Explorando el libro 15 de Lucas: Descubre la sabiduría y el poder de Jesús


El libro del Nuevo Testamento de Lucas, capítulo 15, se titula “Las tres parábolas perdidas”. Este capítulo contiene tres historias que Jesús contó para enseñar a sus discípulos la importancia de buscar y salvar a los perdidos. La primera parábola es la del pastor que busca a una oveja perdida. En ella, Jesús compara a un buen pastor que deja su rebaño para buscar a una oveja que se ha extraviado. Cuando la encuentra, la carga en sus hombros y regresa al redil para celebrar con los demás pastores. La segunda parábola es la de la mujer que busca una moneda perdida. En esta historia, Jesús describe a una mujer que pierde una moneda y la busca con diligencia hasta encontrarla. Cuando la encuentra, llama a sus amigos para celebrar el hallazgo. La tercera parábola es la del hijo pródigo. En esta historia, Jesús describe a un hijo que pide su parte de la herencia a su padre, la derrocha en un país lejano y se da cuenta de que está en una situación desesperada. Decidido a regresar a casa, el hijo pide perdón a su padre y es recibido con los brazos abiertos y una gran celebración. En cada una de estas parábolas, Jesús muestra su amor por aquellos que están perdidos, enfermos o necesitados. Él busca incansablemente a aquellos que se han extraviado y ofrece su amor y perdón a todos aquellos que se arrepienten y vuelven a él. Esta enseñanza es fundamental para entender la misericordia y la gracia del Señor, y cómo su amor y salvación están disponibles para todos aquellos que se vuelven a él.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Luk 15:1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,
Luk 15:2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
Luk 15:3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:
Luk 15:4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
Luk 15:5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
Luk 15:6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
Luk 15:7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Luk 15:8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?
Luk 15:9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido.
Luk 15:10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Luk 15:11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
Luk 15:12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
Luk 15:13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
Luk 15:14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
Luk 15:15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.
Luk 15:16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
Luk 15:17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
Luk 15:18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Luk 15:19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
Luk 15:20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
Luk 15:21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
Luk 15:22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
Luk 15:23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
Luk 15:24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
Luk 15:25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
Luk 15:26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
Luk 15:27 El le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.
Luk 15:28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
Luk 15:29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
Luk 15:30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
Luk 15:31 El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
Luk 15:32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

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