El capítulo 18 del evangelio de Lucas comienza con la parábola de la viuda persistente y el juez injusto. La historia presenta a una viuda que busca la ayuda de un juez para que la proteja de sus adversarios, pero el juez no está dispuesto a ayudarla. Sin embargo, la mujer sigue pidiéndole ayuda hasta que el juez finalmente se cansa de sus súplicas y la ayuda.
A continuación, Lucas presenta la historia del fariseo y el publicano, en la que el fariseo hace una oración arrogante y condenatoria en comparación con la oración humilde del publicano. Esta historia muestra la importancia de la humildad y la necesidad de reconocer nuestra propia imperfección ante Dios.
En el siguiente pasaje, Lucas narra el encuentro de Jesús con un joven rico que busca la vida eterna. Jesús le dice que debe vender todas sus posesiones y seguirlo, pero el joven no quiere hacerlo. Esta historia muestra cómo nuestras posesiones pueden ser un obstáculo para seguir completamente a Jesús.
El capítulo continúa con Jesús prediciendo su propia muerte y resurrección, y cómo sus discípulos no entendían completamente lo que estaba por venir. Además, Jesús sana a un ciego en su camino a Jericó, lo que lleva a la conversión del público.
En resumen, el capítulo 18 del evangelio de Lucas presenta varias historias y enseñanzas importantes sobre la perseverancia en la oración, la humildad, la renuncia a las posesiones materiales y la necesidad de la fe en Jesús. También muestra la predicción de la muerte y resurrección de Jesús y su impacto en los discípulos y en el público en general.
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Luk 18:1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,
Luk 18:1 Este versículo habla sobre la importancia de la oración constante y perseverante. Jesús contó una parábola para enseñar a sus discípulos que no deben perder la fe ni la paciencia al orar, sino que deben seguir orando sin desanimarse. La parábola habla de una viuda que acude a un juez injusto en busca de justicia, y aunque éste no le concede su petición de inmediato, ella persiste en su petición hasta que finalmente el juez accede. El mensaje es que si una viuda consigue lo que quiere a través de una oración constante, ¡cuánto más los hijos de Dios podrán confiar en que Dios escuchará sus oraciones si son constantes y perseverantes!
Luk 18:2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.
Luk 18:2 Este verso es parte de una parábola contada por Jesús para enseñar a sus seguidores sobre la importancia de orar y perseverar en la fe. La parábola continúa diciendo que en esa misma ciudad vivía una viuda que buscaba justicia de parte del juez injusto. La viuda lo buscaba constantemente hasta que finalmente el juez accedió a darle lo que ella pedía, no porque tuviera temor de Dios o respeto por los hombres, sino simplemente porque estaba cansado de que lo molestaran. Este versículo nos muestra que en ocasiones hay personas que ocupan posiciones de autoridad y poder, pero no tienen valores éticos o morales. El juez representado en la parábola actuó de manera egoísta, sin importarle la justicia o el bienestar de la viuda. Jesús quería enseñar a sus seguidores que incluso ante estas injusticias, debemos seguir orando fervientemente y tener fe en Dios, ya que eventualmente Él nos escuchará y nos concederá justicia.
Luk 18:3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
Luk 18:3 Este versículo se refiere a una viuda que buscaba ayuda en la resolución de un problema que tenía con un adversario. Es posible que este adversario hubiera tomado algo de ella o le hubiera hecho daño de alguna manera. La viuda buscaba justicia y acudía a alguien en quien confiaba para que la ayudara en su situación.
Luk 18:4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
Luk 18:4 Este versículo se encuentra en el relato de la parábola de la viuda persistente en el Evangelio de Lucas. En este versículo, el juez injusto, después de haber sido molestado por una viuda que buscaba justicia, piensa en voz alta diciendo que él no teme a Dios ni tiene respeto por los hombres, lo cual indica que es un juez impío y deshonesto. Sin embargo, la viuda sigue importunando al juez hasta que finalmente él cede a su petición porque no quiere ser molestado más. De esa manera, la parábola enseña sobre la importancia de la oración persistente y la confianza en Dios, incluso cuando parece que estamos ante una situación sin esperanza.
Luk 18:5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.
Luk 18:5 Este versículo habla de una viuda que va a un juez para que le haga justicia. El juez no quería atender su caso, pero al final se rindió ante su insistencia. El versículo dice que el juez dijo: "Sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia". Es decir, el juez decidió hacerle justicia para evitar tener que seguir escuchando los reclamos de la viuda. Este versículo se usa a menudo para ilustrar la importancia de orar con persistencia y fe, ya que en última instancia, Dios hará justicia a sus elegidos.
Luk 18:6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.
Luk 18:6 Este versículo se encuentra en el contexto de la parábola del juez injusto. En esta parábola, Jesús está enseñando a sus seguidores sobre la importancia de la perseverancia en la oración. El juez mencionado en la parábola es alguien que no teme a Dios ni respeta a las personas, pero una viuda persistente lo cansa con sus solicitudes y finalmente obtiene justicia. En el versículo en cuestión, Jesús está diciendo a sus discípulos que presten atención a lo que el juez injusto está diciendo en la parábola. A pesar de que es injusto y poco amable, eventualmente cede ante la perseverancia de la viuda. Jesús está usando esto como una analogía para decirles que si incluso un juez injusto puede ceder ante la perseverancia, cuanto más lo hará Dios, quien es justo y amoroso. En resumen, el versículo nos recuerda que incluso en una situación aparentemente injusta, podemos aprender lecciones importantes y aplicables a nuestra fe y vida diaria.
Luk 18:7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?
Luk 18:7 Este versículo se refiere a la importancia de la oración y la fe en la justicia divina. Nos asegura que Dios siempre escucha nuestras súplicas y está pendiente de nuestras necesidades. El versículo nos indica que Dios no demora en responder nuestras oraciones, por lo que debemos tener paciencia y confiar en que, aunque a veces parezca que nuestras peticiones no son atendidas, Dios siempre actúa según su plan divino y siempre hace justo lo que es correcto. La idea central es que la oración y la fe son fundamentales para mantener una relación cercana con Dios y recibir su justicia y protección.
Luk 18:8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
Luk 18:8 Este versículo es una advertencia de Jesús sobre la importancia de mantener y fortalecer nuestra fe en Él, incluso cuando enfrentamos desafíos y dificultades. Jesús les está diciendo a sus seguidores que, aunque pueden estar experimentando injusticias en este momento, Dios pronto les hará justicia. Sin embargo, Él también está preguntando si, cuando regrese, encontrará que las personas han perdido su fe debido a la persecución, la frustración o el dolor. Es una llamada a la perseverancia en nuestra fe y una advertencia de que debemos mantener nuestra confianza en Dios en todo momento para estar preparados cuando llegue el Hijo del Hombre.
Luk 18:9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
Luk 18:9 Este versículo se refiere a una parábola que Jesús contó a algunas personas que confiaban en sí mismas como justas y miraban con menosprecio a otras. Jesús les dijo que esto no era correcto y que les contaría una historia para ayudarles a entender. La parábola que sigue en el pasaje es conocida como "La oración del fariseo y del publicano". En ella, Jesús describe a dos personas que van al templo a orar. Uno es un fariseo, un líder religioso que se cree justo y mejor que los demás. El otro es un recaudador de impuestos, un hombre considerado pecador y despreciable por la sociedad. El fariseo ora con arrogancia, agradeciendo a Dios por ser mejor que los demás y creyendo que su justicia lo hará digno del favor divino. El recaudador de impuestos, por otro lado, no puede ni levantar la cabeza mientras ora, reconoce su pecado y pide perdón a Dios. Jesús concluye que es el recaudador de impuestos el que se fue a casa justificado, porque humildemente reconoció su necesidad de perdón y buscó la misericordia de Dios. El fariseo, por otro lado, que confiaba en sí mismo y menospreciaba a otros, no fue a casa justificado. Esta parábola enseña a los oyentes que la humildad y la sinceridad en la oración son más importantes que la confianza en nosotros mismos y el desprecio hacia los demás. Jesús nos llama a ser humildes y reconocer nuestra necesidad de ayuda divina, y a tratar a los demás con amor y respeto, sin importar su estatus o lo que hayan hecho en el pasado.
Luk 18:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
Luk 18:10 Este versículo es parte de la parábola del fariseo y el publicano que se encuentra en el capítulo 18 del Evangelio de Lucas. La parábola es una ilustración sobre la oración y la actitud de los que la hacen. En el versículo, se describe que dos hombres subieron al templo a orar, uno era fariseo y el otro publicano. Los fariseos eran una secta religiosa judía que se caracterizaba por su estricta observancia de la ley y sus tradiciones, mientras que los publicanos eran recaudadores de impuestos que trabajaban para el gobierno romano y eran considerados unos traidores por los judíos. La parábola indica que el fariseo oraba con arrogancia y agradecía a Dios por no ser como los demás, mientras que el publicano reconocía su pecado y pedía misericordia. En realidad, la parábola no se refiere simplemente a la oración, sino también a cómo vivimos nuestras vidas y cómo nos vemos a nosotros mismos en relación con los demás. En resumen, el versículo enfatiza que la actitud y el corazón que tenemos al orar, son muy importantes.
Luk 18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
Luk 18:11 Este versículo se encuentra en el capítulo 18 del evangelio de Lucas y relata una parábola que Jesús contó acerca de dos hombres que subieron al templo a orar. Uno de ellos era un fariseo, quien se paró y comenzó a orar en voz alta, diciendo que él era agradecido con Dios por no ser como los demás hombres, como ladrones, injustos, adúlteros y, específicamente, como el publicano que estaba allí. El fariseo se consideraba justo y superior a los demás por cumplir con las leyes y llevar una vida piadosa y religiosa. Sin embargo, su actitud arrogante y despectiva hacia los demás hombres que consideraba pecadores reveló que su corazón no estaba en el lugar correcto. El mensaje de la parábola es que la humildad es una característica importante en la vida de un creyente y que la verdadera justicia no se trata de seguir las leyes religiosas externas, sino de tener una actitud correcta hacia Dios y hacia los demás hombres. En lugar de enorgullecerse de sus logros religiosos, debemos reconocer nuestra propia necesidad de misericordia y buscar la gracia y el perdón de Dios.
Luk 18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Luk 18:12 Este verso del Evangelio de Lucas describe las acciones de un fariseo que estaba tratando de demostrar su rectitud ante Dios. Él está presumiendo de que ayuna dos veces a la semana y da diezmos de todo lo que gana. El ayuno era una práctica común entre los judíos piadosos, y muchos fariseos ayunaban dos veces por semana como una forma de mostrar su devoción a Dios. Sin embargo, el fariseo en cuestión está más interesado en presumir ante los demás que en verdaderamente honrar a Dios. Del mismo modo, el dar el diezmo (un décimo de los ingresos) era una práctica común para apoyar al templo y a los pobres. Sin embargo, en este caso, el fariseo parece estar más preocupado por decirle a Dios y a los demás cuánto da, en lugar de hacerlo de manera generosa y sin alardes. En resumen, este verso se usa como una advertencia contra el comportamiento hipócrita y vanidoso. En lugar de preocuparse por la apariencia externa de la devoción, se nos anima a buscar el verdadero arrepentimiento y la humildad en nuestro servicio a Dios.
Luk 18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
Luk 18:13 Este versículo cuenta la historia de un publicano, que era considerado un pecador en la época de Jesús. Este hombre estaba lejos del templo y no se sentía digno de mirar al cielo. En su lugar, se golpeaba el pecho como señal de arrepentimiento y humildad, y pidió la misericordia de Dios como un pecador que sabe que ha fallado. Este versículo enfatiza la idea de que incluso la persona más alejada o considerada como pecadora puede encontrar el camino hacia Dios si se arrepiente sinceramente y se humilla ante Él.
Luk 18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Luk 18:14 En este versículo, Jesús está contando una parábola sobre dos hombres que rezan en el templo. Uno de ellos es un fariseo, que se enaltece a sí mismo y presume de ser mejor que los demás. El otro es un recaudador de impuestos, quien se humilla ante Dios y reconoce su pecado. Al final de la parábola, Jesús señala que el recaudador de impuestos fue justificado o declarado justo por Dios, mientras que el fariseo no lo fue. Jesús explica que aquellos que se enaltecen, como el fariseo, serán humillados, pero aquellos que se humillan, como el recaudador de impuestos, serán enaltecidos. En esencia, Jesús está enseñando que la humildad es una virtud importante y que hacer alarde de uno mismo y menospreciar a los demás no es la forma de ganar el favor de Dios. En su lugar, debemos reconocer nuestras debilidades y pecados, y confiar en la misericordia y el perdón de Dios. En otras palabras, la humildad es una manera de buscar la justicia y el favor de Dios.
Luk 18:15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron.
Luk 18:15 Este versículo hace referencia a un pasaje en el que algunas personas llevan a Jesús a los niños para que los bendiga o hable con ellos. Los discípulos, al ver esta situación, intentan reprender a las personas y alejar a los niños de Jesús. Sin embargo, Jesús defiende a los niños y les dice a sus discípulos que dejen que los niños se acerquen a él, ya que el Reino de Dios pertenece a aquellos que son como ellos. El pasaje en su conjunto indica la importancia que Jesús daba a los niños y su disposición a recibir a todas las personas, independientemente de su estatus o condición social. Además, muestra la actitud protectora y paternal de Jesús hacia los más jóvenes.
Luk 18:16 Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
Luk 18:16 Este versículo de Lucas 18:16 muestra la actitud amorosa de Jesús hacia los niños. En este pasaje, algunos padres querían que Jesús bendijera a sus hijos, pero los discípulos estaban intentando detenerlos. Jesús, tomando nota de esto, llamó a los niños hacia Él y les habló con cariño y amabilidad. El versículo significa que los niños son importantes para Jesús y que todos deben permitir que los niños se acerquen a Él para poder experimentar el amor de Dios. Esto es porque el Reino de Dios está compuesto de personas de cada edad, incluyendo niños. En resumen, este pasaje demuestra la amorosa naturaleza de Jesús y su compromiso con todas las personas, incluyendo a los niños.
Luk 18:17 De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Luk 18:17 Este versículo se refiere a la importancia de tener una fe sencilla y humilde como la de un niño para poder entrar en el reino de Dios. Jesús les está diciendo a sus seguidores que no importa cuánto conocimiento o sabiduría tengan, si no tienen la fe y la humildad de un niño, no podrán entrar en el reino de Dios. Es una llamada a abandonar cualquier pretensión de autojustificación y confiar en Dios con una fe simple y confiada como la de un niño. En resumen, el versículo nos enseña que la humildad, la sencillez y la fe son ingredientes clave para seguir a Dios y entrar en su reino.
Luk 18:18 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Luk 18:18 Este versículo se refiere a un hombre prominente que se acerca a Jesús y le pregunta sobre cómo obtener la vida eterna. El hombre pregunta a Jesús cómo puede heredar la vida eterna, lo que indica su deseo de encontrar la verdad y la sabiduría en sus enseñanzas. La respuesta de Jesús a esta pregunta es que debe guardar los mandamientos de Dios y amar a su prójimo como a sí mismo. Esto sugiere que la clave para heredar la vida eterna es mantener una relación cercana con Dios y hacer el bien a los demás. En resumen, el versículo es una invitación a seguir a Jesús y sus enseñanzas como el camino hacia la vida eterna.
Luk 18:19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.
Luk 18:19 En este versículo, Jesús está hablando con un hombre rico que le llama "bueno". Jesús le pregunta por qué le llama así, y le recuerda que ninguna persona es verdaderamente buena. Sólo Dios es bueno y perfecto en todo momento. Jesús parece estar sugiriendo que el hombre rico debería reconocer a Dios como el único verdadero bien y seguir sus mandamientos para alcanzar la vida eterna.
Luk 18:20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.
Luk 18:20 Este versículo es parte de un pasaje en el que un hombre rico busca instrucciones para alcanzar la vida eterna de Jesús. En respuesta a la pregunta del hombre, Jesús le dice que obedezca los mandamientos. Los mandamientos enumerados en este versículo son algunos de los Diez Mandamientos dados por Dios a Moisés en el Antiguo Testamento. En resumen, el versículo significa que para tener vida eterna, es necesario obedecer los mandamientos dados por Dios, incluido el respeto a los padres, la prohibición del adulterio, el asesinato, el robo y el testimonio falso.
Luk 18:21 El dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.
Luk 18:21 Este versículo es parte de una conversación entre Jesús y un hombre rico que quería saber qué debía hacer para tener vida eterna. Jesús le había dicho que debía cumplir con los mandamientos de Dios, como no matar, no cometer adulterio, no robar, entre otros. El hombre le contesta a Jesús que ha guardado todos estos mandamientos desde su juventud. El versículo habla de la afirmación del hombre de que ha sido fiel en cumplir los mandamientos de Dios desde que era joven. Sin embargo, aunque el hombre había cumplido con los mandamientos, Jesús le señala que todavía le faltaba algo, que debía vender todo lo que tenía y seguirlo para tener verdadera vida eterna. En resumen, el versículo habla de la importancia de cumplir con los mandamientos de Dios, pero también nos recuerda que no es suficiente para tener una vida plena y satisfactoria en Cristo.
Luk 18:22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Luk 18:22 En este versículo, Jesús está hablando con un hombre rico que le pregunta cómo puede obtener la vida eterna. Jesús le dice que debe seguir los mandamientos y cuando el hombre responde que ya lo está haciendo, Jesús le dice que todavía le falta una cosa importante: que venda todas sus posesiones y las dé a los pobres. Esto no significa que todos debemos vender todo lo que tenemos, sino que para este hombre rico, su riqueza era una barrera para seguir a Jesús plenamente. Entonces, Jesús le está diciendo que él debe soltar esta barrera y dar todo lo que tiene a los necesitados para demostrar su compromiso con Dios y su deseo de seguir a Jesús. La idea detrás de este versículo es que no podemos aferrarnos a nuestra riqueza y al mismo tiempo seguir al llamado de Jesús a servir a los demás.
Luk 18:23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
Luk 18:23 Este versículo habla sobre un hombre rico que se acerca a Jesús y le pregunta qué debe hacer para heredar la vida eterna. Jesús le responde diciéndole que debe vender todo lo que tiene, darlo a los pobres y seguirlo. Al oír esto, el hombre rico se pone muy triste porque su riqueza le impide seguir a Jesús. Este versículo muestra la dificultad que tienen muchas personas para renunciar a sus posesiones materiales y seguir a Dios de manera completa.
Luk 18:24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Luk 18:24 En este versículo, Jesús observa a un hombre rico que está triste porque no quiere renunciar a su riqueza para seguir a Jesus. Jesús utiliza esta oportunidad para enseñar a sus discípulos que es muy difícil para las personas ricas entrar en el reino de Dios, ya que a menudo ponen su confianza en sus posesiones y no en Dios. Sin embargo, esto no significa que sea imposible para los ricos entrar en el reino de Dios; solo que es un desafío mayor para ellos. Además, este versículo también puede interpretarse como una advertencia para aquellos que buscan la riqueza como su objetivo principal en la vida, ya que esto puede ser un obstáculo en su relación con Dios. En resumen, Jesús está destacando la importancia de poner a Dios en primer lugar y no las cosas materiales.
Luk 18:25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
Luk 18:25 Este versículo se refiere a una enseñanza de Jesús acerca de lo difícil que es para un rico entrar en el reino de Dios. Él está usando una imagen muy concreta y vívida - pasar un camello por el ojo de una aguja - para ilustrar lo imposible que esto parece ser. Los camellos eran animales grandes y valiosos en aquel entonces, y las agujas eran pequeñas e insignificantes. Por lo tanto, la idea de que alguien pudiera pasar un camello por el ojo de una aguja era absurda e imposible. Jesús está diciendo que, de manera similar, es muy difícil para una persona rica dejar atrás sus apegos materiales y entrar en el reino espiritual de Dios. Pero esto no significa que sea completamente imposible para una persona rica tener una relación con Dios; simplemente implica que es mucho más difícil para ellos hacerlo.
Luk 18:26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
Luk 18:26 Este versículo sigue a una historia en la que un joven rico pregunta a Jesús qué debe hacer para heredar la vida eterna. Jesús le dice que venda todo lo que tiene, dé el dinero a los pobres y le siga. El joven rico no puede hacerlo y se va triste. Luego, Jesús les dice a sus discípulos que es más difícil para un rico entrar en el reino de Dios que para un camello pasar por el ojo de una aguja. Los discípulos se asombran y preguntan quién puede ser salvo entonces, ya que la riqueza era vista como un signo de bendición divina en ese tiempo. Jesús responde con la famosa frase: "Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios". En resumen, este versículo trata sobre la idea de que la salvación no se puede obtener a través de la riqueza o las obras, sino que es un regalo divino disponible para todos.
Luk 18:27 El les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Luk 18:27 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Lucas, capítulo 18 y versículo 27. En este pasaje, Jesús está hablando con sus discípulos acerca de la salvación y el Reino de Dios. Un joven rico se acerca a Jesús y le pregunta cómo puede heredar la vida eterna. Jesús le responde que debe guardar los mandamientos y vender todo lo que tiene para darle a los pobres. El joven rico se entristece y se va porque poseía muchas riquezas. Entonces, Jesús les dice a sus discípulos que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de Dios. Los discípulos se sorprenden mucho y preguntan quién podrá ser salvo. Jesús les responde con este versículo, diciéndoles que lo que es imposible para los hombres, como la salvación de un rico, es posible para Dios. Este versículo refleja la idea de que Dios tiene el poder de hacer cosas que para los seres humanos son imposibles. Aunque pueda parecer difícil o incluso imposible para nosotros cumplir ciertas cosas, para Dios no hay nada imposible y Él nos puede ayudar a lograr lo que creíamos imposible.
Luk 18:28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.
Luk 18:28 Este versículo se encuentra en el Evangelio según Lucas, capítulo 18, versículo 28. En este pasaje, Pedro está hablando con Jesús después de que éste les hablara sobre las dificultades que un rico tendría para entrar en el Reino de Dios. Pedro le dice a Jesús que él y los otros discípulos han dejado todas sus posesiones para seguirlo a Él. Pedro probablemente quería mostrar que ellos habían hecho un gran sacrificio para seguir a Jesús, dejando atrás todo lo que poseían para seguir su camino y sus enseñanzas. Este verso es una muestra de la dedicación que los discípulos tenían hacia Jesús, dispuestos a dejarlo todo para seguirlo. También es una indicación de la importancia que los discípulos daban al Reino de Dios, y su disposición para poner sus vidas y posesiones a disposición de Jesús. En resumen, el versículo muestra la devoción y entrega total de los discípulos a Jesús.
Luk 18:29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,
Luk 18:29 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Lucas, capítulo 18, verso 29. En este pasaje, Jesús está hablando con sus discípulos acerca de la dificultad que tienen los ricos para entrar en el Reino de Dios. Él les dice que es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios. Luego, en el versículo 29, Jesús les asegura que aquellos que han dejado todo por el Reino de Dios, recibirán cien veces más en la vida presente y en la venidera la vida eterna. Esta es una afirmación poderosa acerca del sacrificio que es requerido para seguir a Jesús y vivir conforme a los preceptos del Reino de Dios. Jesús está diciendo que aquellos que han renunciado a sus posesiones terrenales, familias y hogares en aras del Reino de Dios, recibirán una gran recompensa. Pero la recompensa no se limita solo a la vida por venir, sino que también se manifiesta en la presente, con la bendición y el cuidado de Dios sobre sus vidas. En resumen, este versículo es una afirmación de la importancia del sacrificio y el compromiso en la vida del creyente. Cuando dejamos todo por amor a Dios, Él nos recompensará abundantemente.
Luk 18:30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.
Luk 18:30 Este versículo surge en el contexto de una conversación que Jesús tuvo con sus discípulos sobre la riqueza y la salvación. En Luk 18:18-29, un hombre rico le preguntó a Jesús qué debía hacer para heredar la vida eterna, y Jesús le dijo que vendiera todo lo que tenía y lo siguiera. El hombre no pudo seguir esa instrucción, y Jesús les dijo a sus discípulos que era más difícil para los ricos entrar en el Reino de Dios que para los pobres. Entonces, en Luk 18:30, Jesús les dice a sus discípulos que cualquiera que haya dejado casa, esposa, hermanos, padres o hijos por causa del Reino de Dios, recibirá muchas más bendiciones en este tiempo presente, y en el siglo venidero, la vida eterna. Esto significa que aquellos que abandonan todo para seguir a Cristo recibirán una gran recompensa en la vida presente y en la eternidad. En resumen, este versículo destaca la importancia de poner a Dios en primer lugar y de seguirlo con todo nuestro corazón, incluso si significa renunciar a cosas materiales. Y, como resultado, Jesús promete recompensarnos no solo en la vida por venir, sino también en la vida presente.
Luk 18:31 Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.
Luk 18:31 En este pasaje, Jesús está informando a sus discípulos de su inminente viaje a Jerusalén, donde sabía que sería arrestado y ejecutado. Él les dice que todo lo que había sido profetizado acerca del Hijo del Hombre en las Escrituras se cumpliría allí. "El Hijo del Hombre" es un título que Jesús usó para referirse a sí mismo y que se refiere al Mesías prometido en las Escrituras hebreas que vendría a salvar al pueblo de Dios. En resumen, Jesús está diciendo a sus discípulos que se está cumpliendo la voluntad de Dios tal como fue profetizada, y que él está dispuesto a cumplir su misión a pesar del peligro que enfrentaba en Jerusalén.
Luk 18:32 Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido.
Luk 18:32 Este verso es parte de una profecía que Jesús hizo a sus discípulos sobre su próxima muerte y resurrección. Él les dijo que sería entregado a los gentiles, lo que significa que sería llevado ante las autoridades romanas para ser juzgado y condenado a muerte. Además, Jesús predijo que sería escarnecido, lo cual significa que sería objeto de burlas y risas, y también sería afrentado, lo que significa que sería insultado y despreciado. Finalmente, Jesús dijo que sería escupido, lo que significa que la gente lo trataría con desprecio y desprecio. Este verso es una descripción desgarradora de los sufrimientos que Jesús enfrentaría antes de su crucifixión, y es un recordatorio de la profunda humildad y sacrificio que Jesús hizo por la humanidad.
Luk 18:33 Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará.
Luk 18:33 Este versículo es parte de la narrativa de la vida de Jesús en el Nuevo Testamento. Aquí, Jesús está prediciendo su propia muerte y resurrección. Él dice que será azotado y luego matado, pero que después de tres días volverá a la vida. Esta predicción se cumplió cuando Jesús fue crucificado y enterrado, y luego resucitó al tercer día, tal como lo había dicho. Para los cristianos, la resurrección de Jesús es un evento fundamental en la historia de la salvación y representa la victoria sobre la muerte y el pecado.
Luk 18:34 Pero ellos nada comprendieron de estas cosas, y esta palabra les era encubierta, y no entendían lo que se les decía.
Luk 18:34 Este versículo se encuentra en el capítulo 18 del evangelio de Lucas, en el que Jesús les habló a sus discípulos acerca de su próxima crucifixión y resurrección, pero ellos no entendieron lo que les estaba diciendo. A pesar de que Jesús les había dicho claramente lo que sucedería, sus discípulos no lograron comprender lo que estaba diciendo. En otras palabras, la verdad de lo que Jesús estaba hablando les era oculta o encubierta y no podían entenderlo. Esto puede ser un recordatorio para todos nosotros de que a menudo no comprendemos las cosas de Dios sin la ayuda del Espíritu Santo.
Luk 18:35 Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando;
Luk 18:35 Este versículo es parte de la historia de Jesús acercándose a Jericó y encontrando a un hombre ciego sentado junto al camino mendigando. La palabra "aconteció" significa que esto estaba sucediendo en ese momento. Es una introducción a la escena y nos muestra el contexto en el que Jesús encuentra al hombre ciego. El hecho de que sea ciego y esté mendigando significa que probablemente era pobre y necesitaba ayuda. Es importante tener en cuenta que en esa época, se creía que la ceguera y otras discapacidades eran castigos divinos por el pecado o la maldad. Jesús, sin embargo, demuestra compasión y amor por este hombre ciego al acercarse a él y ofrecerle ayuda. El uso de la palabra "sentado" junto al camino también indica que el hombre no podía caminar y era dependiente de los demás. La escena se establece como una imagen de la necesidad humana y la necesidad de la ayuda divina y muestra la misericordia de Jesús.
Luk 18:36 y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello.
Luk 18:36 Este versículo es una parte de una historia en el Evangelio de Lucas en la cual un ciego llamado Bartimeo se encuentra sentado al costado del camino pidiendo limosna. Cuando Bartimeo oye que una multitud está pasando, pregunta qué está sucediendo, a lo cual la gente responde que Jesús de Nazaret está pasando por allí. Bartimeo entonces empieza a gritar pidiendo la ayuda de Jesús, quien finalmente lo cura de su ceguera. Este versículo en particular simplemente establece que Bartimeo oye a la multitud y pregunta qué está pasando, lo cual es importante dentro del contexto de la historia para entender cómo se relaciona con su encuentro con Jesús.
Luk 18:37 Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno.
Luk 18:37 En este versículo, un ciego le pregunta a la multitud quién está pasando por allí, y le responden que es Jesús de Nazaret. La importancia de este pasaje radica en que el ciego reconoce y busca a Jesús, incluso sin poder verlo físicamente, lo que enfatiza la importancia de la fe y la confianza en Jesús como guía espiritual. Además, la mención de Nazaret es relevante porque Jesús fue conocido por ser originario de allí, lo que le da un contexto y una conexión con aquel lugar y su comunidad.
Luk 18:38 Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Luk 18:38 Este versículo es parte de la historia de un ciego mendigo llamado Bartimeo que estaba en el camino mientras Jesús pasaba por allí. Cuando Bartimeo se enteró de que era Jesús quien estaba allí, comenzó a gritar pidiendo ayuda y misericordia. Al llamar a Jesús "Hijo de David", estaba reconociendo su linaje mesiánico y pidiendo ayuda divina. La frase "ten misericordia de mí" muestra que Bartimeo estaba en una difícil situación y necesitaba la ayuda de Jesús. Su grito de fe y necesidad no fue ignorado por Jesús, quien lo sanó y le devolvió la vista. Este versículo es un ejemplo de cómo la fe y la oración sincera pueden ser poderosas en nuestra vida y cómo podemos pedir ayuda y misericordia a Jesús en tiempos de necesidad.
Luk 18:39 Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Luk 18:39 Este versículo describe a un hombre ciego que estaba sentado junto a la carretera pidiendo limosna, cuando oyó que Jesús pasaba a su lado y comenzó a llamarlo pidiendo su ayuda. Los que iban delante de Jesús, intentando que el hombre se callara, le reprendieron. Pero el hombre no se dio por vencido, y gritó aún más fuerte: "¡Hijo de David, ten misericordia de mí!" Esta expresión "Hijo de David" es una referencia al linaje mesiánico, y el hombre ciego estaba reconociendo a Jesús como el prometido Mesías. Jesús, al oír su clamor, detuvo su camino, hizo que le trajeran al hombre y lo curó de su ceguera. Este versículo nos enseña la importancia de perseverar en nuestras peticiones a Dios, teniendo fe en que Él nos responderá.
Luk 18:40 Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó,
Luk 18:40 Este versículo se refiere a un momento en que Jesús estaba caminando y un ciego le pidió ayuda. Jesús, deteniéndose, mandó traerlo a su presencia para hablar con él. Cuando el ciego llegó, Jesús le preguntó qué quería que hiciera por él. Este versículo muestra la compasión de Jesús por aquellos que buscan su ayuda y su disposición a escucharlos y ayudarlos.
Luk 18:41 diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.
Luk 18:41 Este versículo describe un encuentro entre Jesús y un hombre ciego que le pide ayuda. Cuando Jesús se acerca y le pregunta qué quiere que le haga, el hombre responde pidiendo que reciba la vista. Este breve intercambio muestra la confianza que el hombre ciego tiene en Jesús para curarlo milagrosamente y muestra la importancia de pedir ayuda a Dios en momentos de necesidad.
Luk 18:42 Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado.
Luk 18:42 Este versículo se encuentra en el relato en el que un hombre ciego le pide a Jesús que lo cure. Cuando Jesús lo cura, el hombre recupera la vista y entonces Jesús le dice: "Recibe la vista, tu fe te ha salvado". El contexto de este versículo es importante para entender su significado. El hombre ciego tenía fe en Jesús, creía que podía curarlo. Su fe fue tan grande que le permitió recibir la curación que Jesús le ofreció. La salvación de la que habla este versículo no se refiere solo a la curación física del hombre ciego, sino también a la salvación espiritual. La fe que el hombre ciego demostró en Jesús lo salvó de su condición de ciego y lo llevó a tener una relación de fe y confianza en Dios.
Luk 18:43 Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios.
Luk 18:43 Este versículo describe una escena en la que Jesús curó a un hombre ciego y luego el hombre lo siguió mientras glorificaba a Dios. La curación del hombre ciego fue un milagro y cuando la gente que estaba alrededor vio lo que había sucedido, comenzaron a alabar a Dios por el milagro que habían presenciado. Esto muestra cómo los milagros de Jesús a menudo llevaban a la gente a la adoración y el reconocimiento de Dios.