El evangelio según Mateo: descubriendo la enseñanza de Jesús en el capítulo 18
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El libro del Nuevo Testamento de Mateo es uno de los evangelios cristianos más importantes. En el capítulo 18 del libro, Jesús enseña a sus discípulos sobre la humildad, la reconciliación y el perdón. En resumen extendido, este capítulo se divide en varias secciones que se enfocan en diferentes temas:
1. La humildad: Jesús compara la humildad con la actitud de un niño pequeño y enfatiza que aquellos que son humildes serán los más grandes en el reino de los cielos.
2. El cuido de los hermanos: Jesús les habla a sus discípulos acerca de cuál debe ser la actitud hacia los otros hermanos de la fe, y nos recuerda cuánto amor debemos tener a nuestros semejantes.
3. La corrección fraterna: Jesús enseña a los discípulos que cuando un hermano o hermana en la fe ha pecado, deben confrontarlo y ayudarle a arrepentirse.
4. La reconciliación: Jesús hace énfasis en la importancia de la reconciliación como una respuesta adecuada para solucionar conflictos en la iglesia, nos enseña que hacerlo sin dejar pasar mucho tiempo es más eficaz.
5. La importancia de la oración: Jesús concluye este capítulo elogiando la oración en grupo y recordándonos que cuando dos o más se reúnen en Su nombre, Él estará presente.
En conclusión, el capítulo 18 del libro de Mateo es rico en enseñanzas no solo para la vida religiosa, sino para las relaciones interpersonales en general. Nos recuerda la importancia de la humildad, el amor al prójimo, la corrección fraterna y la reconciliación, y cómo todo esto puede llevarse a cabo en un ambiente en el que la oración es una herramienta clave. Queridos lectores, aunque vivamos en una sociedad cambiante, estas enseñanzas bíblicas permanecen siempre firmes en nuestra vida diaria, solo queda en nosotros ponerlas en práctica.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mat 18:1 En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
Mat 18:1 Este versículo se refiere a una conversación que tuvieron los discípulos de Jesús con Él acerca de quién sería el más importante o el más grande en el reino de los cielos. Los discípulos quizás estaban motivados por intereses personales o ambición, y tenían una idea terrenal de lo que significaba ser grande. Jesús les responde en los siguientes versículos (Mateo 18:2-4) diciendo que para entrar en el reino de los cielos es necesario ser como un niño en cuanto a la humildad y la simplicidad, y que los que se humillan serán exaltados. Por lo tanto, el mensaje principal de este versículo y la respuesta de Jesús es que el reino de los cielos no se trata de tener un alto estatus o posición en la sociedad, sino de tener una actitud de humildad y obediencia hacia Dios.
Mat 18:2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
Mat 18:2 Este versículo se encuentra en el capítulo 18 del Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento. En él, Jesús llama a un niño y lo coloca en el centro de la multitud que lo rodeaba. Es probable que Jesús haya hecho esto para enseñar una lección de humildad y pureza a sus discípulos. En la cultura del antiguo Oriente Medio, como en muchas culturas actuales, los niños eran considerados inferiores a los adultos y a menudo se les trataba con desprecio. Al colocar al niño en el centro de la multitud, Jesús estaba haciendo una declaración contra este punto de vista cultural y enseñando que la humildad y la sencillez son virtudes importantes. También puede haber querido destacar que la fe y la inocencia de un niño pueden ser un modelo a seguir para los adultos. En resumen, el versículo Mat 18:2 significa que Jesús llamó a un niño y lo colocó en el centro de la multitud para enseñar una lección de humildad y pureza.
Mat 18:3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Mat 18:3 Este versículo de Mateo 18:3 del Nuevo Testamento hace referencia a la importancia de la humildad y la sencillez para tener una relación cercana con Dios y para entrar en el Reino de los Cielos. Jesús les dice a sus discípulos que deben volver a ser como niños, es decir, tener un corazón puro y sincero, ser humildes y confiar plenamente en Dios sin cuestionar su voluntad. En otras palabras, aquellos que buscan seguir a Dios deben dejar de lado su orgullo y su egoísmo y rendirse a la voluntad de Dios como lo haría un niño confiado y fiel a sus padres.
Mat 18:4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
Mat 18:4 Este versículo se refiere a la humildad y cómo Dios valora la humildad más que la arrogancia y la superioridad. Jesús está diciendo que aquellos que se humillen a sí mismos y lleguen a Dios como un niño, sin prejuicios o arrogancia, serán los más grandes en el reino de los cielos. El mensaje es que para seguir a Dios, debemos dejar atrás nuestra arrogancia y ego y tener una actitud de humildad y sometimiento. En resumen, el versículo enfatiza la importancia de la humildad y la capacidad de aprender de los demás.
Mat 18:5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.
Mat 18:5 Este versículo de la Biblia es parte de un discurso que Jesucristo pronunció a sus discípulos en el cual les enseña acerca de la humildad y la importancia de tratarse unos a otros con amor y cuidado. En este versículo en particular, Jesús les enseña que ser como un niño en la fe es algo que agrada a Dios. Es decir, aquellos que tienen una actitud humilde y confiada en Dios son valorados por Él. En este sentido, cuando una persona recibe a un niño con amor y se preocupa por su bienestar, también está recibiendo a Jesús en su corazón y demostrando su amor por Él. Jesús muestra que el amor y cuidado hacia los más vulnerables y necesitados es algo que significa mucho para Él y para Dios. En resumen, el versículo significa que al recibir y amar a los niños, estamos recibiendo y demostrando amor por Jesús.
Mat 18:6 Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
Mat 18:6 Este versículo de la Biblia es una advertencia muy seria de Jesús. Él está diciendo que si alguien hace tropezar o lleva a un niño a pecar, es mejor que esa persona esté muerta o completamente desaparecida. Esto se debe a que los niños son muy confiados e inocentes, y no deben ser conducidos por el camino del mal. Jesús les otorga mucha importancia y amor a los niños y nos está diciendo que debemos protegerlos y cuidarlos en lugar de ponerlos en peligro. Por lo tanto, debemos ser cuidadosos en nuestras acciones y palabras para siempre proteger y nutrir a los niños en su fe cristiana.
Mat 18:7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!
Mat 18:7 Este versículo de Mateo 18:7 del Nuevo Testamento es una advertencia de Jesucristo a sus seguidores. En este pasaje, Jesús está hablando de la importancia de ser cuidadosos en nuestras acciones y evitar causar daño a los demás. Él dice que es inevitable que habrá obstáculos en la vida, pero advierte a aquellos que son la causa de estos obstáculos. El término "tropiezo" en este versículo significa cualquier cosa que cause a alguien a caer o a alejarse de la fe en Dios. Jesús expresa la idea de que el mundo está lleno de peligros y obstáculos, pero esto no es una excusa para aquellos que actúan maliciosamente y hacen que otros tropiecen o se desvíen del camino de Dios. La expresión "¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!" es una advertencia para aquellos que influyen negativamente en la vida de otros. Jesús está diciendo que aquellos que inducen a otros a pecar o les impiden seguir su fe cristiana sufrirán un castigo mucho peor que el mundo que los rodea. En resumen, este versículo es una llamada a los cristianos para ser cuidadosos en sus acciones y evitar causar daño a los demás. También es una advertencia para aquellos que influyen negativamente en la vida de otros y los alejan de la fe cristiana.
Mat 18:8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.
Mat 18:8 Este versículo se refiere a la importancia de alejarse de las tentaciones y los pecados. Jesús comprendía que, a veces, nuestras propias acciones pueden hacernos caer en el pecado. Él está diciendo que si hay algo en nuestra vida cotidiana que nos está llevando a pecar, debemos esforzarnos por eliminarlo de nuestra vida, incluso si es algo tan importante como una mano o un pie. Es mejor sufrir una pérdida en esta vida que perder la oportunidad de entrar en la vida eterna. Si nos aferramos a algo que nos lleva al pecado eterno, debemos cortarlo para poder seguir adelante en la vida eterna y evitar un destino en el fuego eterno. En resumen, este versículo nos muestra la importancia de tomar decisiones difíciles y cortar aquello que nos aleja de Dios, en lugar de aferrarnos a cosas temporales que nos llevan al pecado.
Mat 18:9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.
Mat 18:9 Este versículo es parte del discurso de Jesús a sus discípulos sobre la necesidad de ser humildes y perdonarnos entre nosotros. En este contexto, Jesús habla de la importancia de eliminar cualquier cosa que nos aleje de Dios y nos haga caer en el pecado, incluso si es algo que nos gusta mucho o que consideramos muy valioso. En este caso, Jesús menciona específicamente el ojo como un ejemplo de algo que puede llevarnos a caer en el pecado. Es importante destacar que Jesús no está diciendo literalmente que debemos arrancarnos los ojos si nos tientan a pecar, sino que nos está llamando a tomar medidas radicales para evitar caer en la tentación. Al decir "mejor te es entrar con un solo ojo en la vida", Jesús está enfatizando la importancia de perspectiva eterna y de que debemos estar dispuestos a sacrificar todo lo que nos aleje de Dios, incluso si es algo que parece muy valioso en este mundo. Finalmente, la referencia al "infierno de fuego" nos recuerda el serio peligro al que nos enfrentamos si permitimos que el pecado domine nuestras vidas.
Mat 18:10 Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
Mat 18:10 Este versículo hace referencia a la importancia de tratar bien a los más jóvenes en la comunidad cristiana. La frase "estos pequeños" puede referirse tanto a los niños como a los creyentes más nuevos o menos experimentados. Jesús advierte contra menospreciarlos y asegura que sus ángeles, es decir, los seres celestiales que los cuidan y protegen, están constantemente observando y reportando a Dios sobre cómo son tratados. En resumen, el versículo nos insta a respetar y cuidar a aquellos que son más vulnerables y necesitan protección en nuestra comunidad cristiana.
Mat 18:11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
Mat 18:11 Este versículo se encuentra dentro de un pasaje en el que Jesús está enseñando a sus discípulos sobre la importancia de perdonarse mutuamente y buscar la reconciliación. En el versículo 11, Jesús les explica la razón principal por la que él mismo ha venido a la tierra: su misión es salvar a aquellos que se han perdido. La idea de "salvar lo que se había perdido" se refiere a la salvación espiritual de las personas que se han alejado de Dios y han caído en el pecado. Jesús es el Hijo de Dios que vino a la tierra para pagar el precio por nuestros pecados y ofrecernos la oportunidad de tener una relación restaurada con Dios. En resumen, este versículo es una declaración de la misión de Jesús en la tierra y resume el propósito redentor de su vida y ministerio.
Mat 18:12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado?
Mat 18:12 Este versículo es una parábola que cuenta Jesús para ilustrar el amor y la misericordia de Dios hacia aquellos que se han alejado o perdido su camino. En la parábola, el pastor tiene un rebaño de cien ovejas, pero cuando una de ellas se pierde, él deja las noventa y nueve en seguridad y sale en busca de la oveja perdida. Esto muestra que Dios se preocupa por cada uno de nosotros, incluso cuando nos alejamos de él, y está dispuesto a dejar todo lo demás para recuperarnos y guiarnos de regreso al camino correcto. La parábola también nos enseña la importancia de cada persona para Dios, sin importar cuán pequeña o insignificante pueda parecer, y cómo debemos amarnos y cuidarnos los unos a los otros como Dios nos ama.
Mat 18:13 Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.
Mat 18:13 El versículo en cuestión se encuentra en el capítulo 18 del libro de Mateo en el Nuevo Testamento y es parte de una parábola contada por Jesús acerca de la importancia de buscar y recuperar a las personas que se han alejado de la fe o se han desviado del camino correcto. En esta parábola, Jesús compara a un pastor que tiene cien ovejas y una de ellas se pierde. El pastor deja a las noventa y nueve en un lugar seguro y sale a buscar a la que se perdió. Después de mucho buscar, finalmente la encuentra y se regocija más por ella, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. Este versículo explica que Dios se preocupa y se alegra más por cada persona que se pierde y luego se encuentra a través de la fe, que por aquellas que nunca se alejaron. A través de esta parábola, Jesús insta a sus seguidores a ser como el buen pastor y buscar a los que se han alejado de la fe, brindándoles amor y apoyo para ayudarlos a volver al camino correcto.
Mat 18:14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
Mat 18:14 Este versículo se refiere a la importancia que Dios da a cada una de las personas, sin importar su condición o posición social. En este contexto, Jesús está hablando de los niños y su inocencia, y dice que si alguno de ellos se extraviara o se perdiera, Dios no estaría contento porque cada ser humano es importante para él. Por lo tanto, se debe tomar cuidado de proteger y cuidar a aquellos que son más vulnerables y necesitados.
Mat 18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
Mat 18:15 Este versículo de Mateo 18:15 se refiere a la necesidad de confrontar a un hermano (o cualquier otra persona) cuando esa persona ha pecado contra ti. El pasaje nos dice que el primer paso es hablar con esa persona a solas, en privado y con amor, para tratar de resolver el problema. Si esa persona escucha y se arrepiente, entonces has logrado reconciliarse con ella y "has ganado a tu hermano". Si no hay arrepentimiento o no se detiene el comportamiento pecaminoso, se debe considerar involucrar a otros miembros de la iglesia o autoridades apropiadas para ayudar en la resolución del conflicto. En resumen, este versículo se trata de buscar la reconciliación y resolver conflictos de una manera amorosa y pacífica.
Mat 18:16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
Mat 18:16 Este versículo se encuentra en el capítulo 18 del evangelio de Mateo y Jesús está hablando con sus discípulos acerca de resolver conflictos. Él les dice que si alguien ha pecado contra ellos, deben ir y hablar con esa persona en privado. Si la persona no les escucha, entonces deben llevar con ellos a uno o dos testigos más para que puedan confirmar lo que se ha dicho. El propósito de tener testigos es asegurarse de que toda palabra sea confirmada por dos o tres personas. Esto es importante porque en la ley judía no se podía condenar a nadie con base solo en el testimonio de una persona; se requerían al menos dos testigos. Además, también muestra que la intención de este proceso no es para humillar o avergonzar a alguien públicamente, sino para resolver el conflicto de manera justa y pacífica. En resumen, el versículo es una indicación de cómo los cristianos deben tratar con los conflictos y los pecados que ocurren dentro de la iglesia y cómo se debe verificar cualquier acusación.
Mat 18:17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
Mat 18:17 Este versículo se refiere a las instrucciones que Jesús dio a sus discípulos para resolver conflictos dentro de la iglesia. Si alguien tiene una disputa con otro miembro de la iglesia, debe tratar de resolverla en privado primero. Si no se puede llegar a un acuerdo, entonces se debe involucrar a otros miembros de la iglesia para ayudar a resolver el conflicto. Si aún no se puede encontrar una solución, entonces el asunto debe ser llevado ante toda la congregación para su consideración. Si la persona en cuestión sigue siendo obstinada y no escucha a la iglesia, se le considerará como alguien que no está en comunión con la iglesia y se le tratará como un gentil y un publicano, es decir, como alguien fuera de la fe y la comunidad cristiana. En resumen, este pasaje habla de la importancia de la reconciliación y la resolución pacífica de los conflictos dentro de la iglesia.
Mat 18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Mat 18:18 Este versículo de la Biblia se refiere a la autoridad que Dios ha dado a sus seguidores para tomar decisiones en su nombre. Jesús les está diciendo a sus discípulos que lo que ellos hagan en la tierra tendrá consecuencias en el cielo, es decir, que sus decisiones serán reconocidas y respaldadas por Dios. La frase "todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo" significa que si los discípulos toman una decisión que limita o prohíbe algo en la tierra, esa decisión también será respetada en el cielo. Por otro lado, "todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo" significa que si permiten o liberan algo en la tierra, entonces también será permitido o liberado en el cielo. En resumen, Jesús les está dando autoridad a sus discípulos para tomar decisiones importantes en su nombre y les está asegurando que esas decisiones serán reconocidas y respaldadas por Dios en el cielo.
Mat 18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Mat 18:19 Este versículo del Nuevo Testamento se refiere a la importancia de la oración en comunidad y la promesa de Jesús de escuchar nuestras peticiones si estamos de acuerdo y unidos en nuestras oraciones. Esto significa que si dos o más personas se unen en la oración y piden algo con fe y unidad, Dios responderá a sus oraciones y concederá sus peticiones. También se nos recuerda que Dios es nuestro Padre amoroso y deseoso de darnos lo mejor si nos acercamos a él en fe y confianza.
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Mat 18:20 Este versículo de la Biblia habla de la presencia de Jesús en medio de las personas que se reúnen en su nombre. Es decir, aunque no sean muchos, si están unidos con el propósito de alabar y adorar a Dios, Jesús estará presente en medio de ellos. Esto enfatiza la importancia de la comunión y la conexión con otros creyentes en la fe cristiana. Al estar unidos en oración, adoración y amor a Dios, se fortalece la relación con Él y se puede sentir su presencia en medio de la congregación. Este versículo también puede aplicarse a situaciones en las que dos o tres personas se reúnen en el nombre de Jesús para discutir asuntos de fe o para orar juntos. Allí, también estará presente Jesucristo, guiando sus acciones en la dirección correcta. En resumen, este versículo destaca la importancia de la comunión y la presencia divina en la vida de los cristianos.
Mat 18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Mat 18:21 Este versículo se encuentra dentro de un pasaje donde Jesús está enseñando acerca de la importancia del perdón. Pedro está preguntando cuántas veces debe perdonar a alguien que le ha hecho daño. Él menciona el número "siete", que era considerado un número completo en la cultura judía de aquel entonces. Jesús responde a Pedro diciendo que no solo debe perdonar siete veces, sino setenta veces siete. Esta cifra no debe ser interpretada literalmente como 490 veces, sino que se refiere a un perdón infinito y sin límites. La idea central detrás de este pasaje es que la misericordia y el perdón deben ser una parte fundamental del comportamiento de un cristiano. Debemos perdonar a otros tantas veces como sea necesario, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien nos ha perdonado a todos nosotros en numerosas ocasiones.
Mat 18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Mat 18:22 En este versículo, Jesús está hablando de cómo debemos perdonar a aquellos que nos han hecho daño o nos han ofendido repetidamente. La idea es que no debemos limitar nuestro perdón a un número concreto de veces. En lugar de eso, debemos seguir perdonando sin límites, incluso si la persona ha cometido el mismo error muchas veces. El número 70 veces 7 es simbólico y representa una idea de perdón ilimitado. En resumen, Jesús está enseñando la importancia de perdonar siempre y sin condiciones.
Mat 18:23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
Mat 18:23 Este versículo habla de una parábola en la que Jesús compara el Reino de los cielos con un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. En la parábola, el rey llama a uno de sus siervos para que le pague una gran deuda que le debía. Sin embargo, el siervo no podía pagar la deuda, por lo que el rey decidió perdonarle la deuda por compasión. La parábola destaca la importancia del perdón y la misericordia en el Reino de los cielos y la necesidad de tener un corazón humilde y arrepentido ante Dios. También enfatiza que los que han sido perdonados deben perdonar a los demás en la misma medida. En resumen, este versículo nos enseña que Dios es compasivo y misericordioso, y que nosotros debemos serlo también con los demás. Además, nos recuerda que nuestro deber como cristianos es perdonar a quienes nos han ofendido, al igual que Dios nos ha perdonado a nosotros.
Mat 18:24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
Mat 18:24 Este versículo se encuentra dentro de una parábola que Jesús contó a sus discípulos para enseñarles acerca del perdón y la misericordia. La parábola comienza con un rey que quería ajustar cuentas con sus siervos. Uno de ellos le debía una gran cantidad de dinero, diez mil talentos, lo cual era una suma enorme en aquellos tiempos. El siervo le suplicó que le diera tiempo para pagarle, pero el rey, compadecido de él, decidió perdonarle la deuda por completo. Este versículo en particular hace referencia al momento en que el rey comienza a hacer cuentas y se da cuenta de la enorme cantidad que el siervo le debía. Es importante destacar que, en la parábola, el rey representa a Dios, y el siervo representa a los seres humanos que tenemos una enorme deuda por nuestros pecados. La lección central de la parábola es que, al igual que el rey mostró misericordia y perdonó al siervo su enorme deuda, así también Dios está dispuesto a perdonarnos a nosotros nuestros pecados si nos arrepentimos y buscamos su perdón.
Mat 18:25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
Mat 18:25 Este versículo se encuentra en una parábola que Jesús estaba contando a sus discípulos sobre un siervo que debía a su señor una gran cantidad de dinero. El siervo no pudo pagar la deuda y su señor ordenó que él, su esposa, hijos y todo lo que tenía fueran vendidos como esclavos para que se pudiera recuperar la cantidad adeudada. La enseñanza de esta parábola es la importancia del perdón y la misericordia, ya que el señor finalmente perdona la deuda del siervo después de que él ruega y se arrepiente de sus acciones. Jesús estaba enseñando a sus seguidores que deben perdonar a los demás, ya que Dios los perdonará a ellos de la misma manera.
Mat 18:26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Mat 18:26 Este versículo es una parte de la parábola de Jesús sobre el perdón en Mateo 18:21-35. La historia cuenta acerca de un siervo que debía una gran deuda a su señor. Cuando el señor le exigió que pagara, el siervo se postró y le pidió paciencia, prometiéndole que le pagaría todo. La parábola es una ilustración de cómo Dios perdona nuestras deudas de pecado si nos arrepentimos y pedimos perdón. El siervo en esta historia representa a todos nosotros, que hemos sido redimidos de una gran deuda de pecado por la gracia de Dios a través de la obra de Cristo en la cruz. El versículo en sí mismo destaca la humildad y el arrepentimiento del siervo, quien reconoce su incapacidad para pagar su deuda y suplica la paciencia de su señor. Esta es una actitud que también debemos tener cuando nos acercamos a Dios en busca de perdón y misericordia.
Mat 18:27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
Mat 18:27 Este versículo se encuentra en el capítulo 18 del Evangelio de Mateo y se refiere a una parábola que Jesús cuenta sobre un siervo que debe una gran cantidad de dinero a su señor. El siervo implora por piedad y su señor, conmovido por su sinceridad y humildad, decide perdonarle la deuda. Esta parábola es una forma en que Jesús ilustra el concepto del perdón y la misericordia divina hacia aquellos que demuestran arrepentimiento y humildad en su corazón. También es una llamada a la compasión y la empatía hacia los demás, especialmente hacia aquellos que están en dificultades financieras o tienen deudas abrumadoras. Es un recordatorio de que todos necesitamos perdón en algún momento de nuestra vida y que debemos tener un corazón dispuesto a perdonar a los demás como Dios nos ha perdonado a nosotros.
Mat 18:28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
Mat 18:28 En este versículo, Jesús está contando una parábola sobre el perdón y la misericordia. El siervo mencionado en la parábola había sido perdonado por su rey de una gran deuda que nunca podría haber pagado, pero en lugar de ser agradecido y compasivo con otros, se comportó de manera cruel y egoísta. El siervo ahoga a uno de sus consiervos porque le debe una cantidad mucho menor de dinero que la que él mismo había sido perdonado anteriormente. La parábola enseña la importancia de perdonar a otros, ya que aquellos que han sido perdonados deben ser compasivos con los demás en lugar de ser despiadados y vengativos.
Mat 18:29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Mat 18:29 Este verso habla de un siervo que le debe una gran cantidad de dinero a su rey. El siervo se postra a los pies del rey y le suplica que le tenga paciencia y le promete pagar todo lo que le debe. El significado detrás de este verso es que podemos pedir perdón a Dios por nuestras faltas y errores, y si mostramos arrepentimiento genuino, él nos perdonará. Sin embargo, también nos recuerda la importancia de honrar nuestras promesas y compromisos, especialmente cuando se trata de nuestras obligaciones con Dios.
Mat 18:30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
Mat 18:30 Este versículo es parte de la parábola de Jesús sobre el siervo malvado en el capítulo 18 del evangelio de Mateo. En esta parábola, un siervo debe a su rey una gran cantidad de dinero, pero no puede pagarla. El rey decide perdonar la deuda del siervo, pero luego el siervo se niega a perdonar la deuda de un compañero que le debe una cantidad significativamente menor. En este versículo en particular, el siervo malvado ha sido entregado a los carceleros para que lo encarcelen hasta que pueda pagar su deuda. Esto representa el castigo que Jesús está diciendo que aquellos que no perdonan a otros también recibirán. La idea es que si Dios nos ha perdonado mucho, también debemos ser misericordiosos y perdonar a quienes nos han ofendido o nos deben algo. Si no lo hacemos, enfrentaremos las consecuencias de nuestras acciones.
Mat 18:31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
Mat 18:31 Este versículo se encuentra en el capítulo 18 del Evangelio de Mateo, que se centra en las enseñanzas de Jesús sobre la humildad, la compasión y el perdón. En este versículo, Jesús cuenta una parábola sobre un siervo que debía una gran deuda a su señor. Cuando el señor le perdonó la deuda, el siervo salió y exigió que otro siervo le pagara una pequeña cantidad que le debía. Cuando este siervo no pudo pagarle, el primer siervo lo encarceló. Los otros siervos vieron lo que había pasado y se entristecieron mucho, y fueron a contarle al señor lo que había sucedido. Este versículo ilustra la importancia de ser compasivos y perdonadores en nuestras relaciones con los demás, y nos recuerda que debemos tratar a los demás como nos gustaría ser tratados. Los consiervos de la parábola se sintieron tristes al ver la falta de compasión del primer siervo, y fueron a informar al señor para que él pudiera tomar medidas. De manera similar, debemos ser sensibles a las necesidades y los sentimientos de los demás, y trabajar para construir relaciones basadas en la compasión y el cuidado mutuo.
Mat 18:32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
Mat 18:32 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó sobre un rey que decidió perdonar la deuda de un siervo. El siervo, aunque también tenía poder sobre otros, no quiso perdonar la deuda de un compañero suyo. Cuando el rey se enteró, se enojó y castigó al siervo malvado. En este versículo, el rey le recuerda al siervo que él le había perdonado su deuda cuando le pidió que lo hiciera. La idea detrás de la parábola es que Dios nos perdona nuestras faltas y espera que nosotros también perdonemos a los demás, sin importar cuánto nos hayan herido o agraviado. Si no somos capaces de hacer lo mismo, estamos siendo como el siervo malvado y podemos esperar el mismo castigo que recibió él.
Mat 18:33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
Mat 18:33 Este versículo es una parte de una parábola que Jesús contó a sus discípulos sobre la importancia del perdón. En la parábola, un rey perdonó la enorme deuda de uno de sus siervos, pero este siervo no estaba dispuesto a perdonar la deuda mucho menor que le debía un compañero siervo. El versículo en cuestión, es una pregunta que el rey le hace al siervo que se negó a perdonar la deuda de su compañero, recordándole que él mismo había sido perdonado y mostrado misericordia. La enseñanza para nosotros es que, así como Dios nos ha mostrado misericordia y perdonado nuestra deuda de pecados, también debemos ser misericordiosos y perdonar a los demás.
Mat 18:34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
Mat 18:34 Este versículo es parte de una parábola contada por Jesús acerca del perdón y la misericordia. En la parábola, un rey perdona la deuda de un siervo que le debía una gran cantidad de dinero. Sin embargo, ese mismo siervo se niega a perdonar la deuda de otro siervo que le debía una cantidad mucho menor. Al descubrir esta falta de misericordia, el rey se enoja y entrega al siervo a los verdugos hasta que pague todo lo que le debe. El significado de este versículo es que deberíamos ser gentiles y perdonar a los demás, así como Dios nos perdona a nosotros. Si somos duros y no perdonamos a los demás, podemos perder la gracia de Dios y enfrentar consecuencias negativas en nuestras vidas. El mensaje es que debemos ser compasivos y generosos al perdonar a los demás, ya que eso es lo que Dios espera de nosotros.
Mat 18:35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
Mat 18:35 Este versículo es parte de una conversación en la que Jesús está enseñando a sus discípulos sobre la importancia del perdón. Él les ha explicado que si un hermano peca contra ellos, deben ir y hablar con él en privado y buscar una solución pacífica. Si eso no funciona, deben llevar a uno o dos testigos para ayudar a resolver el problema. Y si todavía no hay solución, deben llevarlo a la iglesia y tratar de resolverlo allí. Entonces, en este versículo, Jesús les dice que el perdón es una parte esencial de la vida cristiana. Si no perdonan a sus hermanos de todo corazón, Dios no los perdonará. Y aquí está la parte clave: Jesús dice que Dios los tratará de la misma manera en que ellos tratan a sus hermanos. En otras palabras, si no perdonan, no serán perdonados. Es un recordatorio poderoso de la importancia del perdón y de la gracia de Dios en nuestras vidas. Debemos perdonar a otros de todo corazón, no sólo porque está bien hacerlo, sino también porque Dios nos ha perdonado.