Mateo 15: Enseñanzas y Milagros de Jesús para la Vida Cristiana.


El libro del Nuevo Testamento de Mateo, capítulo 15, comienza con una discusión entre Jesús y los fariseos acerca de las tradiciones religiosas. Jesús les dice que se centran demasiado en las costumbres externas, mientras que descuidan la importancia de lo que hay en el corazón de las personas. Luego, Jesús se dirige a la región de Tiro y Sidón, y se encuentra con una mujer cananea que le pide que cure a su hija que está poseída por un demonio. Al principio, Jesús parece rechazarla, pero finalmente accede a su petición después de que ella demuestra su gran fe. Después, Jesús lleva a sus discípulos a una montaña y realiza el famoso milagro de alimentar a miles de personas con cinco panes y dos peces. También camina sobre el agua para llegar a ellos mientras están en un barco. Más tarde en el capítulo, Jesús tiene una discusión con los fariseos sobre la importancia de lo que sale de la boca de una persona en comparación con lo que entra en ella. Jesús les dice que es lo que sale de una persona lo que la contamina, no lo que come. El capítulo concluye con otra discusión sobre la fe, mientras Jesús cura a una multitud de enfermos. Los fariseos se niegan a creer en Jesús y piden una señal, a lo que él responde que la única señal que recibirán es la del profeta Jonás. En resumen, el capítulo 15 del libro de Mateo presenta varios temas recurrentes del ministerio de Jesús, como su enfoque en la importancia de la fe verdadera y el rechazo de las tradiciones religiosas que no son esenciales. También destaca algunos de los milagros más famosos que Jesús realizó, como alimentar a la multitud y caminar sobre el agua.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Mat 15:1 Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
Mat 15:2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan.
Mat 15:3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?
Mat 15:4 Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.
Mat 15:5 Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,
Mat 15:6 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.
Mat 15:7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Mat 15:8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
Mat 15:9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
Mat 15:10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended:
Mat 15:11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Mat 15:12 Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?
Mat 15:13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.
Mat 15:14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
Mat 15:15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola.
Mat 15:16 Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento?
Mat 15:17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina?
Mat 15:18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
Mat 15:19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
Mat 15:20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
Mat 15:21 Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón.
Mat 15:22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
Mat 15:23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.
Mat 15:24 El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Mat 15:25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!
Mat 15:26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
Mat 15:27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Mat 15:28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
Mat 15:29 Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí.
Mat 15:30 Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó;
Mat 15:31 de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel.
Mat 15:32 Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino.
Mat 15:33 Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande?
Mat 15:34 Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos.
Mat 15:35 Y mandó a la multitud que se recostase en tierra.
Mat 15:36 Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud.
Mat 15:37 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas.
Mat 15:38 Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Mat 15:39 Entonces, despedida la gente, entró en la barca, y vino a la región de Magdala.

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