Viaje épico de Pablo y las enseñanzas del Espíritu Santo: El libro de los Hechos 20


El libro de los Hechos, capítulo 20, es un relato detallado de un encuentro entre Pablo y los líderes de la iglesia en la ciudad de Mileto, antes de que parta hacia Jerusalén. En este capítulo, se destaca la pasión y el compromiso de Pablo por el evangelio y por aquellos a quienes ha llegado. Se inicia con la narración de la visita del apóstol Pablo a la ciudad de Troas, donde se reunía con los creyentes para compartir la Palabra de Dios. Allí, en una de sus predicaciones, Pablo extiende su discurso hasta la media noche, y como resultado, un joven llamado Eutico cae del tercer piso de un edificio, aparentemente dormido, y muere. Sin embargo, Pablo se acerca al joven, lo toma en sus brazos y lo resucita mediante la intervención del Espíritu Santo. Luego, en una celebración con los creyentes de la región, el apóstol continúa enseñando el Evangelio, y se prepara para partir hacia la ciudad de Mileto. Al llegar allí, convoca a los líderes de la iglesia de Éfeso, a quienes él había enseñado anteriormente, y les entrega palabras de ánimo y consuelo. Pablo se centra en la importancia de mantener la fe y la pureza en las enseñanzas del evangelio de Cristo, y en el mantenimiento de la unidad dentro de la iglesia. Además, Pablo testifica sobre el sufrimiento que ha padecido en su trabajo como evangelista. Él reconoce que ha tenido que soportar muchas pruebas y tribulaciones, pero siempre ha confiado en Dios para apoyarlo y protegerlo. Más adelante en el capítulo, se nos narra una profunda despedida de Pablo en Mileto, donde sus amigos lloran y lo besan antes de que él parta hacia Jerusalén. La narrativa continúa con un relato de los problemas que Pablo enfrenta en Jerusalén, donde se encuentra con una oposición considerable por parte de sus hermanos judíos. En resumen, el capítulo 20 de el libro de los Hechos del Nuevo Testamento presenta una mirada detallada sobre la vida y ministerio de Pablo, mostrando su pasión por el evangelio y la Palabra de Dios. Su testimonio inspira a los creyentes de todas las edades a seguir luchando por la verdad y un fuerte testimonio de fe y compromiso hacia Dios.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Act 20:1 Después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos, y habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y salió para ir a Macedonia.
Act 20:2 Y después de recorrer aquellas regiones, y de exhortarles con abundancia de palabras, llegó a Grecia.
Act 20:3 Después de haber estado allí tres meses, y siéndole puestas asechanzas por los judíos para cuando se embarcase para Siria, tomó la decisión de volver por Macedonia.
Act 20:4 Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo.
Act 20:5 Estos, habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas.
Act 20:6 Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete días.
Act 20:7 El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.
Act 20:8 Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos;
Act 20:9 y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto.
Act 20:10 Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo.
Act 20:11 Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió.
Act 20:12 Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.
Act 20:13 Nosotros, adelantándonos a embarcarnos, navegamos a Asón para recoger allí a Pablo, ya que así lo había determinado, queriendo él ir por tierra.
Act 20:14 Cuando se reunió con nosotros en Asón, tomándole a bordo, vinimos a Mitilene.
Act 20:15 Navegando de allí, al día siguiente llegamos delante de Quío, y al otro día tomamos puerto en Samos; y habiendo hecho escala en Trogilio, al día siguiente llegamos a Mileto.
Act 20:16 Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Efeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalén.
Act 20:17 Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.
Act 20:18 Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia,
Act 20:19 sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos;
Act 20:20 y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,
Act 20:21 testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
Act 20:22 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer;
Act 20:23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.
Act 20:24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Act 20:25 Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.
Act 20:26 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos;
Act 20:27 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
Act 20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Act 20:29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.
Act 20:30 Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.
Act 20:31 Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.
Act 20:32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
Act 20:33 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.
Act 20:34 Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido.
Act 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Act 20:36 Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos.
Act 20:37 Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban,
Act 20:38 doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, de que no verían más su rostro. Y le acompañaron al barco.

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