Desentrañando el Evangelio de Lucas: Explorando el Libro 14 del Nuevo Testamento
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El libro del Nuevo Testamento de Lucas, capítulo 14, se enfoca en los enseñanzas de Jesús a sus discípulos acerca de la humildad y de cómo ser invitados al banquete del reino de Dios.
En primer lugar, Jesús cuenta una parábola acerca de un banquete al que algunos invitados se niegan a asistir, prefiriendo ocuparse de sus propios asuntos. En su lugar, el anfitrión invita a los pobres, cojos, ciegos y otros marginados para llenar su mesa, enseñando la importancia de la humildad y la compasión hacia los menos afortunados.
Luego, Jesús habla sobre la importancia de contar el costo antes de seguirlo, describiendo cómo aquel que quiere construir una torre o ganar una batalla primero debe calcular los recursos necesarios para hacerlo. De esta forma, nos enseña que seguirle requiere dedicación y compromiso.
Finalmente, Jesús habla sobre el costo de ser discípulo, dejando claro que aquellos que lo sigan deben estar dispuestos a renunciar a todo lo que tienen y poner a Dios en primer lugar. Él compara este sacrificio al sal en un alimento, que tanto puede dar sabor como corromperlo si se usa en exceso o de manera incorrecta.
En resumen, Lucas 14 nos enseña sobre la importancia de ser humildes y compasivos, de contar el costo y comprometernos a seguir a Jesús, y de renunciar a todo lo demás para poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Luk 14:1 Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban.
Luk 14:1 Este versículo del Nuevo Testamento, específicamente en el Evangelio según Lucas, describe el suceso en que Jesús entra a casa de un gobernante fariseo en el día de reposo para comer. Sin embargo, los fariseos lo estaban observando y acechando, probablemente intentando buscar una oportunidad para acusar a Jesús de violar la ley del día de reposo. Este versículo muestra la constante atención y hostilidad que los fariseos tenían hacia Jesús y su intención de buscar cualquier error o violación de la ley para desacreditarlo. También revela la fuerza de la oposición de los líderes religiosos hacia Jesús, a pesar de que ellos mantenían una posición de autoridad y poder.
Luk 14:2 Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico.
Luk 14:2 En este versículo del Evangelio de Lucas, se describe a Jesús mientras estaba en una casa de un fariseo para comer. Delante de él estaba un hombre hidrópico, que padecía una acumulación excesiva de líquido en el cuerpo, lo cual hacía que se hinchara de manera anormal y tuviera dificultades para respirar. Este hombre probablemente estaba allí en busca de la ayuda y la sanidad de Jesús, quien era conocido por sus milagros curativos y su compasión por los enfermos y necesitados. La presencia de esta persona en la casa del fariseo puede reflejar la actitud de Jesús hacia los marginados y los enfermos, y su firme compromiso de servir a aquellos que lo necesitaban más.
Luk 14:3 Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?
Luk 14:3 En este versículo, Jesús se dirige a los intérpretes de la ley y a los fariseos, quienes eran líderes religiosos en la época en que vivía Jesús. Él está cuestionando si es permitido curar o sanar a alguien en el día de reposo, lo cual era considerado por los fariseos como una violación del cuarto mandamiento en la ley de Moisés que ordenaba la observancia del día de descanso. Jesús, conocido por sus actos de sanación, estaba llamando la atención sobre la rigidez y la hipocresía de los fariseos en su interpretación de la ley religiosa. Él buscaba enseñar que el amor y la compasión deben prevalecer sobre el legalismo y la tradición. En resumen, Jesús está diciendo que, aunque la ley religiosa prohibía trabajar en el día de reposo, no deberíamos permitir que nuestra interpretación de la ley nos impida hacer el bien y ayudar a nuestros semejantes.
Luk 14:4 Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.
Luk 14:4 Este versículo habla sobre Jesús sanando a un hombre enfermo en el día de reposo. Jesús se encontró con el hombre enfermo y le preguntó si era permitido sanar en el día de reposo, pero aquellos a su alrededor se callaron y no le respondieron. Entonces, Jesús sanó al hombre y lo envió de vuelta a su casa. El silencio de los que estaban allí muestra la falta de compasión y la falta de entendimiento del amor y la misericordia de Dios. Pero Jesús, a pesar de la oposición, realizó un acto de bondad en beneficio del enfermo.
Luk 14:5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?
Luk 14:5 Este versículo es parte de un relato en el cual Jesús estaba en casa de un fariseo en el día de reposo (sábado) y observaba cómo los líderes religiosos estaban atentos a sus acciones para acusarlo de violar la ley del día de reposo. En ese momento, Jesús habló sobre el valor de hacer el bien en día de reposo, incluso si eso significa trabajar para restaurar a un animal que ha caído en un pozo. El mensaje de Jesús es que el amor y la compasión deben guiarnos en todas nuestras acciones, y que no debemos dejar que las tradiciones o las reglas religiosas nos impidan hacer lo correcto. En resumen, Jesús está usando esta metáfora para enseñar que la necesidad de ayudar a los demás y hacer el bien debe prevalecer por encima de las reglas establecidas.
Luk 14:6 Y no le podían replicar a estas cosas.
Luk 14:6 El versículo Lucas 14:6 se encuentra en el contexto de una historia en la que Jesús está comiendo en casa de un fariseo en día de reposo. Allí, Jesús cura a un hombre que tenía hidropesía, lo cual estaba prohibido en el día de reposo. Los fariseos y los intérpretes de la ley intentaban atrapar a Jesús en una falta al infringir la ley del día de reposo. Sin embargo, Jesús hace una pregunta a los presentes: "¿Es lícito curar en el día de reposo?" y ellos callan, sin poder responderle. Es en este momento en el que se menciona que no le podían replicar a estas cosas. En resumen, este versículo muestra cómo Jesús es astuto y sabio en sus respuestas y en el manejo de situaciones difíciles, dejando sin palabras a aquellos que intentaban contradecirle.
Luk 14:7 Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles:
Luk 14:7 Este versículo hace referencia a una enseñanza que Jesús impartió en una cena a la que había sido invitado. Al observar cómo algunos invitados trataban de elegir los primeros asientos en la mesa (los más importantes y de mayor prestigio), Jesús les contó una parábola para enseñarles la humildad y la importancia de no buscar el reconocimiento y la posición social en el mundo. La lección principal de esta parábola es que quien se exalta a sí mismo será humillado, pero quien se humilla será exaltado en el reino de Dios. En general, el versículo y la parábola nos enseñan a ser humildes y a no buscar con ansias el reconocimiento y la posición social.
Luk 14:8 Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él,
Luk 14:8 Este verso es parte del discurso de Jesús en una cena a la que fue invitado en la casa de un fariseo. Él les estaba enseñando sobre la humildad y la aceptación de los demás. En este versículo, Jesús nos aconseja que cuando seamos invitados a una boda, no asumamos el primer lugar de honor en la tabla, porque puede haber alguien más importante que nosotros que también ha sido invitado y que merece sentarse allí. En cambio, debemos ser humildes y esperar a que el anfitrión nos asigne un lugar. Esta enseñanza nos muestra que debemos honrar a los demás y no buscar nuestra propia gloria o reconocimiento en lugares de honor.
Luk 14:9 y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar.
Luk 14:9 Este versículo de Lucas 14:9 se refiere a una parábola de Jesús en la que habla sobre la humildad y el orgullo. Jesús les dice a los invitados a un banquete que si son invitados a sentarse en la mesa principal, no deben ser orgullosos y pensar que merecen estar allí y que pueden ignorar a los demás invitados. En cambio, deberían ser humildes y esperar a que el anfitrión los invite a sentarse allí y no ocupar un lugar que no les corresponde. Si alguien más importante llega después y el anfitrión lo invita a sentarse allí, entonces el invitado debería aceptar con humildad y ocupar el último lugar. Este versículo nos enseña la importancia de la humildad y el respeto hacia los demás, y no sobreestimar nuestra propia importancia o posición social.
Luk 14:10 Mas cuando fueres convidado, vé y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
Luk 14:10 Este versículo habla sobre la importancia de la humildad y la modestia en las relaciones sociales. Jesús les está diciendo a sus seguidores que, cuando sean invitados a una reunión o banquete, no deben buscar sentarse en el lugar de honor o en el mejor asiento, sino que deben elegir un lugar más humilde. De esta manera, si el anfitrión de la fiesta los considera merecedores de un lugar de mayor honor, les invitará a subir incluso más alto. De este modo, los que eligen la modestia y la humildad son recompensados con honor y reconocimiento ante otros. En resumen, este versículo es un llamado a la humildad, la modestia y la generosidad en las relaciones sociales.
Luk 14:11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.
Luk 14:11 Este versículo se refiere a la importancia de tener humildad en la vida. Quienes se creen superiores a los demás y se enaltecen a sí mismos, serán humillados en algún momento. Por otro lado, aquellos que se humillan y reconocen sus limitaciones, serán enaltecidos en algún momento de sus vidas. La idea es que la humildad es una virtud muy valorada por Dios y por las personas admirables. Por lo tanto, podemos entender que la humildad es una característica muy importante que debemos trata de cultivar en nuestras vidas para poder recibir las bendiciones de Dios.
Luk 14:12 Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado.
Luk 14:12 Este versículo de Lucas 14:12 es parte del discurso de Jesús en una cena en la que fue invitado por un fariseo. Él estaba hablando acerca de cómo debemos humillarnos y ser servidores de los demás, no buscando nuestra propia gloria sino trabajando para el bien de los demás. En este versículo, Jesús está aconsejando al anfitrión que cuando haga una comida o cena, no debe simplemente invitar a sus amigos, hermanos, parientes o vecinos ricos. En lugar de eso, él debería extender la invitación a aquellos que son pobres, necesitados y marginados. Al hacerlo, no estará esperando ser recompensado por ellos, sino que lo estará haciendo por amor a ellos y sin esperar recibir nada a cambio. En este pasaje, Jesús está enseñando una lección importante acerca de la humildad y el servicio. No debemos hacer cosas buenas para recibir algo a cambio, sino porque es lo correcto y lo que Dios quiere que hagamos. Al servir a los necesitados y marginados, estamos siguiendo el ejemplo de Jesús y cumpliendo con Su mandamiento de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Luk 14:13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;
Luk 14:13 Este versículo de la Biblia se encuentra en el Evangelio de Lucas capítulo 14, versículo 13. En él, Jesús está hablando sobre la importancia de dar generosamente sin esperar nada a cambio. Él dice que cuando hagas un banquete o una reunión, en lugar de invitar sólo a tus amigos y familiares ricos, debes invitar a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Jesús está enseñando que la verdadera generosidad no está en dar a aquellos que ya tienen mucho, sino en dar a aquellos que tienen poco o nada. Al invitar a los pobres y marginados, estamos compartiendo nuestra mesa y nuestras bendiciones con aquellos que son menos afortunados. También estamos honrando la dignidad que Dios ha dado a cada persona, independientemente de su estatus social o discapacidades físicas. En última instancia, este versículo nos llama a ser compasivos y a ayudar a aquellos que más necesitan nuestra ayuda. En lugar de enfocarnos en nuestras propias necesidades y comodidades, debemos mirar alrededor y ver cómo podemos servir y bendecir a los demás.
Luk 14:14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
Luk 14:14 Este versículo se refiere a las palabras de Jesús en un banquete al que había sido invitado. Él estaba hablando acerca de cómo deberíamos tratar a los demás, y dijo que cuando hacemos una fiesta, no deberíamos invitar solo a nuestros amigos y familiares, sino a aquellos que no pueden devolvernos el favor. En otras palabras, deberíamos ser generosos y desinteresados. El versículo en particular se refiere a la promesa de que si seguimos este camino, seremos bienaventurados o felices. Jesús dice que no debemos hacer esto para obtener recompensas de los demás, sino que seremos recompensados en la resurrección de los justos. Esto significa que nuestra recompensa vendrá de Dios, que nos recompensará por nuestras buenas obras y acciones en la Tierra después de que hayamos fallecido. En resumen, Luk 14:14 nos recuerda que nuestra motivación para hacer el bien no debe ser obtener recompensas terrenales, sino hacerlo por amor y servicio a los demás. Nuestra recompensa final vendrá del cielo.
Luk 14:15 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios.
Luk 14:15 En este versículo de Lucas 14:15, uno de los invitados a la mesa de Jesús dice una expresión de alabanza y bienaventuranza, diciendo que aquellos que coman pan en el reino de Dios serán bendecidos. Esta persona se refiere al futuro y al esperado reino de Dios que anunciaba Jesús, donde los creyentes serían recompensados y tendrían una participación en el banquete celestial. El que haya sido considerada una bendición comer pan en el reino de Dios es una expresión metafórica que indica estar en comunión y disfrutar de la presencia de Dios en su hogar celestial.
Luk 14:16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
Luk 14:16 Este versículo se encuentra en una parábola que Jesús contó a sus discípulos acerca del Reino de Dios. Él les explicó que el Reino de Dios es como un hombre que hizo una gran cena y convidó a muchos a su banquete. En la parábola, el hombre simboliza a Dios y la gran cena representa el Reino de Dios. La invitación a la cena simboliza la invitación que Dios extiende a todas las personas para que vengan a ser parte de este Reino. Es una invitación abierta a todos, sin importar su estatus social, raza o género. La parábola es una llamada a las personas para que acepten la invitación de Dios y se unan a Él en su Reino.
Luk 14:17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.
Luk 14:17 Este versículo es parte de una parábola que cuenta Jesús acerca de un hombre que hizo una gran cena y envió a su siervo a invitar a la gente. El versículo en particular se refiere a cómo el hombre envió a su siervo a decir a los invitados que todo estaba listo y que debían venir a la cena. En un sentido más amplio, la parábola se refiere a la invitación de Dios a la humanidad a unirse a Su reino eterno y cómo todos están invitados a participar, pero algunos rechazan la invitación por diversas razones. En este versículo en particular, se muestra que Dios ha preparado todo para nosotros y nos invita a unirnos a Él, pero depende de nosotros aceptar esa invitación.
Luk 14:18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.
Luk 14:18 Este versículo es parte de una parábola contada por Jesús en la que habla sobre un hombre que realiza una gran cena e invita a muchas personas a que vengan a compartirla con él. Sin embargo, cada persona que es invitada busca excusas para no asistir. El primero de estos invitados justifica su ausencia diciendo que ha comprado una propiedad y necesita ir a verla. La parábola de Jesús está hablando de cómo a menudo las personas rechazan la invitación de Dios a unirse a su reino, prefiriendo ocuparse de sus propios asuntos y distracciones en la vida. El hecho de que todos los invitados buscan excusas para no asistir sugiere que las personas tienden a poner otros intereses por encima de su relación con Dios, y que a menudo se sienten cómodos con excusas poco convincentes para justificar su falta de compromiso espiritual.
Luk 14:19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.
Luk 14:19 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó a sus seguidores en la que se dice que un hombre preparó una gran cena y envió a sus sirvientes a invitar a los huéspedes. Sin embargo, todos los invitados comenzaron a excusarse y no asistir a la cena. En este caso, el invitado que habla en el versículo es uno de los que se excusa para no asistir a la cena. Él dice que ha comprado cinco yuntas de bueyes y que necesita probarlos, por lo que le ruega al anfitrión que lo excuse de la cena. Esta parábola es una reflexión sobre la importancia de aceptar la invitación de Dios a su reino y cómo muchas personas prefieren excusarse por motivos mundanos en lugar de aceptar su invitación. En este contexto, el invitado que se excusa con la excusa de probar sus yuntas de bueyes puede representar a aquellos que prefieren ocuparse de sus negocios y preocupaciones mundanas en lugar de responder a la invitación de Dios.
Luk 14:20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.
Luk 14:20 Este versículo es parte de una parábola contada por Jesús en la que un hombre invita a unos invitados a una gran cena, pero ellos tienen excusas para no asistir. En este caso, el invitado dice que recién se ha casado y por eso no puede asistir. La idea general de la parábola es que las excusas son solo una forma de rechazar la invitación de Dios y que aquellos que rechazan la invitación no podrán participar en el Reino de Dios. En este caso, la excusa del invitado puede ser vista como una priorización equivocada, en la que el matrimonio está por encima de la importancia de la cena o, por extensión, del Reino de Dios.
Luk 14:21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.
Luk 14:21 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó a sus discípulos acerca de un hombre que organizó un gran banquete e invitó a muchos invitados. Sin embargo, cuando llegó el momento del banquete, todos los invitados se excusaron y no asistieron. Entonces, el anfitrión envió a su siervo para que invite a cualquiera que pudiera encontrar, incluso a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Jesús utilizó esta parábola para enseñar sobre la importancia de la humildad y la generosidad. Él quería que sus seguidores entendieran que el Reino de Dios estaba destinado a todos, independientemente de su rango social o su apariencia física. A través de esta parábola, Jesús enfatizó la necesidad de estar siempre dispuestos a ofrecer ayuda y amor a quienes lo necesitan, y no excluir a aquellos que son diferentes o menos afortunados.
Luk 14:22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.
Luk 14:22 Este versículo es parte de una parábola contada por Jesús en Lucas 14:15-24. La parábola habla de un hombre que preparó una gran cena y envió a sus siervos a invitar a muchas personas, pero todos ellos excusaron su asistencia por diversas razones. Entonces, el hombre envió a sus siervos a invitar a los pobres, a los cojos, a los ciegos y a los cojos para que asistieran a la cena. El versículo en cuestión, "Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar", es una respuesta que da uno de los siervos a su maestro después de que éste le instruye que salga de nuevo a invitar a más personas para la cena. El siervo le está informando que ha hecho lo que se le pidió, pero aún hay espacio para más invitados. En la parábola, este versículo es una muestra de la generosidad y la amplitud de corazón del maestro que quiere que todos, incluso los más humildes, tengan la oportunidad de compartir en su banquete. También se puede entender como una exhortación a compartir lo que tenemos con los demás y a no excluir a nadie, sino a dar cabida a todos los que puedan necesitarlo.
Luk 14:23 Dijo el señor al siervo: Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
Luk 14:23 Este versículo se encuentra en una parábola que Jesús contó acerca de un hombre que dio una gran cena y envió a su siervo a invitar a todos a venir a la cena. Sin embargo, aquellos que fueron invitados empezaron a hacer excusas por no poder asistir. Entonces, el hombre le dijo a su siervo que fuera a los caminos y vallados y trajera a cualquier persona que encontrara para que la casa se llenara con invitados. La parábola enseña que Dios invita a todas las personas al banquete del Reino de los Cielos, pero muchos rechazan su invitación o hacen excusas para no ir. Jesús quiere que todos entren al Reino de Dios, incluso los que han sido marginados o ignorados por la sociedad. Por eso, el siervo es enviado a "forzarlos a entrar", es decir, a persuadirlos o hacer todo lo posible para que acepten la invitación de Dios. En resumen, este versículo nos muestra la generosidad y la misericordia de Dios hacia todos, sin importar su condición social o su pasado. Él quiere que todos acepten su invitación y entren en su Reino de amor y salvación.
Luk 14:24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
Luk 14:24 Este versículo se encuentra en un pasaje en el que Jesús está hablando sobre el Reino de Dios y cómo aquellos que rechazan su invitación a ser parte de él no pueden ser considerados sus discípulos. En este versículo, Jesús explica que aquellos que han sido invitados a su cena (o al Reino de Dios) pero lo rechazan no podrán disfrutar de las bendiciones y beneficios de ser parte de él. En pocas palabras, aquellos que rechazan a Jesús no podrán experimentar todo lo que él tiene para ofrecer.
Luk 14:25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:
Luk 14:25 El versículo hace referencia a cuando Jesús estaba rodeado de una gran multitud que lo seguía. Él se volvió hacia ellos y les habló, diciéndoles algo importante. Este versículo no tiene un contenido específico o una enseñanza particular, sino que simplemente describe una situación en la que Jesús estaba rodeado de muchas personas y les habló.
Luk 14:26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Luk 14:26 Este versículo es una de las afirmaciones más difíciles de entender en el evangelio de Lucas. Jesús está usando lenguaje figurativo y no literal para enfatizar la importancia de tener un mayor amor y compromiso hacia él y su mensaje que hacia cualquier otra relación o cosa en la vida. Es importante señalar que en ningún momento Jesús está diciendo que debemos odiar a nuestras familias u odiarnos a nosotros mismos. De hecho, en otros pasajes, él enseña el amor y el respeto hacia nuestros padres y hermanos. En este pasaje de Lucas, Jesús está enseñando que aquellos que quieren seguirlo deben estar dispuestos a renunciar a todo lo que les impida seguirlo completamente. Esto no significa que debemos abandonar a nuestras familias o amigos, sino más bien que debemos amar a Dios por encima de todo lo demás y comprometernos totalmente con su voluntad. En resumen, este versículo nos llama a tener una relación radical y apasionada con Dios, y a estar dispuestos a sacrificar cualquier cosa que nos impida seguirlo completamente.
Luk 14:27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Luk 14:27 Este versículo de la Biblia, que se encuentra en el Evangelio de Lucas capítulo 14 versículo 27, es una llamada a los cristianos a comprometerse completamente con la fe en Jesús. Al decir que debemos llevar nuestra cruz y seguirle, Jesús estaba enseñando que seguir a Él no sería fácil y que tendríamos que enfrentar dificultades y sacrificios en nuestra vida diaria. La cruz fue el instrumento de tortura y muerte en el que Jesús fue crucificado. Al decir que debemos llevar nuestra cruz, estamos llamados a aceptar las dificultades y sufrimientos que encontraremos en nuestra vida mientras seguimos a Jesús. Ser un discípulo de Jesús significa amarlo y servirlo por encima de todas las cosas, incluso si eso significa renunciar a nuestros propios deseos y necesidades. Por lo tanto, este versículo nos recuerda que seguir a Jesús requiere un compromiso total y nos llama a tomar en serio nuestra fe y estar dispuestos a enfrentar cualquier dificultad que pueda surgir mientras nos acercamos a él.
Luk 14:28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
Luk 14:28 Este versículo es parte de una enseñanza de Jesús sobre la importancia de contar el costo de ser discípulo de Él. Jesús usa la imagen de un constructor que quiere construir una torre para ilustrar este punto. Antes de comenzar a construir, el constructor debe sentarse y calcular el costo total. Si no tiene suficiente dinero para completar la construcción, sería desastroso comenzar a construir y luego quedar sin recursos para terminarla. De manera similar, Jesús está diciendo que aquellos que quieran seguirlo como discípulos deben considerar seriamente el costo de hacerlo. Ser discípulo de Jesús requiere compromiso y sacrificio, y debe ser tomado en serio. Por lo tanto, es importante contar el costo antes de tomar una decisión.
Luk 14:29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,
Luk 14:29 Este versículo forma parte de una parábola que contó Jesús sobre un hombre que quería construir una torre pero no calculó el costo y terminó sin poder completarla. La enseñanza detrás de esta parábola es que antes de emprender cualquier proyecto, debemos considerar si tenemos los recursos y la capacidad para terminarlo. Si no lo hacemos, podríamos fracasar y ser objeto de burla por parte de otros. Es una advertencia para que seamos prudentes en nuestras acciones y pensemos cuidadosamente antes de tomar decisiones importantes.
Luk 14:30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
Luk 14:30 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó acerca de un hombre que decidió construir una torre sin primero calcular el costo total. El hombre comenzó a construir la torre, pero pronto se dio cuenta de que no tenía suficiente dinero para terminarla. Entonces, en el versículo 30, Jesús dice que la gente se burlaría de este hombre diciendo "Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar". La lección de esta parábola es que antes de emprender cualquier proyecto importante, debemos calcular cuidadosamente el costo y los recursos necesarios para completarlo. Si no lo hacemos, podríamos terminar en una situación en la que no podemos terminar lo que empezamos. Jesús usó esta parábola para enseñar a sus seguidores la importancia de planificar y prepararse adecuadamente antes de tomar decisiones importantes.
Luk 14:31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
Luk 14:31 Este versículo es parte de una parábola que Jesús cuenta para hacer una comparación entre decidir seguirlo como discípulo y la necesidad de contar costos antes de tomar una gran decisión. En este pasaje en particular, Jesús está hablando de la prudencia que un rey debe tener antes de ir a la guerra. El mandato de los reyes es contar con los recursos que se necesitan y evaluar la posibilidad de ganar antes de emprender una contienda. Del mismo modo, Jesús enseña que antes de seguirlo, uno debe estar dispuesto a pagar el costo de ser discípulo y evaluar si está dispuesto a asumir ese compromiso. Es una llamada a la reflexión antes de tomar cualquier decisión importante.
Luk 14:32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.
Luk 14:32 Este versículo se encuentra dentro de un pasaje en el que Jesús está enseñando acerca de ser discípulo y estar dispuesto a renunciar a todo por seguirlo. El versículo 32 en particular habla de la importancia de contar el costo antes de comenzar una empresa. En este caso, el ejemplo dado es de un rey que está cuestionando su capacidad para enfrentar a otro rey en guerra. Si el rey no está seguro de que puede ganar, entonces enviará una embajada para negociar términos de paz antes de que sea demasiado tarde. La idea detrás de esto es que como discípulos, debemos contar el costo antes de seguir a Jesús. No debemos seguirlo a la ligera, sin pensar en cómo afectará nuestras vidas. Debemos estar dispuestos a renunciar a todo si así lo exige, y si no estamos seguros de que podemos hacerlo, entonces es mejor considerarlo antes de tomar una decisión que pueda tener graves consecuencias.
Luk 14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Luk 14:33 Este versículo es parte de un discurso de Jesús en el que invita a la gente a seguirlo y convertirse en discípulos suyos. Aquí, Jesús está diciendo que para ser un verdadero discípulo suyo, se requiere un compromiso total y absoluto con él. Renunciar a todo lo que uno posee significa dejar atrás cualquier apego material o egoísta que pueda impedir seguir a Jesús sin reservas. En resumen, Jesús está pidiendo un compromiso total y una entrega completa para seguirlo como discípulo.
Luk 14:34 Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?
Luk 14:34 Este verso es una metáfora utilizada por Jesucristo para enseñar una lección espiritual profunda. La sal es una sustancia muy valiosa, utilizada desde la antigüedad como conservante y saborizante de los alimentos, así como también en ceremonias religiosas y rituales de purificación en varias culturas. En el contexto bíblico, la sal representa la obediencia a Dios y la preservación de los valores morales y espirituales. Jesús dijo que sus seguidores son la sal de la tierra, y que deben permanecer fieles a los principios y enseñanzas del evangelio para tener un impacto positivo en el mundo. Sin embargo, si la sal pierde su sabor y se vuelve insípida, pierde su efecto y su propósito. Del mismo modo, si los cristianos se alejan de sus principios y valores, pierden su influencia y se vuelven inútiles para Dios y para la sociedad. Por lo tanto, Jesús nos explica que es importante mantenernos fieles en nuestra relación con Dios y en nuestra conducta para hacer una diferencia significativa en el mundo y cumplir nuestro propósito divino.
Luk 14:35 Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.
Luk 14:35 Este versículo es una metáfora que se utiliza para hablar sobre la necesidad de seguir a Jesús sin vacilación. La frase "ni para la tierra ni para el muladar es útil" se refiere a una sal que ha perdido su sabor y ya no sirve para dar sabor a la comida ni para la esterilización de la tierra. El hecho de que la sal haya perdido su utilidad indica que no es eficaz para cumplir su función, y por lo tanto, no sirve para nada. Del mismo modo, aquellos que se dicen seguidores de Jesús pero no tienen fe, no sirven para su propósito y son inútiles. El llamado final en este versículo es para que los oyentes tengan "oídos para oír", es decir, que presten atención y comprendan la importancia de ser seguidores fieles de Jesús.