Aprendiendo de la vida y enseñanzas de Jesús: El Evangelio según Lucas en el Libro 13 del Nuevo Testamento
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El Libro 13 del Nuevo Testamento, también conocido como el Evangelio de Lucas, es un relato detallado de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Este libro es considerado uno de los cuatro evangelios canónicos, junto con el Evangelio de Mateo, el Evangelio de Marcos y el Evangelio de Juan.
El Libro 13 comienza con el nacimiento de Juan el Bautista y la Anunciación a María de que ella daría a luz a Jesús. Luego, se relata el nacimiento de Jesucristo en Belén, su bautismo en el río Jordán, su tentación en el desierto y su ministerio público.
El Evangelio también incluye las enseñanzas de Jesús, como sus sermones sobre la montaña, las parábolas que contó y las curaciones milagrosas que realizó. Además, se detalla su entrada triunfal en Jerusalén, su juicio y crucifixión y su posterior resurrección.
El Libro 13 de Lucas también contiene el relato de la aparición de Jesús a sus discípulos después de su resurrección y su ascensión al cielo. También se describe la venida del Espíritu Santo en Pentecostés y la predicación de los apóstoles.
En resumen, el Libro 13 del Nuevo Testamento es una narración detallada de la vida y obra de Jesucristo y su influencia en la creación de una nueva religión y comunidad de creyentes. Es un texto importante para los cristianos y ha tenido un gran impacto en la cultura y la historia occidental.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Luk 13:1 En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos.
Luk 13:1 En este pasaje del Evangelio de Lucas, se cuenta que algunas personas le hablaban a Jesús acerca de un evento en el que Pilato, el gobernador romano de Judea, había mezclado la sangre de algunos galileos con los sacrificios que estaban haciendo en el templo. Los galileos eran considerados por los judíos como personas impuras e inferiores, por lo que se entiende que Pilato había cometido una acción extremadamente violenta y sacrilega al mezclar su sangre con los sacrificios que hacían en el templo. Jesús utiliza este suceso para hablar sobre la necesidad de arrepentimiento y la importancia de reconocer la fugacidad de la vida. Él señala que, aunque los galileos que fueron asesinados de esta manera no eran peores que cualquier otra persona, su muerte debería ser un recordatorio de que todos somos mortales y que debemos vivir nuestras vidas de manera recta y justa, en preparación para nuestra muerte y el juicio venidero. En resumen, este versículo en Lucas 13:1 nos muestra una situación violenta que había ocurrido durante esa época y cómo Jesús la aprovecha para enseñar sobre la importancia del arrepentimiento y de vivir cada día con rectitud y justicia, como una preparación para el juicio venidero.
Luk 13:2 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos?
Luk 13:2 Este versículo se refiere a una conversación que Jesús tuvo con algunas personas en la que se informó sobre la muerte de algunos galileos, y que algunos creían que habían muerto como castigo por sus pecados. Jesús les respondió preguntando si creían que esos galileos eran peores pecadores que otros galileos que no habían sufrido la misma muerte. Jesús intentó transmitir el mensaje de que no debemos juzgar a otros según su sufrimiento, ya que nadie es mejor o peor que otro debido a las dificultades que enfrentan. En lugar de centrarse en estereotipos, debemos enfocarnos en amar y servir a los demás, independientemente de su situación.
Luk 13:3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
Luk 13:3 Este versículo es parte de uno de los relatos de Jesús en el Evangelio de Lucas. En él, Jesús está hablando con una multitud y les dice que si no se arrepienten de sus pecados, correrán la misma suerte que las víctimas de una reciente tragedia. La tragedia a la que se refiere Jesús es la muerte de unos galileos que fueron asesinados mientras ofrecían sacrificios en el templo. Aparentemente, algunos estaban pensando que estas víctimas eran pecadores especialmente malvados, y que por eso habían sido castigados por Dios. Jesús rechaza esta idea, y les dice que a menos que se arrepientan, ellos también correrán la misma suerte. En otras palabras, Jesús les está diciendo que todos necesitan arrepentirse de sus pecados si quieren evitar la destrucción que seguramente vendrá.
Luk 13:4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén?
Luk 13:4 Este versículo es parte de una enseñanza de Jesús en la que habla sobre la necesidad de arrepentirse de los pecados y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. En este caso, Jesús menciona un hecho que había sucedido en el que un grupo de dieciocho personas habían muerto porque una torre se derrumbó sobre ellos. El punto que Jesús quiere hacer es que esa tragedia no ocurrió porque esas personas fueran especialmente pecadoras o culpables de algo en particular. Él dice: "¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén?" para señalar que todos somos pecadores y no hay nadie que sea más o menos merecedor del juicio divino. Jesús utiliza esta historia como una ilustración de que todos debemos arrepentirnos de nuestros pecados y buscar la misericordia y el perdón de Dios, porque en cualquier momento una tragedia puede suceder y necesitamos estar preparados para enfrentar la vida y la muerte con rectitud y fe.
Luk 13:5 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
Luk 13:5 Este verso es parte de un diálogo que Jesús tuvo con la multitud en el que discutía sobre algunas tragedias recientes. En este verso, Jesús está advirtiendo a la multitud que si no se arrepienten de sus pecados, experimentarán la misma destrucción que le sucedió a las personas mencionadas en la conversación anterior. En otras palabras, Jesús está diciendo que la muerte y la destrucción son inevitables a menos que la gente se arrepienta de sus pecados y acepte a Dios en sus vidas. Es una llamada a la reflexión y al cambio para aquellos que escuchan sus enseñanzas.
Luk 13:6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.
Luk 13:6 El versículo que mencionas es parte de una parábola que Jesús contó a sus seguidores para ilustrar una lección espiritual. En la parábola, el hombre es un propietario de una viña que plantó una higuera en ella. Él vino para buscar frutos en la higuera, pero no encontró ninguno. Esta parábola explica que, aunque Dios ha plantado a cada persona en la tierra con un propósito específico, Él espera que cada uno produzca fruto espiritual y cumpla su propósito en la vida. Si alguien no cumple con este propósito, corre el riesgo de ser cortado o eliminado de la vida. Por lo tanto, la parábola nos enseña que debemos ser productivos y esforzarnos por cumplir nuestro propósito y hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Luk 13:7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?
Luk 13:7 Este versículo representa una parábola que Jesús estaba contando para expresar la idea de que Dios espera que sus seguidores produzcan frutos espirituales en sus vidas. La higuera en la parábola representa a los seres humanos y los tres años representan el tiempo que Jesús les había dado para producir estos frutos espirituales. Sin embargo, la higuera no había dado fruto alguno, por lo que Jesús le dijo al viñador que era mejor cortarla para evitar que inutilizara la tierra. En otras palabras, Jesús estaba diciendo que aquellos que no se esfuerzan por producir frutos espirituales en sus vidas no son útiles para el Reino de Dios, y por lo tanto deben ser descartados. Este verso es una llamada a la acción para los creyentes para producir los frutos del Espíritu en sus vidas, tales como el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fe, la humildad y el dominio propio (Gálatas 5:22-23).
Luk 13:8 El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone.
Luk 13:8 Este versículo es parte de una parábola de Jesús en la que habla de una higuera que no estaba dando frutos. El dueño de la viña que la poseía estaba considerando cortarla para que no ocupara espacio inútilmente. Sin embargo, el jardinero le pide que le dé un año más para trabajar en ella, abonarla y darle una oportunidad de dar frutos antes de cortarla. Este versículo en particular muestra la petición del jardinero al dueño de la viña. El jardinero cree que puede hacer algo para ayudar a la higuera a producir frutos y quiere que se le dé una oportunidad para hacerlo. En términos más generales, la parábola y este versículo específico pueden transmitir la idea de que siempre hay esperanza y que uno debe trabajar y cuidar sus relaciones y responsabilidades para obtener buenos resultados.
Luk 13:9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.
Luk 13:9 Este versículo se encuentra en una parábola que Jesús contó a sus seguidores y describe una viña que no ha dado frutos durante tres años. El dueño de la viña le dice al encargado de la viña que le dé otra oportunidad para que el árbol dé frutos y si después de eso sigue sin dar frutos, entonces lo cortará. Jesús utilizó esta parábola para ilustrar la paciencia que Dios tiene con nosotros como seres humanos, pero también para enseñar que debemos dar frutos en nuestras vidas y que si no lo hacemos, hay consecuencias. La idea de "cortar" el árbol se refiere a la necesidad de quitar lo que no es productivo o beneficioso en nuestra vida y que puede impedir nuestro crecimiento espiritual y personal. En resumen, este versículo nos anima a vivir de manera productiva y a ser responsables de las consecuencias de nuestras elecciones y acciones.
Luk 13:10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo;
Luk 13:10 Este versículo describe un momento en la vida de Jesús donde Él estaba enseñando en una sinagoga en el día de reposo. Los judíos consideraban el sábado como un día sagrado de descanso y adoración, y esperaban que la gente se abstuviera de trabajar durante ese día. Sin embargo, Jesús desafió las normas religiosas de la época y enseñaba durante el sábado, lo cual fue considerado por algunos como una violación de la ley. Enseñar en la sinagoga durante el día de reposo fue una de las enseñanzas más comunes de Jesús, porque Él quería llegar a la gente en el lugar en que se reunían para adorar a Dios.
Luk 13:11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.
Luk 13:11 Este versículo describe una historia en la que Jesús estaba enseñando en una sinagoga y notó a una mujer que estaba encorvada y no podía enderezarse debido a una enfermedad que tenía durante dieciocho años. La condición de la mujer se describe como un "espíritu de enfermedad", lo que sugiere una conexión espiritual a su problema de salud. Jesús se acerca a la mujer y le dice que está libre de su enfermedad, y al instante ella se endereza y comienza a alabar a Dios. Este milagro de la curación es un ejemplo del poder de Jesús para sanar tanto física como espiritualmente a las personas. Este versículo también demuestra la compasión de Jesús hacia los enfermos y su disposición a ayudarlos. La historia sirve como una lección para recordarnos que debemos ser compasivos y ayudar a aquellos que necesitan nuestra ayuda, especialmente aquellos que sufren de enfermedades o discapacidades.
Luk 13:12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.
Luk 13:12 Este versículo se encuentra en el Nuevo Testamento de la Biblia y relata un episodio donde Jesús ve a una mujer que había estado encorvada durante 18 años debido a una enfermedad. Jesús llama a la mujer y le dice que ella está libre de su enfermedad. La palabras de Jesús en este versículo muestran su poder milagroso y su compasión por los que sufren. A través de su sanación, Jesús libera a esta mujer de la carga de su enfermedad física y le devuelve su libertad y su capacidad de moverse con facilidad. Este versículo es un ejemplo del amor y la misericordia de Jesús hacia aquellos que buscan su ayuda y su sanación.
Luk 13:13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.
Luk 13:13 Este versículo narra un milagro realizado por Jesús. En él, se cuenta como una mujer que había estado encorvada por 18 años fue sanada por Jesús en un día de reposo (sábado). Jesús puso sus manos sobre ella y la mujer se enderezó inmediatamente. Este milagro fue una demostración del poder de Jesús y la mujer, al sanar, alabó a Dios. El versículo ilustra cómo el poder de Jesús puede transformar no solo el cuerpo sino también el espíritu de una persona, llevándola a glorificar a Dios.
Luk 13:14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.
Luk 13:14 En este versículo del Nuevo Testamento, se describe un momento en el que Jesús estaba sanando a una mujer en un día de reposo (sábado), lo que era considerado una violación del mandamiento de mantener el día de reposo sagrado. El principal de la sinagoga, quien era responsable de las normas religiosas en la sinagoga, se enojó con Jesús y le dijo a la gente que deberían ser sanados durante los días de trabajo y no en el día de reposo. En resumen, el versículo muestra la tensión entre la observancia sagrada del día de reposo y la necesidad urgente de curación en la comunidad.
Luk 13:15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?
Luk 13:15 Este versículo es parte de un pasaje en el que Jesús cura a una mujer que había estado enferma por 18 años en un día de reposo (sábado, el día de descanso judío). Los líderes religiosos confrontan a Jesús por sanar en el día de reposo, pero Jesús les llama hipócritas porque ellos mismos rompen la ley al desatar a sus animales para que beban agua en el día de reposo. La idea es que, si los líderes religiosos permiten que se desate a los animales para cuidarlos en el día de reposo, entonces también deberían permitir que se atienda a las necesidades humanas, como la curación de enfermedades. En otras palabras, Jesús está diciendo que el amor y la compasión deberían ser más importantes que las leyes y las reglas rígidas.
Luk 13:16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?
Luk 13:16 Este verso se refiere a una mujer que había estado enferma y incapacitada por 18 años debido a la opresión de Satanás. La gente en la sinagoga donde Jesús estaba enseñando se sorprendió cuando él la sanó en el día de reposo. Los líderes religiosos judíos habían establecido estrictas reglas para guardar el día de reposo, incluyendo no trabajar, y los criticaron por curar a la mujer. Pero Jesús les respondió que si alguien tenía una necesidad urgente y hay una oportunidad para ayudarles, el día de reposo no debería impedirlo. Aquí, Jesús está mostrando cómo la ley debe ser guiada por el amor y la misericordia, y cómo su poder es más fuerte que cualquier opresión satánica.
Luk 13:17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.
Luk 13:17 Este versículo se refiere a una situación en la que Jesús había curado a una mujer que había estado enferma durante 18 años. Al hacer esto, los líderes religiosos de la época se sintieron avergonzados porque no habían sido capaces de hacer lo mismo, y se dieron cuenta de que Jesús tenía poderes divinos. Sin embargo, la gente común se regocijaba porque habían visto un gran milagro y habían sido testigos de algo asombroso. Este versículo muestra la diferencia en la reacción de las personas a las acciones de Jesús, con algunos siendo humillados y otros siendo bendecidos y felices.
Luk 13:18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?
Luk 13:18 Este versículo es una pregunta que Jesús hizo a sus seguidores para que pudieran entender mejor el concepto del Reino de Dios. Él estaba buscando una manera de explicar algo que era difícil de comprender, por lo que utiliza una comparación para hacerlo más fácil de entender. El Reino de Dios es algo espiritual y no es algo que pueda ser visto con los ojos físicos. Por lo tanto, Jesús utiliza una analogía para ayudar a sus discípulos a comprender mejor. En esencia, él estaba diciendo que el Reino de Dios es como una semilla que crece en un árbol grande y fuerte. La semilla es pequeña e insignificante, pero con el tiempo crece en algo más grande y poderoso. Del mismo modo, el Reino de Dios comienza de forma simple y humilde, pero a medida que crece, se convierte en algo más poderoso y significativo.
Luk 13:19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.
Luk 13:19 Este versículo es una parábola contada por Jesús en la que compara el Reino de Dios con el grano de mostaza. El grano de mostaza es muy pequeño, pero cuando se planta y crece, se convierte en un árbol grande en el que las aves pueden hacer sus nidos. De manera similar, el Reino de Dios puede parecer pequeño e insignificante, pero con el tiempo y la paciencia, crece y se fortalece y puede ofrecer protección y refugio para los creyentes. Además, las aves del cielo que anidan en las ramas del árbol pueden simbolizar a los no-creyentes que se sienten atraídos por la grandeza del Reino de Dios y encuentran refugio y una comunidad en él. En resumen, este versículo habla del crecimiento y expansión del Reino de Dios y su capacidad de ofrecer un refugio para todos aquellos que buscan una conexión con Dios.
Luk 13:20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?
Luk 13:20 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó para explicar cómo el reino de Dios se expande y crece. En la parábola, Jesús compara el reino de Dios con una pequeña semilla de mostaza que crece hasta convertirse en un gran árbol en el que las aves encuentran refugio. El versículo en cuestión es una repetición de la pregunta de Jesús sobre cómo puede explicar o comparar el reino de Dios para que la gente lo comprenda mejor. En esencia, Jesús está tratando de encontrar una forma de mostrar la magnitud y el alcance del reino de Dios a su audiencia.
Luk 13:21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.
Luk 13:21 Este versículo es una de las parábolas de Jesús que se encuentra en el Evangelio de Lucas. La parábola de la levadura es una enseñanza de Jesús que se utiliza para ilustrar el Reino de Dios y la manera en que se expande. En la parábola, una mujer toma un poco de levadura y la mezcla con tres medidas de harina. Luego, la deja fermentar hasta que toda la masa se hincha. La levadura, en este caso, es un símbolo del Reino de Dios, que está destinado a crecer y a extenderse hasta llenar toda la tierra. La parábola sugiere que el Reino de Dios crece de manera lenta y gradual, como una masa de pan que toma tiempo en fermentar. Una vez que la levadura se mezcla con la harina, no se puede separar de ella. De la misma manera, una vez que el Reino de Dios se establece en el corazón de una persona, cambia su vida para siempre. En resumen, la parábola de la levadura enseña que el Reino de Dios sigue creciendo y expandiéndose, y que una vez que entra en nuestras vidas, nos cambia para siempre.
Luk 13:22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén.
Luk 13:22 Este versículo describe el viaje de Jesús hacia Jerusalén en el cual pasaba por diferentes ciudades y aldeas enseñando a la gente acerca del Reino de Dios. Jesús estaba comprometido en difundir el mensaje de amor y salvación en todas las partes posibles de su camino hacia Jerusalén, donde finalmente sería crucificado y levantado de los muertos para redimir a la humanidad de sus pecados. El propósito de Jesús era enseñar el camino hacia la vida eterna y la gracia de Dios, y su camino hacia Jerusalén fue una oportunidad para compartir este mensaje con más personas.
Luk 13:23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:
Luk 13:23 Este versículo de Lucas 13:23 se encuentra dentro de un pasaje donde Jesús está enseñando a una multitud sobre el arrepentimiento y la entrada al Reino de Dios. La persona que le pregunta a Jesús si son pocos los que se salvan está buscando una respuesta sobre la cantidad de personas que serán salvadas en el juicio final. La respuesta de Jesús es interesante ya que no da una cantidad específica de personas que se salvarán. En lugar de eso, les dice que ellos deben preocuparse por entrar por la puerta estrecha (que representa el arrepentimiento y la fe en Él) en lugar de preocuparse por el número de personas que se salvan. En resumen, este versículo de Lucas 13:23 nos enseña que lo más importante no es cuántas personas serán salvas sino nuestra propia relación con Dios y nuestra entrada en su Reino a través de la fe en Jesús.
Luk 13:24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.
Luk 13:24 Este versículo es una exhortación de Jesús a sus seguidores para que luchen y se esfuercen por entrar por la puerta angosta, es decir, por el camino estrecho y difícil hacia la salvación. Él les advierte que muchos intentarán entrar, pero no lo lograrán, lo que sugiere que no es una tarea fácil. Para entrar por la puerta angosta, se necesita disciplina, compromiso y perseverancia, ya que se enfrentarán a pruebas y tentaciones en el camino. También sugiere que no hay acceso fácil a la salvación y que no todos eventualmente serán salvados. Jesús está instando a sus seguidores a tomar en serio su caminar con Dios y a estar dispuestos a sacrificar todo lo que les impida llegar a la meta.
Luk 13:25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.
Luk 13:25 Este versículo es parte de una enseñanza de Jesús sobre la importancia de estar preparados para su venida y entrar en el reino de Dios. Él está hablando de un padre de familia que ha cerrado la puerta de su casa para dormir, y luego llegan personas que quieren entrar. Estas personas llaman a la puerta y dicen "Señor, Señor, ábrenos", pero el dueño de la casa les responde que no los conoce y que no sabe de dónde vienen. En términos espirituales, esto significa que aquellos que no han estado preparados y no han seguido a Jesús no podrán entrar en su reino. A pesar de que claman por ayuda y quieren entrar, si no han vivido de acuerdo a la voluntad de Dios, no serán aceptados. Por lo tanto, la enseñanza de Jesús es que debemos estar siempre preparados y seguir su camino para poder entrar en su reino.
Luk 13:26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.
Luk 13:26 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó mientras hablaba sobre la importancia de arrepentirse y estar preparados para su venida. En la parábola, un hombre intenta entrar en una fiesta pero es rechazado porque no es conocido por el anfitrión. En este versículo, aquellos que son rechazados comienzan a argumentar con el anfitrión diciendo que ellos habían comido y bebido con él e incluso lo habían escuchado enseñar en las plazas públicas. Sin embargo, el anfitrión no los reconoce y les dice que se vayan porque no los conoce. Este versículo nos recuerda que no es suficiente tener una relación superficial o nominal con Jesús, sino que debemos conocerlo verdaderamente y seguirlo sinceramente.
Luk 13:27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.
Luk 13:27 Este versículo es una parte del discurso que Jesús dio a sus seguidores sobre el juicio final. Él les advierte que aquellos que hacen el mal serán apartados de él en ese momento. Jesús es claro en que no conoce a aquellos que hacen el mal y les indica que deben apartarse de él. Este versículo está enfocado en la idea de que solo aquellos que hacen cosas buenas y sirven a Dios tendrán un lugar en el reino de los cielos. Es una advertencia sobre las consecuencias de hacer el mal y una llamada a la verdadera transformación en la vida.
Luk 13:28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.
Luk 13:28 Este versículo habla sobre el juicio final y la separación entre aquellos que serán salvos y aquellos que no lo serán. Cuando se produce este juicio, aquellos que aceptaron a Jesucristo como su Salvador y siguieron sus enseñanzas entrarán en el reino de Dios, donde se reunirán con personajes bíblicos importantes como Abraham, Isaac y Jacob, así como con todos los profetas. Sin embargo, aquellos que rechazaron a Jesús y no siguen sus enseñanzas serán excluidos y se enfrentarán a una vida de dolor y sufrimiento, como se indica en el versículo con el "llanto y el crujir de dientes". Es importante recordar que la elección de quién entra en el reino de Dios es personal y se basa en nuestra relación con Jesús y en seguir sus enseñanzas.
Luk 13:29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Luk 13:29 Este versículo habla de un tiempo en el futuro en el que todas las personas, independientemente de su origen o ubicación geográfica, tendrán un lugar en el reino de Dios. Se dice que vendrán del este, del oeste, del norte y del sur y se sentarán juntos para disfrutar de la comunión y la bendición de Dios en su reino. Este verso habla de la inclusión y la unidad que es posible en Cristo, y muestra cómo la salvación no es solo para un grupo selecto de personas, sino para todos aquellos que creen en Él.
Luk 13:30 Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.
Luk 13:30 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó acerca del reino de Dios y de cómo algunas personas que creen que son importantes pueden ser humilladas, mientras que personas que parecen insignificantes pueden ser exaltadas. La idea es que, en el reino de Dios, el éxito no se mide por las apariencias o el estatus social, sino por la humildad, la fe y la obediencia a Dios. Por lo tanto, aquellos que son primeros en el mundo pueden ser postreros en el reino de Dios, mientras que aquellos que son postreros en el mundo pueden ser primeros en el reino de Dios. La enseñanza es que debemos dejar de lado nuestra vanidad y buscar la voluntad de Dios en todas las cosas.
Luk 13:31 Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
Luk 13:31 En este versículo, se menciona que unos fariseos advierten a Jesús de que Herodes quiere matarlo. Los fariseos eran un grupo religioso y político en el judaísmo en la época de Jesús, y algunos de ellos se consideraban enemigos de Jesús. Herodes, por su parte, era un gobernador romano que tenía el control de la región de Galilea en ese momento. La advertencia de los fariseos a Jesús sugiere que el peligro que enfrentaba Jesús no solo venía de los fariseos, sino también de Herodes y sus agentes. Es interesante notar que Jesús no huye inmediatamente, sino que sigue predicando y enseñando en la región durante algún tiempo después de esta advertencia. La razón por la que Herodes quería matar a Jesús no está clara en este versículo, pero se puede suponer que esto se debía al poder y la influencia que Jesús estaba adquiriendo con su mensaje de amor, justicia y salvación. También puede haber sido debido a los rumores que circulaban acerca de que Jesús era el Mesías, un rey judío que podría amenazar el poder de Herodes.
Luk 13:32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.
Luk 13:32 En este pasaje, Jesús les está hablando a los fariseos que le han advertido que Herodes está buscando matarlo. Jesús les responde diciendo que seguirá adelante con su ministerio y que no será detenido por amenazas de Herodes. La frase "aquella zorra" se refiere a Herodes, y Jesús le está diciendo a los fariseos que le digan a él que seguirá haciendo milagros y curaciones hasta que su trabajo esté completo, incluso si eso significa que morirá en el camino. Así, Jesús demuestra su determinación y fe en su misión, y rechaza el miedo y la presión de aquellos que quieren silenciarlo.
Luk 13:33 Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.
Luk 13:33 Este versículo se refiere a la inevitabilidad de que Jesús vaya a Jerusalén, a pesar de las advertencias y peligros que se presentan allí. El verso dice que Él tiene que seguir adelante con su camino, incluso si esto significa su muerte. La última parte del verso "no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén" se refiere a la idea de que Jerusalén era conocida como el lugar donde los profetas eran martirizados por el pueblo. En resumen, este verso destaca la determinación de Jesús de cumplir con su propósito, incluso si eso significa enfrentar la muerte.
Luk 13:34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
Luk 13:34 Este versículo es un lamento de Jesús por la ciudad de Jerusalén, que ha matado a los profetas y rechaza a los enviados de Dios. Jesús compara su deseo de proteger y cuidar al pueblo de Jerusalén con el instinto maternal de una gallina que protege a sus polluelos bajo sus alas. En otras palabras, Jesús está diciendo que él quiere proteger y cuidar a la gente de Jerusalén como una madre protectora, pero que la ciudad se niega a escuchar y a aceptar su mensaje. Jesús está lamentando la falta de receptividad de la ciudad a su mensaje y su amor.
Luk 13:35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.
Luk 13:35 Este versículo es una declaración de Jesús a los líderes religiosos y el pueblo judío en general. Él les está advirtiendo que debido a su rechazo a Él como el Mesías, su templo y su nación eventualmente serán destruidos. También les está diciendo que no lo verán de nuevo hasta su segunda venida, cuando aquellos que lo reciban lo reconocerán como el Mesías y lo saludarán como tal. La frase "Bendito el que viene en nombre del Señor" es una cita del Salmo 118:26, que los judíos usaban como una bienvenida tradicional para aquellos que llegaban a Jerusalén en peregrinación. Jesús está sugiriendo que en su próxima visita a Jerusalén, aquellos que lo reciban lo saludarán con ese mismo reconocimiento y respeto.