Explorando el Evangelio según Mateo: El Capítulo 16 y sus Enseñanzas
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El libro del Nuevo Testamento de Mateo es uno de los cuatro evangelios del cristianismo. El capítulo 16 comienza con Jesús y sus discípulos en la región de Cesarea de Filipo, donde Jesús pregunta a sus discípulos por su percepción sobre su identidad. Pedro responde que Jesús es el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
En este capítulo, Jesús también predice su propia muerte y resurrección, lo cual incomoda a Pedro, quien trata de disuadirlo de tal acontecimiento. Jesús le responde con una famosa frase: "¡Aléjate de mí, Satanás! Tú eres para mí una piedra de tropiezo, porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres".
Más adelante en el capítulo, Jesús les da a sus discípulos el poder de "atar y desatar en la tierra" y les dice que les dará las llaves del reino de los cielos. Este pasaje es considerado por los cristianos como la fundación del papado y de la autoridad de la Iglesia.
En resumen, el capítulo 16 de Mateo presenta a Jesús y sus discípulos discutiendo la identidad de Jesús, su muerte y resurrección, el papel de Pedro y el poder que se les otorga a los discípulos.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mat 16:1 Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.
Mat 16:1 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Mateo y describe un momento en que los fariseos y los saduceos, dos grupos religiosos judíos, se acercaron a Jesús. Su objetivo era ponerlo a prueba y cuestionar su autoridad divina. Le pidieron que les mostrara una señal o un milagro que demostrara su conexión con el cielo y la voluntad de Dios. Jesús sabía que estos líderes religiosos buscaban desacreditarlo y no estaban interesados en la verdad. En lugar de responder directamente a su solicitud, les dijo que sabían cómo leer el clima y predecir el tiempo, pero no podían reconocer las señales de los tiempos presentes. Jesús les estaba indicando que el verdadero signo de su conexión con Dios no era un milagro o una señal en el cielo, sino la revelación de la verdad divina que había venido a compartir. En resumen, este versículo ilustra la actitud desafiante y dudosa de los fariseos y saduceos hacia Jesús, mientras que la respuesta de Jesús apunta a la importancia de creer en él por su enseñanza divina en lugar de buscar pruebas externas.
Mat 16:2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
Mat 16:2 Este versículo se encuentra en el capítulo 16 del Evangelio de Mateo, donde Jesús está hablando con los fariseos y saduceos acerca de su mensaje. En este pasaje, Jesús les está hablando acerca de su capacidad de discernimiento y conocimiento espiritual. En este versículo, Jesús se está refiriendo a un antiguo dicho popular que decía que el cielo rojo por la noche era una señal de buen tiempo al día siguiente. Sin embargo, Jesús está criticando la credulidad de los fariseos y saduceos en estos proverbios populares y su falta de discernimiento espiritual. En otras palabras, Jesús está diciendo que ellos son incapaces de ver y entender las señales espirituales que están delante de ellos, así como no pueden distinguir los cambios en el clima a través del cielo. En lugar de confiar en los dichos populares y las supersticiones, Jesús está llamando a sus oyentes a ejercer un discernimiento profundo y espiritual en su fe y en su vida.
Mat 16:3 Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!
Mat 16:3 Este versículo es parte de una discusión entre Jesús y los fariseos y los saduceos que querían que Jesús les diera una señal del cielo para probar que era el Mesías. Jesús les dice que pueden discernir el aspecto del cielo y predecir el clima, pero no pueden entender las señales de los tiempos que se relacionan con la venida del Mesías y el reino de Dios. En otras palabras, Jesús les dice que son hipócritas porque pueden ver las señales naturales en el cielo, pero no pueden entender las señales espirituales que se manifiestan a su alrededor en ese momento. Jesús les está recordando que deben estar atentos a las señales de Dios y ser capaces de entenderlas más allá de lo que ven sus ojos.
Mat 16:4 La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue.
Mat 16:4 Este versículo es parte de una discusión que Jesús tuvo con los fariseos y los saduceos, quienes le pidieron que les mostrara una señal del cielo para demostrar su autoridad como profeta y mesías. Jesús les dice que ellos son "la generación mala y adúltera", lo que significa que son desleales y deshonestos, y que sólo buscan señales para satisfacer sus propios intereses y dudas. En última instancia, Jesús les dice que la única señal que recibirán es la "señal del profeta Jonás", que se refiere a su propia muerte y resurrección. Esta es la señal más importante y poderosa que Jesús ofrecerá, porque demuestra su verdadera autoridad y su capacidad para salvar a la humanidad del pecado y la muerte. Al dejar a los fariseos y los saduceos, Jesús les deja claro que no está dispuesto a complacer sus demandas egoístas y que su mensaje es para aquellos que están dispuestos a escuchar y creer en él sin necesidad de pruebas sobrenaturales.
Mat 16:5 Llegando sus discípulos al otro lado, se habían olvidado de traer pan.
Mat 16:5 Este versículo de Mateo 16:5 es parte del relato en el que Jesús alimenta a una multitud de cinco mil personas con solo cinco panes y dos peces. Este versículo en particular nos dice que cuando los discípulos llegaron al otro lado del mar, se habían olvidado de traer pan, lo que sugiere que no tenían suficiente comida para alimentar a la multitud. Sin embargo, poco después, Jesús realiza el milagro de multiplicar los panes y los peces para alimentar a la multitud. El mensaje principal de este episodio es el poder de la fe y la capacidad de Dios para proveer y hacer milagros.
Mat 16:6 Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
Mat 16:6 En este versículo, Jesús está advirtiendo a sus discípulos que deben ser cautelosos acerca de las enseñanzas engañosas y corruptas de los fariseos y saduceos. La levadura puede ser vista como un símbolo de influencias corruptas que pueden crecer y propagarse de manera similar a como la levadura fermenta en la masa del pan. En otras palabras, Jesús está diciendo que debemos tener cuidado de no ser influenciados por las enseñanzas equivocadas de aquellos que buscan hacernos daño espiritualmente. Es un llamado a estar alertas y a seguir con firmeza las enseñanzas verdaderas que Jesús nos ha dado.
Mat 16:7 Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan.
Mat 16:7 Este versículo se encuentra en el capítulo 16 del evangelio según San Mateo. En este pasaje, Jesús está hablando con sus discípulos acerca de los fariseos y de los saduceos, y les advierte que tengan cuidado con su hipocresía y su falta de fe. En el versículo 7, Jesús acaba de decirles: "Miren y cuídense de la levadura de los fariseos y de los saduceos". Los discípulos no entendieron lo que Jesús quiso decir con esto y empezaron a discutir entre ellos, pensando que estaba hablando acerca de que no habían traído pan para comer. Es importante tener en cuenta que en la época de Jesús, el pan era un alimento básico y esencial, por lo que no tener pan era considerado una falta importante. Por eso, los discípulos se preocuparon por lo que había dicho Jesús. Sin embargo, Jesús se dio cuenta de la confusión de sus discípulos y les explicó que no estaba hablando de pan literalmente, sino que estaba utilizando una metáfora. La levadura a la que se refería Jesús era la hipocresía y la falta de fe de los fariseos y de los saduceos. En resumen, este versículo muestra cómo los discípulos malinterpretaron las palabras de Jesús, al pensar que se refería a algo literal en lugar de una metáfora, lo que demostró que todavía no entendían plenamente su enseñanza y su mensaje.
Mat 16:8 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?
Mat 16:8 Este versículo es parte de un pasaje en el que Jesús está hablando con sus discípulos sobre el peligro de la influencia de los fariseos y los saduceos, quienes están más preocupados por las apariencias y las tradiciones que por la verdadera fe en Dios. Jesús les advierte que deben tener cuidado con su hipocresía y la de aquellos que los rodean. En este versículo específico, Jesús se da cuenta de que los discípulos están preocupados por la falta de pan en su viaje, pero él les pregunta "¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?" Jesús está diciéndoles que necesitan confiar en él y en su provisión en lugar de preocuparse por las necesidades materiales. Él está llamándolos a tener una fe más fuerte y a depender completamente de su cuidado. Este pasaje también puede aplicarse a nuestras propias vidas hoy. Jesús nos llama a poner nuestra fe en él y en su provisión en vez de preocuparnos por lo que nos falta o lo que necesitamos. Si confiamos en él, él cuidará de nosotros y nos proveerá lo que necesitamos.
Mat 16:9 ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis?
Mat 16:9 En este verso, Jesús está cuestionando a sus discípulos por su falta de comprensión y fe en él. Él se está refiriendo al momento en que él multiplicó cinco panes y dos peces para alimentar a una multitud de cinco mil hombres. A pesar de este milagro, los discípulos todavía no entendían completamente quién era Jesús y qué podía hacer. Jesús les está recordando este evento para que recuerden su poder divino y confíen en él en el futuro. También les está recordando que Dios siempre proveerá para ellos de manera abundante.
Mat 16:10 ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis?
Mat 16:10 Este versículo es parte de un pasaje donde Jesús está hablando con sus discípulos acerca de la alimentación de multitudes. En este versículo específico, Jesús les pregunta a sus discípulos cuántos panes habían sobrado después de alimentar a una multitud de cuatro mil personas con solo siete panes. También les pregunta cuántas canastas habían recogido. Este pasaje muestra la capacidad de Jesús para alimentar a grandes multitudes, incluso con muy pocos recursos. También destaca la importancia de no desperdiciar nada y de ser buenos administradores de los recursos que se nos han dado.
Mat 16:11 ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos?
Mat 16:11 En este versículo, Jesús está hablando con sus discípulos después de haber tenido una discusión con los fariseos y los saduceos. Él les pregunta por qué no comprenden que su advertencia sobre la levadura de los fariseos y los saduceos no tenía que ver con el pan físico en sí mismo, sino con las enseñanzas y actitudes de los fariseos y los saduceos que eran falsas y engañosas. La levadura, en la cultura judía, simbolizaba el pecado o la impureza. Por lo tanto, Jesús les está diciendo que deben tener cuidado con la influencia de los líderes religiosos hipócritas que promueven enseñanzas falsas y engañosas y no permitir que sus enseñanzas impregnen su vida espiritual. Jesús estaba enseñando a sus discípulos a ser cuidadosos y no ser engañados por aquellos que se presentan como líderes religiosos, pero que en realidad promueven enseñanzas falsas y engañosas. También les estaba enseñando a centrarse en las enseñanzas verdaderas y a buscar la verdad en lugar de poner su confianza en las enseñanzas de los fariseos y los saduceos que eran falsas y engañosas.
Mat 16:12 Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.
Mat 16:12 Este versículo es parte de un diálogo entre Jesús y sus discípulos, en el cual Jesús les habla acerca de la hipocresía y la falsedad de los líderes religiosos de su época, los fariseos y los saduceos. Él les había advertido previamente acerca de "la levadura de los fariseos y de los saduceos", y los discípulos lo entendieron literalmente, pensando que se refería al pan. Sin embargo, Jesús les explica que en realidad se refería a su enseñanza y doctrina, que estaba corrompida y llena de hipocresía. Esto es importante porque Jesús estaba preparando a sus discípulos para que ellos mismos fueran líderes y maestros de la verdad, y necesitaban estar alerta y discernir la verdad de la falsedad. Entonces, este versículo nos enseña que es importante no solo prestar atención a las palabras literales, sino también a su significado simbólico o profundo, especialmente cuando se trata de enseñanzas y doctrinas religiosas. Debemos estar atentos a la verdad y estar dispuestos a discernir la falsedad y la hipocresía que puedan infiltrarse en nuestras propias creencias y en las enseñanzas que recibimos de otros.
Mat 16:13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
Mat 16:13 Este versículo describe un momento en el que Jesús se encontraba en la región de Cesarea de Filipo, donde preguntó a sus discípulos quién creían que era el Hijo del Hombre. "El Hijo del Hombre" era una forma en que Jesús se refería a sí mismo y se interpreta como un título mesiánico y un término profético utilizado en el Antiguo Testamento. Jesús estaba interesado en conocer la opinión de las personas en cuanto a su identidad. Esto llevó a una discusión entre los discípulos, y finalmente Pedro respondió que Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Este versículo destaca la importancia de la identidad de Jesús en el Nuevo Testamento y la creencia de que él era el hijo de Dios y el mesías esperado.
Mat 16:14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
Mat 16:14 Este versículo del Nuevo Testamento es una parte del diálogo entre Jesús y sus discípulos en el cual Jesús les pregunta quién es Él para ellos. Los discípulos responden con distintas opciones y mencionan a Juan el Bautista, Elías, Jeremías u otros profetas. Esto muestra que la gente todavía no comprendía la verdadera identidad y misión de Jesús. Jesús es presentado como alguien que desafía las expectativas y comprende la necesidad de una relación personal con Él y la comprensión de su identidad única. Este versículo muestra además cómo la gente en ese momento estaba acostumbrada a pensar en términos de categorías y preconcepciones, en lugar de aceptar la novedad de las enseñanzas de Jesús. En resumen, este versículo del Nuevo Testamento representa la importancia de conocer bien a Jesús y tener una relación personal con Él.
Mat 16:15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Mat 16:15 El versículo Mat 16:15 es una pregunta que Jesús les hizo a sus discípulos cuando se encontraban en Cesarea de Filipo. Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" La pregunta de Jesús buscaba que sus discípulos identificaran su verdadera identidad y reconocieran que Él no era solo un profeta o un maestro, sino el Mesías prometido. La respuesta de Pedro en el versículo siguiente "Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente" confirmó la verdadera identidad de Jesús. Este versículo es importante porque muestra cómo Jesús buscaba que sus discípulos comprendieran la verdadera naturaleza de su misión y de quién era Él en realidad.
Mat 16:16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Mat 16:16 Este versículo es parte de una conversación entre Jesús y sus discípulos. Jesús les pregunta quién piensan que es él y Pedro responde que él es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. La afirmación de Pedro muestra que él reconoce a Jesús como el Mesías, el salvador que había sido prometido desde hace mucho tiempo. También reconoce que Jesús es el Hijo de Dios y, por lo tanto, divino en naturaleza. En resumen, este versículo destaca la importancia de la fe y la confesión de la divinidad de Jesús.
Mat 16:17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Mat 16:17 Este versículo se refiere a una conversación entre Jesús y uno de sus discípulos, Simón Pedro. Jesús le dice a Pedro que es afortunado porque lo que ha sido revelado a él no ha sido por la carne ni la sangre, sino por el Padre celestial. Es decir, no es resultado de la razón humana, la lógica, el razonamiento científico o la experiencia, sino por la revelación divina. Esto enfatiza la importancia de la fe y la comunión con Dios para acceder a la verdad espiritual.
Mat 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Mat 16:18 En este verso, Jesús está hablando con Pedro y le dice que él es la piedra sobre la cual construirá su iglesia. Es importante recordar que el nombre "Pedro" significa "roca". Por lo tanto, Jesús está haciendo un juego de palabras con el nombre de Pedro para significar que él es la roca sobre la cual construirá su iglesia. Además, Jesús dice que las puertas del Hades no prevalecerán contra su iglesia. Esto significa que incluso la muerte y el poder del mal no podrán detener la obra de la iglesia. En resumen, este verso significa que Pedro es la base de la iglesia de Jesús, y su iglesia será indestructible.
Mat 16:19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Mat 16:19 Este versículo de Mateo se encuentra en un pasaje en el que Jesús está hablando con sus discípulos y les pregunta quién piensan ellos que es él. Pedro, uno de los discípulos, responde que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. En respuesta a esta afirmación, Jesús le dice a Pedro que sobre esa piedra edificará su iglesia y que, además, le dará las llaves del reino de los cielos. Este versículo es interpretado por muchos cristianos como una referencia a la autoridad que Jesús delega a Pedro y, por extensión, a sus sucesores en la iglesia católica. Pedro es considerado como el primer papa de la iglesia y se cree que esta autoridad se transmite de generación en generación a través de la sucesión apostólica. La idea de que Pedro recibe las llaves del reino de los cielos es una referencia a su autoridad para guiar a los fieles hacia la salvación y la vida eterna en el cielo. La frase "atar y desatar" se refiere a la autoridad que Pedro tiene para tomar decisiones en nombre de la iglesia en la tierra, como establecer reglas y doctrinas, y que estas decisiones son reconocidas en el cielo. En resumen, este versículo es un reconocimiento de la autoridad que Jesús otorga a Pedro para liderar la iglesia y tomar decisiones en su nombre. Se cree que esta autoridad se transmite a través de la sucesión apostólica y es una parte fundamental de la fe católica.
Mat 16:20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.
Mat 16:20 Este versículo de Mateo 16:20 se refiere a un momento en que Jesús le pidió a sus discípulos que no revelaran públicamente que él era el Mesías (Jesús el Cristo). Había varias razones para esto. En primer lugar, Jesús sabía que los líderes religiosos y políticos de la época rechazarían su mensaje si se enteraban de que él era el Mesías. También quería evitar la creación de un movimiento político que pudiera interferir con su verdadera misión espiritual. Finalmente, Jesús entendía que su verdadera identidad como el Hijo de Dios se revelaría de todas formas en el momento apropiado, y no quería que sus seguidores se distrajeran de su mensaje principal de amor, arrepentimiento y salvación. En resumen, el versículo indica que Jesús controlaba cuidadosamente la divulgación de información sobre su identidad y su misión, con el objetivo de avanzar en la obra que Dios le había encomendado.
Mat 16:21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Mat 16:21 En este versículo, Jesús está hablando con sus discípulos y les está diciendo que debe ir a Jerusalén y pasar por mucho sufrimiento a manos de los líderes religiosos. Él también les dice que va a ser matado, pero que resucitará al tercer día. Es esencialmente una profecía sobre lo que estaba por venir y sobre su muerte y resurrección. Jesús estaba preparando a sus discípulos para lo que iba a suceder y les estaba recordando que todo estaba de acuerdo con el plan de Dios.
Mat 16:22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
Mat 16:22 Este verso se encuentra en el pasaje en el que Jesús estaba hablando con sus discípulos acerca de cómo iba a ser entregado y crucificado. Pedro, uno de sus discípulos, tomó a Jesús aparte y comenzó a reprenderlo por hablar de su muerte. Pedro no quería que Jesús muriera, y le pidió que tuviera compasión de sí mismo y no permitiera que esto le sucediera. Sin embargo, Jesús sabía que su muerte era necesaria para cumplir la voluntad de Dios y traer la salvación a la humanidad. Pedro no entendía esto todavía, pero más tarde, después de la resurrección de Jesús, lo comprendería. Este verso muestra la lucha de Pedro y su humanidad al tratar de proteger a su Señor, pero también enseña la importancia de confiar en la voluntad de Dios incluso en momentos difíciles.
Mat 16:23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Mat 16:23 Este versículo habla de un momento en que Jesús les está hablando a sus discípulos acerca de su misión en la Tierra y su inevitable sufrimiento y muerte. Pedro, uno de los discípulos más cercanos a Jesús, intenta convencerlo de que eso no sucederá, pero Jesús lo reprende fuertemente y le llama Satanás. La razón de esto es porque Pedro estaba pensando más en las cosas del mundo y en cómo evitar el sufrimiento de Jesús, en lugar de pensar en el plan de Dios y en su voluntad para la salvación de la humanidad. Jesús reconoce que Pedro está tratando de protegerlo, pero le muestra que su enfoque está equivocado y que debe poner su confianza en Dios y no en las ideas terrenales. Este versículo es un recordatorio de que nosotros también debemos mantener nuestros ojos fijos en la voluntad de Dios y no permitir que nuestras preocupaciones terrenales nublen nuestra vista. Debemos confiar en que Dios sabe lo que es mejor para nosotros y seguir su camino, incluso si eso significa atravesar dificultades y sufrimientos.
Mat 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Mat 16:24 Este versículo de la Biblia es una enseñanza de Jesús a sus discípulos sobre lo que significa seguirlo. Él les dice que aquellos que quieran seguirlo deben negarse a sí mismos, tomar su cruz y seguirlo. Negarse a uno mismo significa renunciar a nuestros propios deseos, preferencias y voluntad en lugar de buscar la voluntad de Dios por encima de todo lo demás. Tomar nuestra cruz significa aceptar cualquier sufrimiento o sacrificio que pueda venir con seguir a Jesús. En resumen, Jesús nos anima a dejar de lado nuestras propias necesidades y deseos para seguir su camino, lo cual puede incluir dificultades y dolor, pero también lleva a una vida plena y significativa.
Mat 16:25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
Mat 16:25 Este versículo habla de la importancia de renunciar a nuestras propias ambiciones y deseos egoístas para seguir a Jesús. Si alguien trata de proteger su vida y pretende seguir su propia voluntad en lugar de la de Dios, terminará perdiendo su vida eterna. Sin embargo, aquellos que están dispuestos a renunciar a sus deseos personales y seguir a Jesús, incluso si eso significa enfrentar la muerte, experimentarán una vida plena y eterna en él. En resumen, este versículo nos invita a sacrificar nuestras vidas en obediencia a Jesús, sabiendo que solo Él puede darnos la verdadera vida.
Mat 16:26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Mat 16:26 Este versículo habla del valor más importante que tiene una persona: su alma. Dice que no importa cuánta riqueza, poder o éxito logre una persona en la vida, si pierde su alma, no habrá ganado nada de valor duradero. La pregunta retórica en este versículo sugiere que no hay nada que se pueda dar como recompensa por el alma de una persona. Es decir, no hay nada que pueda comprar o intercambiar por la salvación de nuestra alma. Por lo tanto, es importante valorar nuestra relación con Dios y buscar vivir en comunión con él, porque en última instancia, nuestra alma es lo único que llevaremos con nosotros después de esta vida.
Mat 16:27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
Mat 16:27 Este versículo es parte del discurso de Jesús a sus discípulos en el que les habla de la importancia de seguir sus enseñanzas y de tomar su cruz para seguirle. En este versículo, Jesús les dice que en el futuro, él volverá en la gloria de su Padre, acompañado de sus ángeles, y que en ese momento, cada persona recibirá el pago o la recompensa correspondiente a sus obras. Esto significa que nuestras acciones y comportamientos serán evaluados y juzgados por Dios, y que recibiremos en función de lo que hemos hecho mientras estábamos vivos en la Tierra. Es una invitación a vivir una vida justa y ética, para estar listos cuando llegue el momento de rendir cuentas.
Mat 16:28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
Mat 16:28 Este versículo es una profecía de Jesús en la que les dijo a sus discípulos que algunos de ellos aún estarían vivos cuando llegara el Reino de Dios. Les estaba diciendo que verían su gloria y poder cuando establezca su reino en la tierra. La frase "no gustarán la muerte" simplemente significa que no morirán antes de presenciar la venida del Hijo del Hombre. Esta profecía se cumplió unos días después cuando Jesús llevó a Pedro, Santiago y Juan a una montaña y se les apareció en su forma glorificada, lo que se conoce como la Transfiguración.