Revelaciones del Apocalipsis: Explorando el Libro 16 del Nuevo Testamento


El libro del Apocalipsis es el último libro del Nuevo Testamento de la Biblia y relata una serie de visiones y profecías de Juan, un apóstol de Jesucristo. El libro está dividido en 22 capítulos y contiene una gran cantidad de simbolismos y metáforas. El Libro 16 del Apocalipsis comienza con la visión de los siete ángeles con las siete últimas plagas, que se ven como copas llenas de la ira de Dios. Estas plagas son descritas como juicios justos y necesarios para castigar la maldad de los habitantes de la tierra. La primera copa causa úlceras horribles en aquellos que no han aceptado a Dios. La segunda copa hace que el mar se convierta en sangre y mata a todos los seres vivos en él. La tercera copa transforma los ríos y manantiales en sangre y hace que beber agua sea doloroso. La cuarta copa causa que el sol queme a los habitantes de la tierra con su calor intenso. Las tres últimas copas contienen castigos más severos. La quinta copa llena el trono del Anticristo con tinieblas, la sexta precipita a los ejércitos del mundo a una gran batalla en Armagedón, y la séptima provoca un fuerte terremoto que destruye las ciudades y las montañas. El libro termina con una visión de la Jerusalén celestial y de un nuevo cielo y una nueva tierra en los que no habrá más maldad ni sufrimiento. Este final feliz es una afirmación de la victoria final de Dios sobre el mal y una invitación a todos a unirse a él en su gloria.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Rev 16:1 Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.
Rev 16:2 Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen.
Rev 16:3 El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar.
Rev 16:4 El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.
Rev 16:5 Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas.
Rev 16:6 Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen.
Rev 16:7 También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
Rev 16:8 El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego.
Rev 16:9 Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
Rev 16:10 El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas,
Rev 16:11 y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.
Rev 16:12 El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente.
Rev 16:13 Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas;
Rev 16:14 pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
Rev 16:15 He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.
Rev 16:16 Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
Rev 16:17 El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está.
Rev 16:18 Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.
Rev 16:19 Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.
Rev 16:20 Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.
Rev 16:21 Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.

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