Explorando el Evangelio de Lucas: Descubre los misterios del Libro 19 del Nuevo Testamento
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El Libro de Lucas, capítulo 19, narra la historia de Jesús y su llegada a Jericó, donde tuvo un encuentro con el recaudador de impuestos Zaqueo. A pesar de la desaprobación de la multitud, Jesús eligió quedarse con Zaqueo en su casa, y esto condujo a la conversión de Zaqueo y su redención.
Posteriormente, Jesús continuó su camino hacia Jerusalén, donde fue recibido por una gran multitud que lo adoró y celebró su llegada. Sin embargo, su fama y popularidad también despertaron la envidia y la ira de algunos líderes religiosos, quienes se cuestionaron su autoridad y su verdadera identidad.
Jesús les respondió con una serie de parábolas, incluyendo la del "siervo fiel y discreto" y la del "talento". Ambas parábolas hacen hincapié en la importancia de ser un buen administrador de los recursos que se nos han dado, y en ser fieles a Dios a través de acciones concretas.
Más tarde, Jesús entró en el Templo de Jerusalén y se enfrentó a los cambistas y vendedores de animales que operaban allí. Expulsó a todos aquellos que vendían y compraban en el Templo, diciendo que la casa de Dios debía ser un lugar de oración y adoración, y no un mercado.
En el final del capítulo, Jesús compartió una cena con sus discípulos, en la que les habló de su inminente muerte y resurrección. También les recordó la importancia de servir y amar a los demás, y de permanecer fieles a sus enseñanzas incluso en medio de la adversidad.
En definitiva, el capítulo 19 del Libro de Lucas presenta varias enseñanzas importantes sobre la fe, la redención, la justicia y la honestidad. Jesús se presenta como un líder que desafía la autoridad establecida y que inspira a sus seguidores a vivir en armonía con los valores de justicia y amor al prójimo.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Luk 19:1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.
Luk 19:1 Este versículo simplemente está estableciendo el contexto de la historia que se relata en el capítulo 19 de Lucas. Jesús había llegado a la ciudad de Jericó y estaba caminando por sus calles. No hay una enseñanza específica en este verso, simplemente se está estableciendo un hecho que es importante para la historia que sigue. El resto del capítulo describe un encuentro que Jesús tuvo con un hombre llamado Zaqueo, y cómo ese encuentro cambió la vida de Zaqueo.
Luk 19:2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,
Luk 19:2 Este versículo hace referencia a Zaqueo, un hombre rico y poderoso que era jefe de recaudación de impuestos en la región de Jericó. Los publicanos eran odiados por su papel en la recaudación de impuestos y se los consideraba traidores de la religión judía, ya que trabajaban para los romanos, quienes ocupaban la región. El hecho de que se mencione que Zaqueo era rico y jefe de los publicanos indica su poder y riqueza, pero también sugiere que era despreciado y marginado por la comunidad. Sin embargo, esta introducción de su personaje es importante ya que más adelante se convierte en protagonista en la historia de la conversión de Zaqueo, quien cambia su vida después de conocer a Jesús.
Luk 19:3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.
Luk 19:3 Este versículo se refiere a un hombre llamado Zaqueo que estaba tratando de ver a Jesús. Sin embargo, debido a su pequeña estatura, no podía ver por encima de la multitud que rodeaba a Jesús. Zaqueo no desistió y subió a un árbol para poder ver a Jesús. Este episodio llevó a Jesús a acercarse a Zaqueo y cambiar su vida. Es una lección sobre la perseverancia y la fe en un hombre que deseaba conocer a Jesús.
Luk 19:4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
Luk 19:4 Este versículo describe a un hombre llamado Zaqueo, quien quería ver a Jesús pero no podía debido a la multitud que lo rodeaba. Entonces, él corrió delante de la multitud y subió a un árbol sicómoro para tener una mejor vista de Jesús, quien iba a pasar por ese lugar. Es una historia interesante de determinación y un deseo sincero de ver a Jesús.
Luk 19:5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
Luk 19:5 Este versículo narra un episodio en el que Jesús estaba pasando por la ciudad de Jericó y vio a un hombre llamado Zaqueo que era cobrador de impuestos y era alguien despreciado por la comunidad debido a su profesión y a sus prácticas injustas. Jesús miró hacia arriba y vio a Zaqueo subido en un árbol tratando de verle, entonces Jesús le llamó por su nombre y le dijo que debía bajar rápidamente porque quería visitar su casa en ese mismo momento, lo cual sorprendió a Zaqueo y a la multitud, ya que Jesús no era bienvenido en los hogares de los pecadores y los cobradores de impuestos eran considerados como tales. Esta actuación de Jesús muestra su interés en acercarse a todos los seres humanos y en cambiar sus vidas, sin importar su pasado o su posición social.
Luk 19:6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.
Luk 19:6 El versículo de Lucas 19:6 describe a Jesús visitando a Zaqueo, un recaudador de impuestos que había subido a un árbol para verlo pasar. Cuando Jesús llega a la base del árbol, le dice a Zaqueo que debe quedarse en su casa esa noche. En el versículo 6, se nos dice que Jesús descendió del árbol aprisa y recibió a Zaqueo con gozo. Este versículo muestra el corazón amoroso y acogedor de Jesús. Él se apresuró a estar con Zaqueo, si bien las personas de la época despreciaban a los recaudadores de impuestos. Jesús no juzgó a Zaqueo, sino que lo abrazó y lo recibió con alegría. Esto demuestra la disposición de Jesús a afirmar a las personas marginadas y a ofrecerles su amor y perdón.
Luk 19:7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.
Luk 19:7 En este versículo, se describe una situación en la que Jesús entra en la casa de un hombre llamado Zaqueo, que era conocido por ser un recaudador de impuestos y, por tanto, considerado un pecador por el pueblo. Los que estaban presentes en la escena comenzaron a murmurar entre ellos, criticando a Jesús por asociarse con alguien que era visto como indigno y malvado por la sociedad en general. Sin embargo, Jesús eligió no prestar atención a las críticas y, en cambio, decidió compartir su tiempo y su amistad con Zaqueo, lo que resultó en un cambio de corazón para el hombre pecador. En resumen, este verso es un ejemplo de cómo Jesús no discrimina a las personas y no tiene prejuicios, al igual que es un recordatorio para nosotros de tener una mente abierta y ser compasivos con aquellos que son vistos como marginados o pecadores por la sociedad.
Luk 19:8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Luk 19:8 En este versículo, Zaqueo, un hombre rico y corrupto, ha sido tocado por el encuentro con Jesús y ha decidido arrepentirse de su antiguo estilo de vida injusto. Él ha prometido dar la mitad de sus bienes a los pobres como una muestra de su renovado compromiso por hacer lo correcto y ayudar a quienes necesitan ayuda. También se compromete a pagar cuatro veces el monto que ha defraudado a cualquier persona, lo que muestra su disposición a reparar el daño que ha hecho en el pasado. En resumen, este versículo muestra el poder transformador de la fe en Jesús y la capacidad de la gente para corregir sus acciones pasadas cuando se comprometen sinceramente a hacerlo.
Luk 19:9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.
Luk 19:9 Este versículo es parte de la historia de Zaqueo, un recaudador de impuestos de Jericó que quería ver a Jesús. Debido a que la gente no lo respetaba, Zaqueo subió a un árbol para ver a Jesús por encima de la multitud. Cuando Jesús llegó al árbol, miró hacia arriba y le dijo a Zaqueo que debía bajar porque quería quedarse en su casa. Esto fue profundamente impactante para la gente que rodeaba a Jesús, ya que los recaudadores de impuestos eran vistos como pecadores y marginados en la sociedad judía. Es por eso que Jesús dijo este versículo a la multitud después de hablar con Zaqueo: "Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham." Jesús está diciendo que la salvación es para todos, incluyendo a los marginados y los pecadores. Él vino a traer la salvación a todas las personas y no hay nadie que esté fuera del alcance de su amor y gracia. Zaqueo es un ejemplo de la forma en que Jesús transforma la vida de las personas cuando lo reciben en sus corazones.
Luk 19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Luk 19:10 Este versículo se refiere a Jesús, quien es llamado "el Hijo del Hombre". Él vino a la tierra con el propósito de buscar y salvar a aquellos que estaban perdidos en el pecado y alejados de Dios. Él vino a ofrecer la salvación a toda la humanidad, sin importar su pasado o su situación actual. Jesús hizo esto al morir en la cruz por nuestros pecados y al resucitar de entre los muertos, lo que nos da la esperanza de vida eterna y la reconciliación con Dios. Este versículo resume la razón principal por la que Jesús vino a la tierra y su amor por toda la humanidad.
Luk 19:11 Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.
Luk 19:11 Este versículo describe a Jesús hablando con sus discípulos mientras se acercan a Jerusalén. Los discípulos pensaban que el Reino de Dios se establecería inmediatamente, pero Jesús les cuenta una parábola para enseñarles que primero deben esperar y trabajar para el establecimiento del Reino. La parábola que sigue en el texto es la de los talentos. Jesús está enseñando que debemos ser fieles y trabajadores con lo que se nos ha dado, a fin de que podamos ser merecedores del Reino de Dios.
Luk 19:12 Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver.
Luk 19:12 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó a sus discípulos para ilustrar una verdad espiritual. En la parábola, un hombre noble (representando a Jesús) se va a un país lejano (el cielo) y le da a sus siervos una cantidad de dinero (representando los dones y talentos que Dios nos ha dado). El hombre noble espera que los siervos hagan uso sabio de los recursos mientras está fuera. Luego, a su regreso, el hombre evalúa el trabajo de sus siervos y recompensa o castiga en consecuencia. En este versículo específico, el hombre noble se va a un país lejano para recibir un reino y volver. Esta referencia es una clara alusión a la ascensión de Cristo al cielo después de su resurrección. Jesús dijo a sus seguidores que volvería algún día como rey y juez para juzgar al mundo y recompensar a los fieles en su reino eterno. La lección es que debemos ser responsables y diligentes en el uso de los recursos que Dios nos ha dado mientras esperamos la vuelta de Cristo. Debemos trabajar y servir fielmente para el Señor y ser fieles con el dinero y las habilidades que nos ha confiado. Eventualmente, seremos recompensados por nuestro trabajo en el reino de Dios.
Luk 19:13 Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo.
Luk 19:13 Este versículo se refiere a una parábola que contó Jesús a sus discípulos para enseñarles sobre cómo deben vivir sus vidas en anticipación de su regreso. En la parábola, un hombre noble da diez minas a diez siervos y les dice que negocien con ellas mientras él está ausente. Cuando el hombre regresa, llama a sus siervos para ver qué han hecho con las minas. Los primeros dos siervos han negociado y han duplicado el dinero que se les dio, y son recompensados con mayores responsabilidades. El tercer siervo no hizo nada con la mina que se le dio y es castigado por su falta de diligencia. La parábola es una ilustración de cómo Dios nos da recursos y habilidades para que los usemos y los multipliquemos mientras esperamos su regreso. Es un recordatorio de que debemos ser diligentes y fieles con lo que se nos ha dado, ya que tendremos que rendir cuentas de ello cuando seamos juzgados.
Luk 19:14 Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.
Luk 19:14 Este verso se encuentra en la parábola de los talentos, donde un hombre noble dejó a sus siervos una cantidad de dinero para invertir mientras él se fue a un país lejano para recibir un reino. Cuando regresó, llamó a sus siervos para que le rindieran cuentas de su inversión. En este verso en particular, se explica que los conciudadanos del noble no querían que él reinara sobre ellos y, por lo tanto, enviaron una embajada para expresar su deseo. Esto se usa en la parábola para mostrar que no todos estarán dispuestos a aceptar el reinado de Dios, incluso cuando se les da la oportunidad de invertir su tiempos y dones en su servicio. En general, este versículo sirve como una advertencia acerca de aquellos que rechazan la autoridad de Dios y se niegan a seguirlo, aunque esto no necesariamente significa que el mensaje de la parábola sea desalentador o desesperanzador. En cambio, la parábola se enfoca en la importancia de ser un buen administrador de los dones que Dios nos ha dado, y cómo incluso aquellos que solo tienen una pequeña cantidad pueden lograr mucho si son fieles y diligentes.
Luk 19:15 Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno.
Luk 19:15 Este versículo habla de una parábola que Jesús contó a sus seguidores como una enseñanza importante sobre el uso responsable de los talentos y recursos que se nos confían. En la parábola, un rey otorga a sus siervos una cierta cantidad de dinero para que lo inviertan mientras él está ausente. Al regresar, el rey llama a los siervos para que le informen sobre el uso que han hecho de los fondos. El objetivo de la parábola es ilustrar la importancia de usar sabiamente los recursos que se nos han confiado y ser responsables ante aquellos que nos han dado esas oportunidades.
Luk 19:16 Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas.
Luk 19:16 Este versículo es parte de la parábola de las diez minas, que Jesús contó para ilustrar cómo Dios espera que sus seguidores utilicen sus talentos y habilidades en la vida. En la parábola, un hombre noble da diez minas a diez de sus siervos antes de irse a un lugar lejano para recibir un reino. Al regresar, pide que le rindan cuentas de cómo han utilizado las minas. El primer siervo que rinde cuentas informa que ha ganado diez minas más con la que se le había dado. Esto significa que ha invertido sabiamente la mina y ha obtenido muchas más ganancias, lo que demuestra una habilidad empresarial y una fidelidad al encargo recibido. El Señor en la parábola lo felicita y le da autoridad sobre diez ciudades como recompensa por su fidelidad y esfuerzos. Esta parábola nos enseña que nuestras habilidades y recursos en la vida son un encargo de Dios y que debemos usarlos sabiamente para glorificarlo y llevar su reino en la tierra, construyendo nuestro propio crecimiento espiritual al mismo tiempo. También implica que Dios bendecirá y honrará a aquellos que son fieles en la inversión de sus dones y habilidades en nombre de su reino.
Luk 19:17 El le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades.
Luk 19:17 Este versículo se encuentra en la parábola de las minas, en la que se cuenta la historia de un noble que se fue a un país lejano para recibir un reino. Antes de partir, entregó a sus siervos una cantidad de minas (una unidad de dinero) y les dio la orden de que las invirtieran para obtener ganancias mientras él estaba fuera. Al regresar, el noble llamó a sus siervos para que le rindieran cuentas de lo que habían hecho con las minas. El primer siervo le presentó diez minas que había ganado con su inversión, y el noble lo elogió diciendo que había sido fiel en lo poco que se le había encomendado, y le concedió la autoridad sobre diez ciudades. Este versículo nos enseña que Dios valora la fidelidad y la diligencia en las pequeñas cosas que se nos han encomendado. Si somos fieles y diligentes en lo poco, podemos confiar en que Dios nos concederá mayores responsabilidades y bendiciones en el futuro. Además, nos muestra que nuestras acciones tienen consecuencias y que seremos responsables ante Dios por lo que hayamos hecho con lo que se nos haya dado.
Luk 19:18 Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas.
Luk 19:18 Este verso es parte de una parábola que contó Jesús sobre un hombre noble que se fue a un país lejano para recibir el título de rey. Antes de partir, el noble dio a cada uno de sus diez siervos una cantidad de dinero llamada "mina" y les dijo que la invirtieran mientras estuviera fuera.
En este verso en particular, uno de los siervos regresa con su señor y le dice que la mina que le había dado ha producido cinco veces su cantidad original. Esto demuestra que el siervo ha sido diligente en invertir y administrar lo que se le ha confiado.
La parábola en su conjunto está destinada a enseñar la importancia de usar sabiamente los recursos que Dios ha dado a sus seguidores y ser responsables en la administración de su reino. Es un llamado a ser fieles con lo que se nos ha dado y trabajar arduamente para hacer crecer lo que tenemos.
Luk 19:19 Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades.
Luk 19:19 Este versículo es parte de la parábola de los talentos, donde un hombre rico entrega cierta cantidad de dinero a sus siervos para que lo inviertan mientras él se ausenta. En este versículo en particular, el hombre rico se dirige a uno de sus siervos y le dice que es capaz de administrar cinco ciudades debido a su buena gestión de los recursos que le fueron encomendados. Esta parábola fue contada por Jesús como una enseñanza sobre cómo debemos utilizar nuestros talentos y habilidades para servir a Dios y a los demás, y cómo aquellos que son fieles en pequeñas cosas, serán recompensados con mayor responsabilidad y bendiciones en el futuro. En este sentido, el siervo en cuestión representa a aquellos que son buenos administradores de los recursos que se les confían y que pueden ser confiados con mayor responsabilidad en el futuro.
Luk 19:20 Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo;
Luk 19:20 Este versículo es parte de la parábola de Jesús sobre las diez minas. En resumen, un noble va a un lugar lejano para recibir el título de rey, y antes de partir, les da diez minas a diez de sus siervos para que las hagan crecer. Cuando regresa, llama a cada uno de ellos para ver cuánto han ganado con las minas. El versículo que mencionas es la respuesta de uno de los siervos que recibió una mina, pero en lugar de invertirla y hacerla crecer, la guardó en un pañuelo. Esto indica que no hizo nada con lo que se le había entregado, no hubo fruto ni provecho alguno de su gestión. El noble lo reprende por no haber hecho nada y le quita la mina para dársela al siervo que obtuvo más ganancias. Este versículo nos enseña la importancia de utilizar nuestros recursos y talentos para hacer crecer el reino de Dios, en lugar de simplemente guardarlos para nosotros mismos.
Luk 19:21 porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.
Luk 19:21 Este versículo es parte de una parábola contada por Jesús sobre un hombre noble que se va a un país lejano para recibir un reino y luego regresa. En su ausencia, confía su dinero a sus siervos para que lo inviertan. Cuando el noble regresa, llama a sus siervos para ver cómo han manejado su dinero. Uno de los siervos le dice al noble que escondió el dinero en lugar de invertirlo porque tenía miedo de perderlo. El noble le responde con la frase que mencionas: "Porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste". En este contexto, el siervo que tuvo miedo de invertir el dinero del noble, representa a aquellos que no hacen uso de los dones y oportunidades que Dios les da debido a su miedo. El noble representa a Dios, quien espera que sus siervos usen sus dones y talentos para su gloria y beneficio de otros. El verso en cuestión refleja el temor que muchas personas tienen de Dios y su percepción errónea de que Él es un Dios injusto y cruel. En realidad, Dios es amoroso y misericordioso, y espera lo mejor de nosotros.
Luk 19:22 Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;
Luk 19:22 En este versículo, Jesús está contando una parábola sobre un siervo que no invirtió adecuadamente el dinero que su amo le había dado. Cuando el amo regresa y pide cuentas de su inversión, el siervo le dice que tuvo miedo y escondió el dinero. El amo lo reprende, diciendo que debería haber invertido el dinero para obtener ganancias. Entonces el amo le dice al siervo que sabe que él sabía que él era un hombre exigente y que recogía lo que no había plantado. La parábola muestra que Dios espera que usemos nuestros talentos y recursos para hacer crecer su reino en la tierra. Si no lo hacemos, podemos ser juzgados por ello. El versículo en cuestión se refiere a la idea de que Dios espera que aprovechemos al máximo lo que nos ha dado, y que seremos juzgados por nuestro fracaso en hacerlo. En resumen, es una advertencia a los creyentes sobre la necesidad de usar sus talentos y recursos sabiamente en lugar de enterrarlos o desperdiciarlos.
Luk 19:23 ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses?
Luk 19:23 Este verso es parte de una parábola que cuenta Jesús para ilustrar el uso de nuestras habilidades y recursos. En la parábola, un hombre rico entrega a sus siervos una cantidad de dinero cada uno para administrar mientras él está fuera. Dos de los siervos invierten el dinero y lo hacen crecer, mientras que el tercero entierra su dinero en el suelo y no hace nada con él. El versículo en cuestión es parte de la respuesta del dueño al tercer siervo que no hizo nada con el dinero. El dueño le pregunta por qué no puso el dinero en el banco para que pudiera ganar intereses mientras él estuviera fuera. La implicación es que el siervo podría haber hecho algo con el dinero para hacerlo crecer, en lugar de simplemente no hacer nada. La parábola señala que aquellos que aprovechan sus recursos y toman medidas para hacerlos crecer serán recompensados, mientras que aquellos que no lo hacen serán castigados.
Luk 19:24 Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas.
Luk 19:24 Este versículo se encuentra en una parábola contada por Jesús acerca de un noble que iba a recibir un reino y que dejó a sus siervos para que invirtieran su dinero y lo multiplicaran. Uno de los siervos recibió una mina, pero la escondió en lugar de invertirla. Cuando el noble regresó, este siervo no había ganado nada, y el noble le quitó la mina y se la dio a otro siervo que había ganado diez minas. Este versículo ilustra la idea de que aquellos que son fieles en sus responsabilidades y usan sus dones y recursos para el reino de Dios serán recompensados, mientras que aquellos que son negligentes y no utilizan sus dones y recursos para el reino de Dios se les quitarán y se les darán a otros que son más fieles. Es un llamado a ser fieles y diligentes en servir a Dios y en usar nuestros recursos para su gloria.
Luk 19:25 Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.
Luk 19:25 El versículo se encuentra en la parábola de las diez minas y es parte del diálogo entre el dueño de las minas y sus siervos. Los siervos le informan al dueño que uno de ellos había recibido diez minas, lo cual significa que había sido confiada a él una gran suma de dinero. Esta parábola es una enseñanza sobre la responsabilidad y la fidelidad en el uso de los recursos que Dios nos da. El dueño recompensa a los siervos que han hecho buen uso de lo que se les ha confiado y castiga al que no lo ha hecho. Es una llamada a usar sabiamente lo que tenemos y a invertir en las cosas que son valiosas y eternas.
Luk 19:26 Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
Luk 19:26 Este versículo forma parte de una parábola que Jesús contó a sus seguidores, y se refiere a la responsabilidad que todos tenemos de usar los recursos que Dios nos ha dado sabiamente. En la parábola, un noble se va de viaje y le da a sus siervos una cierta cantidad de dinero para que lo inviertan hasta que él regrese. Algunos siervos son diligentes con el dinero y lo hacen crecer, pero uno de ellos no hace nada con el dinero y lo esconde en un pañuelo. El versículo en cuestión se refiere a la idea de que aquellos que tienen alguna habilidad, recurso o oportunidad y la usan sabiamente, recibirán más recursos y oportunidades en el futuro. Por otro lado, aquellos que no usan sus habilidades o recursos de manera sabia perderán todo lo que tienen. En otras palabras, se nos está diciendo que debemos ser buenos administradores de los recursos que hemos recibido y que debemos usarlos para hacer el bien y para servir a Dios y a los demás. Si lo hacemos, se nos otorgará más, pero si no lo hacemos, lo que ya tenemos puede ser retirado.
Luk 19:27 Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí.
Luk 19:27 Este versículo es parte de la parábola que Jesús contó a sus seguidores sobre un noble que fue a un país lejano para recibir un reino y luego regresó para ver cómo sus siervos habían administrado su dinero. En la parábola, algunos de los siervos fueron fieles y aumentaron el dinero que se les había dado, mientras que otros no lo hicieron. El versículo que mencionas es una parte polémica de la parábola en la que el noble, representando a Jesús, dice que aquellos que se opusieron a su reinado deben ser traídos y decapitados delante de él. Sin embargo, es importante entender que la parábola es una metáfora y no debe ser tomada literalmente. En lugar de ser una llamada a la violencia, este versículo puede interpretarse como una advertencia de que habrá consecuencias para aquellos que se opongan a la voluntad de Dios. Jesús estaba enseñando que aquellos que no estén dispuestos a someterse a él y a su mensaje de amor y misericordia sufrirán las consecuencias. En resumen, este versículo no debe tomarse literalmente, sino que es una forma de ilustrar la importancia de seguir la voluntad de Dios y las consecuencias de rechazarla.
Luk 19:28 Dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén.
Luk 19:28 Este versículo hace referencia a Jesús, quien se dirigía hacia Jerusalén. La frase "Dicho esto" marca el final de un discurso o enseñanza previa de Jesús. La palabra "subiendo" indica que Jerusalén está ubicada en una colina, y que Jesús estaba avanzando en altitud a medida que se acercaba. El hecho de que Jesús iba delante, sugiere que estaba liderando a sus seguidores, y tenía un propósito o misión específicos al dirigirse a Jerusalén.
Luk 19:29 Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos,
Luk 19:29 Este versículo se encuentra en el contexto de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Él y sus discípulos estaban cerca de Betfagé y Betania, dos pueblos situados en la ladera este del Monte de los Olivos. Jesús envió a dos de sus discípulos a un lugar donde estaba amarrado un burro y les dijo que lo trajeran. Este burro sería usado por Jesús para ingresar a Jerusalén en cumplimiento de la profecía que dice: "¡Alégrate mucho, hija de Sion! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, victorioso, humilde, cabalgando en un asno, en un pollino, hijo de una bestia de carga" (Zacarías 9:9). Por lo tanto, Jesús utilizó este evento como una oportunidad para cumplir con la voluntad de Dios y cumplir las Escrituras.
Luk 19:30 diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo.
Luk 19:30 Este verso es parte de la historia de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Jesús está dando instrucciones a sus discípulos sobre cómo obtener un pollino para que él pueda entrar en la ciudad. Les dice que vayan a la aldea cercana y que encontrarán un pollino atado que nunca ha sido montado antes. Les ordena que lo desaten y lo traigan a él. Esta es una profecía cumplida del Antiguo Testamento, que Jesús es el rey mesiánico que entra en Jerusalén montando en un pollino. En resumen, este verso muestra la divinidad y el poder mesiánico de Jesús.
Luk 19:31 Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita.
Luk 19:31 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Lucas y describe el momento en que Jesús envía a dos de sus discípulos a buscar un burrito para montar en él y entrar en Jerusalén. Cuando los discípulos desatan el burrito, alguien les pregunta por qué lo hacen, y ellos responden que es porque el Señor lo necesita. Este versículo muestra la mayoría de dos ideas principales: Primero, muestra la humildad de Jesús, quien prefiere montar en un burrito en lugar de un caballo, lo que habría sido un símbolo de poder y autoridad en aquel tiempo. Segundo, refleja la confianza y la obediencia de los discípulos, que hicieron lo que Jesús les pidió sin hacer preguntas ni cuestionar su instrucción. En resumen, este pasaje nos recuerda que debemos estar dispuestos a cumplir la voluntad de Dios y seguir a Jesús sin reservas, incluso si lo que nos pide puede parecer inusual o sin sentido.
Luk 19:32 Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo.
Luk 19:32 El versículo se refiere a un momento en que Jesús envió a dos de sus discípulos para conseguir un burro para que él pudiera entrar a Jerusalén montado en él, según lo profetizado en el Antiguo Testamento. Los discípulos hicieron lo que Jesús les dijo y encontraron al burro justo donde él les había indicado que lo encontrarían. Este versículo enfatiza la autoridad y la precisión de las palabras de Jesús, y la confianza que se puede tener en su dirección.
Luk 19:33 Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino?
Luk 19:33 Este versículo hace referencia a un momento en la vida de Jesús en el que él y sus discípulos estaban caminando hacia Jerusalén. En el camino, encontraron un pollino atado y Jesús les pidió a sus discípulos que lo desataran para que pudiera montarlo. Los dueños del pollino, desconcertados por lo que estaban haciendo los discípulos, les preguntaron por qué estaban desatando al animal. La respuesta de los discípulos fue que el Señor lo necesitaba. Este versículo es significativo porque muestra cómo Jesús usó cosas simples, como un pollino, para llevar a cabo su misión divina. También ilustra la obediencia de los discípulos a las instrucciones de Jesús, incluso cuando no parecían tener sentido.
Luk 19:34 Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita.
Luk 19:34 Este verso forma parte del relato bíblico de la entrada de Jesús a Jerusalén. Jesús envió a dos de sus discípulos a conseguirle un burro para montar en su entrada triunfal a la ciudad. Cuando los discípulos encontraron el burro, los dueños preguntaron por qué lo necesitaban y los discípulos simplemente respondieron que el Señor (Jesús) lo necesitaba. Esta respuesta parece haber sido suficiente para persuadir a los dueños a prestar el burro. El verso enfatiza la autoridad y poder de Jesús como Señor.
Luk 19:35 Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima.
Luk 19:35 Este versículo describe un momento en el que Jesús llega a una ciudad y pide a algunos de sus seguidores que le traigan un pollino para montarlo. Los seguidores cumplieron su pedido, y para hacer que el pollino fuera más cómodo, pusieron sus mantos sobre él. Luego, Jesús subió al pollino y continuó su camino hacia la ciudad. Este evento es significativo porque, según las profecías del Antiguo Testamento, la llegada del Mesías se asociaba con el montar un pollino. Por lo tanto, el acto de Jesús montando en un pollino fue visto por sus seguidores como una señal de que él era el Mesías prometido.
Luk 19:36 Y a su paso tendían sus mantos por el camino.
Luk 19:36 Este versículo de Lucas 19:36 se refiere al momento en que Jesús se acerca a Jerusalén para celebrar la Pascua, siendo aclamado por las multitudes como el Mesías y el Rey de Israel. Los discípulos de Jesús recogieron ramas y las tendieron en el camino para que Jesús pasara sobre ellas, así como también tendieron sus mantos para que él pudiera pasar sobre ellos. Este acto era una señal de respeto y reconocimiento del poder que Jesús tenía y de su posición como rey en la entrada triunfal de Jerusalén. Además, la acción de extender los mantos muestra un gesto de humildad y adoración hacia Jesús. En resumen, el versículo describe la manera en que los discípulos y la multitud expresaron su adoración a Jesús cuando llegó a Jerusalén, al tende sus mantos y ramas en su camino.
Luk 19:37 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto,
Luk 19:37 Este versículo describe el momento en que Jesús y sus discípulos llegan al monte de los Olivos y son recibidos por una multitud que los acompaña, que se muestra muy contenta y empieza a alabar a Dios a gritos por todas las maravillas que han presenciado en la compañía de Jesús. Esta escena refleja la gratitud y el entusiasmo que la gente sentía por la enseñanza y los milagros de Jesús, y cómo éstos habían afectado su fe y su relación con Dios.
Luk 19:38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!
Luk 19:38 Este versículo se refiere al momento en que Jesús entra a Jerusalén montado en un burro, y es recibido con alegría y aclamaciones por la multitud que lo reconocía como el Mesías y lo saludaba como un rey. La frase "Bendito el rey que viene en el nombre del Señor" indica que Jesús era visto como un líder divino, enviado por Dios para cumplir una misión especial en la tierra. La expresión "paz en el cielo, y gloria en las alturas" es una forma poética de decir que la llegada de Jesús traía esperanza, paz y alegría tanto para la gente como para los ángeles en el cielo. En general, este versículo muestra la intensa relación que la gente tenía con Jesús y su creencia en su papel como el Mesías prometido en las Escrituras.
Luk 19:39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.
Luk 19:39 Este versículo está sacado del pasaje bíblico donde Jesús entra en Jerusalén montado en un burro y la multitud lo aclama como rey. Los fariseos, que eran líderes religiosos judíos, estaban molestos porque los discípulos de Jesús estaban celebrando y alabándolo con tanto entusiasmo. Ellos creían que esto era indecente y que Jesús debía ser más serio y controlar a sus seguidores. Por eso, le pidieron a Jesús que los reprendiera. Sin embargo, Jesús les respondió que si sus discípulos se callaban, aún las piedras clamarían. Este pasaje muestra la tensión entre Jesús y los líderes religiosos judíos, que sentían que su enseñanza desafiaba su autoridad y tradiciones.
Luk 19:40 El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.
Luk 19:40 Este verso se encuentra en el contexto de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, donde él monta un burro y las multitudes lo aclaman como el Mesías. En medio de esto, algunos fariseos le dicen a Jesús que haga que sus discípulos callen, a lo que Jesús responde que si ellos se callan, las piedras gritarían. La idea detrás de este verso es que la llegada de Jesús a Jerusalén era una ocasión tan importante que incluso la creación misma estaba respondiendo a su presencia. Las piedras, que normalmente no tienen voz, de alguna manera se habrían hecho escuchar para proclamar la llegada del Mesías. Además, esta frase sugiere también que la verdad de la llegada de Jesús es tan evidente que incluso si los discípulos no lo reconocían o no lo afirmaban, la naturaleza misma lo haría. En otras palabras, el mensaje de Jesús no se puede silenciar, incluso si aquellos que lo proclaman tienen miedo o están callados. En resumen, el versículo nos enseña que la presencia de Jesús es tan poderosa e importante que hasta las piedras clamarían si nadie lo hace.
Luk 19:41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,
Luk 19:41 Este versículo se refiere a Jesús cuando se acerca a la ciudad de Jerusalén y, al verla, comienza a llorar. La razón por la cual Jesús llora es porque sabe lo que va a suceder en la ciudad. Él sabe que será rechazado, juzgado y crucificado. También sabe que la ciudad y su gente sufrirán grandes consecuencias por su rechazo a él. Jesús llora sobre la ciudad porque él ama a las personas que allí viven y quiere que conozcan la verdad y reciban la salvación. Su corazón se llena de compasión y tristeza ante la dureza de los corazones de los habitantes de Jerusalén. En resumen, este versículo muestra la humanidad de Jesús y su profundo amor y preocupación por las almas de las personas que vivían en la ciudad. Él lloró porque sabía lo que les esperaba y deseaba poder protegerlos y mostrarles el camino hacia la vida eterna.
Luk 19:42 diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.
Luk 19:42 Este versículo es parte del discurso de Jesús en Jerusalén, donde profetiza la destrucción del templo y la ciudad debido a la falta de fe y arrepentimiento del pueblo. En este versículo, Jesús está hablando directamente a la ciudad de Jerusalén, lamentando que no reconozcan el momento de su visita y la oportunidad de paz que está disponible para ellos. Él está diciendo que si tan solo hubieran entendido cuál era el camino de la paz, podrían haber evitado su eventual destrucción. Sin embargo, ahora esta verdad está oculta de ellos y no pueden ver lo que deberían haber hecho. Es una advertencia para reconocer la presencia de Dios y tomar las decisiones correctas antes de que sea demasiado tarde.
Luk 19:43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán,
Luk 19:43 En este versículo, Jesús está hablando sobre el futuro de la ciudad de Jerusalén. Él está diciendo que habrá un tiempo en el que los enemigos de la ciudad la rodearán con un vallado y la sitiarán, es decir, la cercarán por completo para que nadie pueda entrar o salir. Los enemigos también estrecharán la ciudad desde todos los lados, lo que significa que tendrán un control total sobre ella. Jesús está advirtiendo sobre la destrucción que se avecina y la importancia de la vigilancia y la preparación para ello.
Luk 19:44 y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.
Luk 19:44 Este versículo es una profecía de Jesús sobre la destrucción de Jerusalén. Él dice que la ciudad será destruida y que no quedará piedra sobre piedra, lo que significa que todo será destruido por completo. La razón por la que esto va a suceder es porque la gente no reconoció el momento en que Dios visitó la ciudad a través de la presencia de Jesús. En otras palabras, Jesús estaba diciendo que la ciudad sería castigada porque no había reconocido y respondido adecuadamente a su mensaje y enseñanzas sobre Dios y el reino de los cielos. El versículo también indica que incluso los hijos de la ciudad serán afectados por la destrucción. Por lo tanto, Jesús está advirtiendo a la gente que deben arrepentirse y cambiar su actitud si quieren evitar el castigo que vendría sobre ellos y su ciudad.
Luk 19:45 Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él,
Luk 19:45 Este versículo nos habla sobre un momento en que Jesús entró en el templo y encontró gente vendiendo y comprando dentro del recinto sagrado. En lugar de permitir esto, Jesús echó a todos los comerciantes, mostrando su descontento con el hecho de que se estuvieran llevando a cabo actividades comerciales dentro del lugar de culto. Este acto de Jesús demuestra su preocupación por la integridad del templo y su deseo de proteger su santidad.
Luk 19:46 diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Luk 19:46 Este versículo se refiere a una escena en la que Jesús llega al Templo de Jerusalén y encuentra que hay un gran comercio y venta de animales para los sacrificios religiosos. Él repele a los comerciantes y les recuerda que las Escrituras dicen que el Templo debe ser un lugar de oración y adoración a Dios, y no de negocios y corrupción. La frase "casa de oración" significa que el Templo debe ser un lugar sagrado donde la gente se acerca a Dios y se conecta con Él a través de la oración y las ofrendas, pero en cambio, los líderes religiosos habían permitido que se convirtiera en un lugar de ganancias y explotación. La expresión "cueva de ladrones" significa que ha sido profanado y utilizado para fines poco nobles. Jesús está haciendo una llamado para que los líderes religiosos rectifiquen y vuelvan a enfocar el Templo en su propósito sagrado original.
Luk 19:47 Y enseñaba cada día en el templo; pero los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle.
Luk 19:47 Este versículo describe la actividad de Jesús en el templo, donde enseñaba diariamente. Sin embargo, los líderes religiosos y políticos de la época, incluyendo a los principales sacerdotes y escribas, querían matarlo. Esta hostilidad hacia Jesús se debe a su mensaje y su impacto en la sociedad, que desafiaba la autoridad y las tradiciones establecidas en ese momento. La preocupación de los líderes era que Jesús pudiera ser una amenaza para su propio poder y estatus, por lo que intentaron silenciarlo a cualquier costo.
Luk 19:48 Y no hallaban nada que pudieran hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.
Luk 19:48 Este verso describe la situación de Jesús en Jerusalén. Las autoridades religiosas y políticas estaban buscando alguna razón para arrestarlo y condenarlo, pero no podían encontrar nada. Mientras tanto, Jesús estaba enseñando y predicando a las multitudes, y la gente estaba impresionada por sus palabras y acciones. Todos estaban atentos y pendientes de él, y las autoridades temían que cualquier intento de arrestarlo pudiera provocar una revuelta popular. Por lo tanto, al final, no hicieron nada para detenerlo en ese momento.