Descubriendo la sabiduría y el amor de Jesús a través del Evangelio de Mateo: una guía para el crecimiento espiritual en el Libro 11.


El libro del Nuevo Testamento de Mateo es uno de los cuatro evangelios canónicos de la Biblia cristiana. El capítulo 11 del libro de Mateo se enfoca en la respuesta de Jesús a la pregunta de Juan el Bautista sobre si era el Mesías esperado. En el capítulo 11, Jesús continúa su ministerio y realiza muchos milagros y sanaciones. Sin embargo, a pesar de sus acciones, algunos de los líderes judíos no creen en él y lo rechazan. Jesús lamenta la falta de fe en su mensaje y justifica su llamado a los pecadores y marginados. En respuesta a la pregunta de Juan el Bautista, Jesús le dice a su audiencia que Juan es el profeta que anunció el Mesías. Sin embargo, Jesús también aclara que el Reino de Dios es diferente a lo que muchos esperaban. Jesús enseña que el Reino de Dios es un reino de amor, misericordia y justicia. Jesús también habla en el capítulo 11 sobre la importancia de confiar en él y de encontrar descanso en él. Afirma que su yugo es fácil y ligero, en comparación con las cargas que cargan los líderes religiosos de la época. En general, el capítulo 11 del Evangelio de Mateo destaca el llamado de Jesús a seguir a Dios en amor y misericordia, y su promesa de ofrecer descanso y paz. También muestra cómo Jesús ofrece sanación y redención a aquellos que sufren y buscan su ayuda.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Mat 11:1 Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
Mat 11:2 Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,
Mat 11:3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Mat 11:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.
Mat 11:5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;
Mat 11:6 y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.
Mat 11:7 Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
Mat 11:8 ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están.
Mat 11:9 Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.
Mat 11:10 Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti.
Mat 11:11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.
Mat 11:12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Mat 11:13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
Mat 11:14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.
Mat 11:15 El que tiene oídos para oír, oiga.
Mat 11:16 Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros,
Mat 11:17 diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis.
Mat 11:18 Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene.
Mat 11:19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.
Mat 11:20 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo:
Mat 11:21 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza.
Mat 11:22 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras.
Mat 11:23 Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy.
Mat 11:24 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.
Mat 11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
Mat 11:26 Sí, Padre, porque así te agradó.
Mat 11:27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
Mat 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mat 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
Mat 11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

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