El evangelio de Mateo: Descubriendo el mensaje divino en el Libro 3
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El libro de Mateo en el Nuevo Testamento es uno de los cuatro evangelios que relatan la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret. En el capítulo 3, se inicia con la presentación de Juan el Bautista, quien proclama el arrepentimiento y el bautismo para el perdón de los pecados.
Juan bautiza a Jesús en el río Jordán y se escucha la voz de Dios que proclama: "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco". Posteriormente, Jesús es llevado al desierto para ser tentado por Satanás, pero Jesús triunfa sobre él.
Después de su victoria sobre Satanás, Jesús comienza su ministerio público en Galilea, predicando el arrepentimiento y el Reino de los Cielos. Jesús llama a sus primeros discípulos, entre ellos Pedro y Andrés.
En el capítulo 3 de Mateo se destacan la importancia del bautismo en la vida de los seguidores de Jesús y el hecho de que es necesario el arrepentimiento para entrar en el Reino de los Cielos.
Además, se resalta la humildad de Juan el Bautista, quien reconoce que Jesús es mucho mayor que él y debe ser seguido en lugar de él.
En resumen, el capítulo 3 del libro de Mateo presenta el inicio del ministerio público de Jesús, su bautismo, la tentación en el desierto y la predicación del arrepentimiento y el Reino de los Cielos. También se destaca la importancia del bautismo y la humildad de Juan el Bautista.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mat 3:1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
Mat 3:1 El versículo hace referencia al momento en el que Juan el Bautista comenzó su ministerio de predicación en el desierto de Judea. Juan fue un profeta enviado por Dios para preparar el camino para Jesús, el Salvador prometido. Su predicación se centraba en arrepentimiento y el perdón de los pecados, y exhortaba a la gente a apartarse de sus malos caminos. La llegada de Juan el Bautista fue un cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento que anunciaban la venida del Mesías.
Mat 3:2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Mat 3:2 Este versículo es parte del mensaje de Juan el Bautista, quien vino a preparar el camino para la venida del Mesías y su reino. Él les estaba diciendo a las personas que se arrepintieran de sus pecados porque el reino de los cielos estaba cerca, es decir, que el Mesías estaba por venir y quería prepararlos para su llegada. El arrepentimiento implicaba un cambio de actitud y comportamiento, abandonando el pecado y volviéndose hacia Dios. Juan estaba llamando a las personas a prepararse para la venida del Mesías y a ser parte de su reino.
Mat 3:3 Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas.
Mat 3:3 Este versículo hace referencia a Juan el Bautista, quien es aquel de quien habló el profeta Isaías en el Antiguo Testamento. Juan el Bautista clamaba en el desierto, llamando a las personas a arrepentirse de sus pecados y prepararse para la llegada del Mesías, Jesucristo, quien es el Señor al que se refiere el versículo. La frase 'Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas' significa que debemos prepararnos y hacer espacio en nuestra vida para recibir al Señor y seguir sus caminos rectos y justos.
Mat 3:4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
Mat 3:4 Este versículo está hablando de Juan el Bautista, quien era un profeta que predicaba en el desierto antes de la llegada de Jesús. Se describe su apariencia física y su estilo de vida. Juan vestía ropa hecha de pelo de camello, que era el material más común en esa época para los habitantes del desierto, y llevaba un cinturón de cuero alrededor de su cintura. Su dieta consistía en langostas y miel silvestre, lo que era típico para aquellos que vivían en regiones desérticas. Este versículo muestra que Juan llevaba un estilo de vida simple y austero, dedicado a la predicación y la preparación para la llegada del Mesías.
Mat 3:5 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán,
Mat 3:5 Este verso describe la gran cantidad de personas que acudían a Juan el Bautista en el río Jordán para ser bautizados y escuchar su predicación. Jerusalén, la capital de Israel, y toda Judea, la región alrededor de Jerusalén, así como toda la provincia alrededor del río Jordán, incluyendo Galilea, estaban representadas. La gente iba a Juan al pasar por el rito del bautismo para demostrar su arrepentimiento y su fe en Dios. Esto marcó el comienzo del ministerio público de Juan y preparó el camino para Jesús.
Mat 3:6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
Mat 3:6 Este versículo hace referencia al bautismo de Juan el Bautista en el río Jordán. Juan estaba bautizando a la gente que venía a él, y como parte de ese proceso, la gente confesaba sus pecados. Esto significaba que admitían sus errores y pedían perdón a Dios por ellos antes de ser bautizados en el río. El bautismo de Juan tenía como objetivo llevar a la gente a la transformación espiritual y el arrepentimiento de sus pecados.
Mat 3:7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?
Mat 3:7 Este versículo es parte del relato del bautismo de Jesús por Juan el Bautista en el río Jordán. Él estaba bautizando a las personas en el nombre del arrepentimiento y la preparación para el advenimiento del Mesías. Sin embargo, los fariseos y los saduceos, que eran líderes religiosos en ese momento, también llegaron a ser bautizados. Juan los llamó "generación de víboras", lo que significa que estaban llenos de malicia y maldad, y los acusó de ser hipócritas que buscaban ser bautizados solo por apariencia en lugar de verdadero arrepentimiento. Luego, Juan los advirtió sobre la ira venidera, refiriéndose al juicio divino que vendría después. Por lo tanto, este versículo muestra una confrontación entre Juan el Bautista y los líderes religiosos judíos que necesitaban arrepentirse sinceramente de sus pecados y prepararse para la venida del Mesías.
Mat 3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
Mat 3:8 Este versículo está relacionado con el bautismo de Juan el Bautista y su llamado al arrepentimiento. Él estaba pidiéndole a la gente que se arrepintiera de sus pecados y que demostrara ese arrepentimiento a través de sus acciones. El concepto de "frutos dignos de arrepentimiento" se refiere a las acciones que una persona toma después de arrepentirse de sus pecados. Es fácil decir "lo siento" por lo que hemos hecho mal, pero la verdadera prueba de nuestro arrepentimiento es en las acciones que tomamos después de ese arrepentimiento. Por lo tanto, este versículo nos anima a hacer cosas que demuestren nuestro cambio y nuestro nuevo compromiso de seguir a Dios en la vida diaria.
Mat 3:9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
Mat 3:9 Este versículo está hablando de Juan el Bautista, quien estaba llamando a la gente a arrepentirse y a prepararse para la llegada del Mesías, Jesús. Él les estaba diciendo a los judíos que no deberían confiar en su descendencia de Abraham como su única salvación, sino que debían arrepentirse y poner su fe en Dios. Juan el Bautista les estaba diciendo que Dios puede hacer hijos de Abraham incluso de las piedras si así lo desea, lo que significa que la salvación no se limita a la descendencia física o el origen étnico, sino que depende de la fe en Dios y en su poder para salvar.
Mat 3:10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
Mat 3:10 Este versículo es una metáfora utilizada por Juan el Bautista para describir el juicio y la condena de Dios sobre aquellos que no eran verdaderos seguidores de Dios. El hacha se refiere al juicio de Dios y la raíz del árbol representa la vida o la fe de la persona. Si una persona no produce buenos frutos (acciones), entonces esa persona será juzgada y condenada. La idea es que si alguien no está produciendo frutos buenos y espirituales, entonces esa persona está en peligro de ser cortada y echada al fuego, lo que significa que será castigada por Dios. En resumen, el versículo nos insta a ser productivos y a llevar una vida justa y espiritualmente plena para evitar el juicio y la condena.
Mat 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Mat 3:11 Este versículo pertenece al relato del bautismo de Jesús por Juan el Bautista. Juan estaba bautizando a la gente en el río Jordán como
Mat 3:12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
Mat 3:12 Este versículo en Mateo 3:12 se refiere a la llegada de Juan el Bautista, quien estaba bautizando en el río Jordán y llamando a la gente al arrepentimiento. El versículo habla de la llegada del Salvador, quien separará a los justos de los injustos. El aventador mencionado en el versículo se refiere a la herramienta que se utiliza para separar el trigo de la paja. En este contexto, el Salvador es el aventador, y su mano representa el control absoluto que tiene sobre el proceso de separación. Él recogerá el trigo, representando a los justos, y los traerá a su granero (el reino de Dios), mientras que la paja, que representa a los injustos y sufrirá la condenación eterna, se quemará en fuego inextinguible. Por lo tanto, el versículo representa la separación final entre los justos y los injustos en el momento de la venida del Salvador.
Mat 3:13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
Mat 3:13 Este versículo describe el momento en que Jesús llegó al río Jordán a ser bautizado por Juan el Bautista. El bautismo era un acto de purificación y un símbolo de arrepentimiento, por lo que algunos se sorprenden de que Jesús, que es considerado sin pecado, haya sido bautizado. Sin embargo, al ser bautizado, Jesús estaba dando un ejemplo de humildad y humillación, y también estaba cumpliendo con la voluntad de Dios. Además, su bautismo marcó el comienzo de su ministerio público y fue un momento en el que el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma, lo que lo selló como el Hijo de Dios.
Mat 3:14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Mat 3:14 Este versículo se refiere a cuando Juan el Bautista se opuso a bautizar a Jesús porque consideraba que él era digno de recibir el bautismo de Jesús en vez de al revés. Juan, al ser el precursor de Jesús, sentía que no era adecuado bautizar al Mesías, sino que era él quien debía ser bautizado por Jesús. Sin embargo, Jesús le explicó a Juan que era necesario hacerlo para cumplir toda justicia, es decir, para cumplir con la voluntad de Dios. De esta manera, el bautismo de Jesús por Juan marcó el inicio del ministerio público de Jesús y fue un evento crucial en su vida que dio inicio a su misión de salvación.
Mat 3:15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.
Mat 3:15 Este versículo se encuentra en el contexto del bautismo de Jesús por Juan el Bautista en el río Jordán. Juan estaba cuestionando por qué Jesús quería ser bautizado por él, ya que consideraba que él mismo necesitaba ser bautizado por Jesús. La respuesta de Jesús fue que debían hacerlo para cumplir toda justicia. En otras palabras, Jesús estaba diciendo que era necesario que cumplieran con esta ceremonia de bautismo para cumplir con la voluntad de Dios y toda la justicia de Su plan para la salvación de la humanidad. Después de este diálogo entre Jesús y Juan, Juan procedió a bautizar a Jesús y se produjo el momento en que se abrieron los cielos y se escuchó la voz de Dios diciendo: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia".
Mat 3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Mat 3:16 Este versículo describe el momento en que Jesús fue bautizado en el río Jordán por Juan el Bautista. Después de su bautismo, los cielos se abrieron y el Espíritu de Dios descendió sobre Jesús en forma de una paloma, simbolizando la presencia del Espíritu Santo. Este evento representa la confirmación de la filiación divina de Jesús y el inicio de su ministerio público en la tierra.
Mat 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Mat 3:17 Este versículo se refiere al momento en el que Jesús fue bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán. Después de que Jesús salió del agua, se dice que los cielos se abrieron y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma. Entonces, se escuchó una voz desde los cielos que dijo: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia". Esta voz fue la de Dios Padre, mostrando su aprobación y aceptación de Jesús como su Hijo y como el Mesías prometido. Es un momento importante en el Nuevo Testamento, porque es la confirmación de la identidad divina de Jesús y su papel en la redención de la humanidad.