El Poder del Espíritu Santo en Acción: El Nuevo Testamento de Hechos del Libro 2
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El libro de los Hechos, capítulo 2, relata uno de los eventos más importantes en la historia del cristianismo: la llegada del Espíritu Santo en Pentecostés. Este capítulo comienza con la descripción de los discípulos reunidos en una casa en Jerusalén, después de la ascensión de Jesús. De repente, un sonido como el viento llenó la casa y lenguas de fuego aparecieron sobre las cabezas de los discípulos.
En ese momento, los discípulos fueron llenados con el Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes idiomas. Había una multitud de personas reunidas en Jerusalén por el festival de Pentecostés, y quedaron sorprendidos al escuchar a los discípulos hablar en sus propias lenguas maternas. Pedro les dijo que esto era el cumplimiento de la profecía de Joel, que prometía que Dios derramaría su Espíritu sobre toda la humanidad.
Pedro aprovechó la oportunidad para predicar un sermón en el que habló sobre Jesús y cómo su muerte y resurrección cumplían las Escrituras. Miles de personas se convirtieron después de escuchar el mensaje de Pedro y se bautizaron.
El capítulo 2 de los Hechos también describe cómo los nuevos creyentes vivían juntos en comunidad, compartían todo lo que tenían y adoraban juntos en el Templo. El capítulo concluye con una descripción de cómo la iglesia creció rápidamente en número y cómo los milagros y las señales seguían a los apóstoles.
En resumen, el capítulo 2 de los Hechos es un relato fundamental en la historia del cristianismo, en la que se describe la llegada del Espíritu Santo en Pentecostés y cómo esto llevó a una explosión de crecimiento en la iglesia primitiva. El capítulo también destaca la importancia de la comunidad y del testimonio público en el evangelismo.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Act 2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
Act 2:1 Este versículo se refiere al momento en que los discípulos de Jesús estaban reunidos juntos en un lugar en Jerusalén el día de Pentecostés. El término "unánime" significa que todos estaban de acuerdo y en sintonía en su devoción y adoración a Dios. Este evento fue significativo porque fue entonces cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos y los capacitó para comenzar a predicar el evangelio al mundo. En resumen, este versículo muestra la importancia de la unidad y la comunión en la fe cristiana, y cómo esto puede permitir que Dios nos use poderosamente para su obra en el mundo.
Act 2:2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
Act 2:2 Este verso describe lo que sucedió en el día de Pentecostés, cuando los discípulos de Jesús estaban reunidos en una casa en Jerusalén. De repente, un ruido fuerte y sobrenatural vino del cielo, como si fuera un viento recio, y llenó toda la casa donde estaban sentados. Esto fue un milagro divino que señaló la llegada del Espíritu Santo, que descendió sobre los discípulos en forma de lenguas de fuego, capacitándolos y animándolos a predicar el evangelio de Jesús en todo el mundo. Este evento fue el comienzo de la iglesia cristiana y el cumplimiento de la profecía del profeta Joel.
Act 2:3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Act 2:3 Este versículo describe un evento que tuvo lugar en el día de Pentecostés, cuando los seguidores de Jesús estaban reunidos en un lugar y de repente aparecieron lenguas de fuego sobre ellos. Esta experiencia se considera una manifestación del Espíritu Santo, quien les permitió hablar en lenguas extranjeras que nunca antes habían hablado para poder comunicar el mensaje de Jesús a personas de diferentes países. Este evento fue un cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento y es considerado un momento clave en el comienzo de la iglesia cristiana.
Act 2:4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Act 2:4 Este versículo describe el momento en que los discípulos de Jesús estaban reunidos en un lugar, y de repente recibieron la presencia del Espíritu Santo. A partir de ese momento, comenzaron a hablar en diferentes idiomas que no conocían antes, pero que eran entendidos por las personas que estaban presentes. Este evento es conocido como el día de Pentecostés y es considerado el comienzo de la iglesia cristiana. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, y se cree que cuenta con el poder de purificar, guiar y proteger a los creyentes. Este pasaje enfatiza la idea de que la presencia del Espíritu puede guiar a las personas a hablar en lenguas que no conocen, con el propósito de compartir la buena nueva del evangelio con otros.
Act 2:5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
Act 2:5 Este versículo se refiere a la celebración del Pentecostés en Jerusalén. La frase "judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo" indica que los judíos presentes en esa festividad eran personas devotas provenientes de diferentes lugares del mundo conocido en ese momento. La fiesta del Pentecostés se celebraba cincuenta días después de la Pascua judía y atraía a peregrinos de diferentes lugares que venían a adorar a Dios en el Templo de Jerusalén. En el momento narrado en este versículo, estos judíos se encontraban en la ciudad para celebrar esta importante festividad religiosa.
Act 2:6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
Act 2:6 Este versículo de los Hechos de los Apóstoles describe el momento en que los discípulos de Jesús reciben el Espíritu Santo y comienzan a hablar en diferentes lenguas. La multitud que los rodea queda sorprendida al escucharlos hablar en su propio idioma, lo que lleva a una situación de confusión. Este evento es conocido como el día de Pentecostés y es considerado uno de los eventos más importantes en el inicio de la iglesia cristiana. Este versículo muestra cómo el Espíritu Santo permitió a los discípulos comunicarse con diferentes personas en diferentes idiomas, lo que fue fundamental para difundir el mensaje de Jesús a todo el mundo, incluso a aquellos que no hablaban el mismo idioma que ellos.
Act 2:7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
Act 2:7 Este versículo se encuentra en el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 2, después de que los discípulos reciben el Espíritu Santo y comienzan a hablar en diferentes lenguas en el día de Pentecostés. La gente que estaba presente en ese momento se sorprendió al escuchar a estos discípulos hablar en sus propios idiomas nativos. El versículo en sí dice que la multitud estaba "atónita y maravillada", por lo que estaban viendo y escuchando. Estaban asombrados porque todos aquellos que hablaban eran galileos, es decir, provenían de una región considerada de menor importancia en esa época. La gente no esperaba que estos hombres hablaran tan bien en diferentes idiomas y su sorpresa se expresa en este versículo. Este episodio marca el comienzo del ministerio de los discípulos, después de que Jesús ascendió al cielo. Este milagro fue parte de una serie de eventos que ayudaron a establecer la iglesia cristiana primitiva y a demostrar que la presencia del Espíritu Santo estaba con los discípulos.
Act 2:8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
Act 2:8 Este versículo se encuentra en el segundo capítulo del libro de los Hechos de los Apóstoles en el Nuevo Testamento de la Biblia. Este capítulo describe el evento conocido como el día de Pentecostés, en el que los discípulos de Jesús reciben el Espíritu Santo y comienzan a hablar en diferentes lenguas. El versículo en cuestión se refiere al asombro de la multitud al escuchar a los discípulos hablar en sus propias lenguas nativas, a pesar de que los discípulos eran de diferentes lugares y no habían aprendido los idiomas de la audiencia. La gente se pregunta cómo es posible que los discípulos estén hablando en idiomas que no son los suyos. Este evento se interpreta como una demostración del poder del Espíritu Santo y un cumplimiento de la profecía de Joel en el Antiguo Testamento. El Espíritu Santo capacitó a los discípulos para predicar el Evangelio a personas de diferentes naciones y lenguas, lo que llevó a la conversión de muchas personas ese día.
Act 2:9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
Act 2:9 Este versículo es parte del relato del día de Pentecostés en el libro de los Hechos de los Apóstoles en el Nuevo Testamento. Describe a las personas que estaban presentes en Jerusalén y que escucharon el discurso de los apóstoles en diferentes idiomas. Los lugares mencionados son regiones dentro y alrededor del territorio del Imperio Romano. Partos, medos y elamitas son personas de la región de Persia. Mesopotamia es una región entre los ríos Tigris y Éufrates. Judea es la región donde se encuentra Jerusalén. Capadocia y el Ponto son regiones en la parte norte de la actual Turquía. Asia se refiere a la provincia romana de Asia Menor, que incluía Anatolia (ahora Turquía). En resumen, el versículo describe a personas de diferentes regiones y culturas que estaban presentes en Jerusalén y que escucharon el mensaje de los apóstoles en su propio idioma.
Act 2:10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
Act 2:10 Este versículo se encuentra en el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 2 y habla sobre la gente que estaba presente en Jerusalén cuando los discípulos comenzaron a hablar en lenguas que no conocían. El versículo menciona las diferentes regiones de donde eran las personas que se encontraban allí en ese momento, incluyendo Frigia, Panfilia, Egipto, países del norte de África y también los romanos que residían en Jerusalén. Tanto judíos como prosélitos estaban presentes y escuchando a los discípulos hablar. Esto demuestra cómo el evangelio comenzó a alcanzar a personas de diferentes partes del mundo y cómo se estaba cumpliendo la promesa de Dios de extender su mensaje a todas las naciones.
Act 2:11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
Act 2:11 Este verso se encuentra en el libro de los Hechos de los Apóstoles en el Nuevo Testamento. Describe el día de Pentecostés, cuando los discípulos recibieron el Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas a las personas que se encontraban en Jerusalén. Los cretenses y los árabes estaban entre las personas que escucharon a los discípulos hablar en sus propios idiomas acerca de las maravillas de Dios. Esto fue un evidente milagro, ya que los discípulos no habían aprendido previamente estos idiomas, sino que estaban hablando a través del poder del Espíritu Santo. Este evento en Pentecostés fue un comienzo poderoso para la expansión del mensaje cristiano en todo el mundo, ya que las personas de diversas nacionalidades y lenguas pudieron escuchar el mensaje de salvación y redención en su propio idioma.
Act 2:12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Act 2:12 Este versículo se refiere a la experiencia de los discípulos de Jesús en Pentecostés. Después de que recibieron el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, comenzaron a hablar en diferentes idiomas y dialectos. Las personas que estaban presentes en el lugar no podían entender cómo era posible que los discípulos hablaran tantos idiomas diferentes, lo que les dejó atónitos y perplejos. Los discípulos estaban hablando de las cosas que Dios había hecho, y la gente se asombraba de que pudieran entenderlo en sus propios idiomas. De esta manera, el versículo expresa la sorpresa y asombro de la gente ante la obra de Dios en la vida de los discípulos.
Act 2:13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
Act 2:13 En este versículo, se describe la reacción de algunos espectadores frente a los discípulos de Jesús que estaban hablando en diferentes idiomas durante la fiesta de Pentecostés. La palabra "mosto" se refiere a vino nuevo, sin fermentar, y en este contexto, los que se burlaban pensaban que los discípulos estaban borrachos por consumir demasiado vino nuevo. Sin embargo, Pedro explicó después que lo que estaba sucediendo era el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento y el derramamiento del Espíritu Santo sobre los creyentes. Entonces, este versículo muestra cómo algunas personas pueden reaccionar de manera burlona o despectiva cuando se enfrentan a algo que no entienden o que no han experimentado antes.
Act 2:14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Act 2:14 Este versículo se refiere al momento en que Pedro, uno de los discípulos de Jesús, se levantó y comenzó a hablar a un grupo de personas, principalmente a judíos, que habían venido a Jerusalén. Pedro utilizó su voz para llamar la atención de la multitud y les habló sobre la vida y las enseñanzas de Jesús. En resumen, este versículo es el comienzo de un discurso que Pedro dio para difundir la palabra de Dios a los que lo escuchaban.
Act 2:15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.
Act 2:15 Este versículo se refiere al día de Pentecostés, cuando los discípulos de Jesús recibieron el Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes idiomas. Algunas personas que los vieron pensaron que estaban ebrios, pero Pedro, uno de los discípulos, les explicó que no estaban ebrios ya que era temprano en la mañana (la hora tercera del día) y eso no era el momento típico para beber alcohol en aquellos tiempos. En lugar de eso, lo que estaban experimentando era la presencia del Espíritu Santo.
Act 2:16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:
Act 2:16 Este versículo se encuentra en el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 2, verso 16, y es una referencia a un pasaje del libro de Joel en el Antiguo Testamento. En este contexto, Pedro está hablando a la multitud acerca del milagro que acaba de ocurrir en Pentecostés, donde los discípulos recibieron el Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes idiomas. Pedro explica que lo que ellos están presenciando es parte de la profecía de Joel, quien había hablado del derramamiento del Espíritu Santo en los últimos días. Pedro está diciendo que lo que está sucediendo en Pentecostés es la realización de esa profecía y que Dios está haciendo algo nuevo en la historia de la salvación. Este versículo muestra cómo los primeros cristianos estaban buscando entender la relación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento y cómo las profecías del Antiguo Testamento se estaban cumpliendo en Cristo y su Iglesia.
Act 2:17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños;
Act 2:17 Este versículo es una profecía dada por el apóstol Pedro en el día de Pentecostés, donde él está citando el libro de Joel en el Antiguo Testamento. En este pasaje, Dios promete derramar su Espíritu Santo sobre todas las personas, tanto los jóvenes como los ancianos, y que habrá una gran efusión de dones sobrenaturales como la profecía y la capacidad de ver visiones y sueños. Esto se cumplió con el nacimiento de la iglesia primitiva, donde el Espíritu Santo fue derramado sobre los discípulos y les dio poder para predicar el evangelio en idiomas que no conocían y llevar a muchas personas a la fe en Jesús. Pero también es una promesa para todos los creyentes en todas las épocas, quienes pueden experimentar el poder y la presencia del Espíritu Santo en sus vidas y recibir sus dones y habilidades sobrenaturales.
Act 2:18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
Act 2:18 Este versículo se refiere al cumplimiento de una profecía dada por el profeta Joel en el Antiguo Testamento que predijo que el Espíritu Santo sería derramado sobre toda carne. La promesa de Dios es que, en los últimos días, su Espíritu sería derramado no solo sobre los líderes religiosos, sino también sobre los "siervos" y "siervas", lo que indica que el Espíritu de Dios no es exclusivo de una élite religiosa, sino que está disponible para cada persona que busca su presencia. Como resultado de este derramamiento del Espíritu, los creyentes serían capacitados para profetizar y dar testimonio acerca de la verdad de Dios.
Act 2:19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo;
Act 2:19 Este versículo es parte del discurso que Pedro dio el día de Pentecostés después de que los discípulos recibieron el Espíritu Santo. En este versículo, Pedro está citando al profeta Joel (Joel 2:30-31), quien habló sobre los signos y prodigios que Dios mostraría antes del gran día del juicio. El versículo habla específicamente sobre prodigios y señales en el cielo y en la tierra, incluyendo sangre, fuego y vapor de humo. Estos son signos impresionantes y aterradores que serían visibles en todo el mundo para anunciar el juicio de Dios. En el contexto del discurso de Pedro, este versículo tiene como objetivo mostrar a la multitud que lo que estaba sucediendo con los discípulos no era algo aislado, sino que formaba parte del plan divino de redención y juicio. En resumen, este versículo nos habla de la señal de Dios y la manifestación de su poder sobrenatural en la historia de la humanidad.
Act 2:20 El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto;
Act 2:20 Este versículo es una cita del profeta Joel que fue citada por Pedro en su discurso en Pentecostés después de que el Espíritu Santo descendiera sobre los discípulos. En este contexto, Pedro está hablando del cumplimiento de las profecías antiguas acerca de la venida del Mesías y del juicio venidero de Dios. El versículo está advirtiendo que habrá grandes señales en los cielos antes de la venida de ese día del Señor, que aludían al juicio de Dios y al fin de los tiempos. La imagen del sol convirtiéndose en tinieblas y la luna en sangre simboliza un gran cambio y juicio que vendrá sobre toda la humanidad. Pero también se nos recuerda que antes de la venida del juicio final de Dios, hay tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y buscar a Dios.
Act 2:21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Act 2:21 Este versículo significa que cualquier persona que llame al nombre del Señor, es decir, Jesucristo, será salvada. Esto significa que si una persona cree en Jesucristo y lo llama como su Señor y Salvador, recibirá la salvación eterna y la vida eterna en el cielo. También es importante destacar que la salvación no se gana mediante las buenas obras o el comportamiento moral, sino que es un regalo gratuito de Dios para aquellos que creen y confían en Él.
Act 2:22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;
Act 2:22 Este versículo se refiere a un discurso que Pedro pronunció después de que el Espíritu Santo descendiera en los discípulos de Jesús en Pentecostés. Pedro comienza su discurso hablando a la multitud de Varones Israelitas y les recuerda que Jesús de Nazaret fue un hombre aprobado por Dios y que hizo maravillas, prodigios y señales que fueron presenciadas por muchos de ellos. Pedro está intentando demostrar que Jesús fue enviado por Dios y que su muerte y resurrección fueron las señales de su poder divino.
Act 2:23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
Act 2:23 Este versículo se refiere a Jesús de Nazaret, quien fue entregado por el consejo de Dios y de conocimiento anticipado. Jesús fue detenido por las autoridades y crucificado por manos de inicuos. En este versículo, se está sugiriendo que la crucifixión de Jesús fue parte del plan de Dios para la salvación de la humanidad, y que la responsabilidad de su muerte recae en aquellos que lo entregaron y lo llevaron a cabo.
Act 2:24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
Act 2:24 Este versículo se refiere a la resurrección de Jesús Cristo después de su crucifixión y muerte. El apóstol Pedro está hablando a una multitud y explica cómo Dios lo resucitó de entre los muertos, liberándolo de los dolores y la agonía de la muerte. Pedro dice que era imposible que la muerte lo retuviera porque Jesús fue obediente al Padre celestial y fue sin pecado. Por lo tanto, Dios lo resucitó y lo elevó a la vida nuevamente. Este versículo es importante porque confirma la creencia cristiana central en la resurrección de Jesús y la victoria sobre la muerte.
Act 2:25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
Act 2:25 Este versículo es parte del sermón de Pedro en el día de Pentecostés, donde él está citando los salmos de David en relación con Jesucristo. El versículo en cuestión hace referencia a un salmo de David, específicamente el Salmo 16:8, en el que David declara que el Señor siempre está delante de él y que, por tanto, no será conmovido. Esta afirmación de David tiene un significado profundo, ya que indica su fuerte fe y confianza en Dios. David confía en que Dios siempre está con él, guiándolo y protegiéndolo, lo que le da la fortaleza para enfrentar cualquier situación. La cita de este verso por parte de Pedro sugiere que Jesucristo, como el heredero del trono de David, también tuvo una fuerte fe en Dios y confianza en su protección y guía. En resumen, este versículo es una afirmación de la confianza en Dios que David tenía, y que también se aplica a Jesucristo, quien se relaciona con David a través de su linaje.
Act 2:26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza;
Act 2:26 Este verso es parte del discurso de Pedro en el día de Pentecostés, después de que el Espíritu Santo había descendido sobre los creyentes. Pedro estaba citando el Salmo 16:9-10 que habla de la confianza en Dios incluso en la muerte, ya que Dios no dejará que el cuerpo de su siervo se corrompa, sino que lo resucitará a la vida eterna. Pedro dice que su corazón se alegró y su lengua se gozó porque él creía en esta promesa de Dios y tenía la esperanza de la resurrección. Él creía que su carne también descansaría en esperanza, es decir, él tenía la confianza de que su cuerpo sería resucitado y glorificado en el futuro por el poder de Dios.
Act 2:27 Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
Act 2:27 Este versículo, tomado del libro de los Hechos en el Nuevo Testamento, habla del cumplimiento de una profecía bíblica. En este caso, se refiere a la promesa que Dios hizo a través del profeta David en el Antiguo Testamento de que no permitiría que su descendiente (Jesús) viera corrupción en su muerte y lo resucitaría de entre los muertos. El Hades se consideraba en la cultura griega y judía un lugar de oscuridad y separación de Dios, y el versículo sugiere que Jesús no permanecería allí. En pocas palabras, se refiere a la promesa de Dios de liberar a Jesús de la muerte y resucitarlo, lo que cumplió al tercer día después de su crucifixión. Este versículo es fundamental para demostrar la resurrección de Jesucristo y su estatus como el Hijo de Dios, y es citado en múltiples ocasiones en el Nuevo Testamento para demostrar la victoria de Jesús sobre la muerte.
Act 2:28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.
Act 2:28 Este versículo es parte del discurso de Pedro en el día de Pentecostés, en el que habla de Jesús y la resurrección. En este versículo en particular, Pedro cita al rey David del Antiguo Testamento (Salmo 16:11) y dice que se cumplió en Jesús. David habló de conocer los caminos de la vida y experimentar el gozo en la presencia de Dios. Pedro lo aplica a Jesús, que hizo posible conocer los caminos de la vida a través de su enseñanza y cumplimiento de las Escrituras, y que con su presencia promete llenar de gozo a sus seguidores. En resumen, este versículo habla de la felicidad y la alegría que viene de vivir en comunión y cercanía con Dios a través de Jesús.
Act 2:29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.
Act 2:29 Este versículo hace referencia a una explicación que Pedro da a los judíos que están escuchando su discurso sobre la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés. Pedro les recuerda que el rey David, uno de los principales patriarcas del pueblo judío, murió y fue sepultado en un lugar que aún sigue existiendo. El hecho de mencionar esto es importante porque muestra que la muerte es una realidad para todos, incluso para un gran líder como David. Pedro usa esta referencia para señalar la importancia de la resurrección que Jesús pudo experimentar y cómo esta se convierte en una promesa de vida eterna para aquellos que creen en él. En resumen, este versículo destaca la mortalidad humana y la promesa de vida eterna a través de Jesús.
Act 2:30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,
Act 2:30 Este versículo se refiere a una profecía que el rey David hizo en el Antiguo Testamento, donde Dios le prometió que de su descendencia vendría un Salvador, el Mesías, que traería la salvación al mundo. El apóstol Pedro citó esta profecía en el día de Pentecostés, después de que el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos, para mostrar que Jesús era el cumplimiento de esa profecía. Este versículo en particular destaca que el Mesías no solo vendría de la línea de David, sino que también se sentaría en su trono, lo que significa que tendría una autoridad real y divina.
Act 2:31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.
Act 2:31 Este verso se refiere a un pasaje del discurso de Pedro durante el día de Pentecostés. Pedro está hablando sobre la Resurrección de Cristo y afirma que Dios ya había predicho la resurrección de Cristo a través de las Escrituras del Antiguo Testamento. Luego cita el Salmo 16:10, que habla de que el alma de Jesús no fue dejada en el Hades y su carne no vio corrupción. Pedro está afirmando que Jesús resucitó verdaderamente de entre los muertos y que esto fue predicho mucho antes en las Escrituras del Antiguo Testamento.
Act 2:32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Act 2:32 El versículo se refiere a la resurrección de Jesucristo después de su crucifixión, y cómo Dios lo resucitó para demostrar que él era el Hijo de Dios y que su mensaje era verdadero. Los discípulos de Jesús fueron testigos de su resurrección y lo vieron después de su muerte. Este versículo enfatiza que la resurrección de Jesús es un hecho real y no una mentira inventada por los discípulos.
Act 2:33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
Act 2:33 Este versículo se refiere a cuando el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles en el día de Pentecostés. El versículo dice que Jesús, después de ser exaltado a la diestra de Dios, recibió del Padre la promesa del Espíritu Santo y luego lo derramó sobre los apóstoles, lo que ellos podían ver y oír. El Espíritu Santo les dio poder y les permitió hablar en diferentes idiomas para que pudieran predicar el evangelio a personas de diferentes partes del mundo. Este evento fue el comienzo de la Iglesia cristiana y marcó el cumplimiento de una profecía hecha por Jesús de que enviaría al Espíritu Santo a sus seguidores después de su partida.
Act 2:34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
Act 2:34 Este versículo se encuentra en el contexto del discurso de Pedro en Pentecostés, donde está explicando a la multitud cómo Jesús fue elevado al cielo después de su muerte y resurrección. Pedro cita un pasaje del Salmo 110:1, donde David habla del Mesías como su Señor. Pedro explica que este Mesías es Jesús, quien fue elevado a la derecha de Dios en el cielo. En el versículo en cuestión, Pedro dice que David no subió al cielo, lo que significa que David no ascendió al cielo físicamente como lo hizo Jesús después de su resurrección. Sin embargo, David habla del Mesías en Salmo 110:1, quien es Jesús, y dice que el Señor le dijo al Mesías que se sentara a su derecha en el cielo. Por lo tanto, Pedro está indicando que aunque David no subió físicamente al cielo, su profecía habla de la elevación de Jesús al cielo y su posición a la derecha de Dios como su Hijo divino y Mesías.
Act 2:35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
Act 2:35 Este verso es parte del sermón que Pedro dio después de que el Espíritu Santo fue derramado sobre los discípulos en Pentecostés. El versículo citado en particular es una cita del Salmo 110:1, que habla de Dios poniendo a los enemigos de su hijo bajo sus pies. En el contexto del sermón de Pedro, se refiere a cómo Jesús fue exaltado por Dios después de su muerte y resurrección, y cómo Dios someterá a todos los enemigos de Jesús bajo sus pies. También puede ser visto como una expresión de la victoria de Cristo sobre el mal y la muerte.
Act 2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Act 2:36 Este versículo del libro de los Hechos del Nuevo Testamento habla sobre la resurrección y exaltación de Jesucristo después de haber sido crucificado. El versículo dice que Dios ha hecho a Jesús Señor y Cristo, lo que significa que lo ha elevado a una posición de autoridad y poder divino. El pasaje también insta a los israelitas a reconocer esta verdad y aceptar a Jesús como su Salvador y Mesías. En resumen, el versículo afirma la deidad de Jesucristo y trae un llamado a la conversión y la fe.
Act 2:37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
Act 2:37 Este versículo hace referencia a una escena después del discurso de Pedro en el día de Pentecostés, donde predicó con poder el evangelio de Jesucristo y muchos de los que lo escucharon se dieron cuenta de su pecado y se sintieron profundamente conmovidos en sus corazones. En este contexto, "se compungieron de corazón" significa que se arrepintieron sinceramente de sus pecados y se sintieron muy tristes y angustiados por el daño que habían causado a su relación con Dios. Entonces, ellos preguntaron a Pedro y a los otros apóstoles qué debían hacer para reparar su relación con Dios y buscar su perdón. Este versículo muestra la importancia del arrepentimiento en la fe cristiana y cómo es el primer paso hacia la reconciliación con Dios.
Act 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Act 2:38 Este versículo se encuentra en el contexto del discurso de Pedro en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles y comenzaron a hablar en diferentes lenguas. Pedro les dijo a la multitud que lo que estaban viendo y escuchando era el cumplimiento de la profecía del profeta Joel y era una señal del comienzo de los tiempos finales. Luego, Pedro insta a la multitud a arrepentirse de sus pecados y ser bautizados en el nombre de Jesucristo para recibir el perdón de sus pecados y el regalo del Espíritu Santo. En otras palabras, Pedro les está indicando que el bautismo y el arrepentimiento son necesarios para recibir la gracia de Dios y la salvación. En resumen, este versículo enseña que la salvación viene a través del arrepentimiento, el bautismo en el nombre de Jesucristo y el recibir el Espíritu Santo. Es un llamado a la acción para todos los que deseen seguir a Jesús y ser salvos.
Act 2:39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Act 2:39 Este versículo de la Biblia quiere decir que la promesa de salvación y bendición de Dios se extiende a todos los que creen en Él, incluyendo a los hijos de aquellos que creen en Él y a todas las personas que están lejos de Él geográficamente o emocionalmente. Les asegura que la promesa de Dios está disponible para cualquier persona que Él llame, independientemente de su raza, género o estatus social, y que su gracia es infinita. Este versículo encierra un mensaje de esperanza y amor universal, y anima a las personas a acercarse a Dios.
Act 2:40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Act 2:40 Este versículo es parte de un discurso que Pedro dio en el día de Pentecostés, después de que el Espíritu Santo descendió sobre los creyentes y muchos de ellos comenzaron a hablar en lenguas. Pedro aprovechó esta oportunidad para predicar a la multitud reunida y les exhortó a arrepentirse de sus pecados y creer en Jesús como el Mesías y Salvador. En este versículo, Pedro les insta a salvarse de la perversa generación en la que viven, es decir, de la corrupción y la maldad del mundo en el que están inmersos, y a encontrar la salvación a través de la fe en Jesucristo.
Act 2:41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.
Act 2:41 Este versículo se refiere al relato de los hechos del Día de Pentecostés, que se encuentra en Hechos 2: 1-41. Después de que los discípulos recibieron el Espíritu Santo, comenzaron a hablar en diferentes idiomas y las personas en Jerusalén escucharon el mensaje de Dios en su propio idioma. Pedro luego habló a la multitud y los instó a aceptar a Jesús como su Salvador y Señor. Tres mil personas respondieron a este llamado y fueron bautizadas ese mismo día, uniéndose a los otros seguidores de Jesús. Este evento marca el comienzo de la iglesia cristiana y muestra el poder del mensaje de Jesús para cambiar las vidas y traer la salvación a todos los que creen.
Act 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Act 2:42 Este versículo describe las acciones de los primeros cristianos después del Pentecostés. Perseveraban en la doctrina de los apóstoles, lo que significa que seguían las enseñanzas de los apóstoles sobre Jesús y su vida. También practicaban la comunión, lo que significa que tenían una estrecha relación y comunicación entre ellos, compartiendo sus vidas y recursos. Participaban en el partimiento del pan, lo que probablemente se refiere a la celebración de la cena del Señor, en la que recordaban el sacrificio de Jesús en la cruz. Finalmente, oraban juntos, lo que significa que se reunían para pedir a Dios como comunidad. En resumen, este versículo muestra la importancia de las acciones en comunidad y el fortalecimiento de la fe en Jesús.
Act 2:43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
Act 2:43 Este versículo describe el impacto que los acontecimientos del día de Pentecostés tuvieron en las personas que estaban presentes. El Espíritu Santo había descendido sobre los discípulos y habían hablado en lenguas desconocidas y alabado a Dios en varios idiomas. Como resultado, las personas que estaban allí se sintieron atemorizadas por la grandeza del evento y por la manifestación del poder de Dios a través de los apóstoles. Además, muchas maravillas y milagros estaban siendo realizados por los apóstoles, lo que aumentó aún más su temor y asombro. En resumen, este versículo revela la maravillosa obra que Dios estaba haciendo en su pueblo en los primeros días de la iglesia primitiva.
Act 2:44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;
Act 2:44 Este versículo se refiere a la comunidad cristiana del primer siglo después de la muerte y resurrección de Jesús. Después de recibir al Espíritu Santo en el día de Pentecostés, los creyentes se unieron y comenzaron a vivir en comunidad. Compartían sus posesiones materiales y se ayudaban mutuamente en sus necesidades. Esto fue posible gracias a su fe común en Jesús y su compromiso con los valores cristianos de amor, generosidad y solidaridad. Este versículo es un ejemplo de cómo los cristianos deben vivir juntos, compartiendo todo de manera justa.
Act 2:45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
Act 2:45 Este versículo se refiere a los primeros cristianos que vivían en comunidad después de la venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Ellos estaban tan comprometidos con su fe y amor por el prójimo que se vendieron todos sus bienes y los repartieron entre todos para asegurarse de que nadie pasara necesidad. Esto era un ejemplo de su generosidad y solidaridad entre ellos, y demuestra cómo estaban dispuestos a poner las necesidades de los demás por encima de las suyas propias. En resumen, este versículo muestra cómo los primeros cristianos vivían en comunidad, compartiendo y ayudándose entre ellos.
Act 2:46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
Act 2:46 Este versículo describe la vida de los primeros cristianos después de la ascensión de Jesús al cielo. Después de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, los creyentes se reunían regularmente en el templo para adorar a Dios y recibir enseñanza de los apóstoles. También se reunían en hogares para compartir comidas y comunión. La unidad, la alegría y la sencillez del corazón eran características esenciales de la comunidad cristiana en ese tiempo. Esta práctica de reunirse en hogares para compartir comidas y comunión se convirtió en la base de lo que hoy conocemos como la celebración de la Cena del Señor o la Eucaristía en muchas denominaciones cristianas.
Act 2:47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Act 2:47 Este versículo describe la actitud de los cristianos en los primeros días de la Iglesia después del Pentecostés. Alababan a Dios y tenían un gran favor con la gente, lo que significa que eran muy respetados y bien vistos por aquellos que los rodeaban. El versículo también dice que el Señor añadía cada día a la iglesia a aquellos que iban a ser salvos, lo que significa que muchas personas estaban siendo atraídas al mensaje del evangelio y se estaban convirtiendo a la fe cristiana. En resumen, este versículo muestra la bendición que Dios derrama sobre su Iglesia cuando los cristianos viven de acuerdo a su voluntad y proclaman el mensaje de salvación a aquellos que los rodean.