El Evangelio segun Mateo: Una guía completa del libro 22 del Nuevo Testamento.
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El libro de Mateo del Nuevo Testamento es uno de los cuatro evangelios que relatan la vida, enseñanzas y milagros de Jesucristo. El capítulo 22 de este libro se enfoca en tres temas principales: la parábola de la fiesta de bodas, el pago de los impuestos y la pregunta de un fariseo sobre el mayor mandamiento.
En la parábola de la fiesta de bodas, Jesús compara el reino de los cielos con un rey que prepara una gran fiesta de bodas para su hijo, invitando a muchos a la celebración. Sin embargo, algunos de los invitados rechazan la invitación, incluso matando a los mensajeros del rey. En respuesta, el rey envía a sus siervos para invitar a otros, incluidos a los pobres, enfermos y marginados. La parábola enseña la importancia de aceptar la invitación de Dios y participar en su reino, sin importar nuestros antecedentes o status social.
La segunda parte del capítulo 22 se enfoca en el pago de los impuestos. Los fariseos intentan poner a Jesús en una trampa haciéndole preguntas sobre si es legal pagar tributo a César, el gobernante romano de la época. Jesús responde: "Dad, pues, a César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Esta respuesta muestra la importancia de honrar tanto las leyes civiles como las leyes de Dios.
Por último, un fariseo pregunta a Jesús cuál es el mayor mandamiento de la ley. Jesús responde citando Deuteronomio 6:5, declarando que el mayor mandamiento es amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. El segundo mandamiento es amar a tu prójimo como a ti mismo. Esta enseñanza es fundamental en el cristianismo y muestra la importancia del amor y la relación con Dios y con los demás.
En resumen, Mateo 22 se enfoca en tres temas clave: la parábola de la fiesta de bodas, el pago de los impuestos y el mayor mandamiento. Estos temas enseñan la importancia de aceptar la invitación de Dios y participar en su reino, de honrar tanto las leyes civiles como las leyes de Dios y de amar a Dios y a los demás.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mat 22:1 Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:
Mat 22:1 Este versículo se refiere a un momento en el que Jesús respondió a las preguntas de ciertos líderes religiosos en una parábola. Las parábolas son historias breves que se usan para transmitir una lección o verdad espiritual de una manera fácil de entender. En este caso específico, Jesús estaba usando la parábola de un rey que invitó a sus súbditos a una fiesta de bodas para ilustrar cómo Dios nos invita a entrar en Su reino eterno. La invitación del rey fue rechazada por muchos, lo que representa cómo muchas personas rechazan la invitación de Dios a seguirlo y tener una relación personal con Él. En resumen, este versículo enfatiza la importancia de la enseñanza de Jesús a través de historias y parábolas.
Mat 22:2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;
Mat 22:2 Este verso de Mateo 22:2 es una parábola en la que Jesús compara el reino de los cielos con un rey que prepara una gran fiesta de bodas para su hijo. En la cultura judía, las bodas eran una celebración extremadamente importante y a menudo duraban varios días. El rey en esta parábola representa a Dios, el Padre, y el hijo se refiere a Jesús, quien es el salvador del mundo y la razón por la cual se celebra la fiesta. La invitación a la boda representa el llamado de Dios a la salvación, y aquellos que aceptan la invitación se unen a la celebración del reino de Dios en el cielo. Sin embargo, aquellos que rechazan la invitación son excluidos del reino de los cielos. En resumen, esta parábola refleja la importancia de aceptar la invitación de Dios para entrar en su reino y celebrar la salvación a través de Cristo.
Mat 22:3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
Mat 22:3 Este versículo es parte de la parábola de las bodas del hijo del rey, contada por Jesús en el Evangelio de Mateo. En la parábola, el rey (que representa a Dios) invita a sus siervos (que representan a los profetas y mensajeros de Dios) a invitar a la gente a las bodas de su hijo (que representa a Jesús). Sin embargo, los invitados originales no quieren venir y rechazan la invitación. Esto es simbólico de cómo muchos de los líderes religiosos y del pueblo judío rechazaron a Jesús y no lo aceptaron como el Mesías. La parábola continúa con el rey enviando a sus siervos a invitar a otros a las bodas, representando cómo Dios abrió la invitación a todos, judíos y gentiles, a unirse al reino de Dios a través de la fe en Jesús.
Mat 22:4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.
Mat 22:4 Este versículo pertenece a una de las parábolas que Jesús contó a sus discípulos acerca del reino de los cielos y cómo aquellos que no estaban dispuestos a recibirlo serían excluidos. En esta parábola, un rey prepara una boda para su hijo y envía a algunos siervos a invitar a los invitados. Sin embargo, los invitados no quieren asistir y lo rechazan. El rey envía a más siervos para persuadir a los invitados, incluso ofreciendo una cena elaborada preparada con los mejores alimentos, pero aún así, los invitados rechazan la invitación. El versículo en cuestión se refiere a la segunda vez que el rey envía a sus siervos para invitar a los invitados a la boda. El rey les dice a los siervos que les digan a los invitados que la comida ya está lista y que todo está dispuesto para que se unan a la celebración. Esto muestra la paciencia y la oferta generosa del rey para aquellos que deseaban unirse a la boda. En un nivel más profundo, esta parábola se refiere a cómo Dios ofrece su amor y gracia a todos, pero solo aquellos que están dispuestos a aceptar la invitación pueden entrar en su reino. También muestra cómo la terquedad y la negativa a aceptar la invitación del rey pueden tener graves consecuencias.
Mat 22:5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
Mat 22:5 Este versículo hace parte de una parábola que Jesús contó en la que un rey preparó una fiesta de bodas para su hijo. El rey invitó a muchos invitados, pero ellos rechazaron la invitación. Algunos incluso maltrataron a los mensajeros que llevaron la invitación. Finalmente, el rey envió a sus siervos a invitar a cualquier persona en las calles para que llenaran la sala de banquetes. El versículo en cuestión se refiere a los invitados originales que rechazaron la invitación. En lugar de aceptar la invitación del rey para asistir a la fiesta de bodas de su hijo, estos invitados decidieron continuar con sus propias ocupaciones, sus trabajos y sus labores cotidianas. Es una representación de cómo muchas personas pueden ser indiferentes a la invitación de Dios a formar parte de su reino y preferir seguir dedicándose a sus propios intereses y preocupaciones.
Mat 22:6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.
Mat 22:6 Este versículo es parte de la parábola de la boda del hijo del rey, que Jesús contó a los fariseos y escribas para condenar su rechazo al mensaje del reino de Dios. En la parábola, el rey es Dios, el hijo del rey es Jesús y los invitados a la boda son los judíos que fueron llamados a aceptar a Jesús como Mesías. En el versículo en cuestión, se describe cómo algunos de los invitados reaccionaron violentamente a los llamados de los siervos del rey (los profetas) a venir a la boda. En lugar de aceptar la invitación, los invitados insultaron y mataron a los siervos. Este es un ejemplo de cómo algunos líderes religiosos judíos de la época reaccionaron violentamente al mensaje de Jesús y sus seguidores, y es un recordatorio de la resistencia que puede encontrarse al proclamar la verdad de Dios.
Mat 22:7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
Mat 22:7 Este versículo se encuentra en la parábola de la boda del hijo del rey. En ella se describe cómo el rey invitó a mucha gente a la boda de su hijo, pero estos rechazaron la invitación y algunos incluso maltrataron y mataron a los mensajeros del rey. El rey se enojó mucho y envió a su ejército para destruir a los homicidas y quemar su ciudad. Esta parábola es una representación de cómo Dios ha invitado a todos a su Reino, pero muchos lo rechazan y desobedecen sus mandamientos. A través de la parábola, Jesús enseña que aquellos que desobedecen y rechazan a Dios se enfrentarán a su ira y juicio en el día final.
Mat 22:8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
Mat 22:8 En este versículo, Jesús está contando una parábola en la que el rey invita a un banquete de bodas, pero los invitados no vienen. En lugar de cancelar el banquete, el rey manda a sus siervos a invitar a cualquier persona que encuentren en la calle, porque las bodas están preparadas y él quiere que su banquete se llene. El versículo dice que los invitados originales no eran dignos, lo que significa que no merecían la invitación y no habían mostrado el respeto o la gratitud adecuada. La parábola simboliza la invitación de Dios a participar en su reino, y cómo debemos estar dispuestos a aceptar su invitación y vivir en su camino, independientemente de nuestras circunstancias o antecedentes.
Mat 22:9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.
Mat 22:9 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó a la multitud acerca de un rey que invitó a su hijo a su boda y envió a sus sirvientes a llamar a los invitados. Sin embargo, los invitados rechazaron la invitación y el rey envió a sus sirvientes a los caminos y plazas públicas para invitar a cualquier persona que encontraran. El versículo en sí significa que los sirvientes del rey deberían ir a cualquier lugar donde haya gente para invitarlos a la boda. Es una invitación abierta a todos, sin importar quiénes sean o de dónde vengan. Aquí, Jesús está hablando de cómo Dios ofrece la salvación a todas las personas, pero muchas veces, las personas rechazan esta invitación. Por lo tanto, Dios extiende su invitación a aquellos que normalmente serían ignorados o excluidos. En resumen, este versículo enseña la idea de la inclusión y del amor de Dios hacia todas las personas.
Mat 22:10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
Mat 22:10 Este versículo de Mateo 22:10 habla de una parábola contada por Jesús sobre un rey que preparó una gran cena de bodas para su hijo. Los invitados originales no quisieron asistir, así que el rey envió a sus siervos a invitar a cualquier persona que encontraran en los caminos, tanto buenos como malos. La idea es que la invitación a la cena estaba abierta para todos y muchos respondieron a ella. La boda fue un éxito y se llenó de invitados de todos los tipos. Es una metáfora de cómo la invitación de Dios a su reino está abierta a todos, no importa su pasado o presente situación.
Mat 22:11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
Mat 22:11 Este versículo es parte de una parábola que Jesús contó sobre un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. En la parábola, el rey envió a sus siervos para invitar a las personas a la boda, pero muchos de los invitados no quisieron asistir. Entonces, el rey envió a sus siervos para invitar a cualquier persona que quisiera venir a la boda. En el versículo en cuestión, el rey entra a la boda y ve a un hombre que no está vestido adecuadamente para la ocasión. En la cultura del Antiguo Testamento, había una expectativa de que los invitados a las bodas usarían una prenda especial para la boda. Este hombre claramente no lo había hecho, lo que podría haber sido considerado como un signo de falta de respeto para el anfitrión. En la parábola, el hombre es echado fuera por el rey, que lo considera indigno de estar allí. La lección de la parábola es que, al igual que este hombre, aquellos que no se preparan adecuadamente para encontrarse con Dios pueden encontrar que no son dignos de estar en Su presencia. Es una llamada a la reflexión sobre nuestra propia preparación espiritual y nuestra actitud hacia Dios. En resumen, el versículo es una metáfora sobre la necesidad de estar preparados para estar en presencia de Dios.
Mat 22:12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
Mat 22:12 Este versículo hace referencia a una parábola que Jesús contó sobre un rey que organizó una fiesta de bodas para su hijo. El rey invitó a muchos invitados, pero algunos rechazaron la invitación. Entonces, el rey envió a sus sirvientes a invitar a cualquier persona que encontraran en las calles. La fiesta comenzó, pero el rey notó que había un invitado que no estaba vestido apropiadamente para la ocasión. En el versículo en cuestión, el rey se dirige al invitado y lo llama "amigo", pero le pregunta cómo ha llegado allí sin estar vestido adecuadamente para la boda. El invitado no responde y queda enmudecido. La parábola tiene como objetivo enseñar que Dios es como el rey que organiza la fiesta de bodas, y que todos son invitados a participar. Sin embargo, es necesario estar preparados y vestidos adecuadamente para la ocasión, lo que simboliza la necesidad de estar limpios de pecado y tener una relación verdadera con Dios. Aquellos que rechazan la invitación o no están preparados serán excluidos de la fiesta celestial.
Mat 22:13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mat 22:13 El versículo 13 del capítulo 22 del evangelio de Mateo es parte de una parábola que Jesús contó a sus seguidores para enseñarles una lección sobre la importancia de aceptar la invitación de Dios y vivir según sus enseñanzas. En la parábola, un rey organiza una gran fiesta de bodas para su hijo y envía invitaciones a todos sus súbditos. Sin embargo, muchos de los invitados rechazan la invitación y se niegan a asistir a la fiesta. El rey entonces envía a sus sirvientes a invitar a todos los que encuentran en los caminos y callejones, buenos y malos, para que vengan a la fiesta de bodas. Pero cuando el rey entra en la fiesta, nota que hay un invitado que no tiene el vestido apropiado para la ocasión. El rey pregunta al invitado cómo es que no tiene el vestido apropiado y el invitado no tiene respuesta. Entonces el rey dice a los que lo sirven que aten al invitado de pies y manos y lo tiren fuera, donde habrá llanto y crujir de dientes. Este versículo en particular describe la acción del rey después de descubrir a un invitado que no llevaba la ropa adecuada para la fiesta. El rey ordenó a sus sirvientes que lo aten y lo expulsen de la fiesta, llevándolo a un lugar de oscuridad y dolor donde habrá llanto y crujir de dientes. Esto representa el destino que espera a aquellos que rechazan la invitación de Dios y no viven de acuerdo a sus enseñanzas. Es un recordatorio de que la aceptación de Dios y su camino es la única forma de alcanzar la vida eterna y la felicidad eterna en el reino de Dios.
Mat 22:14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
Mat 22:14 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Mateo y es parte de la parábola de la boda del rey, que Jesús estaba contando a sus discípulos en respuesta a una pregunta de los fariseos sobre el pago de impuestos. La parábola describe a un rey que preparó una gran fiesta de bodas para su hijo y envió a sus siervos a invitar a muchas personas para que asistieran. Sin embargo, muchos de los invitados no querían ir, y algunos incluso maltrataron a los siervos. Entonces, el rey envió a más siervos a invitar a otros, buenos y malos, hasta que el banquete estuvo lleno con invitados. Sin embargo, cuando el rey entró en el banquete, notó a un hombre que no tenía puesto el traje de boda apropiado, y lo echó afuera. Entonces viene el versículo que preguntas: "Porque muchos son llamados, y pocos escogidos". Este verso significa que aunque Dios invita a muchas personas a su reino, solo unos pocos realmente lo recibirán. Mucha gente puede escuchar la palabra de Dios y ser llamados por él, pero solo aquellos que busquen la Verdad y lo sigan de todo corazón serán verdaderamente elegidos por Dios para vivir una vida eterna en su reino. En resumen, este versículo enfatiza la importancia de vivir una vida fiel en el Señor y de que no basta solo con escuchar la palabra de Dios, sino que también es necesario seguirla y obedecerla para ser elegido por Él.
Mat 22:15 Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra.
Mat 22:15 Este verso se refiere a una estrategia de los fariseos para intentar atrapar a Jesús con sus palabras. Los fariseos eran un grupo de líderes religiosos judíos que a menudo desafiaban a Jesús y cuestionaban su autoridad. En este caso, querían buscar algo que Jesús dijera para atraparlo y hacerlo parecer como un hereje o un falsificador. Sin embargo, a lo largo de los evangelios, Jesús siempre ha sido astuto y ha evadido los intentos de los fariseos de atraparlo en sus palabras.
Mat 22:16 Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.
Mat 22:16 Este versículo habla de un grupo de discípulos que se acercan a Jesús junto con los herodianos (seguidores del rey Herodes) para hacerle una pregunta. Antes de hacerlo, le halagan diciéndole que saben que es un maestro justo y que habla con la verdad de Dios sin preocuparse por la apariencia de las personas. Es una forma de tratar de conseguir la atención de Jesús y ganarse su favor, sin embargo, la intención real detrás de su pregunta no es clara en este versículo.
Mat 22:17 Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
Mat 22:17 En este versículo, los fariseos y los herodianos hacen una pregunta a Jesús para intentar atraparlo en un dilema. La pregunta trata sobre el tema del pago de impuestos a César, el gobernante romano. Los fariseos y los herodianos saben que muchos de los judíos se oponen a pagar tributo a los romanos, y esperan que Jesús tome una posición pública en contra de los impuestos romanos, lo que podría ponerlo en conflicto con las autoridades romanas. Sin embargo, Jesús responde de manera ingeniosa, pidiéndoles que le muestren la moneda que se usa para pagar el tributo. Cuando le muestran una moneda que tiene la imagen de César, Jesús responde: "Dad pues a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios " (Mateo 22:21). Jesús sugiere que aunque los judíos pueden tener objeciones a pagar tributo a César, deben recordar que también tienen un deber de hacer lo que es correcto en los ojos de Dios. En otras palabras, aunque la tributación es una obligación civil, el compromiso de los creyentes con Dios debe ir más allá de su lealtad a cualquier gobernante o imperio terrenal.
Mat 22:18 Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
Mat 22:18 En este versículo, Jesús está hablando con un grupo de líderes religiosos que le están preguntando sobre el pago de impuestos. Él sabe que están tratando de atraparlo y hacer que diga algo controvertido para poder acusarlo de algo. Por lo tanto, les llama hipócritas por su mala intención y les pregunta por qué lo están tentando. En esencia, Jesús está diciendo que no caerá en su trampa y que sus preguntas y acusaciones falsas no lo distraerán de su misión.
Mat 22:19 Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
Mat 22:19 Este verso se encuentra en el capítulo 22 del evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento y cuenta la historia de cómo los fariseos intentaron atrapar a Jesús en una pregunta. Le preguntaron si era lícito pagar tributo al César, quien era el gobernante romano en ese momento. Jesús les pidió que le mostraran la moneda que se utilizaba para pagar el tributo. Los fariseos le presentaron un denario, que era una moneda romana que tenía la imagen del emperador en un lado y la inscripción "Tiberius Caesar, Augustus, hijo del divino Augusto" en el otro lado. Al mostrar la moneda, los fariseos aceptaron implícitamente que estaban usando la moneda romana, lo que los hacía cómplices de la ocupación romana de Judea. Jesús respondió a la pregunta de los fariseos diciendo que se debía dar al César lo que era del César y a Dios lo que era de Dios. Este versículo es importante porque muestra cómo Jesús manejó una situación en la que sus enemigos intentaron atraparlo en una pregunta mientras enseñaba una lección más profunda sobre la responsabilidad y la lealtad que se debe a Dios y a las autoridades terrenales.
Mat 22:20 Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción?
Mat 22:20 Este versículo es parte de una historia en la que los fariseos tratan de poner a Jesús en una posición difícil, preguntándole si es legal pagar impuestos al gobierno romano. Jesús les pide que le muestren una moneda y les pregunta a quién pertenece la imagen y la inscripción en la moneda. Los fariseos responden que es del emperador romano. Entonces, Jesús dice: "Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". En otras palabras, Jesús les está diciendo que es válido pagar impuestos al gobierno romano, pero que también es importante dar a Dios lo que le corresponde en cuanto a nuestra devoción y nuestro compromiso espiritual.
Mat 22:21 Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Mat 22:21 Este versículo se encuentra en el contexto del interrogatorio que los fariseos y los herodianos hacen a Jesús para tratar de ponerlo en un trampa. Le preguntan si es lícito pagar tributo al César romano, que era un imperio pagano que subyugaba al pueblo judío. Jesús responde de manera sabia, diciendo que deben dar a César lo que le pertenece, ya que es el gobierno establecido en ese momento, pero también deben dar a Dios lo que le pertenece, es decir, su lealtad y adoración. Con esta respuesta, Jesús muestra la importancia de respetar las autoridades civiles, al mismo tiempo que se mantiene la obediencia a Dios y sus principios.
Mat 22:22 Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron.
Mat 22:22 El versículo Mat 22:22 del Nuevo Testamento dice "Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron." Este versículo hace referencia a la reacción de los fariseos al escuchar la respuesta de Jesús a una pregunta que le hicieron sobre si era lícito pagar tributo al César romano. Jesús respondió "Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios." Los fariseos se sorprendieron por su respuesta y luego se retiraron, probablemente debido a que no esperaban que Jesús les diera una respuesta tan sabia y equilibrada.
Mat 22:23 Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron,
Mat 22:23 En Mateo 22:23, se hace referencia a la historia en la que los saduceos, que no creían en la resurrección de los muertos, vinieron a Jesús para hacerle una pregunta relacionada con la ley de levirato (Deuteronomio 25:5-10) en la que se instruía a un hombre a casarse con la esposa de su hermano fallecido si este no había tenido hijos para poder asegurar la continuidad de la familia. Los saduceos preguntan sobre el caso de una mujer que se casó con siete hermanos diferentes, todos los cuales murieron sin hijos. Luego preguntan a Jesús, si en el caso de la resurrección, ¿de quién sería esposa esta mujer? Jesús responde que en la resurrección no se casarán ni se darán en matrimonio, sino que serán como los ángeles de Dios en el cielo. El versículo nos ayuda a entender que Jesús fue confrontado por los saduceos, quienes no creían en la resurrección, y cómo Jesús respondió con una enseñanza sobre la vida después de la muerte. También demuestra cómo Jesús se enfrentó a preguntas difíciles y cómo hizo hincapié en la importancia de enfocarse en nuestro propósito eterno en lugar de cosas terrenales como la relación y el matrimonio.
Mat 22:24 diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano.
Mat 22:24 Este versículo es parte de un diálogo entre Jesús y los saduceos, un grupo religioso judío que no creía en la resurrección. Los saduceos le preguntaron a Jesús sobre una ley mosaica que establecía que si un hombre moría sin tener hijos, su hermano debía casarse con la viuda y tener hijos para que el nombre y la descendencia del hermano fallecido no se perdiera. La idea era que la descendencia asegurara su memoria y su legado. Jesús les responde que esa ley terrenal no se aplica en el reino celestial de Dios, donde la vida es diferente y no hay matrimonios ni hermanos. Jesús está mostrando que la ley mosaica sólo se aplica a la vida y sociedad terrestres, en cambio la vida después de la muerte es espiritual. Jesús también muestra que la verdadera continuidad de los hombres no está en su descendencia, sino en la resurrección, por eso les habla de la resurrección como la esperanza de vida eterna en la fe cristiana.
Mat 22:25 Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; el primero se casó, y murió; y no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano.
Mat 22:25 Este versículo está hablando de una situación hipotética en la que hubo siete hermanos y uno de ellos se casó y murió sin dejar hijos, dejando a su esposa sin hijos y sin un heredero directo. La ley en aquel entonces dictaba que en tales situaciones, el hermano del difunto debía casarse con su cuñada para poder continuar su linaje y garantizar la herencia de su hermano en la familia. Este versículo ilustra cómo la cultura y las leyes de ese tiempo eran diferentes a las que tenemos hoy en día.
Mat 22:26 De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo.
Mat 22:26 El versículo que mencionas, Mateo 22:26, forma parte de una parábola que Jesús contó a sus seguidores. La parábola cuenta la historia de un rey que hizo una fiesta en honor a su hijo, y envió invitaciones a muchos invitados. Sin embargo, estos invitados se negaron a asistir a la fiesta, y el rey decidió invitar a otras personas en su lugar. En el versículo que mencionas, Jesús está explicando que el rey envió invitaciones a varios grupos de personas, pero todos ellos se negaron a asistir a la fiesta. El "segundo" grupo de invitados se negó, lo mismo que el "tercero", el "cuarto", y así sucesivamente hasta el séptimo grupo. Esto ilustra cuán obstinados y tercos pueden ser los seres humanos en su rechazo a la invitación de Dios a la salvación y la vida eterna. Es una advertencia sobre los peligros de la incredulidad y la dureza de corazón.
Mat 22:27 Y después de todos murió también la mujer.
Mat 22:27 El versículo en Mateo 22:27 dentro del contexto del pasaje es parte de una parábola que Jesús estaba contando para enseñar sobre la resurrección de los muertos. El verso completo dice: "Y después de todos murió también la mujer". En la parábola, un hombre se casa con una mujer y luego muere sin dejar hijos. Según la ley de ese tiempo, el hermano del hombre debería casarse con la viuda para asegurarse de que su hermano tenga descendencia. Pero en la parábola, cada uno de los hermanos del hombre muere sin dejar hijos, y finalmente la mujer también muere. El propósito de Jesús al contar esta historia era hacer hincapié en que la resurrección de los muertos es real y que incluso aquellos que han muerto sin dejar descendencia también serán levantados. Por lo tanto, el versículo "Y después de todos murió también la mujer" simplemente significa que la mujer fue la última en morir en la parábola, pero no tiene una implicación más amplia o profunda en sí mismo.
Mat 22:28 En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron?
Mat 22:28 Este versículo es parte de una discusión entre Jesús y un grupo de saduceos que venían a Él con la intención de ponerlo en un aprieto. Los saduceos no creían en la resurrección de los muertos, y ellos le presentaron a Jesús un problema al respecto: según la ley de Moisés, si un hombre moría sin tener hijos, su hermano debía casarse con su viuda para tener descendencia en su nombre. Los saduceos plantearon un supuesto en el que una mujer se había casado con siete hermanos (uno tras otro) y ninguno había dejado descendencia. Entonces, ellos le preguntaron a Jesús que en la resurrección, ¿de cuál de los siete sería ella mujer? La respuesta de Jesús, en resumen, es que en la resurrección no habrá matrimonio, por lo que la pregunta de los saduceos no tiene sentido. Jesús les dice que en la vida eterna somos como los ángeles y ya no se necesitará el matrimonio para la reproducción. La importancia radica en que Jesús está demostrando que la resurrección de los muertos es real, y esa es la verdadera respuesta a la pregunta de los saduceos.
Mat 22:29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
Mat 22:29 En este versículo, Jesús está hablando con los saduceos, quienes le hacen una pregunta acerca de la resurrección. Él les dice que están equivocados en su comprensión de las Escrituras y en su falta de conocimiento del poder de Dios. Jesús está diciendo que la comprensión correcta de las Escrituras y el conocimiento del poder de Dios son esenciales para entender las verdades espirituales, incluyendo la resurrección. Él les está diciendo que necesitan estudiar las Escrituras más a fondo y buscar una relación más estrecha con Dios para comprender completamente las verdades espirituales.
Mat 22:30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.
Mat 22:30 Este versículo habla de la vida después de la muerte y cómo será diferente de la vida en la tierra. En la resurrección, los seres humanos ya no estarán casados ni se casarán, porque estarán como los ángeles de Dios en el cielo. Es decir, su preocupación principal no será la unión matrimonial o la reproducción, sino estar en la presencia de Dios y vivir en comunión con Él. Este versículo muestra cómo la vida en el cielo será celestial y diferente de la vida en la tierra.
Mat 22:31 Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo:
Mat 22:31 Este versículo es parte de un diálogo entre Jesús y los saduceos, quienes no creían en la resurrección de los muertos. Jesús les está explicando que no entienden las Escrituras porque no creen en la resurrección. El versículo completo es: "Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo:" Jesús está citando el libro de Éxodo 3:6, donde Dios se revela a Moisés en la zarza ardiente: "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob". Jesús está sugiriendo que Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos, y que si Dios dijo que era el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, es porque ellos siguen vivos en Dios después de su muerte. En resumen, Jesús está usando este versículo para argumentar que la resurrección de los muertos es una enseñanza bíblica que debe ser creída.
Mat 22:32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
Mat 22:32 Este versículo se refiere a una pregunta que le hicieron a Jesús sobre la resurrección de los muertos. Él les respondió que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, lo que significa que aunque Abraham, Isaac y Jacob hayan muerto, todavía son vivos en Dios y su espíritu sigue existiendo y viviendo. Además, al afirmar ser el Dios de ellos, Jesús confirma su conexión con el Dios del Antiguo Testamento, el mismo Dios que sigue siendo el Dios de los vivos. En resumen, este versículo enseña que la vida en Dios no se termina con la muerte física, sino que continúa más allá de la vida terrenal.
Mat 22:33 Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina.
Mat 22:33 Este versículo se encuentra en el Evangelio según Mateo, capítulo 22, y se refiere a Jesús hablando con los fariseos sobre el gran mandamiento de amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente, y el segundo mandamiento de amar a tu prójimo como a ti mismo. La gente que estaba escuchando se quedó asombrada de la enseñanza de Jesús porque Él estaba hablando con autoridad y sabiduría divina. Este es uno de los muchos pasajes en los que la enseñanza de Jesús asombró y convenció a la gente de la verdad de Su mensaje.
Mat 22:34 Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una.
Mat 22:34 Este versículo significa que los fariseos, después de escuchar que Jesús había respondido exitosamente a los argumentos de los saduceos, se reunieron para planear una estrategia para tratar de atrapar a Jesús y conseguir su condena. Los fariseos y los saduceos eran dos grupos religiosos diferentes que a menudo tenían opiniones y prácticas diferentes. Los fariseos eran conocidos por su rigidez en la observancia de la ley judía, mientras que los saduceos rechazaban muchas de las enseñanzas tradicionales de la ley. A pesar de sus diferencias, ambos grupos querían desafiar a Jesús y poner a prueba su conocimiento y autoridad.
Mat 22:35 Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo:
Mat 22:35 El versículo Mateo 22:35 del Nuevo Testamento describe una situación en la que uno de los intérpretes de la ley, que era un experto en la ley de Moisés, intentaba poner en apuros a Jesús, haciendo una pregunta para tentarlo. La pregunta era: "Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?" Esta pregunta era una trampa, ya que había muchos mandamientos en la ley de Moisés, y si Jesús elegía uno, podría ser acusado de no seguir otro. Sin embargo, Jesús respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y más grande de los mandamientos". En resumen, este versículo destaca una estrategia de los líderes religiosos para desafiar a Jesús y la sabia respuesta de Jesús a su pregunta.
Mat 22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
Mat 22:36 En este versículo, se nos relata cómo uno de los fariseos (un grupo religioso judío) se acerca a Jesús y le pregunta cuál es el mandamiento más importante en la Ley de Moisés (las enseñanzas y leyes del Antiguo Testamento). La respuesta de Jesús es: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22:37-39). Con esto, Jesús resume la importancia de amar tanto a Dios como a los demás, y cómo estos dos mandamientos son fundamentales para vivir una vida plena y satisfactoria.
Mat 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Mat 22:37 Este versículo es parte de una conversación entre Jesús y los fariseos, quienes le estaban preguntando cuál era el mandamiento más importante. Jesús respondió citando Deuteronomio 6:5, que dice: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas". Al decir "todo tu corazón", se refiere a la totalidad de tus sentimientos y emociones. "Toda tu alma" se refiere a tu ser completo, tu vida entera entregada a Dios. "Toda tu mente" abarca tus pensamientos y entendimiento, lo que te lleva a conocer a Dios con profundidad. Jesús está resumiendo aquí lo que es la verdadera adoración y obediencia a Dios: el amor completo, total y exclusivo a Él. Esta fue y sigue siendo una enseñanza fundamental para el cristianismo y para cualquiera que busca seguir a Dios en su vida diaria.
Mat 22:38 Este es el primero y grande mandamiento.
Mat 22:38 Este versículo es parte de un diálogo entre Jesús y un grupo de fariseos que tratan de ponerlo a prueba. Jesús les dice que el mayor mandamiento de la ley es "amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente". Él dice que este mandamiento es el primero y el más importante. Esto significa que debemos darle a Dios el primer lugar en nuestra vida y amarlo por sobre todas las cosas. Jesús también agrega que el segundo mandamiento más importante es "amar a tu prójimo como a ti mismo". Estos dos mandamientos resumen toda la ley y los profetas.
Mat 22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mat 22:39 Este versículo es parte de una enseñanza de Jesús sobre los dos mandamientos más importantes. Él dijo que el primero es amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente, y el segundo es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos significa tratar a los demás de la misma manera en que nos gustaría ser tratados. Significa ser amables, respetuosos, compasivos y serviciales hacia todas las personas, sin importar su origen, raza o condición. En resumen, este versículo nos llama a amar y tratar a nuestro prójimo de la misma manera en que deseamos ser amados y tratados. Es un llamado a mostrar amor y compasión hacia todos aquellos que están a nuestro alrededor.
Mat 22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Mat 22:40 Este versículo es una afirmación de Jesús acerca de la importancia de dos mandamientos que se encuentran en la ley de Moisés. En Mateo 22:37-39, Jesús dice que el primer y más grande mandamiento es "amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente" y el segundo es "amar a tu prójimo como a ti mismo". En el versículo 40, Jesús afirma que "de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas". En otras palabras, si seguimos y cumplimos estos dos mandamientos, estaremos cumpliendo toda la ley y los profetas que se encuentran en las Escrituras del Antiguo Testamento. Esto muestra la importancia de amar a Dios y amar a los demás como a nosotros mismos en la vida cristiana.
Mat 22:41 Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó,
Mat 22:41 El versículo de Mateo 22:41 del Nuevo Testamento dice: "Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó:". Este versículo es el comienzo de un pasaje más largo (Mateo 22:41-46) en el que Jesús discute con los fariseos sobre la identidad del Mesías. Este pasaje comienza cuando Jesús pregunta a los fariseos: "¿Qué pensáis de Cristo? ¿De quién es hijo?" Los fariseos responden que es "hijo de David". Entonces Jesús les pregunta cómo David, en el Salmo 110, llama al Mesías "Señor", si es su hijo. Jesús está tratando de hacer ver a los fariseos que el Mesías no es solo el hijo de David, sino que es también su Señor y que, por lo tanto, es divino. Esta enseñanza iba en contra de la creencia de los fariseos de que el Mesías sería un líder humano y político. En resumen, este versículo es el comienzo de una discusión importante sobre la identidad de Jesús y su papel como Mesías.
Mat 22:42 diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.
Mat 22:42 Este verso se encuentra dentro del relato bíblico en el que los fariseos estaban tratando de poner a prueba a Jesús. Jesús les hace la pregunta: "¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?" Los fariseos le responden que el Cristo es hijo de David. Esta respuesta se basa en una profecía que se encuentra en el libro de Isaías (Isaías 11:1), que dice que el Mesías, o el Cristo, vendrá de la línea de David. El hecho de que los fariseos respondieran de esta manera muestra que ellos creían en esta profecía y esperaban la venida del Mesías. Sin embargo, Jesús quería llevar a los fariseos a un nivel más profundo de entendimiento. Él les hace la pregunta: "Si el Cristo es hijo de David, ¿cómo es que David le llama Señor?" (Mateo 22:43). Jesús estaba hablando de un salmo que fue escrito por David (Salmo 110) en el que él llama al Mesías "Señor". Jesús estaba tratando de explicar que el Mesías no sólo sería un descendiente de David, sino que sería mucho más que eso. Él sería el mismo Dios, el Señor, hecho hombre. En resumen, este verso muestra cómo Jesús estaba tratando de enseñar a los fariseos sobre su verdadera identidad y su relación con Dios. Él les estaba llevando a un nivel más profundo de comprensión sobre el Mesías y su papel en la salvación de la humanidad.
Mat 22:43 El les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo:
Mat 22:43 En este versículo, Jesús está citando un pasaje del Salmo 110:1, en el cual David se refiere a un mesías futuro como su Señor. La pregunta que Jesús plantea es cómo David puede hablar de este personaje como su Señor si él es el rey y el líder del pueblo de Israel. Para entender la respuesta de Jesús, es necesario entender que en la cultura judía de la época, el título "Señor" era una forma de mostrar respeto y sumisión a alguien de mayor autoridad. Jesús está diciendo que David, al hablar de este mesías futuro como su Señor, está reconociendo que este personaje tendrá una autoridad aún mayor que la suya y que merece el respeto y la sumisión de todo el pueblo. Con ello, Jesús está afirmando su propia autoridad e identidad como el mesías esperado por el pueblo.
Mat 22:44 Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
Mat 22:44 El versículo es parte de un diálogo entre Jesús y los fariseos, en el que Jesús les pregunta cuál es el mayor mandamiento. Después de responder correctamente, Jesús les hace una pregunta a su vez: "¿Cómo puede David llamar a su propio hijo 'Señor'?", refiriéndose al Salmo 110:1 en el que el rey David dice: "Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies". Jesús está demostrando que incluso el gran rey David reconoció que su descendiente (quien también es su Señor), tiene una relación especial con Dios y ha sido exaltado al nivel de sentarse a su derecha en el cielo. La frase "hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies" sugiere que este descendiente tendrá la victoria final sobre sus enemigos y que será altamente exaltado. En resumen, el versículo es una demostración de la autoridad divina de Jesús y su exaltación después de la resurrección.
Mat 22:45 Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?
Mat 22:45 Este versículo es una parte de un diálogo que Jesús tiene con los fariseos en el que les pregunta acerca del Mesías y su relación con David. En este versículo, Jesús les señala que el propio David, en el salmo 110, llama al Mesías "Señor", lo cual indica el respeto y la autoridad que se le otorga a la figura del Mesías. Pero al mismo tiempo, Jesús también pregunta "¿cómo es su hijo?" para señalar que hay algo más en juego en la relación entre David y el Mesías. La pregunta sugiere que aunque el Mesías es un descendiente de David, también es algo distinto y superior a él. En resumen, el versículo pone en cuestión la comprensión que los fariseos tenían de la naturaleza del Mesías y su relación con la figura de David.
Mat 22:46 Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.
Mat 22:46 Este versículo se encuentra al final de un diálogo entre Jesús y los fariseos, quienes le hacían preguntas para tratar de atraparlo en sus palabras y criticar su enseñanza. En esta ocasión, Jesús les había preguntado a ellos acerca del Mesías y de su relación con el rey David. Los fariseos no pudieron responderle y, desde ese momento, no se atrevieron a hacerle más preguntas porque se dieron cuenta de que no podían con sus argumentos. El versículo indica la autoridad y sabiduría de Jesús para responder a los desafíos de sus oponentes y dejarlos sin palabras.