Mateo 4: El inicio del ministerio de Jesús y el llamado a sus discípulos


El Libro 4 del Evangelio de Mateo comienza con la tentación de Jesús en el desierto. Después de su bautismo, Jesús es llevado al desierto para ser tentado por Satanás. Sin embargo, Jesús resiste todas las tentaciones y regresa a su ministerio en Galilea. En Galilea, Jesús comienza a predicar el Evangelio y a hacer milagros. Establece su base de operaciones en la ciudad de Capernaum y llama a sus primeros discípulos, entre ellos Pedro, Andrés, Santiago y Juan. Jesús continúa enseñando y haciendo milagros en toda la región de Galilea, donde se produce una gran multitud de personas que lo siguen. Durante este tiempo, Jesús comienza a enseñar en parábolas, historias sencillas que ilustran verdades espirituales. A lo largo del Libro 4 de Mateo, Jesús también realiza una serie de milagros. Estos incluyen curaciones de enfermedades, la expulsión de demonios y la alimentación de grandes multitudes con sólo unos pocos panes y peces. El Libro 4 culmina con la confesión de Pedro de que Jesús es el Mesías. Jesús también anuncia su propia muerte y resurrección, que son la base del Evangelio cristiano. En resumen, el Libro 4 del Evangelio de Mateo presenta a Jesús como el Mesías que habla de la verdad de Dios, enseña a través de parábolas y realiza milagros poderosos. Es una parte fundamental del Nuevo Testamento que destaca la autoridad y el poder de Jesús, así como su papel como salvador de la humanidad.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Mat 4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Mat 4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Mat 4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí que estas piedras se conviertan en pan.
Mat 4:4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Mat 4:5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
Mat 4:6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.
Mat 4:7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.
Mat 4:8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
Mat 4:9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
Mat 4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
Mat 4:11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
Mat 4:12 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;
Mat 4:13 y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,
Mat 4:14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
Mat 4:15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles;
Mat 4:16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció.
Mat 4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Mat 4:18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
Mat 4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
Mat 4:20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
Mat 4:21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
Mat 4:22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.
Mat 4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Mat 4:24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.
Mat 4:25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.

Libro Anterior     Siguiente Libro