Marcos 2: Nuevas enseñanzas y poderosas sanaciones en el Evangelio de Jesús
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El libro de Marcos en el Nuevo Testamento narra la historia de Jesús desde su bautismo hasta su crucifixión y resurrección. El segundo capítulo del libro comienza con Jesús regresando a casa en Galilea y siendo recibido por una multitud de personas en la casa de Pedro. El pasaje describe cómo Jesús curó a un hombre que había sido paralizado y cómo enfrentó la crítica de los escribas, quienes lo acusaron de blasfemia.
Luego, Jesús se encontró con un publicano llamado Leví, quien se convirtió en uno de sus seguidores y organizó una cena en su casa para que Jesús pudiera reunirse con otros publicanos y pecadores. Esto provocó la crítica de los fariseos, a lo que Jesús respondió diciendo que no necesitan un médico aquellos que ya están sanos.
En el resto del capítulo, Jesús habla sobre la relación entre el ayuno y el reino de Dios, cura a un hombre con una mano paralizada en el día de reposo y se enfrenta a la crítica de los fariseos por hacerlo. También expulsa a los demonios de un hombre y dice que quien se opone a él, se opone a Dios. Finalmente, Jesus describe a los discípulos como los nuevos “receptáculos”, los cuales llenarán con vino nuevo.
En resumen, el segundo capítulo del libro de Marcos presenta a Jesús como un curador y sanador, que se encuentra con la crítica y la oposición de los líderes religiosos, pero que sigue adelante en su misión de difundir el mensaje del reino de Dios. El capítulo también destaca la importancia de seguir a Jesús y su enseñanza, así como la tensión entre las leyes religiosas y la compasión y el amor al prójimo. En su conjunto, el libro de Marcos presenta a Jesús como un salvador y liberador, que trae la misericordia y el perdón de Dios a todos aquellos que creen en él.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mar 2:1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa.
Mar 2:1 Este verso del Evangelio de Marcos nos dice que Jesús había regresado a la ciudad de Capernaum después de haber pasado algún tiempo en otra parte. La gente había oído que Jesús estaba de vuelta y que se encontraba en casa, lo que sugiere que había encontrado un lugar para quedarse en la ciudad. Este verso es simplemente una introducción a la serie de eventos que se describen en los siguientes versos del capítulo 2 del Evangelio de Marcos.
Mar 2:2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.
Mar 2:2 El versículo se refiere a cuando Jesús estaba predicando en una casa en Capernaum. La multitud que se había reunido era tan grande que incluso la puerta estaba tan llena que no había más espacio. Jesús les predicó la palabra de Dios a pesar del hecho de que no había espacio suficiente para todos. Este versículo muestra la popularidad de Jesús y la gran cantidad de personas que querían escuchar su mensaje. También demuestra su compromiso con su enseñanza y su disposición a compartir la Palabra de Dios con cualquier persona, incluso si eso significaba enfrentar grandes multitudes y espacios reducidos.
Mar 2:3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.
Mar 2:3 Este versículo se refiere a una historia en la que un grupo de personas llevaban a un paralítico a Jesús para que lo sanara. El paralítico no podía caminar por sí solo, así que fue llevado en una camilla o una especie de cama. Los versículos siguientes explican cómo estos hombres llegaron a Jesús, incluso tuvieron que subir al techo de una casa para bajar al paralítico frente a Jesús. Es una historia poderosa de fe y sacrificio, en la que estos hombres creían que Jesús podía sanar a su amigo y estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para llevarlo ante Jesús.
Mar 2:4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Mar 2:4 Este versículo describe un evento en el que varias personas querían acercarse a Jesús, pero debido a la multitud no podían. Entonces, decidieron subir al tejado de la casa donde Jesús estaba y hacer una abertura en el techo para bajar al paralítico en su cama frente a Jesús. Este acto muestra su fe y la desesperación por buscar la curación y la atención de Jesús. En el contexto bíblico, este evento también puede ser interpretado como una demostración de la compasión y la misericordia de Jesús hacia los necesitados y enfermos.
Mar 2:5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Mar 2:5 Este versículo cuenta la historia de un hombre paralítico que es llevado a Jesús por algunos amigos. Ellos están tan decididos a que el hombre sea sanado que llevan al hombre en una camilla y suben al techo de la casa donde Jesús estaba predicando. Desde allí, abren un agujero en el techo y bajan al hombre hasta los pies de Jesús. Cuando Jesús ve la fe de los amigos del hombre, se dirige al paralítico y le dice: "Hijo, tus pecados te son perdonados". Jesús está diciendo que el perdón de los pecados es una parte importante de la sanidad completa y que el cuerpo y el espíritu de una persona están estrechamente relacionados. El perdón de los pecados es una necesidad importante para todos los seres humanos, ya que todos somos pecadores y estamos en necesidad de la gracia y el perdón de Dios. En este versículo, Jesús muestra que el camino hacia la sanación y la paz interior comienza con el perdón de los pecados. En resumen, Jesús está diciendo que el hombre paralítico está siendo perdonado de sus pecados para que pueda tener una verdadera sanidad integral.
Mar 2:6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:
Mar 2:6 Este verso se refiere al momento en que Jesús estaba enseñando en una casa en Capernaum y una multitud se reunió para escucharle. Había algunos escribas (expertos en la ley judía) presentes que estaban observando y cuestionando las enseñanzas de Jesús en sus corazones, pero no estaban hablando en voz alta. Este verso resalta la preocupación y la incredulidad que los líderes religiosos tenían hacia Jesús y su mensaje.
Mar 2:7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
Mar 2:7 Este versículo se encuentra en un pasaje donde Jesús estaba perdonando los pecados de un hombre que estaba paralizado. Algunos líderes religiosos judíos estaban molestos y decían que Jesús estaba blasfemando al hablar de esta manera porque solo Dios puede perdonar pecados. El versículo en sí es una pregunta retórica, que indica la incredulidad y la crítica de los líderes religiosos hacia Jesús. Ellos estaban cuestionando su autoridad para perdonar los pecados y diciendo que solo Dios podía hacerlo. Sin embargo, la respuesta de Jesús a esto fue demostrar su autoridad para perdonar pecados al sanar al hombre paralizado y, por lo tanto, mostrando que él tenía el poder divino para hacerlo. Este pasaje es un ejemplo de cómo Jesús desafió las creencias tradicionales y ritualistas de los líderes religiosos para llevar a las personas a una comprensión más profunda del amor y el poder de Dios.
Mar 2:8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?
Mar 2:8 En este verso, Jesús está respondiendo a los escribas, que están pensando en sus corazones que Él está blasfemando al perdonar los pecados de un hombre paralítico. Jesús les dice que Él sabe lo que están pensando porque lo sabe en su espíritu. Él les está preguntando por qué están dudando y cuestionando en sus corazones en lugar de simplemente aferrarse a la verdad de que Él es el Hijo de Dios y tiene el poder de perdonar pecados. Jesús está enseñando la importancia de tener fe en Él y confiar en Él en lugar de tener dudas y cavilaciones.
Mar 2:9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?
Mar 2:9 Este versículo se encuentra en el contexto de la historia de un paralítico que fue llevado ante Jesús para ser sanado. En lugar de sanarlo de manera inmediata, Jesús primero le dijo al hombre que sus pecados le habían sido perdonados. Los escribas que estaban presentes criticaron a Jesús por considerar que solo Dios tenía el poder de perdonar pecados. Así que Jesús les retó diciendo que decir "tus pecados te son perdonados" era más fácil que decir "levántate, toma tu lecho y anda" porque el efecto de lo primero no era visible a simple vista, mientras que lo segundo sí lo era. Con esto, Jesús demostró no solo su poder para sanar físicamente, sino también su autoridad para perdonar pecados. Este versículo muestra la conexión entre la sanación espiritual y la física, y certifica que Jesús tiene el poder de realizar ambas cosas, incluso cuando parece que una es más difícil o imposible.
Mar 2:10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):
Mar 2:10 Este versículo habla sobre un milagro que Jesús realizó al perdonar los pecados de un paralítico. La gente alrededor de Jesús se preguntaba cómo podía Él perdonar los pecados si solo Dios tenía ese poder. Jesús les explicó que tenía la autoridad divina para hacerlo y así demostró su divinidad a aquellos que estaban presentes. En resumen, este versículo demuestra el poder y la autoridad de Jesús como el Hijo del Hombre y como Dios mismo en la tierra.
Mar 2:11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
Mar 2:11 Este versículo se encuentra dentro de un relato en el que un paralítico es traído a Jesús para que lo cure. El versículo específico es lo que Jesús le dice al paralítico después de haberle sanado: "A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa." Lo que Jesús está diciendo aquí es que el hombre ya no está paralizado, por lo que puede levantarse y caminar por sí mismo. También le está diciendo que tome su lecho (una especie de cama portátil que se usaba en esa época) y se vaya a su casa, porque no necesita más ayuda para moverse. En resumen, Jesús está demostrando su poder sanando al paralítico y le está dando instrucciones prácticas sobre cómo continuar su vida ahora que ha sido sanado.
Mar 2:12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.
Mar 2:12 Este versículo se refiere a un momento en que Jesús realizó un milagro curando a un hombre paralítico. Después de sanarlo, Jesús le dijo que tomara su lecho y caminara. El hombre, obedeciendo la orden de Jesús, se levantó y caminó delante de la multitud que había estado allí observando. Todos quedaron asombrados por el milagro que habían presenciado y glorificaron a Dios por lo que habían visto. Este milagro fue un testimonio del poder de Dios y de la habilidad de Jesús para sanar a las personas.
Mar 2:13 Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba.
Mar 2:13 El versículo Mar 2:13 describe cómo Jesús regresa al mar después de sanar a un hombre paralizado. Mucha gente se acercó a él para escuchar sus enseñanzas y aprender más sobre su mensaje. El versículo muestra cómo Jesús atraía a grandes multitudes con su sabiduría y amor, y cómo su mensaje seguía resonando con la gente.
Mar 2:14 Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
Mar 2:14 Este versículo del Nuevo Testamento narra el momento en que Jesús se encuentra con Leví, hijo de Alfeo, quien estaba sentado en el banco de los tributos públicos (encargado de recaudar impuestos). Jesús, al pasar por allí, llama a Leví y le dice "sígueme". Leví, sin dudarlo, se levanta y sigue a Jesús. Este episodio es importante porque muestra la capacidad de Jesús para llamar a personas de diferentes ámbitos y orígenes a seguirlo y ser parte de su misión en la Tierra. Además, demuestra que no importa cuál haya sido nuestro pasado o nuestra profesión, todos tenemos la oportunidad de seguir a Jesús y ser sus discípulos.
Mar 2:15 Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido.
Mar 2:15 Este versículo describe una escena en la que Jesús está comiendo en la casa de un hombre, y hay muchos "publicanos" y "pecadores" presentes en la mesa con Él y Sus discípulos. Los publicanos eran recolectores de impuestos para el gobierno romano, y eran vistos como corruptos e impuros por muchos judíos. Los pecadores eran aquellos que habían desobedecido las leyes religiosas y morales de la sociedad. La gente observaba esto como algo inapropiado, ya que Jesús era considerado un rabino respetado y la compañía de publicanos y pecadores iba en contra de las normas sociales. Sin embargo, a través de sus acciones, Jesús demostró que no discriminaba a ninguna persona, y ofrecía su amor y amistad a todos, independientemente de su estatus social o moral. Este evento también muestra que muchas personas estaban siguiendo a Jesús debido a Su mensaje y Su ejemplo.
Mar 2:16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?
Mar 2:16 Este versículo habla de la disconformidad y la crítica de los escribas y fariseos hacia Jesús por compartir su comida con los publicanos y los pecadores. En la época de Jesús, los publicanos eran vistos como gente desagradable y pecaminosa porque recolectaban impuestos para Roma y trabajaban con los romanos, mientras que los pecadores eran aquellos que violaban las leyes religiosas y morales. Los escribas y fariseos se consideraban a ellos mismos como las personas más piadosas y puras de la sociedad, por lo que estaban enojados de que Jesús compartiera su tiempo y comida con los marginados y los considerados "pecadores". Sin embargo, Jesús demostró que su amor y compasión abarcaban a todos, independientemente de su condición social o moral.
Mar 2:17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
Mar 2:17 Este versículo se refiere a una conversación que Jesús tuvo con los fariseos mientras estaba comiendo con ellos. Los fariseos estaban criticando a Jesús por estar comiendo y hablando con personas a las que consideraban pecadoras y marginadas. En respuesta, Jesús les dijo que no había venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. La frase "Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos" es una metáfora que significa que aquellos que creen que no necesitan ayuda espiritual no la buscarán. Jesús vino a salvar a las personas que reconocían su necesidad de salvación. En resumen, este versículo muestra la misión de Jesús de salvar a los pecadores y a aquellos que reconocen su necesidad de ayuda espiritual. También muestra la actitud de Jesús hacia las personas marginadas y su voluntad de asociarse con ellas para brindarles ayuda.
Mar 2:18 Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
Mar 2:18
Mar 2:19 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar.
Mar 2:19 Este versículo se refiere a una pregunta que le hicieron a Jesús acerca del ayuno. Los fariseos y los discípulos de Juan el Bautista solían ayunar frecuentemente, pero los seguidores de Jesús no lo hacían tanto. Jesús explica aquí que no es apropiado ayunar en la presencia de una fiesta de bodas, donde el esposo es el centro de atención y todo el mundo está feliz. Él estaba hablando de sí mismo como el esposo, y estaba diciendo que no era el momento de ayunar mientras estaba con ellos en la Tierra, sino de estar alegres y celebrar en su presencia. En resumen, Jesús estaba enseñando que debemos ser sensibles a las diferentes situaciones y no seguir tradiciones religiosas sin pensar.
Mar 2:20 Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán.
Mar 2:20 El versículo citado es parte de un pasaje donde Jesús habla de la necesidad de la penitencia y la humildad como requisitos para la salvación y la vida en el reino de Dios. En este particular versículo, Jesús está diciendo que vendrán días en los que él ya no estaría con sus discípulos, y que entonces ellos tendrían que ayunar para recordar su ausencia y su presencia en sus vidas. En otras palabras, Jesús está anticipando su muerte, cuando sería quitado de sus discípulos, y está diciendo que en esos momentos, sus seguidores deben encontrar formas de conectarse espiritualmente con él.
Mar 2:21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.
Mar 2:21 Este versículo hace referencia a la idea de que no se pueden mezclar cosas nuevas con cosas viejas que están rotas o desgastadas, porque esto solo empeorará la situación. El ejemplo que se da es el de un remiendo nuevo en un vestido viejo: si se coloca un remiendo nuevo en un vestido viejo y desgastado, el remiendo nuevo acabará tirando del tejido viejo y creando nuevas roturas y problemas. Del mismo modo, en la vida es importante elegir con sabiduría qué cosas nuevas introducimos y qué cosas viejas dejamos atrás, para no empeorar las cosas. En otras palabras, el versículo nos invita a ser cautelosos y considerados al hacer cambios en nuestra vida y a asegurarnos de que nuestras decisiones estén en línea con nuestros objetivos y valores a largo plazo.
Mar 2:22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
Mar 2:22 Este versículo en el Evangelio de Marcos es una analogía de que las nuevas enseñanzas de Jesús no pueden ser mezcladas con las antiguas prácticas y tradiciones religiosas. Los "odres viejos" representan las antiguas formas de creer y practicar la religión, mientras que el "vino nuevo" representa la enseñanza de Jesús y su Nuevo Pacto con la humanidad. Si tratamos de poner las nuevas enseñanzas de Jesús en las viejas formas y estructuras religiosas, estas no podrán soportar la presión y se romperán, derramándose el vino y perdiéndose los odres. Por lo tanto, se debe poner el "vino nuevo" de las enseñanzas de Jesús en "odres nuevos", lo que quiere decir que debemos estar dispuestos a adaptarnos a las nuevas ideas y formas de creer que nos trae Jesús.
Mar 2:23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.
Mar 2:23 Este versículo se refiere a un pasaje en el que Jesús y sus discípulos estaban caminando a través de los campos durante el día de reposo (sábado). Los discípulos comenzaron a arrancar espigas de trigo para comer, lo cual era considerado trabajar en el día de reposo y, por lo tanto, violar la ley judía. Los fariseos (líderes religiosos de la época) vieron esto y criticaron a Jesús por permitir que sus discípulos hicieran algo prohibido. En los versículos siguientes, Jesús les enseña que el día de reposo fue hecho para el hombre, y no el hombre para el día de reposo, y que él (Jesús) es Señor del Día de Reposo. El pasaje es importante porque muestra tanto la actitud de los fariseos hacia Jesús como la actitud de Jesús hacia la ley judía y su propósito en la vida de las personas.
Mar 2:24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?
Mar 2:24 En este versículo, los fariseos están cuestionando a Jesús y a sus discípulos por realizar actividades en el día de reposo. Para los fariseos, la observancia del día de reposo era muy importante y no debía violarse con actividades mundanas. Aquí, los fariseos están acusando a Jesús de hacer algo que ellos creen que no es lícito. Jesús más tarde defiende y explica sus acciones a los fariseos, mostrando que su enseñanza y práctica no iban en contra del verdadero significado del día de reposo.
Mar 2:25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban;
Mar 2:25 Este verso hace referencia a una discusión que tuvo Jesús con algunos fariseos acerca de la ley del sábado. Él les recordó un pasaje del Antiguo Testamento en el que David, cuando era perseguido por el rey Saúl y sus hombres estaban hambrientos, entró en el templo y comió el pan de la proposición, pan que solo era permitido para los sacerdotes. Jesús usó este ejemplo como una manera de explicar que a veces las necesidades urgentes de las personas deben prevalecer sobre la observancia estricta de la ley, especialmente en situaciones de emergencia. Aunque esta historia tiene lugar en el Antiguo Testamento, Jesús la usa como un ejemplo para enseñar a los fariseos sobre la importancia de la compasión y la misericordia por encima de las reglas estrictas.
Mar 2:26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?
Mar 2:26 Este verso se refiere a un evento en el que Jesús y sus discípulos entraron en la casa de Dios (el templo) en un día de reposo y comieron los panes de la proposición. El pan de la proposición era un pan especial que se colocaba en la mesa del templo cada semana y solo los sacerdotes eran autorizados para comerlo. Sin embargo, Jesús y sus discípulos comieron los panes porque tenían hambre y no había otro alimento disponible. Abiatar era el sumo sacerdote en ese momento y probablemente permitió que Jesús y sus discípulos tomaran los panes porque entendió que la necesidad era mayor que la regla. Este evento muestra que Jesús y sus discípulos no se preocupaban por las reglas religiosas y que estaban dispuestos a desafiarlas si había una necesidad mayor en juego.
Mar 2:27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.
Mar 2:27 Este versículo se refiere a un momento en el que Jesús enseñaba a sus discípulos acerca del día de reposo, que en la tradición judía era considerado un día sagrado de descanso y adoración. Jesús les estaba explicando que el propósito del día de reposo no era que los seres humanos lo adoraran como si fuera algo más importante que ellos mismos, sino que había sido creado para el beneficio y bienestar de las personas. En otras palabras, el día de reposo no es una ley establecida para esclavizar al hombre y obligarle a descansar en un momento estipulado, sino que es una bendición para el ser humano, para que pueda descansar, reponer fuerzas y reenfocarse en lo que realmente importa en la vida. Por lo tanto, no debemos adorar al día de reposo, sino valorarlo y disfrutarlo como una extensión de la gracia y bondad de Dios.
Mar 2:28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
Mar 2:28 Este versículo se encuentra justo después de que los fariseos le preguntan a Jesús por qué sus discípulos están recolectando espigas en el día de reposo, lo cual era considerado trabajo y, por lo tanto, ilegal según la ley judía. Jesús les responde diciendo que el sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado, lo que significa que el día de reposo fue creado por Dios para el descanso y la adoración, no para limitar la libertad del ser humano. En este versículo específico, Jesús declara que él es el "Hijo del Hombre" y que es Señor incluso del día de reposo. Esto significa que aunque Jesús honró el día de reposo, él tiene autoridad sobre el mismo y puede decidir cómo se debe observar y utilizar. También sugiere que Jesús es más grande que la ley y sus regulaciones, y que su servicio y adoración tienen asimismo lugar más allá del día de reposo. En este versículo, Jesús está declarando su divinidad y elevando su importancia por encima de la ley y las tradiciones religiosas.