Explorando la Vida y Enseñanzas de Jesús: El Nuevo Testamento de Lucas, Libro 11
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El Libro 11 del Nuevo Testamento de Lucas nos presenta a Jesús enseñando a sus discípulos usando diversas parábolas y explicando la importancia de orar y confiar en Dios. Entre las parábolas más conocidas encontramos la del amigo inoportuno, en la que Jesús nos invita a perseverar en la oración y no desanimarnos ante la aparente falta de respuesta divina.
Asimismo, el capítulo 11 de Lucas también nos presenta la ocasión en que Jesús expulsa a un demonio mudo y algunos de sus seguidores comienzan a acusarlo de hacerlo mediante el poder de Satanás. Jesús responde que un reino dividido no puede mantenerse y que no puede ser Satanás el que expulse a Satanás.
Además, el libro 11 de Lucas nos presenta algunas de las enseñanzas de Jesús sobre la hipocresía de los fariseos, a quienes comparó con sepulcros blanqueados, bonitos por fuera pero llenos de huesos por dentro. También se nos presenta el momento en que Jesús recibe una invitación de un fariseo a cenar y aprovecha la oportunidad para enseñarles acerca de la humildad, la generosidad y el amor al prójimo.
En general, el libro 11 de Lucas nos presenta a un Jesús más enfocado en enseñar a sus seguidores acerca de valores profundos y trascendentales, y no tanto en realizar milagros espectaculares como vemos en otros pasajes del Evangelio. Nos invita a buscar una relación auténtica con Dios y a crecer en el amor hacia nuestros semejantes, siempre confiando en la providencia divina.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Luk 11:1 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
Luk 11:1 Este versículo describe un momento en el que Jesús estaba orando en un lugar y uno de sus discípulos le preguntó cómo deberían orar. El discípulo menciona a Juan el Bautista, quien también había enseñado a sus discípulos cómo orar. Como respuesta, Jesús enseña a sus discípulos la oración del Padre Nuestro, que se convierte en una de las oraciones más conocidas en todo el mundo cristiano. La lección que podemos aprender de este versículo es la importancia de la oración y la guía que Jesús nos da para acercarnos a Dios a través de ella.
Luk 11:2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Luk 11:2 Este versículo está hablando sobre cómo debemos orar a Dios. Jesús les está enseñando a sus discípulos a orar y les da este ejemplo de cómo deben hacerlo. Primero, debemos reconocer a Dios como nuestro Padre celestial y que su nombre es santificado. Luego, debemos pedir que su reino venga y que su voluntad se haga tanto en la tierra como en el cielo. En resumen, este versículo es una guía para la oración y nos enseña a reconocer a Dios como nuestro Padre y a pedir por su voluntad en nuestras vidas.
Luk 11:3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Luk 11:3 Este versículo es parte de una oración que Jesús enseñó a sus discípulos, conocida como el Padre Nuestro. La frase en particular indica que se está pidiendo a Dios que nos provea de nuestro sustento diario, como el pan que necesitamos para alimentarnos y sobrevivir. La parte "dánoslo hoy" sugiere que se confía en que Dios nos proveerá día a día, y que debemos confiar en Él para nuestras necesidades diarias.
Luk 11:4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
Luk 11:4 Este versículo es parte de la Oración del Padre Nuestro que Jesús enseñó a sus discípulos. En esta parte, se pide a Dios que nos perdone nuestros pecados, pero también se reconoce que nosotros debemos perdonar a aquellos que nos han ofendido o nos deben algo. Además, se pide a Dios que no nos permita caer en tentación y que nos libre del mal. Es una petición de protección y ayuda en el camino de la vida, reconociendo nuestra fragilidad y dependencia de Dios. En resumen, este versículo nos recuerda la importancia del perdón y la humildad ante Dios, y la necesidad de buscar su protección y guía en nuestra vida diaria.
Luk 11:5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes,
Luk 11:5 Este versículo se encuentra en Lucas 11:5 y es parte de una historia que Jesús contó para enseñar a sus discípulos acerca de la importancia de orar perseverantemente y confiar en Dios para nuestras necesidades. En esta historia, Jesús pregunta a sus discípulos quién de ellos tendría un amigo que vendría a su casa a medianoche y le pediría tres panes prestados. Aunque la petición puede parecer extraña para nosotros hoy en día, en aquel tiempo, los panes eran una necesidad básica en la dieta de las personas y, a menudo, se compartían entre amigos y vecinos. El punto de la historia es que, aunque el amigo podría haberse negado a prestar los panes debido a la hora tardía, la persistencia del que pide finalmente lo convencerá de que los preste. Jesús continúa diciendo que, si un amigo terrenal puede ser persuadido a dar algo incluso si no lo quiere hacer, ¡cuánto más Dios que es nuestro Padre celestial deseará concedernos nuestras peticiones cuando oramos con fe y perseverancia! En resumen, este versículo se refiere a la necesidad de perseverar en la oración y tener confianza en que Dios responderá nuestras peticiones según su voluntad.
Luk 11:6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante;
Luk 11:6 Este versículo se encuentra en el contexto de la enseñanza de Jesús a sus discípulos sobre cómo orar y pedirle a Dios lo que necesitamos. Jesús utiliza la siguiente parábola para ilustrar su punto: "Imaginad que un amigo viene a visitarte a medianoche pidiendo pan porque tiene un invitado inesperado y no tiene nada que ofrecerle. Aunque al principio le digas que no puedes ayudarle porque ya te has acostado, si él sigue insistiendo, finalmente te levantarás para ayudarle porque es tu amigo y te importa su bienestar". El objetivo de la parábola es ilustrar que Dios escucha las oraciones de sus hijos y está dispuesto a ayudarlos en sus necesidades, aunque a veces tengamos que ser persistentes en nuestra petición. El amigo que viene de viaje y no tiene qué poner delante es una metáfora para simbolizar nuestras necesidades y carencias que sólo Dios puede suplir.
Luk 11:7 y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos?
Luk 11:7 Este versículo se encuentra dentro de una enseñanza que Jesús está dando a sus discípulos sobre cómo orar. Él les muestra que cuando le pedimos algo a Dios, debemos ser persistentes y perseverantes en nuestra oración, confiando en que Él nos escuchará y responderá. La historia en este versículo muestra a un hombre que va a casa de su amigo en busca de comida a altas horas de la noche. Sin embargo, su amigo ya ha cerrado la puerta y está acostado con sus hijos. El amigo le responde desde adentro de la casa, diciéndole que no lo moleste y que no puede levantarse para darle comida. Este amigo representa a aquellas personas que pueden estar cansadas, ocupadas o distraídas por otras cosas, y que inicialmente rechazan nuestras peticiones. Pero Jesús les dice a sus discípulos que sigan pidiendo, perseverando en oración, porque si persistimos en pedir, el amigo eventualmente se levantará y nos dará lo que necesitamos. En resumen, el versículo significa que Dios escucha nuestras oraciones cuando continuamente le pedimos lo que necesitamos y deseamos, así como cuando mostramos nuestra confianza en él.
Luk 11:8 Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.
Luk 11:8 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó para enseñar sobre la importancia de la persistencia en la oración. La parábola trata sobre un hombre que pide ayuda a su amigo en medio de la noche para poder ofrecer algo de comer a un visitante inesperado que ha llegado a su casa. El amigo al que se le pide ayuda inicialmente se niega a ayudar porque ya está en cama y con su familia. Sin embargo, el hombre que necesita ayuda sigue persistiendo en su petición, y sigue tocando la puerta de su amigo y pidiéndole que lo ayude. A pesar de que inicialmente su amigo se negó a ayudarlo, debido a la perseverancia del hombre que necesitaba ayuda y su insistencia, el amigo finalmente se levanta y le da lo que necesita. Este versículo enseña que la perseverancia y la importunidad son importantes en la oración. Debemos perseverar y no desanimarnos en nuestros pedidos y peticiones, incluso si parece que Dios no nos está respondiendo. Si seguimos orando y persistiendo en nuestras peticiones, Dios no nos ignorará. Como el amigo en la parábola, Dios finalmente escuchará nuestra oración y nos dará lo que necesitamos.
Luk 11:9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Luk 11:9 Este versículo es una enseñanza de Jesús acerca de la oración y cómo debemos acudir a Dios en busca de sus bendiciones y ayuda. Él nos dice que si pedimos, se nos dará; si buscamos, encontraremos; si llamamos, la puerta se nos abrirá. En otras palabras, Dios siempre está dispuesto a escucharnos y responder a nuestras necesidades y súplicas si las presentamos a Él con fe y humildad en nuestras oraciones. También es importante recordar que las respuestas de Dios pueden no ser siempre como esperamos o en el momento que deseamos, pero siempre serán las mejores y más apropiadas para nuestras vidas.
Luk 11:10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Luk 11:10 Este versículo de Lucas 11:10 del Nuevo Testamento nos dice que si pedimos algo a Dios, Él nos lo dará. Si buscamos algo, lo encontraremos. Y si llamamos a la puerta, se nos abrirá. Esto significa que Dios está dispuesto a escuchar nuestras oraciones y responder a nuestras necesidades. Pero es importante tener en cuenta que nuestras peticiones deben estar acordes con la voluntad de Dios y deben ser hechas con sinceridad y fe en Él. Debemos confiar en que Dios tiene el control y sabe lo que es mejor para nosotros. Al confiar en Él y poner nuestra fe en Él, podemos recibir sus bendiciones y tener nuestras necesidades cubiertas.
Luk 11:11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?
Luk 11:11 Este versículo es parte de un discurso de Jesús en el que les enseña a sus discípulos cómo orar. Él está hablando sobre cómo Dios es un padre amoroso y compasivo que siempre proveerá lo que sus hijos necesitan. En este caso, Jesús utiliza un ejemplo común: un hijo le pide a su padre algo para comer. Si el niño pide pan, el padre no le dará una piedra porque la piedra no es comestible. Si el niño pide pescado, el padre no le dará una serpiente porque es venenosa y peligrosa. En otras palabras, Jesús está diciendo que Dios no nos dará algo dañino o inútil cuando le pedimos algo que necesitamos. Al igual que un padre terrenal quiere lo mejor para sus hijos, Dios quiere lo mejor para nosotros y siempre nos dará lo que es bueno para nuestra vida. Por lo tanto, podemos tener confianza en que nuestras oraciones serán contestadas de la manera correcta por el amor de Dios.
Luk 11:12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Luk 11:12 Este versículo es parte de un pasaje donde Jesús habla acerca de la oración y cómo debemos pedirle cosas a Dios. En este caso, Él se refiere a la confianza que debemos tener en Dios para que nos dé lo que necesitamos y no algo dañino o malintencionado. La comparación que utiliza Jesús es para hacer énfasis en que, así como un padre terrenal no le daría algo peligroso a su hijo cuando le pide algo, Dios tampoco nos dará algo que pueda hacernos daño cuando le pedimos algo. Un huevo es algo inofensivo y nutritivo, mientras que un escorpión es un animal venenoso y peligroso. En resumen, Jesús nos está diciendo que podemos tener confianza en Dios y que podemos pedirle lo que necesitamos, sabiendo que Él nos dará lo que es bueno para nosotros y no nos hará daño. También nos recuerda que debemos confiar en Dios como un padre amoroso y confiable.
Luk 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Luk 11:13 Este versículo está hablando sobre la oración y la confianza que debemos tener en Dios. Nos dice que, como padres terrenales, a pesar de nuestras imperfecciones, todavía queremos dar cosas buenas a nuestros hijos cuando nos piden algo. Entonces, si nosotros, siendo imperfectos y malvados en comparación con Dios, todavía queremos dar cosas buenas a nuestros hijos, ¿cuánto más nuestro Padre celestial, que es perfecto y amoroso, querrá darnos el Espíritu Santo cuando se lo pedimos en oración? El Espíritu Santo puede guiarnos, fortalecernos y darnos paz en momentos de dificultad. La enseñanza de este verso es que debemos confiar en Dios para proveer nuestras necesidades espirituales y pedirle su ayuda en todo momento.
Luk 11:14 Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; y aconteció que salido el demonio, el mudo habló; y la gente se maravilló.
Luk 11:14 Este versículo describe un milagro que Jesús llevó a cabo. Él estaba expulsando un demonio de una persona que no podía hablar, y una vez que se fue el demonio, la persona pudo hablar de nuevo. La gente que presenció este milagro se sorprendió y se maravilló de la gran obra que Jesús había llevado a cabo. Este versículo es un ejemplo más de cómo Jesús utilizó su poder divino para sanar a las personas y demostrar su autoridad sobre el mundo espiritual.
Luk 11:15 Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.
Luk 11:15 Este versículo se refiere a una situación en la que Jesús estaba expulsando demonios de las personas. Algunas personas que lo estaban presenciando sugirieron que Jesús estaba realizando estas obras milagrosas mediante la ayuda de Beelzebú, quien era considerado un príncipe de los demonios en la creencia popular de la época. En otras palabras, sugirieron que Jesús y Beelzebú estaban trabajando juntos para realizar estas curaciones, lo que hacía que las acciones de Jesús fueran cuestionadas e incluso mal interpretadas por algunos. Sin embargo, la enseñanza principal de Jesús, que se revela en todo el Nuevo Testamento, es que él era el Hijo de Dios y que sus obras milagrosas eran realizadas por el poder de Dios y no por el poder de demonios o fuerzas oscuras.
Luk 11:16 Otros, para tentarle, le pedían señal del cielo.
Luk 11:16 Este versículo se refiere a una ocasión en la que algunas personas desafiaron a Jesús a que probara su conexión con Dios dando alguna señal divina del cielo. Estas personas estaban tratando de poner a prueba a Jesús y ver si podía hacer algo milagroso que fuera indiscutiblemente sobrenatural. Jesús se dio cuenta de que estaban tratando de distraerlo y hacerlo perder el tiempo, y no cedió a sus demandas. En lugar de eso, les enseñó sobre la importancia de tener fe verdadera y no buscar señales para confirmarla. En resumen, el versículo describe a personas que desafiaron a Jesús a demostrar su conexión con Dios y Jesús respondiendo con una lección sobre la fe.
Luk 11:17 Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.
Luk 11:17 Este verso se refiere a una situación en la que los fariseos estaban acusando a Jesús de expulsar demonios por el poder de Satanás. Él les responde diciéndoles que un reino o una casa dividida contra sí misma no puede permanecer en pie. En otras palabras, si un grupo está dividido y en desacuerdo consigo mismo, será fácilmente destruido y no podrá mantenerse. Jesús estaba sugiriendo que, si los fariseos estaban luchando internamente y acusándose mutuamente, su poder y autoridad se debilitarían. Además, estaba sugiriendo que su acusación de que Él estaba trabajando para Satanás era absurda y contradictoria con la coherencia y unidad que se esperaría de un reino o una casa.
Luk 11:18 Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? ya que decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios.
Luk 11:18 Este versículo es parte de un pasaje en el cual Jesús está respondiendo a los fariseos y a los escribas que lo acusaban de expulsar demonios por el poder de Beelzebú, el príncipe de los demonios. Jesús les estaba diciendo que si él estaba expulsando demonios por el poder del diablo, entonces Satanás estaría actuando en contra de sí mismo, lo que sería ilógico y absurdo. Si el reino de Satanás estuviera dividido, no podría mantenerse firme y estable, lo que refuta la idea de que Jesús estaba trabajando para el enemigo al echar fuera a los demonios. En resumen, Jesús estaba argumentando en contra de la idea de que estaba trabajando con el poder de Satanás, porque eso sería ir en contra de la misma lógica.
Luk 11:19 Pues si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
Luk 11:19 Este versículo es parte de un pasaje en el que Jesús está hablando acerca del poder de expulsar demonios. Algunas personas acusan a Jesús de usar el poder de Satanás para expulsar a los demonios, pero Jesús argumenta que esto no tendría sentido ya que Satanás no estaría trabajando contra sí mismo. En cambio, Jesús dice que el hecho de que pueda expulsar demonios es evidencia de que el reino de Dios ha llegado. En este versículo en particular, Jesús se dirige a aquellos que dudan de su poder y les pregunta qué argumento tendrían si sus propios hijos expulsaran demonios. Si aceptaran el razonamiento que están usando contra Jesús, entonces tendrían que acusar también a sus propios hijos de estar trabajando con Satanás. Sin embargo, si ellos están dispuestos a admitir que sus propios hijos están expulsando demonios por el poder de Dios, entonces deberían aceptar que el poder de Jesús también viene de Dios. Al final, Jesús sugiere que aquellos que lo acusan de usar el poder de Satanás para expulsar demonios serán juzgados por sus propios hijos y por la evidencia del poder de Dios en su vida. En otras palabras, Jesús está diciendo que sus críticos no tienen un argumento sólido contra él y que eventualmente serán juzgados por su incredulidad.
Luk 11:20 Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Luk 11:20 Este versículo se encuentra en el contexto de Jesús expulsando un demonio de un hombre que era mudo. En este versículo, Jesús está explicando que su capacidad de expulsar demonios es evidencia de que el poder y la presencia del reino de Dios están presentes en su persona y su obra. Jesús está declarando que la llegada del reino de Dios está en pleno efecto a través de sus milagros y su enseñanza. Este es uno de los muchos pasajes en el Nuevo Testamento que muestra que Jesús es el Mesías y que su ministerio es una confirmación del cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento y la llegada del reino de Dios.
Luk 11:21 Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee.
Luk 11:21 Este versículo se encuentra en el contexto de la enseñanza de Jesús sobre la oración y la importancia de pedir al Padre celestial. Jesús compara al Padre celestial con un amigo al que se le pide pan en medio de la noche, y también habla de cómo un hombre fuerte armado guarda su palacio en paz. La imagen del hombre fuerte armado representa a Satanás, el enemigo de Dios y de su pueblo. El hombre fuerte protege con esmero lo que tiene, y por lo tanto, parece invencible. Esta imagen nos habla de la fortaleza del enemigo y de cómo él puede controlar un territorio, situación o persona. Pero a pesar de su fuerza, el hombre fuerte puede ser vencido. En Lucas 11:22-23, Jesús dice que aquel que es aún más fuerte que él, lo vencerá y le quitará todo lo que posee. Jesús está hablando de sí mismo, de su poder y autoridad sobre Satanás y del poder que nos da a sus seguidores. Con Jesús, los discípulos pueden superar al enemigo, resistir la tentación y tener paz en sus vidas. En resumen, el versículo Luk 11:21 nos recuerda que aun cuando el enemigo tiene el control, nosotros no estamos indefensos. Con la ayuda de Jesús podemos resistir y tener la paz que Dios nos da.
Luk 11:22 Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín.
Luk 11:22 Este versículo es parte de una historia en la que Jesús está discutiendo con algunos fariseos y les está explicando cómo funciona el reino de Dios. Él habla de un fuerte hombre armado que protege su casa, pero cuando un hombre más fuerte lo enfrenta y lo vence, le quita todas sus armas y toma su botín. Jesús está usando esta metáfora para explicar que él, como el hombre más fuerte, ha venido para enfrentar al diablo y vencer sus planes malvados. Él ha venido para quitarle todas sus armas y tomar el botín, que es la liberación de las personas que el diablo tenía en cautiverio. En resumen, este versículo habla de la victoria de Jesús sobre el diablo y de cómo él ha venido para liberar a la gente de la esclavitud del pecado y del mal.
Luk 11:23 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Luk 11:23 Este versículo es una declaración de Jesús donde establece que no hay una posición neutral cuando se trata de seguirlo. O estás con él o en contra de él. No hay término medio. Si no estás de su lado, entonces estás en contra de él. Y si no estás recolectando con él, entonces estás dispersando lo que él está tratando de construir. En otras palabras, Jesús enseña que cualquier persona que no está activamente trabajando y caminando en su voluntad, está trabajando en contra de su plan para el Reino de Dios. También enseña que no hay lugar para la pasividad en lo que respecta a seguir al Señor. Debemos estar dispuestos a tomar una posición clara y trabajar activamente con él para lograr lo que él desea.
Luk 11:24 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí.
Luk 11:24 Este versículo hace referencia a la idea de que los espíritus malignos buscan siempre un lugar donde instalarse y causar daño. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, recorre lugares secos en busca de un nuevo huésped. Si no encuentra a nadie, regresa a su antigua morada, es decir, el cuerpo del hombre del que previamente había salido. Esto sugiere la importancia de mantenerse libre de la influencia de los espíritus malignos y buscar siempre el bienestar espiritual y emocional.
Luk 11:25 Y cuando llega, la halla barrida y adornada.
Luk 11:25 Este versículo es parte de una parábola contada por Jesús acerca de un espíritu impuro que sale de una persona y luego vuelve para encontrar su alma vacía y lista para volver a ser poseída. El versículo en sí mismo se refiere al momento en que el espíritu impuro regresa y encuentra el alma "barrida y adornada". En otras palabras, la persona ha limpiado y ordenado su vida, pero no ha reemplazado el vacío con cosas buenas y positivas. Por lo tanto, el espíritu impuro puede regresar y tomar el control nuevamente. En resumen, este versículo es una advertencia sobre la importancia de tener cuidado con el tipo de influencias negativas que dejamos entrar en nuestras vidas, y la necesidad de llenar nuestro ser con cosas positivas para mantenernos en buen camino.
Luk 11:26 Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.
Luk 11:26 Este versículo pertenece a una enseñanza dada por Jesús sobre la importancia de mantener nuestros corazones limpios y protegidos de la influencia del mal. En el versículo anterior, Jesús habla de un espíritu impuro que sale de un hombre, pero luego vuelve para encontrar su antiguo hogar vacío y lo vuelve a ocupar. En el versículo que mencionas, Jesús continúa explicando que si el espíritu impuro que vuelve encuentra su antiguo hogar limpio y vacío, entonces traerá consigo otros siete espíritus aún más malvados que él. Juntos, estos espíritus peores ocuparán el corazón de ese hombre y lo llevarán a un estado aun más depravado y desagradable que antes. Por lo tanto, este versículo nos recuerda la importancia de ser diligentes en la resistencia al mal y mantener nuestro corazón limpio y habitado por el Espíritu Santo, para que no corramos el riesgo de caer en un estado aún peor que antes en nuestras vidas.
Luk 11:27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.
Luk 11:27 Este versículo se refiere a una mujer que hizo un comentario elogioso a Jesús, expresando su admiración y honrando a la madre de Jesús. La mujer reconoce que el hecho de que Jesús haya nacido y amamantado le da una especial bendición. Sin embargo, Jesús responde que verdadera bienaventuranza se encuentra en escuchar y obedecer a la palabra de Dios. El versículo muestra la importancia de reconocer y honrar a aquellos que nos han dado la vida, pero también resalta la importancia de priorizar la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Luk 11:28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
Luk 11:28 Este versículo significa que es una bendición ser aquellos que escuchan las enseñanzas de la Palabra de Dios y las ponen en práctica. No basta solo con escuchar, sino que es necesario obedecer y seguir los mandamientos de Dios para ser considerados verdaderos seguidores y recibir sus bendiciones. La verdadera felicidad y plenitud se encuentra al obedecer los mandatos de Dios.
Luk 11:29 Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás.
Luk 11:29 Este versículo es parte de un discurso que Jesús estaba dando a una multitud. Él estaba hablando sobre cómo algunas personas estaban buscando señales milagrosas para creer en él y en su mensaje. En lugar de responder directamente a esta demanda, Jesús se refiere a la historia de Jonás en el Antiguo Testamento como la única "señal" que se les dará. La historia de Jonás es sobre un profeta que es enviado por Dios para predicar a la ciudad de Nínive, pero él se niega y huye en la dirección opuesta. Sin embargo, después de ser tragado por un gran pez y pasar tres días en su vientre, Jonás finalmente va a la ciudad y predice su destrucción. Los habitantes de Nínive se arrepienten y Dios les perdona. La "señal de Jonás" a la que se refiere Jesús es su resurrección. Así como Jonás pasó tres días "muerto" en el vientre del pez antes de ser liberado y cumplir su misión, Jesús pasó tres días en la tumba antes de resucitar. Esta "señal" es suficiente para aquellos que buscan señales milagrosas para creer en Jesús. Jesús está diciendo que no hay necesidad de busca más señales, y que la respuesta ya ha sido dada.
Luk 11:30 Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta generación.
Luk 11:30 Este versículo hace referencia a la historia de Jonás en el Antiguo Testamento. Jonás era un profeta que recibió el mandato de Dios de ir a predicar a Nínive, una ciudad que se encontraba sumida en la maldad y la corrupción. Jonás, sin embargo, desobedeció a Dios y huyó en dirección opuesta a Nínive en un barco. Dios envió una tormenta que amenazó la vida del barco y sus tripulantes. Jonás se dio cuenta de que estaba siendo castigado por su desobediencia y pidió a los marineros que lo arrojaran al mar para salvar sus vidas. Fue en este momento cuando un gran pez lo tragó y lo mantuvo en su interior durante tres días y tres noches. Finalmente, Jonás se arrepintió de su desobediencia y oró a Dios desde el interior del pez. Dios entonces ordenó que el pez lo arrojara a la orilla, y Jonás fue a Nínive para cumplir su misión. Los ninivitas, inspirados por la predicación de Jonás, se arrepintieron de sus pecados y se regeneraron. En este versículo, Jesús se compara con Jonás como un signo para la generación de su tiempo. Al igual que Jonás sirvió como advertencia a los ninivitas para que se arrepintieran de sus pecados, de la misma manera Jesús fue enviado a su generación con el fin de que se arrepintieran de sus pecados y se volvieran a Dios. Esto también indica que la obra de redención de Cristo no solo es para un grupo o tiempo específico, sino que es para toda la humanidad.
Luk 11:31 La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.
Luk 11:31 Este versículo proviene de un pasaje en el que Jesús está hablando sobre su generación y su falta de fe. Él menciona a la reina del Sur, que era una gobernante de un reino en Arabia, como un ejemplo de alguien que buscó la sabiduría y la verdad, incluso al viajar largas distancias para oír la sabiduría del rey Salomón. Jesús está señalando que incluso esta mujer no judía reconoció la importancia de la sabiduría y buscó activamente para encontrarla. Él está desafiando a su propia generación a hacer lo mismo, y está sugiriendo que si incluso la reina del Sur puede reconocer la importancia de la sabiduría, ¿por qué no pueden ellos? En resumen, Jesús está usando la historia de la reina del Sur para ilustrar cómo la búsqueda de la sabiduría y la verdad debería ser un objetivo importante para todos, independientemente de la raza, el género o la religión. Él está desafiando a su audiencia a tomar en serio esta búsqueda y hacerla una prioridad en sus vidas.
Luk 11:32 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar.
Luk 11:32 Este verso se encuentra dentro del pasaje en el que Jesús responde a la petición de un hombre que le pide que les muestre un signo o una señal desde el cielo. Jesús les responde que la única señal que les dará es la del profeta Jonás, quien estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches, y que de la misma manera él estará en la tierra por tres días y tres noches. En este verso específico, Jesús está comparando a los habitantes de Nínive con la gente de su generación. Los ninivitas eran un pueblo pagano y pecador, pero cuando Jonás fue a predicarles el mensaje de Dios, se arrepintieron de sus pecados y se convirtieron. Jesús dice que los ninivitas se levantarán en el juicio final y condenarán a la gente de su generación porque ellos no se han arrepentido, a pesar de tener una mayor oportunidad de conocer y seguir a Dios debido a la presencia de Jesús en la tierra. En resumen, este verso nos muestra la importancia del arrepentimiento y la conversión, y cómo ninguna excusa será suficiente para justificar nuestra falta de respuesta al llamado de Dios.
Luk 11:33 Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz.
Luk 11:33 Este versículo se refiere a la importancia de compartir la luz de la verdad y la enseñanza de Dios con los demás. La luz representa la sabiduría, la bondad y la verdad, y no debe ser ocultada o escondida, sino compartida abiertamente para que otros puedan verla y ser guiados por ella. Al comparar la luz con un candelero, el versículo sugiere que debemos mantener nuestra luz brillando en lugares visibles, donde otros puedan verla y seguir nuestro ejemplo. En resumen, este versículo nos anima a compartir nuestras buenas acciones y enseñanzas para iluminar el camino y ayudar a los demás.
Luk 11:34 La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.
Luk 11:34 Este versículo es una metáfora que se refiere a la importancia de tener una mente y un corazón puros. La lámpara del cuerpo es el ojo, y si nuestro ojo es bueno, es decir, si nuestra mente y corazón están en luz y nos enfocamos en las cosas positivas, entonces nuestro cuerpo también está lleno de luz. Por otro lado, si nuestro ojo es maligno, es decir, si nuestra mente y corazón están en tinieblas y nos enfocamos en las cosas negativas, entonces nuestro cuerpo estará en tinieblas también. En pocas palabras, este versículo habla de cómo nuestros pensamientos y emociones impactan en nuestra salud física y mental.
Luk 11:35 Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas.
Luk 11:35 Este versículo es una metáfora que quiere decir que, si una persona tiene conocimiento y entendimiento equivocados, lo que debería ser luz (verdad) para ellos, se convierte en oscuridad (ignorancia). En otras palabras, si una persona piensa que está haciendo lo correcto pero en realidad está equivocada, su error se vuelve más peligroso a medida que continúa en esa dirección, ya que se aleja cada vez más de la verdad y cae en la oscuridad. La idea es que debemos ser cuidadosos al buscar la verdad y asegurarnos de que nuestra percepción de la realidad sea precisa, para no caer en la oscuridad.
Luk 11:36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.
Luk 11:36 Este versículo de la Biblia está hablando sobre la importancia de tener la luz en nuestras vidas. En la Biblia, la luz a menudo se usa para simbolizar la verdad, la justicia y la sabiduría de Dios. Si permitimos que la luz de Dios entre en nuestros corazones y mentes, entonces no habrá lugar para la oscuridad o la maldad en nuestras vidas. El verso indica que si todo nuestro ser está lleno de luz, no hay lugar para las tinieblas en nosotros, lo que significa que nuestro ser estará completamente iluminado. Nuestra vida será brillante y llena de esperanza, y podremos reflejar esa luz para iluminar a otros que nos rodean. En conclusión, el versículo nos enseña sobre la importancia de la luz de Dios en nuestras vidas, que nos guía por los caminos correctos y nos da una vida brillante y feliz.
Luk 11:37 Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa.
Luk 11:37 En este verso, se menciona que después de que Jesús habló, un fariseo lo invitó a comer con él. La invitación fue aceptada, y Jesús entró en la casa del fariseo y se sentó a la mesa para compartir la comida. Este versículo ilustra la importancia de la hospitalidad y la comunión en la cultura judía de la época, y también destaca la voluntad de Jesús de interactuar con personas de diferentes trasfondos y estatus social.
Luk 11:38 El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.
Luk 11:38 Este versículo habla sobre un fariseo que se sorprendió al ver que Jesús no se lavó las manos antes de comer. En la cultura judía de la época, lavarse las manos antes de comer era una práctica común de purificación. Los fariseos eran conocidos por ser muy estrictos en cuanto a la observancia de la ley y las tradiciones, por lo que este fariseo pudo haber considerado la falta de Jesús como un insulto a la tradición y la limpieza. Sin embargo, Jesús enseñó que los ritos externos no eran la medida de la pureza, sino que era lo que venía de adentro del corazón lo que importaba.
Luk 11:39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.
Luk 11:39 Este versículo es una crítica de Jesús a los fariseos, quienes se preocupaban mucho por la limpieza externa de sus utensilios y de su cuerpo, pero descuidaban su limpieza interna. En otras palabras, los fariseos se preocupaban más por los actos externos que los hacían parecer justos y piadosos ante los demás, pero en su interior tenían malas intenciones y actitudes egoístas. Jesús les estaba diciendo que debían enfocarse en la limpieza interior del corazón y de las intenciones, en lugar de solo preocuparse por la limpieza externa.
Luk 11:40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?
Luk 11:40 Este versículo es parte de la conversación de Jesús con los fariseos que criticaban a Jesús por no lavar sus manos antes de comer. Jesús les está diciendo que se preocupan tanto por las cosas externas, como lavarse las manos, pero no se preocupan por sus corazones y su carácter interno. Él les está diciendo que si son tan diligentes en cumplir con los rituales externos, ¿por qué no son igualmente cuidadosos con sus actitudes y comportamientos internos? En otras palabras, si se preocupan tanto por las acciones externas, no deberían descuidar también su vida interior.
Luk 11:41 Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.
Luk 11:41 En este versículo, Jesús está hablando sobre la importancia de ser generosos y compartir lo que tenemos con los demás. La palabra "limosna" se refiere a dar dinero o ayuda a los necesitados. Jesús asegura que si somos generosos y damos "limosna" de lo que tenemos, estaremos limpiando nuestras propias almas de la avaricia y egoísmo. En resumen, este versículo hace un llamado a la práctica de la caridad y la generosidad, asegurando que al hacerlo, seremos recompensados en múltiples formas.
Luk 11:42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.
Luk 11:42 Este versículo se refiere a los fariseos, una secta religiosa judía en el tiempo de Jesús. Los fariseos eran conocidos por ser muy estrictos en la observancia de la ley, incluyendo el pago del diezmo, que era una parte importante de la religión judía. Jesús les estaba criticando por centrarse en cumplir este mandamiento, pero olvidándose de lo más importante: la justicia y el amor de Dios. Jesús les está diciendo que está bien cumplir con la práctica del diezmo y otros ritos, pero no deben hacerlo a expensas de descuidar lo que es verdaderamente importante en su relación con Dios. En resumen, Jesús les está advirtiendo que no se enfoquen tanto en las formalidades religiosas que se olviden de la esencia y el propósito de la fe.
Luk 11:43 ¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas.
Luk 11:43 En este versículo, Jesús está criticando a los fariseos por su hipocresía y amor por el reconocimiento y la posición. Los fariseos eran líderes religiosos y se consideraban muy importantes. Les gustaba sentarse en los asientos más importantes en las sinagogas y ser saludados por la gente en lugares públicos como las plazas. Jesús les está diciendo que su búsqueda de reconocimiento y posición es egoísta e hipócrita. Él está señalando que buscar posición y reconocimiento no es la manera de ser un verdadero líder religioso y que deben estar más preocupados por seguir a Dios y servir a los demás, en lugar de buscar su propia gloria. En resumen, Jesús está condenando el orgullo y la arrogancia de los fariseos y les está diciendo que deben centrarse más en los verdaderos valores y en la práctica de la religión.
Luk 11:44 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.
Luk 11:44 Este versículo es una crítica dura de Jesús dirigida a los escribas y fariseos de su tiempo. Él los describe como hipócritas, personas que fingen ser piadosas y obedientes a la ley de Dios, pero en realidad son personas muy diferentes en su interior. Los compara con sepulcros, que son lugares donde se entierran a los muertos, pero que no se ven desde el exterior. De este modo, Jesus esta diciendo que los escribas y fariseos aparentan ser santos y justos, pero su interior está lleno de corrupción y maldad. Y así, los hombres que interactúan con ellos, no saben realmente lo que está sucediendo dentro de ellos. Esta crítica se basa en la idea de que una verdadera virtud y santidad son internas, y no pueden ser fingidas o una mera apariencia.
Luk 11:45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.
Luk 11:45 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Lucas, capítulo 11, versículo 45. En este pasaje, Jesús está hablando a un grupo de fariseos y escribas sobre la hipocresía de los líderes religiosos en su tiempo. Él los está reprendiendo por su falta de atención a los asuntos más importantes de la ley de Dios, como la justicia, la misericordia y la fe. Uno de los intérpretes de la ley que estaba presente en el grupo se sintió ofendido por la enseñanza de Jesús y le acusó de insultarlos a ellos también. Esta respuesta sugiere que estos líderes religiosos ya sabían que Jesús estaba criticando su comportamiento, pero aún así se sentían atacados por sus palabras. La enseñanza de Jesús en este pasaje nos recuerda que la verdadera religiosidad no tiene que ver con observar meticulosamente la ley de Dios, sino con tener un corazón humilde y obediente a su voluntad. Los líderes religiosos de su tiempo habían olvidado esto y estaban más preocupados por mantener su poder y estatus en la sociedad.
Luk 11:46 Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis.
Luk 11:46 En este versículo, Jesús está criticando a los intérpretes de la ley (los escribas y fariseos) por ser hipócritas. A pesar de que ellos enseñan la ley de Dios, no la cumplen. En lugar de ayudar a las personas a entender la ley y vivirla correctamente, ellos les imponen cargas que son imposibles de cumplir y no están dispuestos a cargar ellos mismos. Jesús está denunciando su falta de compasión y su enfoque legalista y sin amor hacia las personas.
Luk 11:47 ¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros padres!
Luk 11:47 Este versículo es una advertencia de Jesús a los líderes religiosos de su tiempo. Él les dice que ellos honran a los profetas que sus antepasados mataron, construyendo tumbas para ellos, pero al mismo tiempo están actuando de manera similar a sus antepasados al perseguir y matar a los profetas que él ha enviado a ellos. Es una denuncia de su hipocresía y de que no están practicando lo que predican. Jesús está diciendo que ellos son responsables de la maldición que caerá sobre ellos por rechazar y matar a los profetas de Dios.
Luk 11:48 De modo que sois testigos y consentidores de los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.
Luk 11:48 Este versículo es parte de un discurso que Jesús dio a los fariseos y los maestros de la ley en el que les estaba reprochando su hipocresía y su falta de compromiso con la justicia de Dios. En este versículo, Jesús les dice que son testigos y consentidores de los hechos de sus padres, es decir, de los líderes religiosos anteriores que habían perseguido y matado a los profetas de Dios. Jesús les está diciendo que ellos continúan la tradición de sus padres al construir sepulcros y honrar a los profetas muertos, pero que a la vez están traicionando la causa de la justicia y la fe en Dios al rechazar a los mensajeros que Dios les está enviando en el presente. En otras palabras, Jesús está denunciando la hipocresía y la falta de compromiso de los líderes religiosos de su tiempo y los está llamando a arrepentirse y seguir la verdad de Dios.
Luk 11:49 Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán,
Luk 11:49 Este versículo se encuentra en el capítulo 11 del libro de Lucas en el Nuevo Testamento de la Biblia. En este versículo, Jesús está hablando con la multitud y les está advirtiendo sobre las consecuencias de rechazar su mensaje y su enseñanza. Jesús se refiere a la sabiduría de Dios y dice que Dios ha enviado profetas y apóstoles para que anuncien su mensaje y su venida. Sin embargo, Jesús también advierte que algunos de estos profetas y apóstoles serían asesinados y perseguidos por enseñar la verdad de Dios. Este versículo es una profecía sobre la persecución y el sufrimiento que los seguidores de Jesús tendrían que enfrentar. En efecto, muchos de los seguidores de Jesús fueron martirizados y perseguidos por su fe en Dios. Sin embargo, el mensaje de este versículo es que incluso en medio de la persecución y el sufrimiento, Dios sigue guiando y fortaleciendo a su pueblo para que sigan su camino y den testimonio de su fe en todo momento. En última instancia, este versículo nos recuerda que la sabiduría de Dios es mayor que cualquier sufrimiento que podamos experimentar en esta vida y que Dios siempre está con nosotros, incluso en nuestros momentos más difíciles.
Luk 11:50 para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo,
Luk 11:50 Este versículo es una parte del discurso de Jesús en el que estaba reprendiendo a los fariseos y a los expertos en la ley por su hipocresía y falta de fe. En este versículo, Jesús les está advirtiendo que ellos también serán responsables de la muerte de los profetas que han sido asesinados desde la fundación del mundo. Él está diciendo que la sangre de estos profetas clama desde el suelo, lo que significa que clama por justicia y castigo para aquellos que los mataron. Al decir que "se demande de esta generación", él está diciendo que se les pedirá cuentas a los líderes religiosos de su tiempo por la injusticia y la crueldad que han perpetrado contra los siervos de Dios. En resumen, este versículo es una advertencia de que aquellos que matan a los profetas y rechazan la verdad de Dios no escaparán del juicio final.
Luk 11:51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo; sí, os digo que será demandada de esta generación.
Luk 11:51 Este versículo es parte de una discusión de Jesús con los fariseos y los escribas sobre la hipocresía de la religión y la justicia. Él les dice que el castigo por la injusticia de sus antepasados y líderes religiosos les será exigido a ellos y a su generación actual. Cuando Jesús menciona "desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías", se refiere al hecho de que Abel fue el primer mártir en la Biblia (Génesis 4:8) y Zacarías fue el último mártir registrado en las Escrituras hebreas (2 Crónicas 24:20-22). Jesús está diciendo que la sangre de estos mártires, que fue derramada injustamente, ha sido un tema constante en la historia del pueblo de Dios. Él predice que la injusticia y el derramamiento de sangre continuarán en su generación y que ésta será demandada de ellos. En resumen, Jesús está advirtiendo a los fariseos y a los escribas que deben arrepentirse de sus pecados y buscar la justicia en lugar de continuar en su hipocresía y su desobediencia a Dios.
Luk 11:52 ¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.
Luk 11:52 Este versículo se encuentra en el capítulo 11 del evangelio de Lucas, en el que Jesús está hablando con los fariseos y los escribas (expertos en la ley judía). En este pasaje, Jesús les llama la atención a estos líderes religiosos porque se han convertido en intérpretes de la ley, pero en lugar de ayudar al pueblo a comprender mejor la ley de Dios, la han distorsionado y manipulado para su propio beneficio. La "llave de la ciencia" se refiere a la comprensión de la ley y su correcta interpretación. Jesús les está diciendo que ellos han quitado esta llave a la gente, no permitiéndoles acceder a la verdad de la ley, y que él mismo no entró en su falsa interpretación. Además, impidieron el acceso de aquellos que querían conocer la verdadera ley, lo que significa que no sólo se les impidió a ellos mismos entrar en el camino correcto, sino que también evitaron que otros lo hicieran. En resumen, Jesús les está reprendiendo por su falta de humildad y su abuso de poder al tergiversar la ley y no permitir que otros la comprendan correctamente.
Luk 11:53 Diciéndoles él estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a estrecharle en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas;
Luk 11:53 En este verso, se describe cómo los escribas y los fariseos comenzaron a sentirse cada vez más incómodos con las palabras que Jesús les estaba diciendo. Estaban tratando de encontrar cosas sobre las cuales querían que Jesús hablara para poder encontrar algún punto en el que pudieran acusarlo o desacreditarlo. En resumen, los escribas y los fariseos estaban intentando presionar a Jesús para que se pronunciara sobre temas que pudieran utilizar en su contra.
Luk 11:54 acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle.
Luk 11:54 Este versículo hace referencia a la actitud de algunos líderes religiosos hacia Jesús en aquel tiempo. Ellos estaban siempre vigilando y escudriñando las palabras que Jesús decía, no porque estuvieran interesados en aprender o entender su mensaje, sino porque querían encontrar algo que pudieran usar en su contra para acusarlo y condenarlo. Esta actitud muestra su falta de sinceridad y su malicia hacia Jesús, lo que finalmente llevó a su crucifixión. Es un recordatorio de que no deberíamos buscar información para dañar a los demás, sino tratar a los demás con respeto y compasión.