Marcos 11: Un Viaje de Fe y Enseñanzas en el Nuevo Testamento
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El capítulo 11 del Evangelio de Marcos comienza con la entrada triunfante de Jesús en Jerusalén, donde la multitud lo recibió con ramas de palma y lo aclamó como el Mesías. Luego, Jesús entra en el Templo y encuentra a los cambistas y vendedores de animales, a quienes expulsa indignado por corromper el lugar sagrado.
Más tarde, Jesús y sus discípulos pasan por un árbol de higos que está sin frutos, y Jesús lo maldice por su falta de fecundidad. Los discípulos se impresionan por la rapidez con la que el árbol se marchita y muere.
En el Templo, Jesús debate con los líderes religiosos y enseña sobre la importancia del amor y la humildad en el servicio a Dios. También cuenta una parábola sobre los viñadores malvados, que matan a los mensajeros del dueño de la viña y terminan matando a su propio hijo.
Jesús también habla del poder de la fe y cómo podemos mover montañas si tenemos suficiente fe. Los líderes religiosos intentan atrapar a Jesús y lo cuestionan sobre el pago de impuestos, sobre la resurrección, y sobre el mandamiento más importante de la Ley.
En resumen, el capítulo 11 de Marcos presenta a un Jesús que busca corregir la corrupción religiosa y enseñar a sus seguidores sobre la importancia de la fe, el amor y la humildad en nuestra relación con Dios. Además, vemos cómo los líderes religiosos se oponen a Jesús y lo cuestionan, preparando el camino para el enfrentamiento que tendrá lugar en los capítulos siguientes.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mar 11:1 Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos,
Mar 11:1 Este versículo describe una escena en la que Jesús y sus discípulos se acercan a Jerusalén, y pasan por los pueblos de Betfagé y Betania, cerca del monte de los Olivos. En este punto, Jesús envía a dos de sus discípulos en una misión específica, aunque no se especifica cuál es. Este versículo es parte de la narración del Evangelio de Marcos, y es importante porque señala el inicio de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, que es un evento muy significativo para los cristianos.
Mar 11:2 y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.
Mar 11:2 Este versículo se refiere a un momento en el que Jesús envía a dos de sus discípulos a un pueblo cercano para que traigan un pollino que se encuentra allí y que nunca ha sido montado por ningún hombre. Este evento es importante porque el hecho de que el pollino no haya sido montado indica que es un animal especial, que nunca ha sido empleado para ningún trabajo secular y por lo tanto merece especial atención. Además, Jesús se monta en el pollino para entrar en Jerusalén, lo que es considerado un cumplimiento profético de una profecía del Antiguo Testamento sobre el Mesías que se acerca a Jerusalén montado en un pollino. En resumen, este versículo muestra el cumplimiento de Dios del plan de salvación humano e indica la importancia del pollino en la historia cristiana.
Mar 11:3 Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá.
Mar 11:3 Este versículo se encuentra en el Evangelio según Marcos, capítulo 11, versículo 3. En él, Jesús da instrucciones a dos de sus discípulos para que vayan a buscar un burrito que se encuentra atado en un lugar específico. Les dice que si alguien les pregunta por qué lo están tomando, deben responder que el Señor lo necesita y que lo devolverán después. La importancia de este versículo radica en que muestra la divinidad y la autoridad de Jesús, ya que parece saber con antelación dónde se encuentra el burrito y que lo necesita para cumplir con su misión. Además, enseña la confianza en Dios y la obediencia a sus mandamientos, incluso en situaciones que pueden parecer extrañas o difíciles de comprender.
Mar 11:4 Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.
Mar 11:4 Este verso se encuentra en el capítulo 11 del evangelio de Marcos en el Nuevo Testamento. Describe un momento en que Jesús envía a dos de sus discípulos a buscar un pollino para montar en él durante su entrada triunfal a Jerusalén. Los discípulos fueron y encontraron el pollino atado afuera de una puerta en el recodo del camino. Lo desataron y se lo llevaron a Jesús para que pudiera montarlo. Este verso enfatiza la divina providencia de Dios al preparar todo lo que Jesús necesitaba para cumplir su misión. También destaca la disposición de los discípulos para seguir las instrucciones de Jesús.
Mar 11:5 Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?
Mar 11:5 Este verso se encuentra en el contexto de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Jesús envió a dos de sus discípulos para que trajeran un pollino que nunca antes había sido montado. Mientras se acercaban a la ciudad, la gente comenzó a extender sus mantos y ramas de árboles en el camino como señal de respeto y honor hacia Jesús. Entonces, algunas personas que estaban allí se preguntaban por qué los discípulos estaban desatando el pollino. El enfoque del verso es mostrar que Jesús era bien conocido por la gente, lo que se evidencia en la forma en que lo recibieron con entusiasmo y alegría en su entrada a Jerusalén.
Mar 11:6 Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron.
Mar 11:6 Este versículo se encuentra en el contexto de la historia de Jesús entrando en Jerusalén montado en un burro. Cuando los discípulos de Jesús fueron por el burro, los dueños les preguntaron por qué lo estaban tomando y ellos respondieron que Jesús lo necesitaba. Entonces, en el versículo 6, los dueños del burro permitieron que los discípulos se lo llevaran después de que les dijeron que Jesús lo había mandado. Este versículo muestra la obediencia de las personas que permitieron que los discípulos se llevaran el burro para el uso de Jesús.
Mar 11:7 Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él.
Mar 11:7 Este versículo describe un momento en la vida de Jesús cuando estaba entrando en Jerusalén. La gente cortó ramas de árboles y trajeron un pollino (un joven burro) para que Jesús pudiera montarlo mientras entraba en la ciudad. La gente también colocó sus mantos sobre el burro para que no tuviera que sentarse directamente sobre él. Jesús se sentó sobre el burro mientras la gente lo rodeaba y lo aclamaba como su rey y salvador. Este evento es conocido como la Entrada Triunfal de Jesús y se considera un momento importante en la vida de Jesús y en la historia de la cristiandad.
Mar 11:8 También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.
Mar 11:8 Este versículo describe una escena que ocurrió cuando Jesús llegó a Jerusalén montado en un burro. Muchas personas que se encontraban en el camino para recibirlo, extendieron sus mantos y cortaron ramas de los árboles para colocarlas en el camino como una especie de alfombra para que Jesús pudiera pasar. Esto se consideró un acto de honor y respeto hacia Jesús, como si fuera un rey que entraba triunfante a la ciudad. Es un ejemplo de la reverencia y adoración que muchas personas sentían hacia Jesús en ese tiempo.
Mar 11:9 Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Mar 11:9 Este versículo describe la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, en la cual la multitud que lo seguía estaba emocionada y gritaba "Hosanna" y "Bendito sea el que viene en el nombre del Señor". "Hosanna" era una expresión hebrea de adoración y alabanza que significaba "salva ahora". Los que seguían a Jesús creían que él era el mesías prometido y estaban celebrando su llegada. El versículo es importante dentro del contexto de la historia de Jesús como prueba de su creciente popularidad y su papel como líder religioso.
Mar 11:10 ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!
Mar 11:10 Este versículo se refiere a la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, justo antes de su crucifixión y muerte. La multitud lo aclama como el Mesías, el rey prometido de la línea de David (el padre de Salomón y un importante rey de Israel en la antigüedad), y le da la bienvenida como tal en Jerusalén. "Hosanna" es una palabra hebrea que significa "salva ahora" y es una expresión de adoración y alabanza. La multitud está reconociendo a Jesús como su rey y está deseando que su reino se establezca.
Mar 11:11 Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce.
Mar 11:11 Este versículo relata un momento en la vida de Jesús mientras estaba en Jerusalén. Él entró en la ciudad y también ingresó en el templo. Allí estuvo mirando todo lo que había alrededor, probablemente observando lo que estaba sucediendo y las personas que estaban presentes en ese momento. Al ver que ya estaba oscureciendo, Jesús decidió irse a Betania con sus doce discípulos, posiblemente para descansar y prepararse para lo que vendría a continuación. En resumen, este versículo describe el movimiento y las acciones de Jesús mientras estaba en Jerusalén.
Mar 11:12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.
Mar 11:12 Este versículo pertenece al capítulo 11 del libro de Marcos en el Nuevo Testamento. Describe un momento en que Jesús y sus discípulos salieron de Betania, probablemente después de haber pasado la noche allí. El versículo dice que Jesús tenía hambre, lo que sugiere que no había comido en algún tiempo. Es un detalle mundano pero significativo que muestra que Jesús estaba experimentando las mismas necesidades físicas que cualquier otra persona. Esto demuestra que, aunque Jesús era un líder espiritual, también tenía necesidades humanas normales. Este versículo también sugiere que los evangelios son relatos detallados que contienen información tanto sobre la vida espiritual como sobre la vida cotidiana de Jesús.
Mar 11:13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
Mar 11:13 Este versículo es parte de una historia en la que Jesús está caminando con sus discípulos y se acerca a una higuera con hojas. Al no encontrar ningún fruto en la higuera, Jesús maldice la higuera y la hace marchitar. Desde un punto de vista simbólico, la higuera representa a aquellos que aparentan cumplir con su propósito, pero en realidad no lo hacen. Jesús esperaba encontrar frutos en la higuera, ya que las hojas indican la presencia de frutas. Pero al no encontrar frutos, Jesús pudo haber visto esta higuera como una falsa apariencia. También puede ser una lección para sus discípulos y para nosotros como cristianos de que no debemos solo aparentar nuestro compromiso con Dios, sino que debemos actuar y llevar una vida que refleje las enseñanzas de Jesús, produciendo "frutos" y no solo "hojas".
Mar 11:14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
Mar 11:14 Este versículo se refiere a un episodio en el que Jesús ve una higuera que no tenía frutos, a pesar de que estaba en temporada de frutas. Al no encontrar frutos en la higuera, Jesús pronuncia una maldición sobre ella, diciendo que nunca más nadie comerá frutos de ella. Los discípulos escucharon las palabras de Jesús y, más tarde, vieron que la higuera había secado por completo. Este episodio es una metáfora de la importancia de la fe y la acción en la vida cristiana, y cómo Dios espera que demos frutos en nuestras vidas. También muestra que Jesús tiene el poder de controlar la naturaleza y las cosas que suceden a su alrededor.
Mar 11:15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
Mar 11:15 Este versículo describe el momento en que Jesús entra en el templo de Jerusalén y ve que algunos comerciantes están haciendo negocio en el lugar sagrado. Jesús se enoja y comienza a sacar a los vendedores del templo, volcando sus mesas y sillas. Esto se considera un acto de protesta y una muestra del deseo de Jesús de mantener el templo como un lugar de adoración y reverencia hacia Dios en lugar de un mercado comercial. Este evento se conoce como la "purificación del templo".
Mar 11:16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.
Mar 11:16 Este versículo se encuentra en el Evangelio según San Marcos y se refiere a una ocasión en la que Jesús estaba en el templo de Jerusalén y vio a personas vendiendo y cambiando dinero en el lugar sagrado. Jesús se enojó por esto y comenzó a echar a los vendedores del templo, diciendo que la casa de Dios es para la oración y no para el comercio. El versículo que mencionas se refiere a que Jesús también prohibió que las personas llevaran utensilios (probablemente se refiere a canastas y cajas de mercancía) a través del templo, ya que esto también profanaba el lugar sagrado. En resumen, este versículo muestra el celo de Jesús por la santidad del templo y su firme convicción de que debía ser respetado como un lugar de adoración.
Mar 11:17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Mar 11:17 En este versículo, Jesús está hablando a un grupo de personas y les está enseñando que la casa de Dios debería ser un lugar de oración, un lugar de adoración y respeto. Él recuerda que está escrito en las Escrituras que la casa de Dios es llamada casa de oración para todas las naciones, lo que significa que debe ser un lugar donde cualquier persona, independientemente de su origen, puede venir y hablar con Dios en oración. Sin embargo, Jesús señala que los líderes religiosos en ese momento han hecho la casa de Dios un lugar malvado, lleno de corrupción y pecado, y no han respetado la verdadera naturaleza de la casa de Dios. Jesús les está reprendiendo por su falta de respeto y les está diciendo que deben cambiar sus formas y permitir que la casa de Dios sea nuevamente un lugar de oración y adoración.
Mar 11:18 Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina.
Mar 11:18 Este versículo describe cómo algunos de los líderes religiosos, incluyendo a los escribas y principales sacerdotes, se sintieron amenazados por la enseñanza y autoridad de Jesús y comenzaron a buscar la manera de matarlo. El motivo por el cual tenían miedo de Jesús fue porque estaba ganando popularidad entre el pueblo y muchos estaban comenzando a seguirlo, lo que causó una serie de problemas y tensiones políticas en ese momento.
Mar 11:19 Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.
Mar 11:19 Este versículo se refiere a un momento en el cual Jesús se encontraba en la ciudad de Jerusalén, pero después de haber pasado el día allí, llegó la noche y decidió salir de la ciudad. El motivo de su partida no se especifica en ese versículo en particular, pero podría haber sido para descansar en algún lugar cercano o para continuar su viaje hacia otro destino en su misión de enseñanza y sanación.
Mar 11:20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
Mar 11:20 Este versículo describe un evento en la vida de Jesús en el que él y sus discípulos estaban caminando por la mañana y notaron que una higuera que había estado allí antes se había secado desde las raíces. Este evento se registra en el contexto del evangelio de Marcos como un signo o milagro para enseñar una lección espiritual sobre la importancia de la fe en la oración y la creencia en la autoridad de Jesús. Jesús había maldecido la higuera el día anterior porque no tenía frutos, y la higuera se secó como resultado de su maldición. Esto representó una lección para los discípulos sobre la importancia de la fe en la oración y la creencia en la autoridad de Jesús para hacer milagros y cumplir sus promesas.
Mar 11:21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
Mar 11:21 Este versículo pertenece a un pasaje en el cual Jesús maldice una higuera que no da fruto, y a la mañana siguiente Pedro observa que la higuera se ha secado. El significado de este pasaje es alegórico, es decir, que más allá de la apariencia literal de la historia, tiene una enseñanza más profunda. Se interpreta que la higuera simboliza a aquellos que aparentan ser justos y piadosos, pero en realidad no producen frutos en sus vidas, es decir, que son hipócritas. Jesús al maldecir la higuera, simboliza su juicio sobre aquellos que se presentan como piadosos, pero en realidad están vacíos. El hecho de que Pedro observe que la higuera se ha secado, es una confirmación de la autoridad y el poder que Jesús tiene sobre todas las cosas. También es una advertencia de que aquellos que no producen frutos en su vida, pueden sufrir igual suerte que la higuera maldita. En resumen, este versículo expresa la enseñanza alegórica de que aquellos que no dan frutos en sus vidas y son hipócritas, pueden ser juzgados y castigados por Dios. También es una muestra del poder y autoridad de Jesús sobre todas las cosas.
Mar 11:22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
Mar 11:22 Este versículo es una respuesta de Jesús a sus discípulos después de que él había maldecido una higuera que no tenía frutos. Estaba enseñando a sus discípulos sobre la importancia de tener fe y creer en Dios en todas las situaciones. Jesús les estaba diciendo que si confiaban en Dios y tenían fe en Él, podrían superar cualquier obstáculo o problema en sus vidas. La fe en Dios es un elemento clave en el cristianismo y se considera esencial para obtener la salvación y una vida plena y significativa en la Tierra.
Mar 11:23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Mar 11:23 Este versículo es una enseñanza de Jesús acerca de la fe en Dios y su poder. Jesús les dice a sus discípulos que si tienen fe y no dudan en su corazón, pueden hacer cosas extraordinarias, incluso mover montañas y arrojarlas al mar. Esto no significa literalmente que puedan mover montañas, sino que pueden tener el poder de superar cualquier obstáculo que se les presente en la vida si confían en Dios y tienen fe en él para que les ayuden a superar esas dificultades. Es un recordatorio de que la fe verdadera y la confianza en Dios pueden producir resultados poderosos y sorprendentes.
Mar 11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Mar 11:24 Este versículo del Evangelio de Marcos es una promesa de Jesús a sus discípulos de que si piden algo a Dios en oración y creen de todo corazón que lo recibirán, lo obtendrán. La clave para recibir lo que pedimos en oración es tener una fe verdadera en Dios y confiar en su poder para conceder nuestras peticiones. Jesús quiere que aprendamos a confiar en Dios y a depender de él para nuestras necesidades y deseos más profundos.
Mar 11:25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
Mar 11:25 Este versículo de la Biblia habla sobre la importancia de perdonar a aquellos que nos han ofendido cuando estamos orando. Jesús nos dice que si tenemos algo en contra de alguien, debemos perdonarles para que también Dios nos perdone a nosotros nuestras ofensas. El perdón es una parte fundamental del cristianismo, y se espera que los creyentes perdonen a los demás tal como Dios los perdona a ellos. Este versículo es una llamada a la acción para aquellos que quieren acercarse a Dios y mejorar su relación con Él, ya que el perdón es un acto de amor y nos ayuda a vivir en paz y armonía con quienes nos rodean.
Mar 11:26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Mar 11:26 Este versículo se refiere a la idea de que si no perdonamos a aquellos que nos han ofendido o herido, entonces Dios no perdonará nuestras propias ofensas. En otras palabras, el perdón es una parte fundamental de la vida cristiana y debemos tratar a los demás con la misma misericordia y gracia que Dios nos ha mostrado. Si no lo hacemos, entonces ponemos en riesgo nuestra propia relación con Dios. Es un recordatorio de que el perdón es esencial para vivir de manera justa y amorosa en el mundo, y que somos llamados a ser misericordiosos con los demás como Dios lo es con nosotros.
Mar 11:27 Volvieron entonces a Jerusalén; y andando él por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos,
Mar 11:27 Este versículo hace parte del capítulo 11 del libro de Marcos en el Nuevo Testamento de la Biblia. En este capítulo, Jesús llega a Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua y es recibido con gran entusiasmo por los habitantes de la ciudad. En el versículo en cuestión, Jesús ha regresado a Jerusalén después de pasar la noche en Betania. Mientras camina por el templo, los principales sacerdotes, escribas y ancianos, que eran las autoridades religiosas y políticas de la época, se acercan a él. Es posible que estos líderes religiosos se acercaran a Jesús para interrogarlo o ponerlo a prueba, ya que existía un gran conflicto entre ellos y Jesús en cuanto a sus enseñanzas y acciones. Esta es una de las muchas ocasiones en las que Jesús se enfrenta a estas autoridades religiosas a lo largo del evangelio de Marcos.
Mar 11:28 y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio autoridad para hacer estas cosas?
Mar 11:28 Este versículo se encuentra en el contexto de Jesús entrando triunfalmente a Jerusalén en lo que hoy conocemos como el Domingo de Ramos. La gente estaba celebrando su llegada, pero algunos de los líderes religiosos no estaban contentos con la atención que Jesús estaba recibiendo y se acercaron a él con una pregunta desafiante. Le preguntaron de qué autoridad estaba haciendo todas las cosas que estaba haciendo, incluyendo sanaciones y enseñanzas. Los líderes religiosos creían que solo ellos tenían la autoridad para realizar estas acciones, a través de sus enseñanzas y leyes. Jesús no tenía el mismo tipo de autoridad que ellos, por lo que estaban cuestionando su derecho a actuar de la manera en que lo estaba haciendo. Jesús respondió a la pregunta de los líderes religiosos con una pregunta propia, preguntándoles si la autoridad de Juan el Bautista (que se había ido antes que Jesús) venía del cielo o de los hombres. Esta respuesta dejó a los líderes religiosos atrapados, ya que si respondían que la autoridad de Juan era del cielo, entonces tendrían que aceptar a Jesús como el Mesías. Si respondían que la autoridad de Juan era de los hombres, se arriesgarían a perder el apoyo popular. Por lo tanto, optaron por no responder a la pregunta de Jesús y, en cambio, amenazaron su vida. En resumen, este versículo muestra el desafío que Jesús enfrentó por parte de los líderes religiosos en su misión para predicar y enseñar el camino de Dios. La pregunta de los líderes religiosos se desprende de su incredulidad y su orgullo personal, y su respuesta posterior demuestra que no estaban dispuestos a aceptar la verdad incluso si se les presentaba de manera clara.
Mar 11:29 Jesús, respondiendo, les dijo: Os haré yo también una pregunta; respondedme, y os diré con qué autoridad hago estas cosas.
Mar 11:29 En este versículo, Jesús está hablando con los líderes religiosos y les hace una pregunta. Él les está diciendo que si ellos pueden responder su pregunta, entonces Él les dirá con qué autoridad está haciendo las cosas que está haciendo. Es una manera de desafiar su conocimiento y entendimiento de la religión y de Su enseñanza. Jesús estaba tratando de hacerles pensar y cuestionar su propia autoridad y conocimiento.
Mar 11:30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respondedme.
Mar 11:30 Este versículo es parte de un diálogo entre Jesús y los líderes religiosos de su época. Los fariseos y los escribas insinuaron que Jesús estaba trabajando con el poder de Satanás para realizar milagros, y Jesús les respondió preguntándoles sobre el bautismo de Juan, que había sido el precursor de Jesús y había predicado el arrepentimiento y la preparación para el reino de Dios. Al preguntarles si el bautismo de Juan era del cielo o de los hombres, Jesús estaba planteando una pregunta sobre la autoridad del bautismo de Juan. Si los líderes religiosos aceptaban que el bautismo de Juan era del cielo, estaban aceptando la autoridad de Dios detrás del ministerio de Juan, y por lo tanto deberían haber aceptado también el ministerio de Jesús. Si dijeran que el bautismo de Juan era de los hombres, entonces estarían negando la autoridad divina detrás del ministerio de Juan y también negarían la autoridad de Jesús. En resumen, Jesús utilizó esta pregunta para mostrar la falta de fe y autoridad de los líderes religiosos y para reafirmar su propio ministerio y mensaje.
Mar 11:31 Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?
Mar 11:31 Este verso se refiere al momento en que los líderes religiosos judíos, los escribas y los fariseos, estaban discutiendo sobre la autoridad de Jesús. Jesús había realizado muchos milagros y enseñado con gran sabiduría, lo que había atraído a multitudes de personas que lo seguían y creían en él. Los líderes religiosos estaban celosos de la popularidad de Jesús y temían perder su propio poder e influencia si él continuaba ganando seguidores. Por lo tanto, intentaron encontrar una manera de desacreditarlo y desacreditar su mensaje. En este verso, los líderes religiosos están discutiendo entre sí cuál sería la mejor manera de responder a las enseñanzas de Jesús. Si dicen que su autoridad viene del cielo, la gente podría preguntar por qué no le creyeron desde el principio. Por otro lado, si dicen que su autoridad no es divina, podrían perder aún más credibilidad con el pueblo. En resumen, este verso muestra cómo los líderes religiosos estaban divididos en su opinión sobre Jesús y cómo estaban luchando por mantener su propio poder y autoridad.
Mar 11:32 ¿Y si decimos, de los hombres...? Pero temían al pueblo, pues todos tenían a Juan como un verdadero profeta.
Mar 11:32 Este versículo hace referencia a la pregunta que los líderes religiosos le hicieron a Jesús acerca de su autoridad para enseñar en el templo. En lugar de responder directamente a su pregunta, Jesús les hizo una pregunta a ellos: "¿El bautismo de Juan era del cielo o de los hombres?" Los líderes religiosos se dieron cuenta de que si respondían que el bautismo era del cielo, estarían admitiendo que Juan era un verdadero profeta. Pero si decían que era de los hombres, temían la reacción del pueblo que los consideraba a Juan como un profeta. Por lo tanto, optaron por no responder a la pregunta de Jesús. En resumen, este versículo muestra la falta de honestidad de los líderes religiosos y su temor al pueblo.
Mar 11:33 Así que, respondiendo, dijeron a Jesús: No sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
Mar 11:33 En este versículo, vemos a Jesús confrontando a los sacerdotes y líderes religiosos judíos, quienes le han preguntado acerca de la autoridad con la que está realizando los milagros y enseñanzas que están presenciando. Cuando Jesús les pregunta si saben la respuesta, ellos se niegan a contestar. Entonces Jesús les responde que tampoco Él les dirá con qué autoridad hace sus obras, lo que sugiere que la verdadera fuente de su autoridad es espiritual y no terrenal. En este intercambio, Jesús también demuestra su habilidad para responder a las preguntas difíciles con sabiduría y contundencia.