El Evangelio Según Lucas: Descubriendo la Verdad del Libro 16 del Nuevo Testamento
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El Libro 16 del Nuevo Testamento de Lucas se centra en las enseñanzas de Jesús sobre la riqueza y la pobreza, así como en la importancia de la fe y la confianza en Dios en la vida de los creyentes. El capítulo comienza con la parábola del mayordomo deshonesto, que engaña a su amo para asegurar su futuro económico. Jesús utiliza esta historia para enfatizar la importancia de ser sabios y astutos en la vida, pero también para ilustrar que debemos ser fieles y leales en todo lo que hacemos.
Más adelante en el capítulo, Jesús se encuentra con un hombre rico que está buscando la vida eterna. Jesús le aconseja que venda todas sus posesiones y siga sus enseñanzas, pero el hombre se siente incapaz de hacerlo. Esta historia es una advertencia contra la codicia y la dependencia en las riquezas terrenales, y nos recuerda que debemos estar dispuestos a sacrificar todo por nuestra fe en Dios.
El capítulo también presenta la curación de un mendigo llamado Lázaro y la parábola del rico y el pobre Lázaro. La historia destaca la importancia de la compasión y el cuidado de los menos afortunados, y nos recuerda que todos estamos conectados en nuestra humanidad y en nuestra necesidad de amor y ayuda.
En resumen, el Libro 16 de Lucas es un llamado a vivir una vida sabia y fiel, basada en la confianza en Dios y la compasión hacia nuestros hermanos y hermanas en la humanidad. Nos enseña a ser prudentes en nuestras acciones, pero también a ser generosos en nuestras relaciones y a poner nuestra fe en Dios por encima de todas las cosas materiales.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Luk 16:1 Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes.
Luk 16:1 Este versículo es parte de la parábola del administrador infiel. Jesús está contando una historia sobre un hombre rico que había contratado a un administrador para manejar sus negocios. Sin embargo, el administrador no era honesto y estaba malversando el dinero del hombre rico. Cuando el hombre rico se enteró de esto, llamó al administrador y le pidió que le rindiera cuentas de su trabajo. El administrador se dio cuenta de que iba a perder su trabajo y decidió actuar rápidamente para asegurarse de tener amigos después de que lo despidieran. Entonces, llamó a los deudores de su jefe y redujo sus deudas, ganando así su amistad. Cuando el hombre rico se enteró de esto, en lugar de enojarse, admiró la astucia del administrador. Este versículo es solo la introducción a la parábola y establece la situación en la que se desarrolla la historia. Jesús utiliza esta parábola para enseñarle a sus discípulos importantes lecciones sobre la administración sabia de los recursos y la importancia de ser astutos y astutos en el mundo.
Luk 16:2 Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo.
Luk 16:2 Este versículo está hablando de un mayordomo que ha sido acusado de malversación de fondos. El dueño de la finca llama al mayordomo y le pregunta sobre lo que ha oído acerca de él. El dueño le pide al mayordomo que rinda cuentas de su gestión, ya que pronto dejará de ser responsable de la finca. Este versículo nos enseña la importancia de ser fieles y responsables en todo lo que hacemos, porque algún día tendremos que dar cuentas por nuestros actos. También nos recuerda que nada en este mundo es permanente, por lo que debemos ser cuidadosos en cómo manejamos lo que se nos ha confiado.
Luk 16:3 Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
Luk 16:3 Este versículo describe a un mayordomo que está preocupado por su futuro después de enterarse de que perderá su trabajo. Él se pregunta qué hacer porque no puede trabajar en el campo (cavar) y no quiere mendigar porque le da vergüenza. El mayordomo probablemente era un administrador de bienes y finanzas, y había sido irresponsable en su gestión, lo que llevó a su despido.
Luk 16:4 Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.
Luk 16:4 Este versículo se encuentra en la parábola del administrador injusto, y es parte del diálogo entre el administrador y su señor. El administrador se da cuenta de que va a ser despedido de su trabajo y planea cómo asegurarse un futuro después de dejar su trabajo. En lugar de actuar con integridad y honestidad en su trabajo, el administrador pensó en cómo podría beneficiarse a sí mismo al usar su posición para ganarse el favor de otras personas. Esto muestra una actitud egoísta y falta de ética, y Jesús está usando esta parábola para advertir a sus seguidores sobre la importancia de ser fieles en las pequeñas cosas y en cómo manejan el dinero.
Luk 16:5 Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?
Luk 16:5 En este versículo, Jesús está contando una parábola en la que un administrador es despedido de su trabajo porque ha malversado los fondos. El administrador se da cuenta de que no tiene otra opción que hacer amigos entre los deudores de su amo, para que ellos lo ayuden después de que sea despedido. Es por eso que llama a cada uno de ellos y les pregunta cuánto le deben a su amo. La pregunta es simplemente una forma de iniciar la conversación y obtener la información necesaria para llevar a cabo su plan. La parábola sigue mostrando cómo el administrador es astuto y logra hacer amigos entre los deudores, asegurando su futuro después de perder su trabajo. El mensaje principal de esta parábola es que debemos ser sabios al usar nuestros recursos y buscar la ayuda de otros cuando sea necesario.
Luk 16:6 El dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta.
Luk 16:6 Este versículo se encuentra en la parábola del administrador astuto, donde Jesús utiliza una historia para enseñar una lección sobre el uso sabio del dinero y los recursos. En este pasaje, el administrador astuto está tratando de remediar una situación en la que su amo ha descubierto que ha malversado sus bienes. En lugar de confesar o llorar por sus errores, el administrador astuto opta por buscar una solución astuta. En este contexto, el versículo en cuestión se refiere a un intercambio entre el administrador astuto y un deudor de su amo. El administrador astuto pregunta al deudor cuánto debe, y el deudor responde cien barriles de aceite. En lugar de ordenar al deudor que lo pague de inmediato, el administrador astuto le dice que tome su cuenta, se siente rápidamente y escriba cincuenta en lugar de cien. En otras palabras, el administrador astuto está utilizando su ingenio para reducir la deuda del deudor, asegurando así que el deudor tendrá menos razones para presentar una queja contra él en el futuro. Aunque el comportamiento del administrador astuto puede parecer deshonesto o poco ético para algunos, Jesús utiliza esta parábola para enseñar una lección sobre la importancia de ser estratégico y pensar a largo plazo en nuestras finanzas y recursos. En lugar de gastar imprudentemente o malversar, Jesús nos llama a ser sabios y astutos en la forma en que manejamos el dinero y los recursos, y a ser fieles en las pequeñas cosas para que podamos ser confiables en las grandes cosas.
Luk 16:7 Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. El le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.
Luk 16:7 En este versículo, Jesús está contando una parábola sobre un administrador deshonesto que está a punto de perder su trabajo. El administrador llama a los deudores de su jefe y les pregunta cuánto deben. En este caso, el segundo deudor debe cien medidas de trigo, y el administrador le dice que tome su cuenta y escriba por ochenta. La parábola tiene un significado más profundo sobre la importancia de ser sabios y justos en nuestras decisiones financieras y en la administración de nuestras posesiones materiales. El hecho de que el administrador reduzca la deuda del segundo deudor en un veinte por ciento se interpreta como una respuesta sabia y astuta para asegurarse de que tiene amigos cuando pierde su trabajo. Sin embargo, Jesús también señala que no podemos servir a Dios y al dinero, y que debemos ser responsables y justos en nuestro manejo del dinero.
Luk 16:8 Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.
Luk 16:8 En este versículo, Jesús está contando una historia acerca de un mayordomo malvado que utilizó la ingeniosidad para proteger su futuro después de ser despedido de su trabajo. El amo, aunque malvado, admira la sabiduría del mayordomo y lo elogia por su astucia. El punto que Jesús está tratando de hacer es que los hijos de este mundo (los no cristianos) a menudo son más astutos y sabios en su manejo de las cosas materiales que los hijos de luz (los cristianos). Aunque los cristianos son llamados a vivir de una manera justa y honrada, Jesús nos está recordando que también debemos ser prudentes y astutos en nuestro manejo de los recursos materiales, para poder ayudar a aquellos que necesitan nuestra ayuda en un mundo lleno de dificultades. En otras palabras, los hijos de luz deben ser personas inteligentes y astutas, también para lograr la justicia en el mundo material.
Luk 16:9 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.
Luk 16:9 En este versículo, Jesús está hablando a sus discípulos y les está enseñando sobre la importancia de ser sabios con el dinero. Él les dice que usen su riqueza de manera sabia y generosamente, para que puedan hacer amigos y ganar favor con aquellos que serán receptivos a su mensaje. El objetivo no es acumular riquezas injustas, sino usarlas para construir relaciones significativas y eternas en el reino de Dios. La frase "moradas eternas" se refiere a la vida eterna en el cielo, lo que sugiere que nuestro deseo debe ser invertir nuestros recursos y esfuerzos en cosas que importan en la eternidad. En resumen, este versículo nos invita a usar nuestras riquezas terrenales para construir relaciones espirituales duraderas y eternas que nos permitan compartir el amor y el mensaje de Dios con otros.
Luk 16:10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
Luk 16:10 Este verso habla sobre la importancia de ser fiel y justo en todas las cosas, incluso en las más pequeñas. Si una persona es fiel con las pequeñas responsabilidades que se le han dado, entonces también será confiable y justo en las mayores responsabilidades. Por otro lado, si alguien es injusto y poco confiable en lo poco, tampoco será confiable en grandes responsabilidades. En resumen, este versículo nos recuerda la importancia de ser diligentes y justos en todas las áreas de nuestra vida.
Luk 16:11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?
Luk 16:11 Este versículo se refiere a la importancia de ser fiel con nuestras posesiones y recursos materiales. Jesús está enseñando que si no podemos ser fieles con las riquezas terrenales que no son importantes en comparación con lo verdadero y eterno, entonces ¿cómo podemos esperar confiar en nosotros para manejar las verdaderas bendiciones espirituales que Dios quiere darnos? Dios quiere que seamos buenos administradores con todo lo que nos ha dado, y si fallamos en hacerlo con las cosas materiales, no podemos esperar ser confiados con cosas mayores y más importantes. En resumen, este versículo nos enseña a ser fieles con lo que tenemos, y a confiar en Dios para las verdaderas riquezas de la vida.
Luk 16:12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
Luk 16:12 Este versículo de la Biblia se encuentra en el Evangelio según San Lucas, capítulo 16, versículo 12. Jesús está enseñando a sus discípulos sobre la importancia de ser fieles en las pequeñas cosas y cómo esto puede llevar a recibir mayores responsabilidades y bendiciones de Dios. En esta frase, Jesús hace referencia a la idea de que hay ciertos bienes o cosas que no nos pertenecen, que son ajenas. Puede ser el dinero, las posesiones, incluso talentos o habilidades que no hemos ganado por nuestros propios esfuerzos. Jesús está diciendo que, si no somos fieles o responsables con estas cosas que pertenecen a otros, es poco probable que se nos confíe algo que sea realmente nuestro. En otras palabras, si no podemos manejar adecuadamente las cosas que nos han sido confiadas por otros, por qué Dios nos confiaría cosas mayores y más importantes? Este versículo es una llamada a la responsabilidad y la fidelidad en todos los aspectos de la vida, incluso en aquellos que no nos pertenecen directamente. Dios espera que seamos buenos administradores de todo lo que nos da, para honrarlo y bendecir a los demás.
Luk 16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Luk 16:13 Este versículo habla sobre la imposibilidad de servir a dos maestros al mismo tiempo, ya que tarde o temprano habrá una preferencia sobre uno de ellos. En este caso, Jesús advierte que no se puede servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo, ya que son dos entidades muy diferentes y opuestas. Si alguien decide servir a las riquezas, inevitablemente menospreciará a Dios, y si decide servir a Dios, tendrá que renunciar a su interés por las riquezas. Se trata de elegir una prioridad y ser fiel a ella.
Luk 16:14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.
Luk 16:14 Este verso se encuentra en el contexto de la parábola del administrador deshonesto en Lucas 16:1-13. En la parábola, Jesús habla sobre un administrador que es acusado de malversación y que decide reducir las deudas de los deudores de su amo para ganarse su favor. Aunque lo que hizo el administrador es ilegal, su astucia es aplaudida por su amo. Jesús usa esta parábola para enseñar a sus discípulos sobre la importancia de ser sabios y astutos en el manejo del dinero y los recursos terrenales. En el versículo 14, se menciona que los fariseos, quienes eran conocidos por su avaricia, estaban escuchando las enseñanzas de Jesús pero se burlaban de él. Es posible que estuvieran en desacuerdo con lo que Jesús estaba enseñando, en particular, con la idea de que el dinero no debe ser el centro de nuestras vidas y que debemos usarlo sabiamente y con generosidad. La ironía es que los fariseos, a pesar de su conocida avaricia, creían que eran justos ante los ojos de Dios debido a su estricta obediencia a la ley. Jesús los confronta en la parábola de la oveja perdida (Lucas 15), en la que se muestra que Dios se preocupa por las personas más necesitadas y menospreciadas, en lugar de aquellos que se creen piadosos pero en realidad son egoístas.
Luk 16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
Luk 16:15 Este versículo es una parte del discurso de Jesús donde está hablando acerca de los fariseos y su amor por el dinero. Él está reprendiéndolos por su hipocresía y por pretender ser justos ante los hombres, cuando en realidad sus corazones están llenos de codicia y maldad. Jesús les hace saber que aunque puedan engañar a las personas con su apariencia de justicia, Dios conoce lo que realmente hay en sus corazones y sus acciones. Es decir, lo que la gente considera como impresionante o admirable, no necesariamente será lo mismo que Dios considera como digno de alabanza. Este versículo es un llamado a la humildad y a buscar la verdadera justicia en el corazón, en vez de enfocarse en la apariencia que se presenta ante los demás.
Luk 16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.
Luk 16:16 Este versículo habla sobre el cambio que se produjo en la manera en que se anunciaba el reino de Dios antes y después de la llegada de Juan el Bautista. Antes de Juan, la ley y los profetas eran la principal fuente de enseñanza sobre lo que Dios quería de su pueblo. Sin embargo, con la llegada de Juan, la forma en que se anunciaba el reino de Dios cambió y se hizo más urgente que nunca. Ahora, todos se esfuerzan por entrar en el reino de Dios, lo que significa que están tratando de vivir de acuerdo con la voluntad de Dios y de seguir a Jesucristo. Este versículo sugiere que la venida de Juan fue un momento decisivo en la historia de la salvación y que su mensaje significó un nuevo comienzo para los que buscaban entrar en el reino de Dios.
Luk 16:17 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.
Luk 16:17 Este versículo es parte de una enseñanza de Jesús en la que habla sobre la importancia de seguir la ley de Dios. La tilde a la que se refiere se refiere a una pequeña marca que se usaba en la escritura hebrea para diferenciar entre palabras que tenían una consonante diferente pero sonaban muy similares. Jesús está diciendo que la ley de Dios es tan importante que ni siquiera una pequeña marca en la escritura debe ser olvidada o ignorada. En otras palabras, incluso el detalle más insignificante de la ley de Dios es vital para cumplirla con integridad. El hecho de que Jesús diga que es más fácil que el cielo y la tierra pasen antes de que se frustre una sola tilde de la ley es una forma enfática de decir que la ley de Dios es absolutamente inviolable y debe ser observada con el mayor cuidado y atención posible.
Luk 16:18 Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.
Luk 16:18 Este versículo se refiere a la enseñanza de Jesús sobre el matrimonio y el divorcio. Jesús enseña que si un hombre repudia a su esposa (es decir, la deja) y se casa con otra mujer, está cometiendo adulterio. Del mismo modo, si un hombre se casa con una mujer que ha sido repudiada por su marido, también está cometiendo adulterio. Jesús enseña que el matrimonio es una unión sagrada entre un hombre y una mujer, y que el divorcio y el adulterio son pecados graves que van en contra de la voluntad de Dios.
Luk 16:19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
Luk 16:19 Este versículo describe a un hombre rico que vestía con ropa costosa y hacía banquetes lujosos todos los días. El propósito de este versículo es retratar la vida lujosa y opulenta del hombre rico y destacar la brecha entre él y los pobres. Este pasaje también establece un contraste entre la abundancia material del hombre rico y la pobreza espiritual que lo acompaña. Es una llamada para que los cristianos vivan con una perspectiva eterna en lugar de aferrarse a la riqueza material. En general, este versículo es un recordatorio de que la riqueza material no es un signo de la bendición de Dios y que es importante vivir una vida de humildad y servicio hacia los demás.
Luk 16:20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,
Luk 16:20 Este versículo describe a un mendigo llamado Lázaro que estaba sentado en la entrada de la casa de un hombre rico. Lázaro tenía muchas llagas en su cuerpo y probablemente estaba enfermo y hambriento. El hecho de que estuviera sentado en la entrada de la casa del hombre rico sugiere que esperaba que alguien le diera limosna o comida. Este versículo es parte de una parábola contada por Jesús para ilustrar cómo el dinero y las posesiones terrenales no son lo más importante en la vida. En la parábola, el hombre rico ignora las necesidades del mendigo Lázaro y termina en el infierno, mientras que Lázaro es recibido en el cielo. El objetivo de este versículo es enseñar sobre la compasión y la justicia, y la importancia de ayudar a los necesitados.
Luk 16:21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Luk 16:21 Este versículo cuenta la historia de un hombre pobre llamado Lázaro, quien estaba enfermo y hambriento y vivía afuera de la casa de un rico. El rico no le daba nada de comer ni le ayudaba de ninguna manera. Lázaro solo quería un poco de comida, incluso las sobras que caían de la mesa del rico. Desesperado, Lázaro ni siquiera podía alejar a los perros que venían a lamer sus heridas debido a su debilidad. Este versículo ilustra la extrema pobreza y la indiferencia de los ricos hacia los pobres en ese momento. También puede ser una advertencia a la gente sobre lo importante que es ayudar a los necesitados y no ser egoísta o indiferente hacia ellos.
Luk 16:22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
Luk 16:22 Este versículo se encuentra en el capítulo 16 del libro de Lucas en el Nuevo Testamento. El contexto del versículo es una parábola que Jesús estaba contando a sus discípulos sobre un hombre rico y un mendigo llamado Lázaro. En la parábola, el mendigo Lázaro yace afuera de la casa del hombre rico, cubierto de llagas. Ambos hombres mueren y lo que sucede después se describe en este versículo. El versículo dice que el mendigo Lázaro fue llevado por los ángeles al seno de Abraham, mientras que el hombre rico fue enterrado. El "seno de Abraham" se refiere a la creencia judía de que los patriarcas y los justos gozarían de la presencia de Dios después de la muerte. Es importante destacar que esta es una parábola y no una descripción literal del cielo y el infierno. En resumen, este versículo hace referencia a la creencia judía de que después de la muerte, los justos estarán en el seno de Abraham, mientras que los malvados serán castigados en el infierno.
Luk 16:23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Luk 16:23 Este versículo se refiere a una parábola que Jesús contó acerca de un hombre rico y un mendigo llamado Lázaro. Después de la muerte, el hombre rico fue al Hades (un lugar de castigo para los muertos en la religión judía) y experimentó tormento, mientras que Lázaro fue llevado al seno de Abraham (un lugar de descanso y bendición para los justos en la religión judía). En este versículo en particular, el hombre rico levanta sus ojos y ve a Abraham y a Lázaro desde lejos, lo que indica su separación de ellos y su sufrimiento en el Hades. La parábola se utiliza para enseñar sobre la importancia de la vida después de la muerte y la necesidad de buscar la justicia y la bondad en esta vida para asegurarnos un lugar en el reino de Dios.
Luk 16:24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Luk 16:24 Este versículo se encuentra en la parábola del rico y Lázaro, donde Jesús cuenta la historia de un hombre rico y un mendigo llamado Lázaro. El rico vivía en excesos y no se preocupaba por los pobres, mientras que Lázaro era un mendigo que sufría y pedía limosna a las puertas del rico. Después de que ambos hombres murieron, el rico fue al infierno y Lázaro fue al lado de Abraham. El rico se dio cuenta de que había cometido un gran error al no prestarle atención a Lázaro y le pidió a Abraham que lo ayudara en su tormento. En este versículo en particular, el rico está pidiéndole a Abraham que envíe a Lázaro a darle un poco de alivio a su sed. Está sufriendo en las llamas del infierno y sólo el agua fresca puede calmarse. Este versículo muestra cómo el rico, que había ignorado las necesidades de Lázaro en vida, se encuentra en una situación desesperada y está clamando por ayuda. Sin embargo, ya es demasiado tarde para él. La parábola nos enseña la importancia de amar y ayudar al prójimo, ya que nuestras acciones tienen consecuencias eternas.
Luk 16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Luk 16:25 Este versículo es parte de la parábola del rico y Lázaro contada por Jesús en Lucas 16:19-31. La parábola habla de un hombre rico que vivía en abundancia y un pobre llamado Lázaro que mendigaba afuera de la casa del rico. Lázaro no tenía nada y enfermó gravemente, mientras que el rico seguía viviendo cómodamente y sin preocupaciones. Al final de la parábola, ambos personajes mueren. Lázaro es llevado al cielo por los ángeles y el rico es llevado al infierno. El rico entonces le pide a Abraham que envíe a Lázaro para que lo refresque con agua, pero Abraham le responde que él había tenido una vida lujosa mientras que Lázaro sufrió mucho en vida. Por lo tanto, ahora es Lázaro quien encuentra consuelo y el rico quien está siendo atormentado. Este versículo es una respuesta a la petición del hombre rico y una explicación de por qué éste ha terminado en el infierno. Abraham le recuerda que su riqueza no era un regalo divino, sino una bendición temporal con responsabilidades. Al mismo tiempo, Lázaro había experimentado sufrimiento durante su vida y su lugar en el cielo era un regalo de Dios para él. En resumen, este versículo habla de la justicia divina y la recompensa para los justos.
Luk 16:26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Luk 16:26 Este versículo es parte de una parábola que Jesús les contó a sus discípulos para ilustrar la importancia de utilizar el dinero de manera sabia y justa. En la parábola, un hombre rico y un mendigo llamado Lázaro mueren y son llevados a lugares diferentes después de la muerte. El hombre rico se encuentra en el tormento, mientras que Lázaro está en el seno de Abraham. En este verso, Jesús está enfatizando la gran separación que existe entre los condenados y los justos después de la muerte. La "gran sima" es una barrera infranqueable que separa a los condenados del seno de Abraham. La sima es tan grande e impenetrable que ni siquiera se puede atravesar para llevar un mensaje de consuelo o ayuda. En resumen, Jesús está diciendo que es importante vivir una vida justa y tratar a los demás con amor y respeto, porque la vida después de la muerte es algo muy serio, y las decisiones que hagamos aquí en la tierra tienen consecuencias eternas.
Luk 16:27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
Luk 16:27 Este versículo es parte de una parábola contada por Jesús acerca de un hombre rico y un pobre llamado Lázaro. En este versículo en particular, el personaje rico, quien se encuentra en tormento en el Infierno, le ruega al patriarca Abraham que envíe a alguien a avisar a su familia sobre el lugar en donde se encuentra y que se arrepientan para que no sufran el mismo destino que él. La parábola enseña acerca de la importancia de escuchar y obedecer a la palabra de Dios durante la vida terrenal y no esperar hasta que sea demasiado tarde.
Luk 16:28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
Luk 16:28 Este versículo es parte de la parábola de Jesús sobre el hombre rico y Lázaro. El hombre rico, que vivió una vida de comodidad y opulencia, murió y fue al infierno. Desde allí, levantó los ojos y vio a Lázaro, un mendigo que había estado sentado a la entrada de su casa cuando estaba vivo, ahora descansando en el regazo de Abraham en el cielo. En el versículo 27, el hombre rico le pide a Abraham que envíe a Lázaro a advertir a su familia para que no terminen en el infierno como él. Es entonces cuando se menciona el versículo en cuestión, donde el hombre rico dice que tiene cinco hermanos y quiere que Lázaro les testifique para que no terminen en el mismo lugar de tormento. Este versículo muestra la creencia de que, una vez en el infierno, no hay escapatoria y que además se cree en la advertencia de Jesús sobre el juicio final y la necesidad de arrepentirse antes de que sea demasiado tarde. También indica la preocupación del hombre rico por su familia, lo que muestra que todavía tenía amor por alguna persona.
Luk 16:29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
Luk 16:29 Este versículo aparece en una parábola que Jesús contó acerca de un hombre rico y Lázaro, un mendigo. En la historia, el hombre rico muere y es llevado al infierno, mientras que Lázaro es llevado al cielo. El hombre rico pide a Abraham que envíe a Lázaro a advertir a su familia para que no terminen en el mismo lugar de tormento que él, pero Abraham le dice que ellos tienen a Moisés y a los profetas para escuchar y seguir sus enseñanzas sobre cómo vivir una vida justa y agradable a Dios. En resumen, este versículo sugiere que las Escrituras pueden proporcionar orientación y dirección para nuestra vida y que debemos seguir y obedecer sus enseñanzas. También destaca la importancia de escuchar la Palabra de Dios y seguir sus mandatos para evitar el castigo y la condenación en la vida después de la muerte.
Luk 16:30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
Luk 16:30 Este versículo es parte de la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro contada por Jesús. En ella, el hombre rico después de morir es enviado al infierno y desea que Lázaro regrese a la tierra para advertir a sus hermanos sobre el tormento del infierno. Abraham responde que ellos ya tienen las Escrituras y los profetas para guiarlos, pero el hombre rico insiste en que si alguien resucita de entre los muertos, entonces sus hermanos se arrepentirán. El versículo en cuestión es la respuesta de Abraham al ruego del hombre rico, y muestra como la fe en la resurrección puede ser vista como una forma de convencer a los no creyentes de la verdad del Evangelio.
Luk 16:31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
Luk 16:31 En este versículo, Abraham está hablando con un hombre rico que está en tormento en el infierno. El hombre rico le pide a Abraham que envíe a Lázaro (un mendigo que había muerto y estaba en el cielo) para que le advierta a su familia sobre el castigo del infierno. Abraham le dice al hombre rico que su familia tiene las Escrituras (Moisés y los profetas) y que si no creen en ellas, no se persuadirán aunque alguien se levante de los muertos. En otras palabras, Abraham está diciendo que la fe no se basa en milagros o señales sobrenaturales, sino en creer y obedecer la Palabra de Dios. Si alguien rechaza la verdad del evangelio, no se dejará persuadir incluso si alguien obrara un milagro delante de ellos. Este versículo nos muestra la importancia de la fe en la Palabra de Dios y nos exhorta a creer en ella y obedecerla.