Hechos 23: La Perseverancia de Pablo y la Justicia Divina


El libro de los Hechos del Nuevo Testamento es el quinto libro del Nuevo Testamento y narra la historia del cristianismo temprano después de la ascensión de Jesús al cielo. El capítulo 23 se centra en el juicio del apóstol Pablo ante el consejo judío y la conspiración para matarlo. El capítulo comienza con Pablo hablando ante el consejo judío y defendiéndose de las acusaciones en su contra. En respuesta, el sumo sacerdote Ananías le ordena a alguien que le golpee en la boca, lo que provoca una reacción airada de Pablo. Sin embargo, después de explicar que no sabía que Ananías era el sumo sacerdote, Pablo pide disculpas y continúa su defensa. Más tarde, Pablo es advertido por el Señor en una visión de que se compile una conspiración para matarlo. Entonces, el sobrino de Pablo informa al comandante romano y se organiza una escolta de doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros para proteger a Pablo mientras es llevado a Cesarea, donde será juzgado por el gobernador romano. En conclusión, el capítulo 23 de los Hechos narra los eventos que rodean el juicio de Pablo ante el consejo judío y la conspiración para matarlo. También se centra en el papel del Señor y en cómo protegió a Pablo en medio de un ambiente hostil. En resumen, este capítulo es crucial en la historia del cristianismo porque destaca la persecución de los primeros cristianos y la importancia de la protección divina y la fe inquebrantable.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Act 23:1 Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.
Act 23:2 El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los que estaban junto a él, que le golpeasen en la boca.
Act 23:3 Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear?
Act 23:4 Los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios injurias?
Act 23:5 Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo.
Act 23:6 Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga.
Act 23:7 Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió.
Act 23:8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas.
Act 23:9 Y hubo un gran vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían, diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a Dios.
Act 23:10 Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos, y le llevasen a la fortaleza.
Act 23:11 A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.
Act 23:12 Venido el día, algunos de los judíos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo.
Act 23:13 Eran más de cuarenta los que habían hecho esta conjuración,
Act 23:14 los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: Nosotros nos hemos juramentado bajo maldición, a no gustar nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo.
Act 23:15 Ahora pues, vosotros, con el concilio, requerid al tribuno que le traiga mañana ante vosotros, como que queréis indagar alguna cosa más cierta acerca de él; y nosotros estaremos listos para matarle antes que llegue.
Act 23:16 Mas el hijo de la hermana de Pablo, oyendo hablar de la celada, fue y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo.
Act 23:17 Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene cierto aviso que darle.
Act 23:18 El entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo me llamó y me rogó que trajese ante ti a este joven, que tiene algo que hablarte.
Act 23:19 El tribuno, tomándole de la mano y retirándose aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que tienes que decirme?
Act 23:20 El le dijo: Los judíos han convenido en rogarte que mañana lleves a Pablo ante el concilio, como que van a inquirir alguna cosa más cierta acerca de él.
Act 23:21 Pero tú no les creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales se han juramentado bajo maldición, a no comer ni beber hasta que le hayan dado muerte; y ahora están listos esperando tu promesa.
Act 23:22 Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijese que le había dado aviso de esto.
Act 23:23 Y llamando a dos centuriones, mandó que preparasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros, para que fuesen hasta Cesarea;
Act 23:24 y que preparasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el gobernador.
Act 23:25 Y escribió una carta en estos términos:
Act 23:26 Claudio Lisias al excelentísimo gobernador Félix: Salud.
Act 23:27 A este hombre, aprehendido por los judíos, y que iban ellos a matar, lo libré yo acudiendo con la tropa, habiendo sabido que era ciudadano romano.
Act 23:28 Y queriendo saber la causa por qué le acusaban, le llevé al concilio de ellos;
Act 23:29 y hallé que le acusaban por cuestiones de la ley de ellos, pero que ningún delito tenía digno de muerte o de prisión.
Act 23:30 Pero al ser avisado de asechanzas que los judíos habían tendido contra este hombre, al punto le he enviado a ti, intimando también a los acusadores que traten delante de ti lo que tengan contra él. Pásalo bien.
Act 23:31 Y los soldados, tomando a Pablo como se les ordenó, le llevaron de noche a Antípatris.
Act 23:32 Y al día siguiente, dejando a los jinetes que fuesen con él, volvieron a la fortaleza.
Act 23:33 Cuando aquéllos llegaron a Cesarea, y dieron la carta al gobernador, presentaron también a Pablo delante de él.
Act 23:34 Y el gobernador, leída la carta, preguntó de qué provincia era; y habiendo entendido que era de Cilicia,
Act 23:35 le dijo: Te oiré cuando vengan tus acusadores. Y mandó que le custodiasen en el pretorio de Herodes.

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