El Evangelio de la Generosidad: El Libro 20 del Nuevo Testamento de Mateo
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El capítulo 20 del libro de Mateo en el Nuevo Testamento comienza con la parábola de los trabajadores de la viña. Jesús habla de un dueño de la viña que contrata a trabajadores a diferentes horas del día para trabajar en su viñedo. Al final del día, el dueño les paga a todos la misma cantidad, lo que indigna a los trabajadores que han trabajado todo el día. Sin embargo, el dueño les recuerda que él les dio el salario acordado por adelantado y que tiene el derecho de hacer lo que quiera con su dinero.
Después de esto, Jesús anuncia por tercera vez su muerte y resurrección. Santiago y Juan, dos de sus discípulos, piden sentarse a su lado en el reino de Dios, lo que provoca la irritación de los otros discípulos. Jesús les enseña que el camino hacia la grandeza es a través del servicio y que el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.
Luego, mientras Jesús se dirige a Jerusalén, encuentra a dos ciegos que le piden que los cure. Jesús les pregunta si creen que él puede hacerlo, y cuando dicen que sí, les quita la ceguera.
Finalmente, el capítulo concluye con la historia de la madre de Santiago y Juan que les pide a Jesús que ponga a sus hijos en posiciones de poder. Jesús les responde que no está en su autoridad otorgar esos lugares, pero que aquellos que quieren ser grandes deben ser siervos de los demás.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mat 20:1 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.
Mat 20:1 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó para ilustrar cómo funciona el reino de los cielos. En la parábola, el hombre que es como un padre de familia sale temprano en la mañana para contratar obreros para trabajar en su viña. Luego, a lo largo del día, va contratando a más obreros con acuerdos diferentes sobre cuánto serán pagados por su trabajo. Al final del día, el padre de familia paga a todos los obreros, incluyendo a aquellos que solo trabajaron una hora, la misma cantidad de dinero. Los obreros que habían trabajado durante todo el día se sienten injustamente tratados, pero el padre de familia les dice que él ha cumplido con su parte del trato y que puede hacer lo que quiera con su dinero. La parábola muestra que el reino de los cielos no sigue las mismas normas que el mundo terrenal. Dios no es injusto, pero sí es misericordioso y generoso, y esto implica que puede ser que los que a nuestro juicio merecen menos, sean recompensados por Dios con las mismas bendiciones que los que consideramos merecedores de una mayor recompensa.
Mat 20:2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.
Mat 20:2 Este versículo se encuentra dentro de la parábola de los trabajadores de la viña. En ella, Jesús cuenta la historia de un hombre rico que sale a la calle a buscar trabajadores para su viña. A lo largo del día, va contratando a distintos obreros en diferentes momentos. En este versículo en particular, el dueño de la viña acuerda con los trabajadores un salario de un denario al día, una moneda romana que equivalía a una jornada completa de trabajo. Después de hacer este acuerdo, los envía a trabajar en su viña. La parábola de los trabajadores de la viña es una enseñanza sobre la justicia de Dios y la igualdad de todos los seres humanos ante Él. Jesús utiliza esta historia para demostrar que nadie merece más o menos que otro ante los ojos de Dios, y que todos somos iguales en su amor y misericordia.
Mat 20:3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados;
Mat 20:3 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó acerca del Reino de los Cielos. En esta parábola, un propietario de una viña sale temprano en la mañana para contratar trabajadores para su cosecha y acuerda pagarles un denario por el día de trabajo. Luego, a la hora tercera del día, vuelve a la plaza y ve a algunos otros trabajadores desocupados, y los contrata también para trabajar en su viña. El significado de este versículo es que el propietario estaba buscando trabajadores para su viña durante todo el día, incluso después de haber contratado a algunos trabajadores temprano en la mañana. Este comportamiento representa la generosidad de Dios en el Reino de los Cielos, quien no discrimina a nadie y está dispuesto a dar oportunidades a todos para que formen parte de su Reino. También muestra que todos aquellos que aceptan la llamada de Dios tienen la misma oportunidad de ser recompensados en igual medida en el Reino de los Cielos.
Mat 20:4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron.
Mat 20:4 El versículo describe a la parábola de los trabajadores de la viña. En ella, un propietario de una viña contrata a trabajadores para trabajar en su viña durante diferentes horas del día y al final del día, les paga a todos la misma cantidad. El propietario justifica su decisión diciendo que ha cumplido su promesa de pagarles lo que era justo. En términos más amplios, el versículo habla sobre la justicia y la recompensa. El propietario de la viña está buscando personas dispuestas a trabajar y les promete una recompensa justa por su trabajo. La lección que se puede extraer de este versículo es que, aunque nuestra vida puede ser diferente a la de los demás, todos somos iguales ante los ojos de Dios y Él nos dará la recompensa que sea justa en relación a nuestros esfuerzos y nuestra dedicación.
Mat 20:5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.
Mat 20:5 Este versículo hace referencia a la parábola de los trabajadores en la viña, que se encuentra en Mateo 20:1-16. En la parábola, un hombre contrata a diferentes trabajadores durante todo el día para trabajar en su viña. Al final del día, les paga a todos el mismo salario, independientemente de cuánto tiempo hayan trabajado. El versículo en cuestión indica que el hombre volvió a salir de su casa a buscar trabajadores cerca de las horas sexta (alrededor del mediodía) y novena (a mitad de la tarde), y les ofreció el trabajo en la viña por el mismo salario que les había ofrecido a los trabajadores que contrató temprano en la mañana. Esto muestra la generosidad y la justicia del hombre, que estaba dispuesto a pagar el mismo salario a todos, independientemente de cuándo comenzaron a trabajar.
Mat 20:6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?
Mat 20:6 Este versículo es parte de la parábola de los trabajadores del viñedo, que habla acerca de un hombre que contrata trabajadores para su viñedo durante diferentes momentos del día. En el versículo citado, el propietario del viñedo sale cerca de la hora undécima (alrededor de las 5 pm) y encuentra a algunos hombres que estaban ociosos o desocupados. Les pregunta por qué han estado todo el día sin trabajo y, al no tener una respuesta satisfactoria, los contrata para trabajar en su viñedo también. La parábola se utiliza para enseñar la idea de que Dios es generoso y justo en su trato hacia las personas, independientemente de cuánto tiempo han estado sirviéndolo. En otras palabras, el mensaje es que Dios no hace discriminación entre aquellos que han trabajado en su viña durante mucho tiempo y aquellos que acaban de comenzar. En lugar de eso, todos son recompensados igualmente.
Mat 20:7 Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo.
Mat 20:7 En este versículo, Jesús está hablando de la parábola de los trabajadores en la viña. Un propietario de la viña sale temprano por la mañana y contrata a algunos trabajadores para trabajar en su viña por un salario diario. Luego, a lo largo del día, el propietario contrata a más trabajadores, incluso cerca del final del día. Cuando llega el momento de pagar a los trabajadores, el propietario les paga a todos el mismo salario, independientemente del tiempo que hayan trabajado en la viña. Los trabajadores que habían trabajado todo el día se quejan de que no es justo, pero el propietario les recuerda que él les había prometido pagarles un salario justo y que él tenía el derecho de pagarles lo que quisiera. En el versículo que mencionas, algunos trabajadores expresan que nadie los había contratado. El propietario les dice que vayan a trabajar en la viña y que recibirán un salario justo al final del día. Este versículo ilustra que incluso aquellos que no han tenido la oportunidad de trabajar o de ser contratados también tienen derecho a ser recompensados de manera justa cuando trabajan.
Mat 20:8 Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.
Mat 20:8 Este versículo cuenta la historia de un dueño de una viña que contrató a varios trabajadores para trabajar en su viña durante el día. Al final del día, el dueño de la viña les pagó a todos los trabajadores por igual, independientemente de cuánto tiempo cada uno había trabajado. Incluso a los trabajadores que habían comenzado a trabajar más tarde en el día se les pagó la misma cantidad que a los que habían trabajado durante todo el día. Este versículo es una parábola que Jesús usó para enseñar sobre la gracia de Dios en el reino de los cielos. La parábola sugiere que, independientemente de cuánto tiempo una persona haya servido a Dios o cuánto ha hecho por Él, todos recibirán la misma recompensa. La parábola también sugiere que no se debe comparar con otros y pensar que uno merece más que los demás, ya que Dios es generoso con todos aquellos que lo sirven.
Mat 20:9 Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.
Mat 20:9 Este versículo se refiere a la parábola de los trabajadores en la viña, que Jesús contó para enseñar a sus seguidores sobre la gracia de Dios y su generosidad. En la parábola, el dueño de una viña contrata a trabajadores en diferentes momentos del día, desde temprano en la mañana hasta cerca del anochecer. Al final del día, el dueño les paga a todos el mismo salario, un denario, sin importar cuánto tiempo hayan trabajado. El mensaje de la parábola es que la salvación y la gracia de Dios no se ganan por nuestros esfuerzos o méritos, sino que son un regalo generoso de Dios para todos los que creen en él, independientemente de cuándo hayan empezado a seguirle. En otras palabras, Dios nos ama y nos acepta tal como somos, sin importar cuánto hayamos trabajado o qué tan lejos estemos de él.
Mat 20:10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario.
Mat 20:10 Este versículo es parte de la parábola de los trabajadores de la viña, contada por Jesús en el Evangelio de Mateo. En la parábola, un propietario de una viña contrata a trabajadores durante todo el día para trabajar en su viña. Luego contrata a más trabajadores a medio día, y finalmente contrata a algunos más cerca del final del día. Al final del día, todos los trabajadores reciben el mismo pago: un denario, que era una moneda romana de la época. Los que habían trabajado todo el día se quejan porque esperaban recibir más, ya que habían trabajado más horas. Pero el dueño de la viña les responde que ha cumplido su promesa de pagarles un denario, y que tiene el derecho de ser generoso con su dinero. En el contexto más amplio de la parábola, el denario simboliza el recompensa que Dios da a aquellos que lo siguen, independientemente de cuánto tiempo hayan estado trabajando para él. El mensaje es que Dios no discrimina ni hace distinciones entre las personas, y que su misericordia y generosidad son iguales para todos.
Mat 20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia,
Mat 20:11 Este versículo se encuentra en la parábola de los trabajadores en la viña, donde un hombre contrata a obreros para trabajar en su viña. Al final del día, el dueño de la viña paga a todos los trabajadores el mismo salario, independientemente del tiempo que hayan trabajado. El versículo en cuestión se refiere a los trabajadores que habían comenzado a trabajar temprano en la mañana y recibieron el mismo salario que aquellos que comenzaron a trabajar más tarde en el día. Los trabajadores que habían comenzado temprano en el día murmuraban contra el padre de familia porque consideraban que habían trabajado más tiempo y merecían un pago mayor que los trabajadores que habían comenzado más tarde. Esta parábola se utiliza para representar la gracia de Dios y su generosidad hacia todos los que le sirven, independiente del tiempo que hayan pasado siguiéndolo. Dios no muestra favoritismo y recompensa a todos por igual. El versículo en cuestión muestra cómo algunos pueden sentir celos o resentimiento cuando otros son recompensados de la misma manera.
Mat 20:12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día.
Mat 20:12 Este versículo hace referencia a una parábola que contó Jesús sobre un hombre que contrató a trabajadores para trabajar en su viña. Al final del día, el hombre pagó a todos los trabajadores específicamente la misma cantidad, incluso a aquellos que solo habían trabajado una hora, lo que irritó a los trabajadores que habían trabajado más tiempo y esperaban ser recompensados más que los demás. La parábola se utiliza para enseñar sobre la justicia y la gracia de Dios, que ofrece igualdad en el reino de los cielos a todos los que lo aceptan, independientemente del momento en que comiencen su camino espiritual. Los trabajadores que habían trabajado más tiempo representan a los judíos, quienes habían servido a Dios por más tiempo, mientras que los trabajadores que solo habían trabajado una hora representan a los gentiles, quienes habían llegado tarde a la fe. En ambos casos, sin embargo, recibieron la misma gracia y bendición de Dios.
Mat 20:13 El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?
Mat 20:13 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó acerca del reino de los cielos. En la parábola, un dueño de una viña acuerda con sus trabajadores pagarles un denario por un día de trabajo. Al final del día, el dueño decide pagarles a todos lo mismo, independientemente de cuánto tiempo hayan trabajado. Los trabajadores que habían trabajado todo el día se quejan, diciendo que es injusto que se les pague lo mismo que a aquellos que solo trabajaron una hora. El dueño responde que él tiene el derecho de hacer lo que quiera con su dinero y les pregunta si es que acaso no habían acordado trabajar por un denario. En el versículo citado, el dueño llama a uno de los trabajadores "amigo" y le dice que no le está haciendo daño al pagarle lo acordado de antemano. En resumen, esta parábola enseña que el reino de los cielos recompensará a todos por igual, sin importar cuánto hayan trabajado en la vida, y que Dios siempre cumple su palabra.
Mat 20:14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti.
Mat 20:14 Este versículo se encuentra en una parábola que Jesús contó acerca del Reino de los Cielos. En la parábola, un propietario de una viña contrata a trabajadores para que trabajen en su viña a diferentes horas del día. Al final del día, a todos los trabajadores se les paga la misma cantidad, independientemente de cuánto tiempo hayan trabajado en la viña. El versículo en cuestión hace referencia a la reacción de los trabajadores que fueron contratados desde temprano en el día y que se sienten injustamente tratados al recibir la misma paga que los trabajadores que fueron contratados más tarde. El propietario les dice que no están siendo injustamente tratados, sino que él tiene el derecho de dar a quien quiera lo que quiera. En el contexto de la parábola, el versículo significa que a veces podemos sentirnos celosos o incomprendidos cuando vemos que otros tienen las mismas bendiciones o recompensas que nosotros, a pesar de haber trabajado menos o de haber llegado más tarde. Sin embargo, la verdad es que Dios tiene el derecho de otorgar sus bendiciones y recompensas a quien quiera, y no podemos cuestionar su justicia o equidad.
Mat 20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?
Mat 20:15 Este versículo viene de una parábola contada por Jesús acerca de los trabajadores de una viña. En la parábola, los trabajadores que habían trabajado todo el día se quejaban porque los que habían trabajado menos tiempo recibieron el mismo pago. En este versículo, Jesús está diciendo que tiene el derecho de hacer lo que quiere con lo que es suyo, lo cual refleja la gracia y la misericordia de Dios que no se basa en la justicia humana. Jesús también sutilmente pregunta si aquellos que se quejan están celosos de la gracia que él les otorga a otros. En general, este versículo habla de la justicia y la gracia de Dios que pueden no ser comprendidas completamente por nosotros, pero que debemos aceptar y celebrar.
Mat 20:16 Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Mat 20:16 Este versículo se encuentra al final de la parábola de los trabajadores de la viña, donde un dueño de la viña contrata trabajadores a diferentes horas del día, pero al final del día les paga a todos por igual. Los trabajadores que habían trabajado todo el día se quejan porque esperaban recibir más, pero el dueño les responde que él tiene derecho a hacer lo que quiera con su dinero y que les había pagado lo acordado. El versículo en cuestión resume la moraleja de la parábola: los primeros contratados, que habían trabajado todo el día, serán últimos en recibir su paga, y los últimos contratados, que habían trabajado solo unas horas, serán los primeros en recibirla. La razón es porque muchos son llamados a trabajar en la viña del Señor (en este caso representado por la viña) pero pocos son escogidos para recibir la recompensa final (representada por el pago). En otras palabras, no importa cuánto tiempo hayamos estado trabajando para Dios o cuánto hayamos hecho por él, todos recibiremos la misma recompensa si somos elegidos por él. Esto nos enseña que no debemos compararnos con otros creyentes ni sentirnos superiores a ellos por nuestro tiempo de servicio, sino que debemos agradecer a Dios por haber sido llamados y trabajar con diligencia mientras esperamos su recompensa final.
Mat 20:17 Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo:
Mat 20:17 Este versículo describe un momento en el que Jesús estaba en el camino hacia Jerusalén con sus doce discípulos. En este punto, Jesús se separó de los otros y habló con ellos en privado. Lo que les dijo no se especifica en este versículo, pero en los siguientes versículos, Jesús les predice su muerte y resurrección en Jerusalén. Este pasaje se considera significativo porque muestra la disposición de Jesús a enfocarse personalmente en enseñar a los discípulos y compartir con ellos importantes verdades espirituales.
Mat 20:18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte;
Mat 20:18 Este versículo es una profecía de Jesus donde él anuncia su propia muerte en Jerusalén, a través de las manos de los líderes religiosos, los principales sacerdotes y los escribas. Este versículo es parte de una serie de predicciones que Jesús hizo a sus discípulos acerca de su destino en Jerusalén, lo que indica que él sabía lo que iba a pasar y estaba dispuesto a ir a su muerte para cumplir la voluntad de Dios. En resumen, Jesús estaba consciente y aceptó que sería entregado para ser juzgado y condenado a muerte en Jerusalén por los líderes religiosos de la época para cumplir con su misión en la tierra.
Mat 20:19 y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.
Mat 20:19 Este versículo se refiere a Jesús hablando a sus discípulos sobre lo que le iba a suceder. Él les dice que los líderes religiosos judíos lo entregarán a los gentiles (los romanos) para que lo ridiculicen, lo golpeen y finalmente lo crucifiquen. Sin embargo, Jesús también les dice que al tercer día él resucitará de entre los muertos, demostrando su poder y su divinidad. En resumen, este versículo es una profecía sobre la muerte y resurrección de Jesús, que es el evento más importante en la fe cristiana.
Mat 20:20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo.
Mat 20:20 En este versículo, la madre de los hijos de Zebedeo (que eran los discípulos Juan y Santiago) se acerca a Jesús y se postra ante él como muestra de respeto y reverencia. Luego, le pide algo, pero no se especifica qué es exactamente lo que pidió. Este episodio es mencionado en el contexto de una discusión sobre quiénes tendrán los lugares de honor en el reino de Dios, lo que sugiere que la petición de la madre podría estar relacionada con ese tema. Sin embargo, la respuesta de Jesús a la solicitud no se da en este verso, sino más adelante en el capítulo.
Mat 20:21 El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
Mat 20:21 Este versículo se encuentra en el contexto de la petición de la madre de dos de los discípulos de Jesús, Santiago y Juan. Ella acude a Jesús pidiéndole que sus hijos sean elevados a puestos de honor en su reino. La respuesta de Jesús es que no le corresponde a él otorgar esos lugares, sino que serán dados a aquellos para los que han sido preparados por Dios. En este pasaje, podemos ver la persistencia de la madre de los discípulos para que sus hijos sean reconocidos y honrados. También se refleja la respuesta sabia y amorosa de Jesús, quien no promete lo que no puede dar y en su lugar, señala la voluntad de Dios como la única fuente de autoridad que puede otorgar el éxito y la gloria.
Mat 20:22 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos.
Mat 20:22 Este versículo habla sobre una conversación entre Jesús y dos de sus discípulos, Santiago y Juan, quienes le pidieron a Jesús que les permitiera sentarse a su derecha y a su izquierda en su reino. Jesús les respondió preguntándoles si estaban dispuestos a sufrir lo que él iba a sufrir, como beber del vaso de su sufrimiento y ser bautizados con su sufrimiento. Los discípulos respondieron que podían, pero no entendían completamente lo que estaban pidiendo. Jesús les estaba diciendo que seguirle no iba a ser fácil y que iba a requerir un gran sacrificio de ellos. Este versículo nos recuerda que seguir a Jesús es un compromiso serio y que no debemos tomarlo a la ligera.
Mat 20:23 El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.
Mat 20:23 Este versículo se encuentra dentro de un diálogo entre Jesús y dos de sus discípulos, quienes le pidieron que les concediera sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda en el reino de los cielos. Jesús les dice que no es él quien tiene el poder de asignar estos lugares, sino que es una decisión del Padre celestial. Además, Jesús les habla sobre su propia experiencia de sufrimiento y muerte, simbolizada por el vaso que va a beber y el bautismo por el que pasará. Aliviando la ambición de los discípulos, Jesús les está recordando que la verdadera recompensa y el verdadero poder en el reino de Dios vienen a través del sufrimiento y la obediencia al Padre celestial.
Mat 20:24 Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos.
Mat 20:24 Este versículo se encuentra en el contexto de una discusión entre los discípulos de Jesús acerca de quién sería el más importante en el reino de los cielos. Dos de los discípulos, Santiago y Juan, se acercaron a Jesús y le pidieron que les permitiera sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda en su reino. Cuando los otros diez discípulos escucharon esto, se enojaron con Santiago y Juan porque parecía que estaban tratando de asegurar para sí mismos una posición privilegiada en el reino de los cielos. Jesús tuvo que explicarles que el reino de los cielos no es algo que se gana por medio de la ambición y la competencia, sino que es algo que se recibe como un regalo de Dios. En resumen, este versículo nos muestra el problema de la rivalidad y la ambición entre los discípulos de Jesús, que Jesús quiso corregir explicándoles los valores del reino de los cielos.
Mat 20:25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
Mat 20:25 Este versículo se encuentra en el capítulo 20 de Mateo y Jesús está hablando con sus discípulos sobre cómo deben comportarse en el reino de Dios y no seguir los caminos del mundo. Él les dice que los líderes terrenales suelen ejercer poder y control sobre la gente, pero en el reino de Dios no es así. En cambio, aquellos que quieren ser grandes deben ser servidores de los demás. Jesús está enseñando que el liderazgo en el reino de Dios se basa en el servicio y la humildad, no en el poder y la autoridad sobre los demás.
Mat 20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
Mat 20:26 Este versículo habla sobre el concepto de liderazgo y servicio en el Reino de Dios. En lugar de buscar el poder y la autoridad sobre los demás, Jesús les dice a sus discípulos que deben actuar como siervos. Esto significa que aquellos que quieren liderar deben ser humildes y estar dispuestos a servir a los demás. En lugar de buscar el reconocimiento y la gloria personal, deben estar dispuestos a trabajar en equipo y ayudar a sus hermanos en la fe. En resumen, el líder en el Reino de Dios no es aquel que busca el poder y la autoridad, sino aquel que busca servir a los demás.
Mat 20:27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
Mat 20:27 Este versículo se encuentra en el evangelio de Mateo, donde Jesús está hablando con sus discípulos y les está enseñando acerca del verdadero liderazgo. Él les dice que para ser el primero entre ellos, deben estar dispuestos a servir a los demás. En lugar de buscar su propio interés o gloria, deben estar dispuestos a sacrificarse por el bien de los demás. Jesús muestra que el verdadero liderazgo no es sobre el poder o la autoridad, sino sobre el servicio a los demás. Al ser un siervo para los demás, estamos siguiendo el ejemplo de Jesús mismo, quien vino a la Tierra como un siervo para darnos su vida y salvarnos. Es solo cuando estamos dispuestos a servir a los demás que podemos realmente ser el primero entre ellos, porque estamos mostrando amor y compasión hacia los demás.
Mat 20:28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Mat 20:28 Este versículo es una afirmación de que Jesús no vino al mundo para ser servido y adorado como un rey terrenal, sino que vino a servir a la humanidad. Él demostró su amor por la humanidad al darse a sí mismo como un rescate por los pecados de muchos, ofreciendo su vida en sacrificio para redimir a la humanidad y reconciliarla con Dios. En resumen, el versículo significa que Jesús vino a servir y dar su vida para salvarnos, no para ser servido por nosotros.
Mat 20:29 Al salir ellos de Jericó, le seguía una gran multitud.
Mat 20:29 El verso de Mateo 20:29 describe un evento en el que Jesús y sus discípulos salían de la ciudad de Jericó y una gran multitud les seguía. Este versículo se encuentra en el contexto de la última visita de Jesús a Jerusalén antes de su crucifixión. La multitud que seguía a Jesús lo hacía porque habían oído de sus milagros y enseñanzas, y muchos estaban interesados en escucharlo y ser sanados por él. Este versículo nos muestra cómo Jesús fue una figura importante y popular en su tiempo, y cómo sus enseñanzas y milagros continuaron atrayendo a grandes multitudes de personas.
Mat 20:30 Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Mat 20:30 Este versículo del Nuevo Testamento de Mateo 20:30 habla de dos hombres ciegos que estaban sentados junto al camino por donde Jesús estaba pasando. Cuando ellos oyeron que Jesús estaba allí, ellos clamaron pidiéndole a Jesús que tenga misericordia de ellos, llamándolo "Señor, Hijo de David". La expresión "Hijo de David" es una referencia al linaje real de Jesús y su conexión con el rey David del Antiguo Testamento. Los dos hombres ciegos estaban pidiendo la ayuda de Jesús, y reconocían su autoridad y poder para sanarlos. Este versículo ilustra cómo la fe en Jesús y su poder para hacer milagros puede inspirar a quienes buscan su ayuda.
Mat 20:31 Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Mat 20:31 Este versículo de Mateo 20:31 describe un momento en el que dos ciegos oyeron que Jesús pasaba por allí y comenzaron a gritar pidiéndole misericordia. La multitud que los rodeaba intentó silenciarlos, pero los ciegos persistieron en su clamor. Ellos reconocieron a Jesús como el Hijo de David, una referencia al Mesías prometido en el Antiguo Testamento, y le pidieron que tuviera misericordia de ellos. Este versículo destaca la importancia de persistir en la fe y perseverar en la oración incluso cuando enfrentamos obstáculos y oposición de otros. También muestra la importancia de reconocer a Jesús como nuestro Salvador y pedirle misericordia y ayuda en nuestras aflicciones.
Mat 20:32 Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga?
Mat 20:32 En este pasaje, Jesús se detiene y llama a dos hombres ciegos que estaban pidiendo ayuda. Él les pregunta qué quieren que les haga para ayudarlos. Este versículo muestra la compasión y el deseo de ayudar a los necesitados que tenía Jesús durante su ministerio en la tierra. También muestra su disposición a escuchar las necesidades de las personas y a responderlas de acuerdo a su voluntad y propósito divino.
Mat 20:33 Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos.
Mat 20:33 En este versículo, los discípulos de Jesús están pidiéndole a él que les abra los ojos espirituales para poder ver la verdad y comprender mejor sus enseñanzas. Este es un pedido de humildad y de búsqueda de la verdad, ya que reconocen que necesitan la ayuda de Dios para poder entender las cosas espirituales. Al pedir que les sean abiertos los ojos, están reconociendo a Jesús como maestro espiritual y pidiéndole que les ayude a entender su mensaje y su propósito en la vida.
Mat 20:34 Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron.
Mat 20:34 Este versículo describe un milagro que Jesús hizo al sanar a dos ciegos. Jesús los vio sentados junto al camino y les preguntó qué querían que les hiciera. Ellos respondieron que querían ver. Jesús, conmovido por su situación, tocó sus ojos y al instante recuperaron la vista. Después de recibir su sanidad, los dos ciegos siguieron a Jesús y se convirtieron en sus seguidores. Este pasaje muestra la compasión de Jesús hacia aquellos que sufren y su poder divino para sanar.