Explorando el Evangelio de Mateo: Descubre las Enseñanzas y Milagros del Libro 8 del Nuevo Testamento
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El libro del Nuevo Testamento de Mateo del capítulo 8 presenta una serie de milagros realizados por Jesús, demostrando su autoridad y poder sobre las enfermedades, la naturaleza y los demonios. En primer lugar, Jesús sana a un leproso al que normalmente se considera impuro e intocable. Además, cura a un siervo del centurión romano, que demuestra una gran fe en la capacidad de Jesús para sanarlo a distancia.
Jesús también calma una tormenta en el mar de Galilea, lo que sorprende a sus discípulos y muestra su control sobre la naturaleza. En otra ocasión, se enfrenta a dos endemoniados que lo reconocen como el Hijo de Dios y huyen de su presencia. Luego, cura a la suegra de Pedro de una fiebre alta y a un paralítico que es llevado ante él por sus amigos.
La sección final del capítulo destaca la importancia del compromiso total con Jesús, sin distracciones ni excusas. Jesús llama a un hombre a seguirlo, pero este hombre pide tiempo para atender asuntos familiares. Otro hombre se ofrece a seguir a Jesús, pero Jesús le advierte que el camino no será fácil y que incluso los animales tienen hogares más seguros que él.
En resumen, el capítulo 8 de Mateo presenta la poderosa capacidad de Jesús para sanar y controlar la naturaleza y demonios, tomando medidas para demostrar su autoridad y establecer la confianza en él. Además, ilustra la importancia de comprometerse plenamente con Jesús y renunciar a cualquier distracción o excusa que pueda interferir con una relación completa con él.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Mat 8:1 Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente.
Mat 8:1 Este versículo del Evangelio de Mateo capítulo 8, versículo 1, habla de un momento en que Jesús acababa de salir de un sermón y descendía del monte. La multitud que lo había estado escuchando, lo siguió mientras él se dirigía hacia otro lugar, mostrando su gran popularidad entre la gente. Este hecho demuestra que Jesús tenía muchos seguidores y que su mensaje y enseñanzas eran de gran interés para la población.
Mat 8:2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Mat 8:2 Este versículo habla acerca de un hombre leproso que se acerca a Jesús y le pide que lo sane. El leproso se postra ante Jesús, reconociendo su autoridad y poder, y le pide que lo cure si Él lo quiere. Es una expresión de humildad y fe por parte del leproso, y muestra que él confía en que Jesús tiene el poder de sanarlo. Jesús, al escuchar su petición, responde positivamente y lo sana, mostrando su compasión y su poder sobre la enfermedad. En conjunto, este versículo presenta un ejemplo de fe y humildad, y demuestra la capacidad de Jesús para curar incluso las enfermedades más graves.
Mat 8:3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
Mat 8:3 Este versículo se refiere a una historia en la que un hombre leproso se acercó a Jesús y le pidió que lo sanara. La lepra en la época de Jesús era una enfermedad incurable y socialmente estigmatizada. La gente leprosa era marginada y excluida de la sociedad. Jesús, sin embargo, no dudó en ayudar al hombre enfermo. Extendió su mano hacia el hombre y lo tocó con compasión. Él quería que el hombre se sintiera limpio y libre de su enfermedad. Al decir las palabras "Quiero, sé limpio", Jesús sanó al hombre al instante de su lepra. Este milagro fue un poderoso testimonio del amor y la compasión de Jesús, así como de su habilidad para curar incluso las enfermedades más debilitantes. También simboliza la capacidad de Jesús para liberarnos de aquellas cosas que nos mantienen marginados o excluidos de la sociedad.
Mat 8:4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino vé, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.
Mat 8:4 En este versículo, Jesús está hablando con un hombre al que ha curado de la lepra. Después de curarlo, Jesús le indica al hombre que no le cuente a nadie sobre su curación, pero le dice que vaya a presentarse ante los sacerdotes y ofrezca la ofrenda que está prescrita en la ley mosaica. Esto sería una forma de cumplir con los requisitos legales para demostrar que ha sido purificado de la lepra. Jesús probablemente le dijo esto para evitar la publicidad excesiva y para seguir los ritos y tradiciones religiosas.
Mat 8:5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole,
Mat 8:5 El versículo de Mateo 8:5 narra el momento en que Jesús llega a la ciudad de Capernaum y un centurión (un oficial militar romano que estaba a cargo de cien soldados) se acerca a Él pidiéndole algo. Este centurión le rogaba a Jesús que curara a su criado, que estaba gravemente enfermo y sufría mucho. Este versículo nos muestra cómo Jesús estaba dispuesto a ayudar a cualquiera, independientemente de su origen o estatus social, y cómo la gente tenía confianza en Él y en su capacidad de hacer milagros. También se nos muestra la humildad y la fe del centurión al acudir a Jesús por ayuda en lugar de depender de su propia autoridad militar.
Mat 8:6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
Mat 8:6 Este versículo se encuentra en el evangelio de Mateo, capítulo 8, versículo 6. En este pasaje, un centurión se acerca a Jesús y le pide ayuda para su criado, quien está gravemente enfermo y paralizado en casa. El centurión reconoce y respeta la autoridad de Jesús y sabe que él tiene el poder de sanar a su criado con una sola palabra. Este pasaje es un ejemplo del gran poder y compasión de Jesús por quienes sufren y necesitan su ayuda.
Mat 8:7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
Mat 8:7 Este versículo es parte de una historia en la que un oficial romano acude a Jesús para pedirle ayuda para sanar a su siervo, quien estaba sufriendo terriblemente. El oficial mostró gran fe en Jesús, diciéndole que no es necesario que vaya a su casa para sanar a su siervo, que solo tenía que decir una palabra y su siervo sería sanado. Jesús se impresionó por la fe del oficial y le dijo que su siervo sería sanado. La respuesta de Jesús en este versículo indica que él estaba dispuesto a ayudar al oficial romano y sanar a su siervo, lo que muestra su poder como sanador divino. Además, el acto de sanación también demostró la compasión de Jesús hacia la necesidad humana.
Mat 8:8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará.
Mat 8:8 Este versículo se encuentra en el relato del Evangelio de Mateo en el que un centurión romano se acerca a Jesús y le pide que cure a su criado que está gravemente enfermo. El centurión demuestra una gran fe en Jesús al decir que no es digno de que entre en su casa para sanar a su criado, pero que tiene la confianza de que la palabra de Jesús es suficiente para curarlo. Jesús queda impresionado por la fe del centurión y lo elogia diciendo que nunca ha encontrado una fe tan grande en Israel. El mensaje principal de este versículo es el poder de la fe y la confianza en la sanación y el milagro de Jesús.
Mat 8:9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Mat 8:9 Este versículo se encuentra en el contexto de un diálogo entre Jesús y un centurión romano que le pide que cure a su siervo. El centurión reconoce la autoridad de Jesús y le dice que no es necesario que vaya a su casa para sanar a su siervo, sino que basta con que él diga una palabra y su siervo será sanado. En su respuesta, Jesús alaba la fe del centurión y hace referencia a la autoridad que él mismo tiene como hombre, que también tiene soldados bajo su mando y puede dar órdenes que son obedecidas. El punto que Jesús quiere destacar es que, al igual que el centurión reconoce su autoridad, él mismo reconoce la autoridad del Padre celestial y por eso tiene el poder de sanar al siervo sin necesidad de estar presente físicamente. Este pasaje muestra la importancia de la fe y la autoridad en la obra de Jesús, así como su humildad al reconocer que su poder proviene del Padre. También se resalta la importancia de obedecer las órdenes de aquellos que tienen autoridad sobre nosotros en la vida cotidiana.
Mat 8:10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
Mat 8:10 Este versículo hace referencia a la historia en la que un centurión (un oficial romano) pidió a Jesús que sanara a su criado. Cuando Jesús se ofreció a ir a la casa del centurión para sanar al criado, el centurión respondió que no era digno de que Jesús entrara en su casa, pero que creía que Jesús tenía el poder de sanar a distancia con solo una palabra. Jesús se sorprendió por la fe del centurión, y dijo que no había visto tal fe en Israel, incluso entre los judíos que se suponía que habían sido los destinatarios de las promesas de Dios. Este versículo destaca la importancia de la fe en la vida de un cristiano y cómo ella puede sorprender incluso a Jesús.
Mat 8:11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
Mat 8:11 Este verso es parte de un relato donde Jesús cura a un centurión romano y le elogia su fe. En el verso en cuestión, Jesús está hablando sobre el reino de los cielos y cómo habrá personas de todo el mundo que serán parte de él. Al mencionar a Abraham, Isaac y Jacob, Jesús está haciendo referencia a figuras importantes del Antiguo Testamento y al hecho de que las personas que creen en Dios y tienen fe en él, independientemente de su origen o identidad, serán bienvenidas en el reino de los cielos. En resumen, Jesús está enseñando que la salvación y la pertenencia al reino de los cielos no están limitadas por la cultura o la nacionalidad, sino que están abiertas a todas las personas que creen en Dios y siguen sus enseñanzas.
Mat 8:12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mat 8:12 Este versículo se encuentra en el contexto de una curación realizada por Jesús. Después de sanar a un centurión romano, Jesús hace una declaración sobre la fe del centurión ante la multitud. Luego, en el verso 11, dice: "Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos". El verso 12 continúa esta idea, diciendo que aquellos que son considerados hijos del reino (los judíos) serán echados a las tinieblas de afuera. Esto está en contraste con el verso 11, que indica que personas de todas partes del mundo se unirán en el reino de los cielos. Considerando que este verso fue hablado principalmente a la audiencia judía, Jesús quiere decir que solo ser judío no los salvará en el día del juicio final, sino que lo que importa es la fe en él y la obediencia a su palabra. El lloro y el crujir de dientes son imágenes simbólicas que indican dolor y lamentación. Es una descripción de una separación final y dolorosa de Dios. En resumen, Jesús está diciendo que la salvación no depende de nuestras identidades culturales o étnicas, sino de nuestra fe y relación con él.
Mat 8:13 Entonces Jesús dijo al centurión: Vé, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.
Mat 8:13 En este versículo, Jesús está hablando con un centurión, un oficial del ejército romano que tenía autoridad sobre un grupo de soldados. El centurión le pide a Jesús que sane a su criado que estaba muy enfermo. Jesús le dice al centurión que vaya y que su fe lo sanará. El centurión demuestra su fe en Jesús y cree que su criado será sanado. En ese mismo momento, el criado es curado. Este versículo muestra la importancia de tener fe en Jesús y cómo la fe puede llevar a la sanidad y el poder de Jesús para sanar a los demás.
Mat 8:14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.
Mat 8:14 Este versículo describe un momento en el que Jesús está visitando la casa de Pedro y se da cuenta de que la suegra de Pedro está enferma y acostada en cama debido a su fiebre. Jesús probablemente sintió compasión por la mujer y decidió curarla de su enfermedad. Esto demuestra el poder de Jesús para curar a las personas de sus enfermedades y enfermedades físicas, lo que lo convierte en un líder y figura importante para muchos seguidores cristianos en la actualidad.
Mat 8:15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
Mat 8:15 Este versículo es parte de una historia en el Evangelio de Mateo en la que Jesús cura a la suegra de un hombre que lo sigue. La suegra estaba enferma con fiebre, y Jesús llegó a la casa donde estaba y la tocó para sanarla. La fiebre la dejó y ella se levantó de su cama y comenzó a servir a Jesús y a sus discípulos en la casa. Este versículo muestra el poder de Jesús para curar enfermedades y cómo aquellos que son sanados pueden responder con servicio y acción de gracias.
Mat 8:16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;
Mat 8:16 Este versículo relata uno de los muchos milagros que Jesús realizó durante su ministerio en la Tierra. Él curó a muchos enfermos y expulsó a muchos demonios con solo su palabra. Este versículo muestra el gran poder de Jesús y su capacidad para traer la sanidad física y espiritual a aquellos que se acercan a él con fe y confianza. También podemos ver que su ministerio no se limitó a personas sanas y libres de pecado, sino también a aquellos que estaban en las garras del sufrimiento y la opresión demoníaca. En definitiva, este versículo nos muestra la compasión y el amor incondicional de Jesús por la humanidad y su capacidad para realizar milagros más allá de lo que cualquier ser humano es capaz de hacer.
Mat 8:17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
Mat 8:17 Este versículo se refiere a cuando Jesús estaba sanando a la gente y se dice que lo hizo para cumplir una profecía del Antiguo Testamento escrita en Isaías 53:4. En esa profecía, se dice que el Siervo de Dios (Jesús) tomaría sobre sí las enfermedades y dolencias del pueblo. La idea aquí es que Jesús es el Mesías que cumple las profecías del Antiguo Testamento y que tenía el poder no solo de sanar a la gente sino también de absorber y llevar su sufrimiento. En resumen, este versículo es otra prueba del poder y la autoridad de Jesús como Mesías.
Mat 8:18 Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado.
Mat 8:18 Este versículo describe un momento en el cual Jesús estaba rodeado de mucha gente y decidió cruzar al otro lado. No hay mucha información específica sobre por qué tomó esta decisión, pero se puede asumir que quizás quería descansar o buscar un lugar más tranquilo para predicar y enseñar a sus seguidores.
Mat 8:19 Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
Mat 8:19 En este verso, un escriba se acerca a Jesús y le dice que lo seguirá a donde sea que vaya. Un escriba era una persona instruida en las Escrituras y la ley de Moisés en la época de Jesús. Es posible que esta persona quisiera seguir a Jesús porque lo consideraba un gran maestro o porque estaba buscando respuestas espirituales. Jesús no rechaza al escriba, pero le advierte que seguirlo implica sacrificio y no tener un hogar fijo. El versículo sugiere la idea de que seguir a Jesús implica dejar atrás las comodidades y los confortes terrenales para perseguir una vida más plena y espiritual.
Mat 8:20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Mat 8:20 Este versículo se refiere a una conversación entre Jesús y un hombre que quería seguirlo. Jesús le dijo que ser su discípulo significaba que no tendría un hogar fijo y cómodo como las zorras y los pájaros, sino que tendría que andar por dondequiera que lo llevara su ministerio. En otras palabras, Jesús estaba explicando que su vida estaba dedicada completamente a su misión divina, y no estaba preocupado por tener comodidades terrenales. El mensaje principal es que seguir a Jesús implica renunciar a las cosas materiales y estar dispuesto a seguirlo a dondequiera que él nos lleve.
Mat 8:21 Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
Mat 8:21 En este versículo, uno de los discípulos de Jesús le está pidiendo permiso para ir primero a enterrar a su padre antes de seguir a Jesús. Es probable que el padre aún estuviera vivo y que el discípulo esté hablando de quedarse con él hasta que muera. Jesús responde con una frase que puede ser interpretada como un llamado a hacer la voluntad de Dios antes de preocuparse por las responsabilidades familiares: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos". Esta frase puede ser desconcertante, pero probablemente Jesús está enfatizando la importancia de seguirlo y ser leal a su misión divina, incluso si esto significa renunciar a ciertas comodidades o prioridades familiares.
Mat 8:22 Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
Mat 8:22 En el contexto de este versículo, un hombre le pide a Jesús que lo deje ir primero a enterrar a su padre, pero Jesús le responde que lo siga y que deje que los muertos (es decir, los que están separados de Cristo y espiritualmente muertos) entierren a sus muertos (es decir, que hagan lo que precisan hacer en el mundo sin priorizar seguir a Jesús). La frase «los muertos entierren a sus muertos» significa dejar que aquellos que están alejados de la vida espiritual atiendan los asuntos mundanos, mientras que los creyentes deben priorizar seguir a Jesús y continuar su obra en la tierra. También se puede interpretar como una invitación a dejar atrás a aquellos que no reconocen la importancia de seguir a Cristo y avanzar en su propósito, incluso aunque sea en los detalles más mundanos de la vida.
Mat 8:23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.
Mat 8:23 Este versículo se refiere a un momento en el que Jesús y sus discípulos se preparan para un viaje en barco. Jesús entra en la barca y sus discípulos le siguen, lo que indica que confían en él y le están siguiendo a cualquier lugar a donde vaya. Este pasaje muestra el liderazgo de Jesús y la lealtad de sus seguidores. También puede ser interpretado como un ejemplo de cómo los cristianos deben seguir a Jesús y confiar en él en todas las circunstancias.
Mat 8:24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.
Mat 8:24 Este pasaje se refiere a un episodio en el que Jesús y sus discípulos estaban navegando en un barco cuando se desató una violenta tormenta. Las olas eran tan grandes que cubrían la barca y parecía que iban a hundirse. A pesar de la gravedad de la situación, Jesús estaba durmiendo en el barco. Esto puede interpretarse de varias maneras, pero una posible explicación es que Jesús tenía una confianza absoluta en Dios y sabía que Él lo protegería en todo momento. Cuando los discípulos se asustaron y despertaron a Jesús, Él calmó la tormenta con sus palabras. Este hecho demostró su poder y autoridad sobre la naturaleza y fortaleció la fe de los discípulos en Él como el Hijo de Dios. En resumen, este versículo destaca la confianza y fe inquebrantables de Jesús en Dios y su poder para salvar en cualquier situación.
Mat 8:25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
Mat 8:25 Este versículo se encuentra en el capítulo 8 del Evangelio de Mateo, donde se narra un episodio en el que Jesús y sus discípulos están en un barco cuando una fuerte tormenta los azota. Mientras Jesús dormía, sus discípulos, temerosos por sus vidas, lo despertaron gritando "¡Señor, sálvanos, que perecemos!". Este pasaje demuestra la fe del grupo de discípulos en Jesús, ya que claman por su ayuda durante una situación de peligro extremo. Además, muestra que Jesús tiene poder y autoridad sobre las fuerzas de la naturaleza, porque inmediatamente después de que los discípulos lo despiertan, Jesús reprende la tormenta y esta se calma. En resumen, este versículo habla sobre la fe en Jesús y su poder de controlar los elementos naturales.
Mat 8:26 El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
Mat 8:26 Este versículo se encuentra en el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento y describe un momento en que Jesús estaba en un barco con sus discípulos y una fuerte tormenta se acercaba. Los discípulos estaban aterrorizados y despertaron a Jesús, diciéndole que se iban a ahogar. Jesús les reprendió por su falta de fe y luego se levantó y ordenó a los vientos y al mar que se calmaran. Y así fue, inmediatamente la tormenta se detuvo y se hizo una gran tranquilidad en el mar. Este versículo enseña sobre la importancia de la fe en Jesús. Él tiene el poder de controlar todo, incluso los elementos de la naturaleza, y a través de la fe en él, podemos tener paz en medio de cualquier situación difícil. También nos recuerda que la falta de fe puede conducir a la duda y el miedo, lo que puede impedirnos ver el poder y la presencia de Dios en nuestra vida.
Mat 8:27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
Mat 8:27 Este versículo se refiere a un pasaje en el que Jesús está en un barco con sus discípulos cuando una tempestad comienza a causar grandes olas y vientos fuertes que ponen en peligro la embarcación. Jesús, sin embargo, se levanta y reprende a los elementos, diciéndoles que se calmen, y el mar se vuelve completamente tranquilo. Los hombres que estaban en el barco quedan asombrados por la habilidad sobrenatural de Jesús para controlar el tiempo y los elementos de la naturaleza. Esto demuestra el gran poder y autoridad que Jesús tuvo durante su vida, y deja claro que era más que un simple hombre, sino una figura divina que pudo realizar milagros increíbles.
Mat 8:28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
Mat 8:28 Este versículo describe un evento en el que Jesús llega a la tierra de los gadarenos y es recibido por dos hombres endemoniados que salen de los sepulcros. Estos hombres estaban desesperados y feroces, y eran tan peligrosos que nadie se atrevía a pasar por ese camino. Los demonios habían tomado posesión de los hombres y habían causado una gran perturbación en sus vidas. Jesús, al ser el hijo de Dios, tenía el poder de expulsar a los demonios y lo hizo, liberando a los hombres de la esclavitud demoníaca que habían sufrido. Este evento es un ejemplo del poder de Jesús sobre las fuerzas del mal y muestra su disposición a ayudar a aquellos que están en necesidad.
Mat 8:29 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
Mat 8:29 Este versículo se refiere a una historia del Nuevo Testamento en la que Jesús se encuentra con dos hombres poseídos por demonios. Los demonios reconocen a Jesús como el Hijo de Dios y le preguntan por qué ha venido a atormentarlos antes de tiempo. La pregunta de los demonios es un reflejo de su temor a la autoridad de Jesús, y su conocimiento de que algún día serán juzgados y castigados por sus acciones. Jesús, sin embargo, tiene el poder para expulsar a los demonios y liberar a los hombres de su posesión. En general, este versículo es una muestra más del poder y la autoridad de Jesús como Hijo de Dios, y su capacidad para liberar a las personas del mal y la opresión del demonio.
Mat 8:30 Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos.
Mat 8:30 Este versículo se encuentra en el contexto de la historia de Jesús curando a dos hombres endemoniados en Gadara. En este versículo en particular, se menciona que los demonios que habían poseído a los hombres pidieron a Jesús que los enviara a un hato de cerdos que pastaban cerca. Jesús les concedió su petición y los demonios entraron en los cerdos, lo que provocó que estos corrieran hacia un acantilado y se precipitaran al mar, ahogándose. El versículo en sí mismo no necesita mucha explicación ya que describe simplemente la ubicación donde se encontraban los cerdos en ese momento. Lo importante en este pasaje es entender el contexto y lo que representa. Esta historia muestra el poder sobrenatural de Jesús sobre los demonios y cómo su presencia y autoridad pueden liberar a las personas de las influencias malignas. Además, también demuestra que, aunque Jesús tenía poder sobre los animales, su enfoque principal era siempre en la salvación y liberación de las personas.
Mat 8:31 Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.
Mat 8:31 Este versículo se refiere a un pasaje en el que Jesús llega a la región de los gadarenos y se encuentra con dos hombres violentos poseídos por demonios. Jesús expulsa los demonios de los hombres y estos entran en un rebaño de cerdos cercano, causando que los cerdos se precipiten al mar y se ahoguen. El verso que mencionas se refiere a cómo los demonios, al ser expulsados de los hombres, rogaron a Jesús que les permitiera ir a los cerdos para no ser enviados al abismo. La idea de pedir permiso para entrar en los cerdos podría tener que ver con la idea de que los cerdos estaban cerca del lugar donde los demonios habían sido expulsados, y los demonios podrían usar los cuerpos de los cerdos como un nuevo alojamiento temporal. En cualquier caso, este pasaje es una muestra del poder de Jesús sobre los demonios y su capacidad para expulsarlos. También demuestra que incluso los demonios conocen el poder y la autoridad de Jesús como Hijo de Dios.
Mat 8:32 El les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.
Mat 8:32 Este versículo es parte de la narración de cuando Jesús curó a dos hombres endemoniados en la región de los gadarenos. Después de expulsar a los demonios de los hombres, los espíritus malignos entraron en un hato de cerdos cercano. Los cerdos se asustaron y corrieron hacia el mar, donde se ahogaron. Este pasaje muestra el poder de Jesús sobre los demonios y su habilidad para librar a las personas del control maligno. También ilustra cómo las acciones de Jesús pueden tener consecuencias impredecibles y desencadenar eventos inesperados en el mundo físico.
Mat 8:33 Y los que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados.
Mat 8:33 Este versículo describe la reacción de los que estaban cuidando a los cerdos que fueron poseídos por espíritus malignos que Jesús expulsó. Después de que los espíritus entraron en los cerdos, los animales se precipitaron al mar y se ahogaron. Los que estaban cuidando a los cerdos huyeron asustados y luego informaron lo que había sucedido a la gente de la ciudad. Este evento muestra el poder de Jesús sobre los espíritus malignos y cómo este incidente hizo que las personas se dieran cuenta de la presencia del poder de Dios en Jesús.
Mat 8:34 Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos.
Mat 8:34 En este versículo del Evangelio de Mateo, se describe cómo Jesús llegó a una ciudad donde había una gran cantidad de personas y cómo, cuando la gente lo vio, salieron de sus hogares y trabajos para encontrarse con él. Sin embargo, la reacción de la gente fue algo inesperada, ya que le pidieron que se fuera de la ciudad y de sus alrededores. Es posible que la razón por la cual la gente le pidió a Jesús que se fuera se deba a que no estaban de acuerdo con sus enseñanzas o porque temían que su presencia pudiera atraer problemas. En cualquier caso, es importante notar que Jesús siempre respetó la libertad de elección de las personas y no forzó a nadie a que lo siguiera o creyera en él.