Multiplicando el evangelio: los hechos del libro 4 del Nuevo Testamento


El libro de los Hechos es una continuación del evangelio de Lucas y narra los acontecimientos que ocurrieron tras la ascensión de Jesús. El capítulo 4 comienza con Pedro y Juan hablando a la gente en el templo acerca de la resurrección de Jesús. Se acercó a ellos un grupo de sacerdotes, el capitán de los soldados y los saduceos, quienes los llevaron a prisión por predicar en el nombre de Jesús. Al día siguiente, los líderes religiosos llevaron a Pedro y a Juan a juicio, pidiéndoles que dejaran de predicar en el nombre de Jesús. Pedro respondió diciendo que ellos no podían dejar de hablar de lo que habían visto y oído acerca de Jesús. Las autoridades quedaron asombrados de la confianza y valentía de los apóstoles, quienes les recordaron que Jesús era la piedra rechazada que se ha convertido en la piedra angular. Después de que Pedro y Juan fueran liberados, regresaron a la comunidad de creyentes y oraron por valentía para continuar predicando el evangelio. El resultado de su predicación fue que el Espíritu Santo descendió, y los creyentes fueron llenados de una convicción aún mayor en su fe. El capítulo 4 de los Hechos es una historia de valentía en medio de la oposición, un recordatorio de que incluso cuando enfrentamos la persecución por nuestra fe, podemos confiar en Dios y seguir adelante. Además, muestra la importancia de la oración y cómo la presencia y el poder del Espíritu Santo pueden transformar vidas y comunidades enteras.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Act 4:1 Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos,
Act 4:2 resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos.
Act 4:3 Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde.
Act 4:4 Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.
Act 4:5 Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas,
Act 4:6 y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes;
Act 4:7 y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?
Act 4:8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:
Act 4:9 Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado,
Act 4:10 sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.
Act 4:11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
Act 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Act 4:13 Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.
Act 4:14 Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra.
Act 4:15 Entonces les ordenaron que saliesen del concilio; y conferenciaban entre sí,
Act 4:16 diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar.
Act 4:17 Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre.
Act 4:18 Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.
Act 4:19 Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;
Act 4:20 porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
Act 4:21 Ellos entonces les amenazaron y les soltaron, no hallando ningún modo de castigarles, por causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho,
Act 4:22 ya que el hombre en quien se había hecho este milagro de sanidad, tenía más de cuarenta años.
Act 4:23 Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.
Act 4:24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;
Act 4:25 que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas?
Act 4:26 Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo.
Act 4:27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,
Act 4:28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.
Act 4:29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra,
Act 4:30 mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.
Act 4:31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Act 4:32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
Act 4:33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
Act 4:34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,
Act 4:35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.
Act 4:36 Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre,
Act 4:37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.

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