Explorando el Nuevo Testamento de Marcos: Descubre la Historia de Jesús en el Libro 1


El Evangelio de Marcos es el segundo de los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento, y el principal tema es la vida y obra de Jesús de Nazaret. El libro comienza con el Ministerio de Juan el Bautista, quien llega para preparar el camino para el Mesías. Marcos lo presenta como un precursor de Jesús, quien bautiza en el río Jordán y proclama la venida del Reino de Dios. La historia de Jesús comienza con su bautismo por Juan el Bautista, y su llamado a sus discípulos para seguirlo. Marcos presenta a Jesús como un maestro sabio, sanador y en profunda conexión con Dios. El libro muestra a Jesús predicando, enseñando y realizando milagros por toda la región de Galilea, y su mensaje principal es el Reino de Dios. El Evangelio de Marcos presenta el conflicto de Jesús con las autoridades religiosas y políticas de su tiempo, que lo ven como una amenaza para su autoridad y poder. A medida que la tensión aumenta, Marcos muestra la traición de Judas, el juicio ante el Sanedrín y ante Pilatos, la crucifixión y la resurrección de Jesús. En resumen, el Libro 1 del Evangelio de Marcos presenta la introducción de Juan el Bautista, el bautismo y el ministerio de Jesús, su proclamación del Reino de Dios, la elección y formación de sus discípulos, los milagros y enseñanzas de Jesús, su conflicto con las autoridades y la traición, juicio y crucifixión por parte de los romanos, y su resurrección. Este libro es una obra fundamental del Nuevo Testamento, que presenta la vida y obra de Jesús de Nazaret como el Mesías y el Salvador del mundo.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Mar 1:1 Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Mar 1:2 Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti.
Mar 1:3 Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas.
Mar 1:4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.
Mar 1:5 Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
Mar 1:6 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre.
Mar 1:7 Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado.
Mar 1:8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Mar 1:9 Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Mar 1:10 Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.
Mar 1:11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Mar 1:12 Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.
Mar 1:13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.
Mar 1:14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
Mar 1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
Mar 1:16 Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
Mar 1:17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
Mar 1:18 Y dejando luego sus redes, le siguieron.
Mar 1:19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes.
Mar 1:20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.
Mar 1:21 Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.
Mar 1:22 Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Mar 1:23 Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,
Mar 1:24 diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.
Mar 1:25 Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!
Mar 1:26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
Mar 1:27 Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?
Mar 1:28 Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.
Mar 1:29 Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.
Mar 1:30 Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella.
Mar 1:31 Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.
Mar 1:32 Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados;
Mar 1:33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta.
Mar 1:34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.
Mar 1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Mar 1:36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban;
Mar 1:37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.
Mar 1:38 El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.
Mar 1:39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.
Mar 1:40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.
Mar 1:41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.
Mar 1:42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.
Mar 1:43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego,
Mar 1:44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino vé, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.
Mar 1:45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

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