Cosecha de Bendiciones: El Nuevo Testamento de Mateo, Capítulo 6
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El capítulo 6 del Evangelio de Mateo comienza con Jesús enseñando acerca de la verdadera manera de hacer obras de justicia. Él dice que, cuando demos limosna, no debemos hacerlo para ser vistos por los demás, sino para agradar a Dios. Lo mismo aplica con la oración y el ayuno. Jesús nos advierte que, si hacemos estas cosas para ser vistos por los demás, ya hemos recibido nuestra recompensa aquí en la tierra y no en el cielo.
Luego, Jesús nos da su modelo de oración, conocida como el Padre Nuestro. Nos enseña a pedir por el reino de Dios, por el pan diario, por el perdón de nuestros pecados y por ser librados de la tentación.
Después de esto, Jesús nos dice que no debemos acumular tesoros aquí en la tierra, ya que todo lo que es terrenal es temporal y susceptible de corrupción. En su lugar, debemos buscar tesoros en el cielo, donde ninguna riqueza terrenal puede ser comparable. Jesús nos asegura que si ponemos todo nuestro corazón en el Reino de Dios, las necesidades diarias serán cubiertas.
En los últimos versículos, Jesús nos recuerda que no debemos juzgar a los demás, ya que todos hemos pecado y necesitamos de la misericordia de Dios. También nos enseña a tener cuidado de los falsos profetas y a buscar la voluntad de Dios en todo momento.
En resumen, el capítulo 6 de Mateo habla de la importancia de hacer obras de justicia para la gloria de Dios y no para la aprobación de los demás. Nos enseña a poner nuestra confianza en Dios y buscar tesoros en el cielo, no en la tierra. Asimismo, nos recuerda la importancia de buscar la voluntad de Dios en nuestra vida y no juzgar a los demás.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mat 6:1 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Mat 6:1 Este versículo hace referencia a la hipocresía en la religión y la necesidad de practicar la justicia y la caridad sin buscar reconocimiento o alabanza de los demás. Jesús advierte contra aquellos que realizan actos buenos solo para ser vistos por los demás y ser alabados por ellos, diciendo que tal comportamiento no obtendrá recompensa del Padre celestial. En resumen, Jesús está diciendo que la motivación detrás de nuestras acciones debe ser pura y sincera, y no para impresionar a los demás.
Mat 6:2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mat 6:2 Este versículo se refiere a la importancia de dar limosna y hacerlo de manera desinteresada y humilde, sin buscar el reconocimiento de los demás. Jesús condena a aquellos que dan limosna de manera ostentosa, haciendo ruido o llamando la atención para recibir elogios y alabanzas de los demás. En lugar de eso, deben dar de manera discreta y sin esperar nada a cambio, porque Dios es el único que puede recompensar verdaderamente nuestros actos de caridad. La frase "ya tienen su recompensa" significa que ya han recibido la alabanza que buscaban de los hombres, pero no la recompensa verdadera que Dios puede darles.
Mat 6:3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
Mat 6:3 Este versículo se encuentra en el famoso sermón del monte, donde Jesús instruye a sus seguidores sobre cómo practicar la religión verdadera. En este versículo en particular, Jesús les enseña sobre el acto de dar limosnas, es decir, ayudar a los más necesitados. Al decir "no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha", Jesús está enfatizando que la ayuda que brindes a los demás no debe ser una acción ostentosa, destinada solo a ganar reconocimiento o elogios de los demás. En lugar de eso, Jesús enseña que las limosnas deben ser dadas con humildad y discreción, sin que nadie más lo conozca aparte de Dios. En resumen, el versículo de Mateo 6:3 es una llamada a la humildad en la práctica de la religión y la ayuda a los necesitados. Es importante dar generosamente, pero sin buscar elogios o publicidad por nuestras acciones, dejando que Dios sea el único que conozca el alcance de nuestra caridad.
Mat 6:4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mat 6:4 Este versículo se refiere a la importancia de hacer actos de caridad y ayuda a los demás de manera discreta y sin buscar reconocimiento o recompensa pública. Jesús enseña que si hacemos estas acciones de manera humilde y sin buscar la atención de los demás, Dios recompensará nuestro acto de amor en forma de bendiciones y satisfacción interna. Esto no quiere decir que no debamos hacer actos de caridad en público, pero debemos estar conscientes de nuestras intenciones y hacerlo con humildad y amor desinteresado.
Mat 6:5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mat 6:5 Este versículo habla de la importancia de no orar por motivos egoístas o para impresionar a los demás. Los hipócritas a los que se hace referencia en este pasaje practicaban la oración en lugar público con el objetivo de ser vistos por los demás y recibir aplausos y reconocimiento por su piedad. Sin embargo, Jesús reniega de esta actitud, porque la auténtica oración es un acto privado y personal, que debe realizarse desde el corazón y sin buscar la aprobación de otros. Por ello, el mensaje que Jesús quiere transmitir es que esta desviación del sentido genuino de la oración no será recompensada por Dios.
Mat 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mat 6:6 Este verso es parte del Sermón del Monte, que Jesús dio a sus discípulos. En este versículo, Jesús está enseñando acerca de la oración y cómo debemos hacerlo. Él nos dice que cuando vayamos a orar, debemos hacerlo en privado, en nuestra habitación, donde podemos estar solos con Dios. Además, debemos cerrar la puerta para que nada nos distraiga en nuestra conversación con Él. En otras palabras, Jesús nos está diciendo que nuestra oración debe ser un asunto personal y sincero entre nosotros y Dios, en lugar de ser algo que hacemos para impresionar a los demás. Solo cuando oramos en privado y de todo corazón, es que podemos estar seguros de que estamos hablando con Dios y Él escuchará nuestras peticiones. También nos señala que, si oramos de esta manera, sin ostentación y sincereidad, el Padre que todo lo ve y todo lo sabe, nos recompensará en público. Esta recompensa puede tomar muchas formas, como la realización de nuestros deseos, bendiciones y protección en nuestro trabajo y vida diaria. En resumen, Jesús nos está enseñando a orar sin hipocresía y egoísmo, y que nuestra oración debe estar dirigida solo a Dios en secreto y sinceridad, no para impresionar a otros. Y que si lo hacemos de esta manera, Dios nos recompensará de diversas formas en público.
Mat 6:7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
Mat 6:7 Este versículo hace referencia a la importancia de la sinceridad y la autenticidad en la oración. Jesús advierte a sus seguidores que no caigan en la tentación de repetir frases vacías o sin sentido en sus oraciones, como hacen los gentiles (en ese tiempo, los no judíos). En cambio, Jesús alienta a los cristianos a hablar con sinceridad y humildad a Dios, como si estuvieran hablando con un amigo cercano. Él enfatiza que no es la cantidad de palabras o la eloquencia lo que importa en la oración, sino la actitud del corazón del que ora. Este versículo nos enseña a ser honestos y directos con Dios en nuestras oraciones, en lugar de intentar imponer nuestra voluntad o impresionar a los demás con nuestra retórica. En resumen, debemos centrarnos en lo que decimos a Dios desde el corazón y no en cómo lo decimos.
Mat 6:8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Mat 6:8 Este versículo se encuentra en la sección de enseñanza de Jesús conocida como el Sermón del Monte. En este pasaje, Jesús está enseñando a la multitud sobre cómo deben orar a Dios, y les está diciendo que no deben orar como los hipócritas que oran en público para aparentar piedad. El versículo en cuestión significa que los seguidores de Jesús no deben preocuparse demasiado por pedir cosas específicas en sus oraciones, ya que Dios sabe lo que necesitan antes de que lo pidan. Esto no significa que no debamos pedir nada a Dios en la oración, sino que no debemos hacerlo de manera desesperada o ansiosa como si Dios no supiera lo que necesitamos. En lugar de esto, Jesús está animando a sus seguidores a confiar en Dios y a confiar en que Él proveerá sus necesidades. En última instancia, la enseñanza de Jesús en este pasaje se resume en confiar en Dios y buscar su reino y su voluntad primero, sabiendo que Él suplirá todo lo que necesitemos.
Mat 6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Mat 6:9 Este versículo es una parte del discurso que Jesús da a sus discípulos sobre cómo deben orar. Jesús les enseña las palabras que deben decir cuando oran, y empieza con una afirmación del amor y la adoración por Dios, nuestro Padre celestial. La oración comienza reconociendo a Dios como el Padre nuestro, quien está en los cielos, y santificando su nombre. Esta es una manera de honrar y reverenciar a Dios como un ser supremo, santo y digno de adoración. En resumen, este versículo se trata de comenzar la oración con adoración, honrando y alabando al Dios todopoderoso.
Mat 6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Mat 6:10 Este versículo se encuentra en el capítulo 6 del evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento. En este contexto, Jesús está enseñando a sus seguidores a orar, y les da un modelo de oración llamado "El Padrenuestro". En particular, este versículo se refiere a una parte específica de esa oración. Cuando decimos "Venga tu reino", estamos pidiéndole a Dios que establezca su reino en la tierra. Esto significa que queremos que su voluntad se cumpla en nuestra vida y en el mundo entero. Queremos que su amor, justicia, paz y bondad se manifiesten en todo lo que hacemos y en todo lo que sucede en el mundo. Luego, cuando decimos "Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra", estamos reafirmando nuestra petición para que se cumpla su voluntad. Queremos que lo que Dios desea para nosotros y para el mundo se realice, así como se cumple su voluntad en el cielo. Este versículo nos muestra la importancia de buscar la voluntad de Dios en todo y adorarlo como nuestro dueño y Señor.
Mat 6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Mat 6:11 Este verso es parte de la oración que Jesús les enseñó a sus seguidores, conocida como el "Padre Nuestro" o "Oración del Señor". En esta parte específica de la oración, se le pide a Dios que nos proporcione el pan o el alimento que necesitamos para sobrevivir cada día. La petición es importante porque reconoce nuestra dependencia diaria de Dios y expresa gratitud por su provisión constante. También nos recuerda que, mientras trabajamos diligentemente para ganar nuestro sustento, es Dios quien nos da todo lo que necesitamos para vivir y cumplir con nuestro propósito en la vida.
Mat 6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Mat 6:12 Este versículo es parte de la oración que Jesús enseñó a sus discípulos conocida como El Padre Nuestro. En esta parte de la oración, estamos pidiéndole a Dios que nos perdone nuestras deudas. La palabra "deudas" aquí no se refiere solo a nuestras deudas financieras, sino también a nuestras transgresiones o pecados contra Dios y los demás. Sin embargo, lo que es interesante de este versículo es que hay una condición para recibir el perdón de Dios. La condición es que debemos perdonar a aquellos que nos han hecho mal. En otras palabras, estamos pidiéndole a Dios que nos perdone de la forma en que nosotros perdonamos a los demás. Es importante tener en cuenta que esto no significa que solo podemos ser perdonados si perdonamos a los demás de inmediato o en seguida, o incluso si hemos olvidado completamente lo que nos hicieron. Más bien, se trata de tener una actitud de perdón y disposición a perdonar, incluso si aún estamos trabajando en ese proceso. En resumen, este versículo nos recuerda que nuestra relación con Dios está estrechamente relacionada con nuestra relación con los demás. Debemos estar dispuestos a perdonar a quienes nos han hecho mal si queremos recibir el perdón de Dios con sinceridad.
Mat 6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Mat 6:13 Este versículo forma parte de la oración que Jesús enseñó a sus discípulos, que se conoce como el Padrenuestro. En esta parte de la oración, se pide a Dios que no nos permita caer en la tentación y que nos libre del mal. La tentación se refiere a cualquier situación en la que se nos presente la posibilidad de pecar o desobedecer a Dios. Por lo tanto, pedimos a Dios que nos ayude a resistir la tentación y a no caer en pecado. También se pide que Dios nos libre del mal, que incluye tanto las consecuencias de nuestros pecados como las influencias del diablo. Esto significa que confiamos en Dios para protegernos y guiarnos en todo momento. Al final de la oración, se reconoce que el reino, el poder y la gloria pertenecen a Dios y se le da gracias por su cuidado constante sobre nosotros.
Mat 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
Mat 6:14 El versículo de Mateo 6:14 del Nuevo Testamento habla sobre la importancia del perdón en nuestras vidas. Si perdonamos a otros por las ofensas que puedan haber cometido contra nosotros, entonces Dios también nos perdonará a nosotros. Esto significa que si deseamos el perdón de Dios, debemos abordar nuestras relaciones con los demás de una manera que permita el perdón y la reconciliación. En resumen, el versículo nos enseña que el perdón es una parte importante de nuestra relación con Dios y los demás y que debemos ser misericordiosos y compasivos en nuestras interacciones diarias.
Mat 6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Mat 6:15 Este versículo de Mateo 6:15 establece claramente que el perdón es una parte importante del cristianismo. En resumen, significa que si no perdonamos a otros por sus ofensas, entonces Dios tampoco nos perdonará a nosotros por nuestras propias faltas. Esto quiere decir que para recibir el perdón de Dios, debemos ser capaces de perdonar a quienes nos han lastimado o ofendido. Es esencial para las personas que siguen a Jesús practicar el perdón y la compasión con los demás. El perdón evoca el amor y la justicia, dos características fundamentales del cristianismo. Al ser compasivos y perdonar, estamos reflejando los valores de Jesús, quien siempre alentó a sus seguidores a ser amables, amorosos y compasivos con los demás.
Mat 6:16 Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mat 6:16 Este versículo de Mateo 6:16 del Nuevo Testamento está hablando sobre el ayuno y nos dice que cuando ayunemos no seamos como los hipócritas, que muestran a los demás que están ayunando para obtener reconocimiento y alabanza por su aparente devoción espiritual. Jesús nos advierte que estas personas que buscan el aplauso y la admiración de los demás ya han recibido su recompensa en la Tierra. En cambio, Jesús nos llama a practicar el ayuno con humildad y sinceridad, para buscar el favor y la atención de Dios, no de los hombres. Es importante recordar que nuestra práctica espiritual debe ser auténtica y verdadera, no motivada por el deseo de impresionar a otros. Cuando hacemos esto, estamos buscando la aprobación de Dios y no la de los demás.
Mat 6:17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,
Mat 6:17 Este versículo pertenece al sermón del monte y es una exhortación de Jesús sobre la manera adecuada de ayunar. La ungüento y el lavado de la cara eran prácticas comunes en el mundo antiguo para refrescar y embellecer la apariencia física. Jesús está diciéndonos que no debemos parecer tristes y desnutridos cuando ayunamos, sino que debemos mantener nuestra apariencia y actitud normal, no por el deseo de impresionar a otros, sino como una forma de honrar a Dios en secreto. En otras palabras, debemos ayunar por el amor a Dios y la comunión con él, no por la aprobación de los demás.
Mat 6:18 para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mat 6:18 Este versículo se refiere a la importancia de hacer actos de devoción y sacrificio sinceros, no para ganar la aprobación de los demás, sino para demostrar nuestra fe y amor a Dios. La idea es que si ayunamos para que los demás lo sepan, entonces estamos haciendo el ayuno por razones equivocadas, es decir, para recibir reconocimiento y gratificación de otros. En cambio, si ayunamos en secreto, sólo para Dios, es decir, como un acto de devoción y sacrificio para demostrar nuestro amor y lealtad a Él, entonces nuestro Padre Celestial verá nuestro compromiso y nos bendecirá de manera abundante, incluso en público. En resumen, este versículo nos recuerda que el objetivo de cualquier acto de devoción debe ser demostrar nuestro amor y obediencia a Dios, no para satisfacer nuestro ego o ganar elogios de los demás.
Mat 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
Mat 6:19 Este versículo es una enseñanza dada por Jesús a sus discípulos acerca de la importancia de no aferrarse a las riquezas materiales de este mundo. Él les dice que no deben acumular tesoros en la tierra, es decir, bienes materiales y riquezas que no son eternas ni duraderas. Jesús les advierte sobre la corrupción y la decadencia que afecta a todas las cosas materiales y terrenales, como la polilla que corroe la ropa, el orín que corroe el metal y los ladrones que roban. En lugar de preocuparse por acumular tesoros terrenales, Jesús les aconseja a los creyentes que busquen tesoros en el cielo, que son más valiosos y duraderos, como la justicia, la misericordia, la fe, el amor y las riquezas espirituales que nunca se devalúan ni caducan. En resumen, el mensaje de este versículo es que no debemos poner nuestra confianza y esperanza en las riquezas materiales y fugaces de este mundo, sino en las cosas que son eternas y que tienen valor en el reino de Dios.
Mat 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Mat 6:20 Este versículo de Mateo 6:20 del Nuevo Testamento nos habla de la importancia de no acumular riquezas terrenales, sino de hacer tesoros en el cielo. Es decir, invertir en obras y acciones que nos acerquen a Dios y nos permitan ayudar a los demás, en lugar de preocuparnos solamente por el dinero y los bienes materiales. Al hacer esto, nos aseguramos de que nuestras riquezas no se corrompan por el paso del tiempo, el ataque de la polilla o el orín, o incluso por los ladrones que puedan robarlas. En cambio, nuestros tesoros en el cielo están protegidos y perduran para siempre. Por lo tanto, el versículo nos invita a enfocarnos en lo que realmente importa, que es nuestra relación con Dios y cómo podemos servir a los demás, en lugar de consumirnos por la acumulación de riquezas terrenales que pueden perderse o ser robadas.
Mat 6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Mat 6:21 Este versículo nos enseña que donde coloquemos nuestras prioridades, es allí donde estarán nuestros pensamientos y emociones más profundas. Si nuestro enfoque principal es el dinero o las posesiones materiales, entonces nuestros deseos y preocupaciones estarán centrados en esos aspectos de la vida. Si, por otro lado, nuestro tesoro está en valores más elevados como la compasión, la bondad y el amor, entonces nuestro corazón estará allí también. En resumen, nuestros tesoros y nuestras prioridades definen nuestros corazones y nos llevan hacia nuestros pensamientos y acciones.
Mat 6:22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;
Mat 6:22 Este versículo es una metáfora utilizada por Jesús para enseñar acerca de la claridad y pureza en nuestra vida espiritual. Él compara al ojo con una lámpara, que al ser buena ilumina todo el cuerpo, y al ser mala lo oscurece todo. La idea es que si nuestros ojos están enfocados en lo correcto, nuestra percepción será aguda y clara. Si, por el contrario, nuestros ojos están fijos en cosas malas, sucias o inmorales, nuestra vida se llenará de oscuridad y corrupción. En otras palabras, Jesús está diciendo que nuestros ojos son la ventana de nuestra alma. Lo que permitimos entrar a través de ellos tiene un efecto profundo en nuestra vida espiritual. Si llenamos nuestro corazón y mente con cosas buenas, justas y santas, nuestra vida será luminosa y saludable. Pero si permitimos que cosas negativas y malvadas entren en nosotros, nuestra vida será oscura y tóxica. En resumen, este versículo nos invita a ser conscientes de lo que estamos mirando y a enfocarnos en cosas que nos ayuden a crecer en nuestra relación con Dios y con los demás.
Mat 6:23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
Mat 6:23 Este versículo se refiere a la importancia de mantener una mente y un corazón puros y limpios, en lugar de permitir que el mal y la oscuridad entren en nuestros pensamientos y acciones. Si alguien tiene "un ojo maligno", es decir, una actitud negativa y egoísta, toda su vida estará en la oscuridad, sin tener acceso a la luz y la verdad de Dios. La última parte del versículo enfatiza que cuanto más oscuridad hay en nuestra vida, más difícil es encontrar la luz y la verdad. En resumen, el versículo insta a vivir en la luz y alejarse de la oscuridad, y a luchar contra la negatividad y el egoísmo en nuestra vida para encontrar la verdad y la felicidad.
Mat 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Mat 6:24 Este versículo de la Biblia significa que es imposible servir a dos maestros al mismo tiempo. En este caso, Jesús habla sobre la imposibilidad de servir tanto a Dios como a las riquezas. Si tratas de servir a ambos al mismo tiempo, tendrás que elegir entre uno de ellos. No puedes amar a Dios y al mismo tiempo amar el dinero y las posesiones terrenales en exceso. Jesús está diciendo que la verdadera riqueza y prosperidad provienen de Dios, y que no hay nada que pueda igualar su amor y su gracia. Si tratamos de poner nuestra fe en el dinero y en las posesiones materiales, corremos el riesgo de perder nuestra conexión con Dios y de desviarnos de nuestros verdaderos propósitos y metas. En resumen, este versículo nos insta a buscar primero el reino de Dios y su justicia, y confiar en Su provisión para todas nuestras necesidades, antes que preocuparnos por las riquezas y aferrarnos a ellas. Si mantenemos nuestra fe y devoción en Dios, no tendremos que preocuparnos por nada más y Él nos bendecirá abundantemente en todas las áreas de nuestra vida.
Mat 6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mat 6:25 Este versículo es una parte del Sermón del Monte y es una enseñanza de Jesús que nos advierte contra la preocupación excesiva por las necesidades de la vida diaria. Jesús dice que no debemos preocuparnos demasiado por las cuestiones fundamentales de la vida, como qué comeremos, beberemos o vestiremos, porque la vida es más importante que estas cosas materiales. Él nos llama a confiar en Dios y a buscar primero Su reino y Su justicia, sabiendo que Él nos dará todo lo que necesitamos. En resumen, el mensaje de este versículo es que debemos confiar en Dios y no preocuparnos excesivamente por las cosas materiales, sino buscar Su voluntad en nuestras vidas.
Mat 6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Mat 6:26 Este versículo es parte del sermón del monte, en el que Jesús está enseñando a la multitud acerca de la preocupación por las necesidades materiales. Él les está diciendo que si Dios cuida de las aves del cielo, que no tienen que sembrar ni cosechar ni almacenar su comida, entonces seguramente Él cuidará de nosotros, que somos mucho más valiosos y importantes que las aves. La idea central detrás de este versículo es que no debemos preocuparnos tanto por las necesidades materiales de la vida, sino confiar en Dios para que nos provea lo que necesitamos. Si las aves pueden sobrevivir sin preocuparse por su comida, entonces ¿cuánto más nosotros, que somos mucho más importantes para Dios que las aves? Además, este versículo también nos recuerda que Dios cuida de las aves del cielo, lo que significa que debemos respetar y cuidar la creación de Dios en lugar de explotarla. En resumen, este versículo es una llamada a confiar en Dios y reconocer que nuestra verdadera valía y cuidado proviene de Él.
Mat 6:27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Mat 6:27 Este versículo se encuentra en el Sermón del Monte de Jesús, donde está hablando acerca de la preocupación excesiva por las cosas materiales de la vida, como la alimentación, la ropa y las preocupaciones diarias. En este pasaje específico, Jesús está diciendo que, aunque nos preocupemos mucho por nuestras vidas, no podemos controlar ciertas cosas, como nuestra estatura. En la época en que fue escrito este versículo, un codo era una medida de longitud que equivalía aproximadamente a la distancia desde el codo hasta la punta del dedo medio (alrededor de 45 centímetros). Por lo tanto, lo que Jesús está diciendo es que por mucho que nos esforcemos, no podemos agregar esa cantidad a nuestra altura. En general, este versículo se refiere a la idea de que no podemos controlar todo en nuestra vida y que no deberíamos preocuparnos en exceso por cosas que están fuera de nuestro control. En cambio, deberíamos confiar en Dios y aprender a aceptar las situaciones y circunstancias de la vida tal como son.
Mat 6:28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
Mat 6:28 Este verso es parte del sermón del monte, donde Jesús les está hablando a sus seguidores y les está enseñando a confiar en Dios en lugar de preocuparse por las cosas materiales de la vida. En este verso en particular, Jesús les dice a sus seguidores que no se preocupen por su vestimenta. Él les dice que miren los lirios del campo y cómo crecen sin preocuparse por su ropa. Los lirios son hermosos y crecen de manera natural sin necesidad de cuidados especiales. De la misma manera, Dios proveerá todo lo que sus seguidores necesitan sin que tengan que trabajar en exceso o preocuparse en exceso por las cosas materiales. Jesús está enseñando a sus seguidores a confiar en Dios y a no concentrarse en las cosas materiales, que son temporales y pasajeras. Él les está animando a centrarse en las cosas más importantes de la vida, como su relación con Dios.
Mat 6:29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
Mat 6:29 Este verso forma parte del Sermón del Monte, el cual es un discurso en el que Jesús enseña a sus seguidores cómo vivir una vida santa y agradar a Dios. En este versículo en particular, Jesús está enseñando acerca de la confianza en Dios y la preocupación excesiva por las necesidades materiales de la vida. Jesús les dice que no se preocupen por vestirse lujosamente, ya que incluso el rey Salomón, conocido por su gran riqueza y esplendor, no se vistió tan bien como las aves del cielo. Con esto, Jesús quiere enfatizar que Dios provee para todas las criaturas, desde las más pequeñas hasta las más grandes, y que si confiamos en Él, Él también proveerá para nuestras necesidades. En resumen, este verso es un recordatorio de que no debemos preocuparnos por las cosas materiales y confiar en Dios para proveer para nuestras necesidades, asegurándonos que Él nos ama y siempre estará ahí para nosotros.
Mat 6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Mat 6:30 Este versículo es parte de un discurso que Jesús dio a sus seguidores, en el que les estaba enseñando acerca de la importancia de confiar en Dios para que supla todas sus necesidades. Él les dijo que a menudo pasan mucho tiempo preocupándose por cosas como la comida, la bebida y la ropa, sin darse cuenta de que Dios ya sabe que necesitan estas cosas y se encargará de proveerlas. En este versículo en particular, Jesús les dice a sus discípulos que incluso la hierba del campo, que es tan frágil y efímera, es cuidada y provista por Dios. Si Dios se preocupa tanto por una cosa tan pequeña y temporal, ciertamente cuidará y proveerá para sus seguidores, que son mucho más importantes. La clave de este versículo es la frase "hombres de poca fe", que indica que la falta de confianza en Dios es el problema que Jesús está tratando de abordar. Él está instando a sus seguidores a que confíen en que Dios proveerá para ellos, en lugar de preocuparse por sus necesidades materiales. En resumen, este versículo es una poderosa enseñanza sobre la confianza en Dios y su provisión para sus seguidores. Nos recuerda que incluso las cosas más pequeñas están bajo el cuidado de Dios y que podemos confiar en Él para suplir todas nuestras necesidades.
Mat 6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Mat 6:31 Este versículo es parte del sermón del monte que Jesús dio a sus discípulos. En él, Jesús les exhorta a no preocuparse por las cosas materiales como el alimento, la bebida y la ropa. En lugar de estar ansiosos acerca de ello, Jesús les dice que confíen en Dios y que busquen primeramente su reino y su justicia, y todo lo demás les será añadido. El mensaje de este versículo es que no debemos preocuparnos demasiado por las cosas materiales de la vida. Dios sabe lo que necesitamos, y si ponemos nuestra confianza en él, Él proveerá para nosotros en abundancia. En lugar de preocuparnos por estas cosas, debemos enfocarnos en buscar la voluntad de Dios y hacer todo lo que esté en nuestro poder para cumplirla. Al hacer esto, podemos estar seguros de que Dios nos bendecirá con todo lo que necesitamos.
Mat 6:32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
Mat 6:32 Este versículo hace referencia a la preocupación por las necesidades materiales. Los gentiles, que eran los no creyentes en aquel tiempo, buscaban ansiosamente las cosas materiales como la comida, ropa y dinero, y a menudo se preocupaban mucho por ellas. En contraste, los creyentes deben confiar en Dios y saber que Él es consciente de todas sus necesidades y proveerá lo que sea necesario. En resumen, este versículo nos recuerda que la ansiedad y la preocupación excesiva por las cosas materiales no es necesaria para quienes confiamos en Dios.
Mat 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mat 6:33 Este versículo es parte de un sermón que Jesús dio a sus discípulos acerca de la preocupación por las necesidades materiales. Él les está diciendo que antes de preocuparse por las cosas terrenales, como comida, ropa y vivienda, deben buscar primero el reino de Dios y su justicia. Esto significa que deben buscar la voluntad de Dios para sus vidas y obedecer su palabra. Si hacen eso, él promete que proveerá todas sus necesidades. Es un llamado a confiar en Dios y a ponerlo primero en nuestras vidas.
Mat 6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Mat 6:34 Este versículo significa que debemos dejar de preocuparnos tanto por el futuro y centrarnos en vivir en el presente. Preocuparnos excesivamente sobre lo que podría pasar mañana es inútil y solo nos causa ansiedad. En cambio, debemos preocuparnos por los problemas de hoy y tratar de resolverlos de la mejor manera posible. No hay necesidad de agregar más preocupaciones innecesarias en nuestra vida, ya que cada día tiene sus propios desafíos y dificultades. Concentrémonos en lo que podemos hacer hoy en lugar de preocuparnos por el mañana.