El Evangelio según Mateo: Explorando el Libro 21 del Nuevo Testamento
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El capítulo 21 del libro de Mateo en el Nuevo Testamento de la Biblia relata la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Jesús y sus discípulos se acercan al Monte de los Olivos, donde Jesús envía a sus discípulos para traerle un burro y su cría. Cumpliendo la profecía del Antiguo Testamento, Jesús monta en el burro y entra en Jerusalén mientras la gente lo recibe con hojas de palma y gritos de alegría.
Después, Jesús entra al templo y lo encuentra lleno de cambistas y vendedores, quienes están haciendo negocios en el lugar sagrado. Jesús los echa del templo y les dice que su casa debe ser una casa de oración y no un lugar para el comercio. La reacción de los líderes religiosos es de ira y envidia, y comienzan a planear cómo pueden deshacerse de Jesús.
En los días siguientes, Jesús continúa enseñando en el templo y es desafiado por los líderes religiosos, quienes intentan atraparlo en sus palabras. Jesús les responde con varias parábolas, entre las que se encuentran la parábola de los dos hijos, la parábola de los labradores malvados y la parábola de la boda del rey. En cada una de las parábolas, Jesús les muestra a los líderes religiosos que ellos han estado fallando en cumplir con los mandamientos de Dios y que su reino está destinado a ser entregado a unos nuevos líderes.
En el capítulo 21 del libro de Mateo, vemos a Jesús enfrentando la oposición de los líderes religiosos, cumpliendo la profecía del Antiguo Testamento y estableciendo su camino hacia la crucifixión y resurrección. Además, nos presenta las parábolas como una forma de enseñar verdades espirituales complejas de una manera clara y accesible.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mat 21:1 Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos,
Mat 21:1 Este versículo describe el momento en que Jesús y sus discípulos se acercan a Jerusalén y llegan a Betfagé, ubicado en el monte de los Olivos. Para cumplir una profecía bíblica, Jesús envía a dos de sus discípulos a buscar un burro y su cría que estaba en esa ciudad. Esta situación se puede encontrar en el contexto de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, que se narra en los versículos siguientes.
Mat 21:2 diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos.
Mat 21:2 En este verso, Jesús está dando instrucciones a sus discípulos de cómo encontrar un asna y un pollino para que los traigan a Él. Es importante señalar que Jesús tenía conocimiento previo de que estos animales estaban allí, lo que muestra su poder divino y su capacidad para prever los eventos. También es un ejemplo de cómo Jesús usaba cosas comunes y cotidianas como los animales para comunicar sus enseñanzas y mensajes. Además, la elección de los animales también fue un cumplimiento profético del Antiguo Testamento, donde se predice que el Mesías vendría montado en un asno (Zacarías 9:9).
Mat 21:3 Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará.
Mat 21:3 Este versículo se encuentra en la historia donde Jesús está entrando en Jerusalén montado en un burro. Antes de esto, les dijo a dos de sus discípulos que fueran a un pueblo cercano y encontrarían un burro y un potro atados allí. Jesús les dijo que si alguien les preguntaba por qué estaban tomando los animales, debían responder que el Señor los necesitaba y que los devolverían después de usarlos. Este versículo nos muestra la autoridad de Jesús y cómo incluso los animales obedecen Su voluntad. También nos enseña la importancia de obedecer a Jesús y hacer lo que Él nos pide, incluso si parece extraño o desconocido para nosotros. Finalmente, también demuestra cómo las cosas que Dios nos da no nos pertenecen realmente y que debemos estar dispuestos a darlas de vuelta cuando Él las requiere.
Mat 21:4 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:
Mat 21:4 Este versículo se refiere a un evento específico en la vida de Jesús cuando se acercó a Jerusalén montado en un burro. El Evangelio de Mateo señala que esto sucedió para que se cumpliera una profecía del Antiguo Testamento registrada en el libro de Zacarías. En Zacarías 9:9, se profetiza que el Rey de Sion vendría montado en un burro. Al montar en un burro, Jesús estaba cumpliendo esta profecía y demostrando que era el Mesías prometido en las Escrituras. El versículo en Mateo 21:4, por lo tanto, resume cómo la llegada de Jesús a Jerusalén se alinea con las profecías hechas por los profetas del Antiguo Testamento.
Mat 21:5 Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga.
Mat 21:5 Este versículo en Mateo 21:5 es una profecía citada del Antiguo Testamento (Zacarías 9:9) que se cumple en el Nuevo Testamento. La frase "hija de Sion" se refiere a Jerusalén, la ciudad santa donde vivían los judíos y donde se encuentra el Templo. "Tu Rey" se refiere a Jesús, quien entró en la ciudad montado en un asno. La elección del asno como montura para Jesús es significativa porque los reyes solían montar caballos de guerra, mientras los asnos eran animales de carga humildes. Al entrar en la ciudad montado en un asno, Jesús deja en claro que no viene como un rey terrenal o político, sino como un humilde siervo que viene a salvar a su pueblo. Además, el hecho de que Jesús monte un asno y su potro también cumple otro aspecto de la profecía de Zacarías, en la que se habla de la liberación de las prisiones. En aquel entonces, los reyes solían llevar a cabo procesiones triunfales en las que mostraban a los prisioneros que habían capturado. En este caso, Jesús se presenta como el Liberador que viene a liberar a la gente de la prisión del pecado y la muerte. En resumen, el versículo de Mateo 21:5 es un recordatorio de cómo Jesús se presentó como un siervo humilde y de cómo cumplió las profecías del Antiguo Testamento al entrar en Jerusalén como Rey de los judíos montado en un asno.
Mat 21:6 Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó;
Mat 21:6 En este versículo, se hace referencia a una orden o mandamiento que Jesús dio a sus discípulos y ellos obedecieron. La acción específica que realizaron fue ir a conseguir un burro y un pollino para que Jesús pudiera montarlos durante su entrada triunfal en Jerusalén. Este versículo demuestra la confianza y obediencia que los discípulos tenían hacia Jesús y su disposición a seguir sus instrucciones.
Mat 21:7 y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima.
Mat 21:7 Este versículo se refiere a una escena en la que Jesús llega a Jerusalén montando un burrito y un pollino. Los discípulos trajeron los animales y pusieron sus mantos sobre ellos para que Jesús pudiera sentarse en ellos y ser llevado a través de la multitud que había reunida en el camino. Este evento es recordado en la tradición cristiana como la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y se celebra en el Domingo de Ramos.
Mat 21:8 Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino.
Mat 21:8 Este versículo describe cómo la gente de la multitud en Jerusalén durante la entrada triunfal de Jesús en la ciudad, extendió sus mantos en el camino y cortó ramas de los árboles para colocarlas en el camino que Jesús estaba atravesando. Esta fue una señal de respeto y honor hacia Jesús como su líder y mesías. Esta acción también fue un gesto de bienvenida hacia Jesús y su séquito.
Mat 21:9 Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!
Mat 21:9 Este versículo describe una escena en la que la multitud que estaba acompañando a Jesús lo aclamaba y lo bendecía a medida que se acercaba a Jerusalén. La palabra "Hosanna" es una expresión hebrea que significa "salva ahora" o "salva, te lo suplico". Es una manera de pedir a Dios que salve y proteja a su pueblo, y se convirtió en una forma de alabanza y gratitud a medida que la gente veía los milagros y las enseñanzas de Jesús. Cuando la multitud gritó "Hosanna al Hijo de David", estaban reconociendo que Jesús era el Mesías prometido, el descendiente del rey David que vendría a salvar a su pueblo. Bendecirlo en el nombre del Señor significaba que lo estaban reconociendo como enviado por Dios y honrando su papel como Salvador. En resumen, este versículo es una muestra del fervor y la emoción que rodeaban a Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén antes de su arresto y crucifixión.
Mat 21:10 Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste?
Mat 21:10 Este versículo describe el momento en que Jesús entró en Jerusalén en el período previo a su crucifixión. La multitud que se encontraba en la ciudad se sorprendió y se conmovió por su presencia, preguntándose quién era él y qué mensaje traía consigo. En este momento, la profecía del Antiguo Testamento se estaba cumpliendo, y la gente estaba empezando a reconocer a Jesús como el Mesías prometido. Este evento es conocido como la Entrada Triunfal de Jesús y es celebrado por los cristianos en el Domingo de Ramos.
Mat 21:11 Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.
Mat 21:11 Este versículo hace referencia cuando Jesús llegó a Jerusalén montando en un burro, fue recibido por la multitud que lo aclamaba como el Mesías y lo llamaba profeta. La gente asociaba a Jesús con Nazaret de Galilea, que era su lugar de origen. En resumen, este versículo muestra cómo la gente reconocía a Jesús como alguien importante y lo recibió con gran entusiasmo.
Mat 21:12 Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
Mat 21:12 Este versículo es uno de los relatos más conocidos de la vida de Jesús. Él entró en el templo de Dios y encontró personas vendiendo y comprando cosas allí. Esto probablemente significa que estaban realizando transacciones comerciales en el lugar sagrado que se suponía que debía ser un lugar de adoración y oración. Jesús se enojó al ver esto e inmediatamente comenzó a expulsar a todos los compradores y vendedores del templo. Luego, volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas. Esto fue un acto muy audaz ya que los cambistas y los vendedores eran parte integral de la economía del templo. La razón por la cual Jesús hizo esto fue para denunciar la corrupción que estaba ocurriendo en el templo y para proteger la santidad del lugar. Él quería que la gente entendiera que el templo era un lugar de adoración y no un mercado donde se hacían negocios. Este incidente también muestra la personalidad valiente y decidida de Jesús, quien estuvo dispuesto a desafiar a las autoridades locales y las prácticas corruptas para defender la verdad y la justicia.
Mat 21:13 y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Mat 21:13 Este versículo se encuentra en el capítulo 21 del Evangelio de Mateo, en el que Jesús entra en el Templo de Jerusalén y encuentra a los mercaderes y cambistas haciendo negocios dentro del lugar sagrado. Jesús los saca con la fuerza y les dice que la casa de Dios debe ser un lugar de oración y adoración, pero ellos la han convertido en un lugar de comercio injusto y de engaño. La frase "Mi casa, casa de oración será llamada" es una cita del profeta Isaías (56:7), donde se habla del Templo como un lugar de oración y adoración para todas las naciones. Jesús se refiere a esta profecía y denuncia la corrupción que está sucediendo en el Templo. La expresión "cueva de ladrones" se refiere a la denuncia que Jesús hace sobre cómo los mercaderes y cambistas estaban robando y engañando a los fieles que venían a adorar a Dios en el Templo. Él muestra su indignación contra aquellos que convierten la casa de Dios en un lugar de negocio y explotación. En resumen, este versículo es una denuncia de la corrupción y la injusticia en el lugar sagrado, y es un llamado a la pureza y la honestidad en el servicio de Dios.
Mat 21:14 Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó.
Mat 21:14 Este versículo es parte de la narración de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, en la que Él ingresa al templo y realiza muchos milagros y sanaciones. En este versículo en particular, se nos dice que vinieron a Jesús personas que eran ciegas y cojas, y que Él los sanó. Esto significa que Jesús curó a estas personas de sus enfermedades y discapacidades, y les devolvió la vista y la movilidad. Este fue uno de los muchos milagros que Jesús realizó en su ministerio, para mostrar el amor y el poder de Dios a la gente.
Mat 21:15 Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron,
Mat 21:15 Este versículo habla sobre la reacción de los líderes religiosos de la época (los principales sacerdotes y escribas) ante la presencia de Jesús en el templo y la adoración de los niños hacia él. Los escribas y los sacerdotes estaban molestos porque creían que la adoración que los niños le estaban dando a Jesús era inapropiada y no se correspondía con las prácticas religiosas tradicionales. También se sentían amenazados por las maravillas que Jesús estaba haciendo y por su creciente popularidad entre la gente. Este episodio es un ejemplo de cómo los líderes religiosos de la época se opusieron a Jesús y lo criticaron públicamente.
Mat 21:16 y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman Perfeccionaste la alabanza?
Mat 21:16 Este versículo hace referencia a un momento en que Jesús estaba en el templo y algunos niños estaban cantando y alabando a Dios. Los líderes religiosos se molestaron con esto y le preguntaron a Jesús si estaba escuchando lo que los niños estaban diciendo. Jesús respondió afirmativamente y citó un versículo de las Escrituras que habla de cómo la alabanza perfecta puede venir de bocas de niños y bebes. En otras palabras, Jesús está diciendo que la alabanza verdadera y sincera a Dios no depende de la edad o el status social de la persona, sino de la actitud de su corazón. Todos podemos alabar a Dios con sinceridad, independientemente de nuestra edad o antecedentes.
Mat 21:17 Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y posó allí.
Mat 21:17 Este versículo relata que después de que Jesús llegó a Jerusalén y entró triunfante montado en un burro, Él dejó a sus seguidores y salió de la ciudad hacia Betania, donde se alojó. Betania era un pueblo cercano a Jerusalén, y era conocido por ser el hogar de María, Marta y Lázaro, a quienes Jesús visitó y con los que se relacionó en varias ocasiones durante su ministerio. La salida de Jesús de la ciudad de Jerusalén puede haber sido para buscar un momento de descanso y para escapar del ajetreo y el bullicio de la ciudad antes de la última cena y su ejecución.
Mat 21:18 Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre.
Mat 21:18 Este versículo es parte de la narración en el Evangelio de Mateo sobre la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. El versículo en sí simplemente indica que Jesús, después de pasar la noche fuera de la ciudad, regresó a la ciudad por la mañana y sintió hambre. El contexto del pasaje sugiere que esto podría ser un detalle importante, posiblemente como una forma de humanizar a Jesús y establecer su conexión con la humanidad común. También podría estar indicando que Jesús no estaba escatimando en la cantidad de energía que estaba utilizando en su ministerio, y necesitaba comer adecuadamente para mantenerse fuerte y continuar en su misión. Sin embargo, el versículo en sí mismo es bastante sencillo y no se puede sacar mucho más de él sin conocer el contexto más amplio de la historia.
Mat 21:19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.
Mat 21:19 Este versículo es parte de una historia en el Evangelio de Mateo en la que Jesús se acerca a una higuera con hambre y busca frutos, pero encuentra que solo hay hojas. Él entonces pronuncia una maldición sobre la higuera, diciendo que nunca volverá a dar fruto, y la higuera se seca al instante. Este episodio se interpreta a menudo como una lección sobre la falta de fe o la hipocresía de los líderes religiosos que Jesús estaba criticando en su ministerio. La higuera, que puede haber parecido saludable de lejos, pero no producía frutos, representa la falta de verdadera fe y obediencia que se veía en los líderes religiosos de la época. La historia también puede interpretarse como una advertencia sobre la importancia de llevar una vida fructífera y productiva como seguidor de Jesús. Como discípulos de Jesús, se nos llama a dar frutos buenos y significativos, a través de nuestras acciones y testimonio, y no simplemente a parecer bien por fuera sin un verdadero compromiso interior.
Mat 21:20 Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?
Mat 21:20 Este verso se refiere a un milagro que Jesús realizó al secar una higuera. Jesús estaba caminando con sus discípulos y tenía hambre, por lo que se acercó a la higuera en busca de frutas. Cuando se dio cuenta de que la higuera no tenía frutos, Jesús la maldijo y al día siguiente la higuera estaba completamente seca. Los discípulos se sorprendieron y se preguntaron cómo es posible que la higuera se haya secado en un corto tiempo. Este milagro es un ejemplo del poder de Jesús sobre la naturaleza y su capacidad de hacer que sucedan cosas sobrenaturales.
Mat 21:21 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.
Mat 21:21 Este versículo de Mateo 21:21 es una declaración de Jesús sobre el poder de la fe. Jesús está enseñando que si una persona tiene fe verdadera y no duda, puede realizar cosas increíbles. En este caso, Jesús habla de una higuera que se seca después de que Él la maldijo. Luego, Jesús les dice a sus discípulos que si tienen fe, pueden hacer cosas aún mayores, como mover montañas. Esto significa que con la fe adecuada, cualquier cosa es posible. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la fe no es solo una cuestión de deseos o pensamientos positivos, sino que requiere una confianza completa en Dios y su voluntad.
Mat 21:22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Mat 21:22 Este versículo se refiere a la fe que se debe tener en Dios al orar y pedirle algo. Si se tiene una fe sincera y verdadera en Dios, y se pide con convicción, el pedido será concedido. Sin embargo, es importante entender que no se trata de pedir cualquier cosa egoísta o materialista, sino de pedir aquello que está en línea con la voluntad de Dios y que promueve nuestro crecimiento espiritual. La fe y la oración deben ir de la mano, y deben ser constantes para que se cumpla lo prometido.
Mat 21:23 Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?
Mat 21:23 Este verso se refiere a un momento en el que Jesús estaba enseñando en el Templo y los principales sacerdotes y ancianos del pueblo se acercaron a él y le preguntaron sobre la autoridad con la que estaba haciendo las cosas que estaba haciendo. Los líderes religiosos estaban cuestionando la validez de la enseñanza de Jesús y querían saber de dónde venía su autoridad para predicar e impartir enseñanzas. La pregunta de los líderes religiosos demuestra su desconfianza hacia Jesús y su disposición a desafiar su enseñanza. En última instancia, Jesús demostró su autoridad más allá de lo que ellos podían imaginar, pero la pregunta sigue siendo un recordatorio de la tensión y el conflicto que existió entre Jesús y las personas en el poder religioso de su tiempo.
Mat 21:24 Respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta, y si me la contestáis, también yo os diré con qué autoridad hago estas cosas.
Mat 21:24 Este versículo es parte de una conversación entre Jesús y los líderes religiosos de la época en la que ellos cuestionaban la autoridad de Jesús para hacer milagros y enseñar en el templo. Jesús les responde preguntándoles acerca del bautismo de Juan el Bautista y si creen que provenía de Dios o de los hombres. El versículo en particular explica que Jesús les está diciendo que él también tiene una pregunta para ellos, y que si ellos lo responden, él les mostrará con qué autoridad lleva a cabo sus acciones y enseñanzas. Es una forma sutil de enseñarles que deben ser humildes y estar dispuestos a aprender de otros, incluso de aquellos que ellos no consideran como autoridades religiosas. Además, también les está mostrando que su autoridad no proviene de la tradición o de la aprobación de los líderes religiosos, sino de Dios mismo.
Mat 21:25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres? Ellos entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?
Mat 21:25 Este versículo es parte de un intercambio entre Jesús y los líderes religiosos en la que discuten su autoridad y la validez de su enseñanza. En este pasaje, Jesús pregunta a los líderes religiosos sobre la fuente del bautismo de Juan el Bautista. Jesús pregunta si el bautismo de Juan era del cielo, es decir, si venía de Dios, o de los hombres, es decir, si era una invención humana. Los líderes religiosos no pueden dar una respuesta directa porque temen que si dicen que el bautismo de Juan era del cielo, Jesús les preguntará por qué no creyeron en su mensaje, y si dicen que era de los hombres, tendrán que enfrentar la ira del pueblo que creía en Juan como un profeta enviado por Dios. Este versículo destaca la importancia de la autenticidad y la autoridad divina en la enseñanza y la práctica religiosa. Jesús está señalando que el bautismo de Juan no fue solo un ritual externo, sino que tuvo un significado profundo y espiritual. Además, Jesús está desafiando a los líderes religiosos a reconocer la verdad y la autoridad divina en su propia enseñanza y autoridad.
Mat 21:26 Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta.
Mat 21:26 En este versículo, Jesús está respondiendo a los líderes religiosos que le están cuestionando su autoridad para enseñar en el templo. Él les habla de Juan el Bautista, quien gozaba de gran popularidad entre la gente como un profeta. Jesús les está diciendo que si ellos admitieran que la autoridad de Juan venía de Dios, entonces tendrían que admitir que la autoridad de Jesús también venía de Dios. Pero, si ellos rechazan a Jesús, lo hacen por temor a perder el apoyo popular entre el pueblo, porque el pueblo ve a Juan como un profeta auténtico. Por lo tanto, en lugar de seguir la verdad, se preocupan más por tener el apoyo popular.
Mat 21:27 Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
Mat 21:27 Este verso proviene de una parte de la Biblia que relata la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Los líderes religiosos dudaban de la autoridad de Jesús para hacer milagros y enseñar en el templo. Por lo tanto, le preguntaron por la fuente de su autoridad. Jesús respondió con una pregunta, que si ellos sabían la fuente de la autoridad de Juan el Bautista, quien había predicado el arrepentimiento y la llegada del Reino de Dios. Los líderes religiosos no quisieron responder porque temían la reacción de las personas, ya que reconocían a Juan como un verdadero profeta enviado por Dios. Al no responder, revelaron su hipocresía y Jesús les advirtió que su corazón estaba lejos de Dios. Jesús no les dijo de dónde proviene su autoridad, porque no era necesario ya que sus acciones y su mensaje hablaban por sí solos.
Mat 21:28 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña.
Mat 21:28 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó para enseñar una lección sobre la obediencia y la hipocresía. La parábola se refiere a un padre que tenía dos hijos, y le pidió al primero que fuera a trabajar en su viña. El hijo respondió que no quería ir, pero luego cambió de opinión y fue a trabajar. Luego, el padre le pidió al segundo hijo que fuera a trabajar en la viña, y el segundo hijo respondió que iría, pero en realidad no fue. La lección que Jesús quería enseñar es que el verdadero arrepentimiento y obediencia es más importante que simplemente hacer promesas vacías. Los líderes religiosos de la época a menudo hacían muchas promesas y parecían piadosos, pero no seguían a Dios de verdad. En contraste, las personas comunes y corrientes que eran menos probables que prometieran y parecieran religiosas, a menudo eran los que en realidad escuchaban y seguían a Dios. En resumen, este versículo nos enseña que es la acción, no solo la promesa, lo que cuenta en la fe y la obediencia a Dios.
Mat 21:29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.
Mat 21:29 Este verso se encuentra en la parábola de los dos hijos, donde Jesús les pregunta a los sacerdotes y a los ancianos si obedecieron la voluntad de Dios. Uno de los hijos dijo que no obedecería, pero luego se arrepintió y obedeció, mientras que el otro dijo que sí obedecería, pero no lo hizo. La enseñanza de este versículo es que es mejor arrepentirse y hacer lo correcto, incluso si inicialmente no queremos hacerlo, que prometer hacer lo correcto y no hacerlo. Es un llamado a la humildad y a la obediencia a la voluntad de Dios.
Mat 21:30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.
Mat 21:30 Este versículo es parte de una parábola contada por Jesús en la que un padre pide a sus dos hijos que trabajen en su viña. El primer hijo inicialmente se niega a trabajar, pero luego se arrepiente y va a trabajar. El segundo hijo acepta trabajar de inmediato, pero luego no va. El versículo que mencionas se refiere al segundo hijo y muestra que aunque prometió que iría a trabajar, finalmente no cumplió su compromiso. La enseñanza de la parábola es que lo que importa no es lo que uno dice, sino lo que realmente hace. Por lo tanto, es importante ser fieles a nuestra palabra y cumplir nuestros compromisos.
Mat 21:31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.
Mat 21:31 Este verso de Mateo 21:31 es una parábola que Jesús cuenta a los líderes religiosos que están cuestionando su autoridad. La parábola se trata de dos hijos que reciben una orden de su padre: trabajar en su viñedo. El primer hijo inicialmente se niega, pero luego se arrepiente y va a trabajar. El segundo hijo promete que irá a trabajar, pero en realidad no lo hace. Cuando Jesús le pregunta a los líderes religiosos cuál de los dos hizo la voluntad de su padre, ellos responden que el primer hijo. Jesús entonces les dice que los publicanos y las rameras, que eran considerados como pecadores y personas marginadas en la sociedad, van delante de ellos en el reino de Dios. Este versículo ilustra la idea de que la verdadera obediencia a Dios no se trata solo de proclamar nuestras buenas intenciones o posicionamientos, sino de poner en práctica nuestros actos y demostrar la obra en nuestras acciones. En este caso, aquellos que fueron marginados o excluidos en la sociedad seguían la voluntad de Dios a pesar de sus imperfecciones, mientras que los líderes religiosos que se consideraban justos, no lo hacían. Jesús está llamando a los líderes religiosos a reflexionar sobre sus acciones y a reconsiderar su relación con Dios.
Mat 21:32 Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
Mat 21:32 Este versículo es una parte del discurso de Jesús en el templo de Jerusalén poco antes de su crucifixión. Jesús está hablando a los líderes religiosos de su tiempo y les está diciendo que ellos no han creído en Juan el Bautista, quien vino a preparar el camino para la venida de Jesús y les llamó al arrepentimiento. Los líderes religiosos rechazaron el mensaje de Juan y no se arrepintieron de sus pecados, mientras que los publicanos y las prostitutas, que eran considerados pecadores en la sociedad, creyeron en el mensaje de Juan y se arrepintieron. Jesús está señalando que la fe en él no tiene nada que ver con la posición social o el estatus sino con la humildad y el arrepentimiento verdadero.
Mat 21:33 Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos.
Mat 21:33 Este versículo es el comienzo de una parábola contada por Jesús a sus discípulos y la multitud que lo rodeaba. La parábola trata sobre un hombre que plantó una viña y luego la arrendó a unos labradores. Este hombre era el padre de familia y la viña representaba su propiedad. El dueño había hecho todo lo que era necesario para garantizar una buena cosecha y para proteger su propiedad, incluyendo la construcción de un vallado y una torre de vigilancia. Los labradores a los que el dueño arrendó la viña representan a los líderes religiosos de la época, y la viña representa el pueblo de Israel. Los líderes religiosos habían sido dados la responsabilidad de cuidar al pueblo de Israel y de enseñarles los caminos de Dios. Sin embargo, en lugar de hacer esto, ellos habían abusado de su posición y habían rechazado a los profetas que Dios había enviado a ellos para guiarles. La parábola continúa con la idea de que el dueño envía varios siervos a la viña para recoger la renta del arriendo. Sin embargo, en lugar de cumplir con su obligación, los labradores maltratan a los siervos y los devuelven sin nada. Finalmente, el dueño envía a su hijo a la viña, y los labradores lo asesinan. La parábola de la viña ilustra la habilidad de Jesús para contar historias sencillas que tienen una connotación profunda. Jesús estaba tratando de señalar a los líderes religiosos de su época que habían fallado en su tarea de liderar al pueblo de Dios y que habían rechazado al Mesías enviado por Dios. También estaba diciendo que Dios les quitaría el reino y lo entregaría a gente que sería fiel a él.
Mat 21:34 Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos.
Mat 21:34 Este versículo hace referencia a una parábola que Jesús contó a aquellos que le rodeaban. La parábola cuenta la historia de un hombre que tenía un viñedo y que arrendó el viñedo a unos labradores para que lo cultivaran. Cuando llegó el tiempo de los frutos, el dueño del viñedo envió a sus siervos para recoger la cosecha que le correspondía. Sin embargo, los labradores se negaron a entregar los frutos y maltrataron a los siervos del dueño. Finalmente, el dueño envió a su hijo para que reclamara lo que era suyo, pero los labradores también mataron al hijo. Esta parábola tiene un significado espiritual y se refiere al pueblo de Israel que había sido escogido por Dios, pero que no estaba cumpliendo su propósito. Los siervos son los profetas que Dios había enviado al pueblo de Israel para guiarlos en su camino, pero fueron rechazados y maltratados. El hijo del dueño representa a Jesús, el Hijo de Dios, quien también fue rechazado y crucificado por el pueblo judío. La parábola habla sobre la importancia de reconocer la autoridad y el propósito de Dios en nuestras vidas y las consecuencias de rechazarla.
Mat 21:35 Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon.
Mat 21:35 Este versículo se encuentra en el contexto de la parábola de los labradores malvados, que Jesús contó a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo. En la parábola, un dueño de una viña plantó una viña y la arrendó a unos labradores. Cuando llegó el momento de la cosecha, envió a sus siervos a recoger el fruto, pero los labradores malvados trataron mal a los siervos y algunos incluso los mataron. El dueño de la viña envió a más siervos, pero la situación se repitió y finalmente envió a su propio hijo, quien también fue rechazado y asesinado. Este versículo en particular dice que los labradores malvados, tomando a los siervos, los golpearon, los mataron y los apedrearon. Es una descripción gráfica de la violencia y crueldad que los labradores ejercieron sobre los siervos del dueño de la viña. La parábola en su conjunto sirve como una advertencia sobre las consecuencias de la maldad y la injusticia, y la importancia de obedecer a Dios.
Mat 21:36 Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera.
Mat 21:36 Este versículo se encuentra en la parábola de los viñadores malvados, donde una persona alquila su viña a unos trabajadores, pero cuando envía a sus siervos a recoger las frutas, los trabajadores los golpean y los matan. El dueño envía a otros siervos, pero los trabajadores también los golpean y los matan. El versículo en cuestión significa que el dueño intenta dar otra oportunidad a los trabajadores y envía a otros siervos, pero desafortunadamente los trabajadores hacen lo mismo con ellos. La parábola sirve como una advertencia de que aquellos que rechazan y matan a los siervos de Dios enfrentarán su ira y justicia.
Mat 21:37 Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.
Mat 21:37 Este versículo viene de la parábola de los viñadores malvados, en la que Jesús está hablando con los líderes religiosos de su tiempo. La parábola trata sobre un dueño de viñedo que envía a sus siervos a recoger parte de la cosecha, pero los viñadores malvados los golpean y los matan. Finalmente, el dueño envía a su hijo, pensando que lo respetarán, pero también lo matan. Esta parábola es una crítica a los líderes religiosos de ese tiempo, quienes habían recibido de Dios la responsabilidad de guiar y enseñar al pueblo, pero habían abusado de esa autoridad y se habían alejado de los propósitos divinos. Al enviar a su propio Hijo, Dios estaba dando una última oportunidad para que los líderes religiosos se arrepintieran y siguieran el camino correcto, pero en cambio, lo rechazaron y lo mataron. Este versículo en particular resalta la importancia que Dios le da a su Hijo y la importancia de que se le respete. En este contexto, el respeto no solo significa honrarlo como a un líder religioso, sino también seguir sus enseñanzas y aceptar su papel como enviado de Dios.
Mat 21:38 Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad.
Mat 21:38 Este verso habla de una parábola que Jesús contó a la multitud sobre unos labradores malvados que fueron confiados con el cuidado de un viñedo, pero que en lugar de cuidarlo y entregar la cosecha al dueño cuando este la requería, decidieron aferrarse a ella y no reconocer al verdadero dueño. Cuando finalmente el dueño envió a su propio hijo a reclamar lo que era suyo, los labradores lo mataron para tomar su heredad. Esta parábola se trata sobre la rebelión de los líderes religiosos de la época de Jesús contra Él y su plan de salvación. En esta historia, Jesús es comparado con el hijo del dueño y los líderes religiosos con los labradores malvados. Lo que muestra esta historia es que la gente puede traicionar a Dios y sus planes por sus propios intereses egoístas.
Mat 21:39 Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.
Mat 21:39 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó a sus discípulos. La historia habla sobre un dueño de una viña que envió a sus siervos para recoger los frutos de la viña, pero los arrendatarios de la viña los maltrataron y los mataron. La viña simboliza el pueblo de Israel y los siervos son los profetas que Dios envió para enseñarles y guiarles, pero los líderes religiosos no los escucharon y los persiguieron. Luego, el dueño de la viña envía a su hijo, pensando que los arrendatarios lo respetarán, pero ellos también lo matan. Este hijo simboliza a Jesús, quien fue enviado por Dios al pueblo de Israel para enseñar y guiarlos hacia la salvación, pero los líderes religiosos no lo aceptaron y lo crucificaron. Por lo tanto, este verso se refiere al rechazo a Jesús por parte de los líderes religiosos de su tiempo y su posterior muerte a manos de ellos.
Mat 21:40 Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?
Mat 21:40 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó sobre un dueño de una viña que alquiló su viña a unos labradores. Cuando llegó el momento de recoger los frutos de la viña, el dueño envió a sus siervos a recogerlos. Sin embargo, los labradores maltrataron y mataron a los siervos del dueño. El versículo hace referencia a cuando el dueño de la viña decide enviar a su hijo para que los labradores le entreguen los frutos. Pero los labradores deciden matar también al hijo, pensando que así podrían quedarse con la viña para ellos mismos. Jesús utilizó esta parábola para ilustrar que Él era el hijo enviado por Dios, y que los líderes religiosos de ese tiempo, los fariseos y saduceos, estaban actuando como los labradores, rechazando a Jesús y negándose a darle frutos a Dios. En esencia, el versículo significa que aquellos que rechazan a Jesús y van en contra de los planes de Dios, enfrentarán las consecuencias de sus acciones.
Mat 21:41 Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.
Mat 21:41 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó a los líderes religiosos de su época. En la parábola, un dueño de una viña arrendó su propiedad a unos labradores malvados que se negaron a darle los frutos que le pertenecían. En lugar de arrepentirse y cambiar sus actitudes, los labradores malvados tomaron el control de la viña y maltrataron a los mensajeros del dueño. Cuando el dueño envió a su hijo para reclamar lo que era suyo, los labradores lo mataron. En el versículo que mencionas, Jesús está explicando el final de la parábola a los líderes religiosos. Él les dice que aquellos que rechazan y maltratan a Dios y a sus enviados serán destruidos sin misericordia, y que la viña (es decir, el reino de Dios) será arrendada a otros que estén dispuestos a darle a Dios lo que le pertenece. Los nuevos labradores serán aquellos que acepten y sigan el camino de Dios, y ellos darán frutos que agraden a Dios. En resumen, la parábola es una advertencia de que aquellos que rechazan a Dios y a su mensaje no tendrán un buen final, mientras que aquellos que le obedecen y le siguen serán recompensados.
Mat 21:42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?
Mat 21:42 Este versículo se encuentra en el contexto de una conversación entre Jesús y los líderes religiosos judíos. Jesús les estaba hablando de un propietario de una viña que envió a sus siervos a recoger los frutos de la viña, pero los labradores malvados los golpearon y mataron. Finalmente, el dueño envió a su propio hijo, pero también lo mataron. Después de contar esta parábola, Jesús les dice a los líderes religiosos que ellos son los labradores malvados y que el hijo del dueño de la viña es Él mismo. En ese momento, Él cita el versículo de Salmo 118:22-23 que dice: "La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos." Lo que Jesús está diciendo es que a pesar de que los líderes religiosos no reconocen su autoridad ni su mensaje, Él es el elegido de Dios y se convertirá en la piedra angular de su Iglesia. Aunque fue rechazado y despreciado por aquellos que supuestamente deberían haberlo aceptado, se convertirá en la piedra angular de todo el edificio. En otras palabras, Él es la piedra que los edificadores rechazaron, pero que se convertirá en la base de su obra.
Mat 21:43 Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.
Mat 21:43 Este versículo se encuentra en el capítulo 21 del Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento. Jesús les habla a los líderes judíos y les advierte que el reino de Dios será quitado de ellos y dado a una gente que produce los frutos de Él. Los líderes judíos habían rechazado a Jesús y su mensaje, y habían demostrado una falta de obediencia y arrepentimiento. Por lo tanto, Jesús les advierte que su posición privilegiada en el Reino de Dios sería quitada. En cambio, el Reino de Dios sería entregado a aquellos que demuestran su fe en Dios a través de la obediencia y producen buenos frutos, es decir, aquellos que viven sus vidas en consonancia con los principios y valores del Reino de Dios. En resumen, este versículo presenta una advertencia sobre la importancia de vivir una vida que sea coherente con la voluntad de Dios para poder tener parte en su Reino. Aquellos que rechazan a Dios y sus principios, y no producen frutos, perderán su lugar en el Reino de Dios.
Mat 21:44 Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.
Mat 21:44 Este versículo es una metáfora que utiliza la figura de una piedra para referirse a Jesús como la piedra angular. El mensaje es que si alguien se tropieza y cae sobre esa piedra (Jesús), se dará cuenta de que es necesario arrepentirse de sus pecados y perder su orgullo y egoísmo para seguir a Jesús. Es decir, será quebrantado en su propia voluntad y humildad. En cambio, si esta piedra (Jesús) cae sobre alguien, significa que esta persona ha rechazado la enseñanza y la salvación que ofrece Jesús, y por lo tanto, será desmenuzada en su fe y en su vida. Es decir, su rechazo a la salvación y a Jesús como la piedra angular les llevará a la destrucción. En resumen, este versículo nos invita a arrepentirnos y seguir a Jesús para evitar el juicio y la condena eterna.
Mat 21:45 Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de ellos.
Mat 21:45 Este versículo se encuentra al final de la parábola de los labradores malvados, en la cual Jesús les estaba hablando a los sumos sacerdotes y fariseos sobre su rechazo al Hijo de Dios y su mensaje. Cuando los líderes religiosos escucharon esta parábola, se dieron cuenta de que Jesús estaba hablando de ellos y su rechazo a su mensaje. La parábola muestra cómo los labradores malvados rechazan a los mensajeros del dueño de la viña y finalmente matan a su hijo, simbolizando cómo los líderes religiosos rechazaron a los profetas enviados por Dios y finalmente crucificaron a Jesús. Este versículo muestra que los líderes religiosos entendieron el mensaje de Jesús y su implicación. Pero a pesar de esto, continuaron oponiéndose a él y sus enseñanzas.
Mat 21:46 Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque éste le tenía por profeta.
Mat 21:46 Este versículo se encuentra en el capítulo 21 del Evangelio de Mateo. Antes de este versículo, Jesús había llegado a Jerusalén montado en un burro, lo que fue interpretado por muchos como un signo de su mesianismo o realeza. Jesús predicó en el templo y fue desafiado por los líderes religiosos debido a su enseñanza y acciones. En este versículo, los líderes religiosos se sienten amenazados por Jesús y comienzan a buscar una manera de arrestarlo. Sin embargo, tienen miedo de la reacción del pueblo, que había llegado a la ciudad para celebrar la fiesta de la Pascua y había recibido a Jesús con entusiasmo. El pueblo veía a Jesús como un profeta, lo cual significaba que tenía autoridad moral y espiritual. Este versículo muestra cómo Jesús era popular entre el pueblo, pero al mismo tiempo, estaba siendo amenazado por los líderes religiosos. También enfatiza la importancia del pueblo en la historia de Jesús y cómo su fe y devoción hacían que las autoridades religiosas tuvieran miedo de enfrentarse a Jesús abiertamente.