El evangelio de Marcos: Revelando la vida y enseñanzas de Jesús a través de su resurrección (Libro 16)


El evangelio de Marcos, el segundo libro del Nuevo Testamento, es una narración detallada de la vida de Jesucristo y su ministerio. El capítulo 16 de este evangelio comienza con la historia de las mujeres que fueron a la tumba de Jesús en la mañana de la resurrección. Al llegar, encontraron la piedra removida de la entrada y un hombre vestido de blanco les dijo que Jesús había resucitado. Después de contar esta historia, Marcos registra varios encuentros con el resucitado Jesús. Primero, Jesús se aparece a María Magdalena, a quien había expulsado siete demonios en su vida anterior. Luego, Jesús se aparece a dos discípulos en el camino a Emaús, que inicialmente no lo reconocieron. Después, Jesús se aparece a los apóstoles en una habitación cerrada y reprende a Tomás por su incredulidad. Luego, el capítulo 16 de Marcos incluye la Gran Comisión, en la que Jesús envía a sus discípulos a predicar el evangelio a todas las naciones. Para respaldar su misión, Jesús les da el poder de expulsar demonios y sanar enfermedades. Después de esto, Jesús asciende al cielo. El capítulo 16 concluye con la responsabilidad de los creyentes de seguir el mandato de Jesús y predicar el evangelio a todos los pueblos. También incluye la promesa de que los que crean en el evangelio serán salvos y los que lo rechacen serán condenados. En resumen, el capítulo 16 del evangelio de Marcos habla sobre la resurrección de Jesús, sus apariciones a varias personas después de su resurrección, la Gran Comisión y la misión de los creyentes de predicar el evangelio al mundo. Este capítulo es uno de los finales más importantes del Nuevo Testamento y tiene importantes implicaciones tanto para la vida de los cristianos individuales como para la misión de la iglesia en general.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Mar 16:1 Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.
Mar 16:2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.
Mar 16:3 Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?
Mar 16:4 Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande.
Mar 16:5 Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.
Mar 16:6 Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.
Mar 16:7 Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.
Mar 16:8 Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo.
Mar 16:9 Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.
Mar 16:10 Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando.
Mar 16:11 Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron.
Mar 16:12 Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.
Mar 16:13 Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron.
Mar 16:14 Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.
Mar 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Mar 16:16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Mar 16:17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
Mar 16:18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Mar 16:19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
Mar 16:20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén. "}