El Evangelio Según Lucas: Descubriendo la Verdad del Libro 16 del Nuevo Testamento


El Libro 16 del Nuevo Testamento de Lucas se centra en las enseñanzas de Jesús sobre la riqueza y la pobreza, así como en la importancia de la fe y la confianza en Dios en la vida de los creyentes. El capítulo comienza con la parábola del mayordomo deshonesto, que engaña a su amo para asegurar su futuro económico. Jesús utiliza esta historia para enfatizar la importancia de ser sabios y astutos en la vida, pero también para ilustrar que debemos ser fieles y leales en todo lo que hacemos. Más adelante en el capítulo, Jesús se encuentra con un hombre rico que está buscando la vida eterna. Jesús le aconseja que venda todas sus posesiones y siga sus enseñanzas, pero el hombre se siente incapaz de hacerlo. Esta historia es una advertencia contra la codicia y la dependencia en las riquezas terrenales, y nos recuerda que debemos estar dispuestos a sacrificar todo por nuestra fe en Dios. El capítulo también presenta la curación de un mendigo llamado Lázaro y la parábola del rico y el pobre Lázaro. La historia destaca la importancia de la compasión y el cuidado de los menos afortunados, y nos recuerda que todos estamos conectados en nuestra humanidad y en nuestra necesidad de amor y ayuda. En resumen, el Libro 16 de Lucas es un llamado a vivir una vida sabia y fiel, basada en la confianza en Dios y la compasión hacia nuestros hermanos y hermanas en la humanidad. Nos enseña a ser prudentes en nuestras acciones, pero también a ser generosos en nuestras relaciones y a poner nuestra fe en Dios por encima de todas las cosas materiales.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Luk 16:1 Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes.
Luk 16:2 Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo.
Luk 16:3 Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
Luk 16:4 Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.
Luk 16:5 Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?
Luk 16:6 El dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta.
Luk 16:7 Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. El le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.
Luk 16:8 Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.
Luk 16:9 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.
Luk 16:10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
Luk 16:11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?
Luk 16:12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
Luk 16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Luk 16:14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.
Luk 16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
Luk 16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.
Luk 16:17 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.
Luk 16:18 Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.
Luk 16:19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
Luk 16:20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,
Luk 16:21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Luk 16:22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
Luk 16:23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Luk 16:24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Luk 16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Luk 16:26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Luk 16:27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
Luk 16:28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
Luk 16:29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
Luk 16:30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
Luk 16:31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

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