetado en otros lugares. En este caso, Jesús estaba señalando que incluso él, como un profeta y el Hijo de Dios, no fue honrado y respetado en su lugar de origen.
Joh 4:45 Cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén, en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta.
Joh 4:45 Este versículo se refiere a Jesús regresando a Galilea después de haber estado en Jerusalén durante una fiesta religiosa. Los galileos le dieron la bienvenida porque habían oído hablar de las cosas milagrosas que Jesús había hecho en Jerusalén durante la fiesta. También es posible que algunos galileos también hayan estado en Jerusalén durante la misma fiesta y hayan sido testigos de los milagros de Jesús. En general, el versículo muestra cómo la fama y trabajo de Jesús se estaba extendiendo por toda la región, lo que lo hace cada vez más conocido y respetado entre la gente común.
Joh 4:46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
Joh 4:46 Este versículo describe cómo Jesús regresa a la ciudad de Caná de Galilea, donde había realizado su primer milagro convirtiendo agua en vino en una boda. Luego, se menciona a un oficial del rey que vivía en la ciudad de Capernaum y cuyo hijo estaba enfermo. Este oficial llega a Jesús buscando ayuda para su hijo enfermo. Este versículo establece el contexto para el milagro que ocurre en los siguientes versículos de Juan 4.
Joh 4:47 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir.
Joh 4:47 Este versículo describe cómo un noble, cuyo hijo estaba gravemente enfermo y a punto de morir, se enteró de que Jesús había llegado a Galilea y fue a buscarle para suplicarle que sanara a su hijo. El noble tenía una gran fe en la capacidad de Jesús para realizar milagros y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para salvar la vida de su hijo. Jesús accedió a su petición y sanó al niño, demostrando así su poder divino y su misión como salvador de la humanidad.
Joh 4:48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
Joh 4:48 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Juan, capítulo 4, y es parte de un diálogo entre Jesús y un noble que había venido a él pidiendo que sanara a su hijo que estaba a punto de morir. Jesús le respondió que la gente necesitaba ver señales y prodigios para creer en él y en su mensaje. Lo que Jesús está diciendo es que muchos necesitan una prueba tangible para creer en él o en su mensaje divino. Él no está diciendo que esto sea algo deseable o ideal, sino más bien una realidad de la naturaleza humana. Jesús sabía que la gente estaba buscando señales y milagros, pero su verdadera intención era llevarlos a la fe en Dios, no solo a la admiración de sus habilidades sobrenaturales. Es importante recordar que Jesús se centró en la fe y la transformación interior más que en los milagros externos y visibles.
Joh 4:49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
Joh 4:49 Este versículo pertenece a una historia en la que un oficial del rey acude a Jesús para pedirle que cure a su hijo enfermo. El oficial suplica a Jesús que vaya a sanar a su hijo antes de que muera. Este versículo muestra la desesperación y fe del oficial en Jesús como Sanador y Salvador, creyendo que solo Él tiene el poder para sanar a su hijo. La respuesta de Jesús y la curación milagrosa del hijo del oficial demuestran el amor y poder sobrenatural de Dios.
Joh 4:50 Jesús le dijo: Vé, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
Joh 4:50 En ese versículo, se relata la historia de un oficial que le pidió a Jesús que curara a su hijo que estaba enfermo y a punto de morir. Jesús le dijo "Vé, tu hijo vive" y el hombre creyó en las palabras de Jesús y se fue confiado de que su hijo estaba sano. La fe del hombre en Jesús le permitió ver el milagro de la curación de su hijo. Este versículo nos enseña la importancia de la fe en Jesús y la confianza en sus palabras.
Joh 4:51 Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.
Joh 4:51 Este versículo habla de un hombre noble que había ido a buscar a Jesús para que sanara a su hijo enfermo. Jesús le dice al hombre que su hijo vivirá y le aconseja que regrese a casa. En el momento en que el hombre se estaba yendo a casa, sus siervos salieron a recibirle y le dieron la buena noticia de que su hijo estaba vivo. Este versículo muestra que la fe en Jesús puede traer sanidad y milagros. Además, muestra la importancia de la confianza en la palabra de Jesús y la gratitud por sus bendiciones.
Joh 4:52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre.
Joh 4:52 Este versículo es parte del capítulo 4 del Evangelio de Juan en el Nuevo Testamento. Narra la historia de un oficial del rey que acude a Jesús en busca de ayuda para su hijo enfermo. Después de un breve intercambio, Jesús le dice al oficial que su hijo sanará y el oficial cree en su palabra y se va a casa. En el verso 52, el oficial regresa a casa y pregunta a los sirvientes a qué hora comenzó su hijo a mejorar y ellos le responden que ayer a las siete de la noche la fiebre le había dejado. Este verso muestra la fe del oficial en Jesús y como su hijo fue sanado al momento en que Jesús le habló.
Joh 4:53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.
Joh 4:53 Este versículo se refiere a un pasaje en el que un hombre llamado un funcionario real, cuyo hijo estaba muy enfermo, había ido a Jesús pidiéndole que sanara a su hijo. Jesús le respondió: 'Ve, tu hijo vive'. El funcionario real creyó en las palabras de Jesús y regresó a su casa. En el camino, sus sirvientes le informaron que su hijo estaba vivo y sano. Fue entonces cuando el padre entendió que Jesús había obrado un milagro en su hijo y creyó no solo él, sino también toda su familia. Este versículo nos muestra la importancia de la fe en Jesús y cómo su poder puede transformar las vidas de las personas.
Joh 4:54 Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea.
Joh 4:54 Este versículo se refiere a la segunda señal milagrosa que Jesús realizó en su camino de Judea a Galilea. El versículo anterior (Juan 4:53) describe cómo un padre desesperado le suplicó a Jesús que sanara a su hijo enfermo que estaba a punto de morir. Jesús le respondió: "Vete, tu hijo vive". El padre confió en la palabra de Jesús y regresó a su hogar, donde descubrió que su hijo efectivamente había sido sanado. Este milagro fue la segunda señal que Jesús realizó en su camino de Judea a Galilea, y demostró su poder y autoridad como el Hijo de Dios.