El libro del Apocalipsis es uno de los libros más enigmáticos y simbólicos del Nuevo Testamento. En su esencia, es una visión apocalíptica que muestra la lucha final entre el bien y el mal, y la victoria de Cristo sobre el mal. El libro 3 del Apocalipsis se enfoca en las iglesias de Sardis, Filadelfia y Laodicea, y describe su condición espiritual y la forma en que deben reformarse para ser fieles a Dios.
En la iglesia de Sardis, Jesús revela que aunque la iglesia tiene una reputación de ser viva, en realidad está muerta. Los creyentes en Sardis deben fortalecer lo que queda antes de que sea demasiado tarde. En la iglesia de Filadelfia, Jesús declara que la iglesia ha perseverado en Su Palabra y ha guardado Sus mandamientos y por lo tanto, Él los ha amado. Los creyentes en Filadelfia serán protegidos de la prueba que vendrá sobre todo el mundo.
En la iglesia de Laodicea, Jesús condena a los creyentes por ser tibios y complacientes en su fe. Él les da un ultimátum para que cambien su rumbo y se arrepientan, o serán vomitados de Su boca. El libro del Apocalipsis enfatiza la importancia de la perseverancia y la fidelidad a Dios, incluso en medio de la persecución y la tentación.
En resumen, el libro 3 del Apocalipsis es un llamado a la fidelidad a Dios y a la reforma espiritual entre las iglesias de Sardis, Filadelfia y Laodicea. El mensaje es claro: no podemos ser tibios ni complacientes en nuestra fe, sino que debemos perseverar en Su Palabra y mantener Sus mandamientos hasta el fin. Solo así, podremos heredar las promesas de Dios y vencer al enemigo en la lucha final.
Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.
Rev 3:1 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.
Rev 3:1 Este versículo es una parte de una carta que el apóstol Juan escribió a la iglesia en Sardis. Él comienza diciendo: "Escribe al ángel de la iglesia en Sardis", lo que significa que está enviando un mensaje a los líderes de la iglesia en esa ciudad. Luego, Juan describe al remitente del mensaje como "el que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas". Esto se refiere a Jesús, quien en el libro de Apocalipsis es descrito como el portador de los siete espíritus de Dios y quien también tiene el control sobre las siete estrellas que representan a los mensajeros o ángeles de las iglesias. El mensaje principal de este versículo es que Jesús conoce las obras de la iglesia en Sardis y sabe que aunque tal vez tengan una buena reputación, en realidad están espiritualmente muertos. Pueden tener un nombre que les hace parecer vivos, pero la realidad es que están en una situación precaria y necesitan un cambio espiritual. En resumen, este versículo es un llamado a la iglesia en Sardis para que se despierten y enfrenten su situación espiritual, y es un recordatorio para todas las iglesias de que no deben confiar en su reputación o en su éxito aparente, sino que deben estar comprometidos con una relación viva y enérgica con Jesús.
Rev 3:2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
Rev 3:2 En este versículo, el Apóstol Juan está escribiendo a la iglesia en Sardis y les está exhortando a ser vigilantes y a asegurarse de que sus obras (acciones) estén en línea con la voluntad de Dios. Él les advierte que hay cosas en sus vidas que están destinadas a morir, lo que significa que hay áreas en las que no están viviendo de acuerdo con los principios divinos y que necesitan ser corregidos. El motivo de la escritura es que Juan ha observado que, aunque la iglesia de Sardis tiene una reputación de estar viva, en realidad está muerta en espíritu y no ha logrado alcanzar la perfección que Dios requiere. Esto sugiere que hay áreas en las que la iglesia necesita mejorar para cumplir plenamente el propósito de Dios. En resumen, el versículo se trata de una llamada a la acción para la iglesia en Sardis a ser más vigilante y rectificar cualquier fallo en su caminar con Dios, para alcanzar la perfección de Dios en sus obras.
Rev 3:3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
Rev 3:3 Este versículo es parte de una carta dirigida a la iglesia de Sardis, en la que se les insta a recordar lo que habían aprendido y recibido, a guardar lo que habían aprendido y a arrepentirse de cualquier pecado. La advertencia aquí es que si no se mantienen alerta y vigilantes en su fe, Jesús vendrá como un ladrón y les sorprenderá en su pecado. En resumen, este versículo llama a los creyentes a ser fieles y vigilantes en su relación con Dios para evitar ser sorprendidos por su regreso inesperado.
Rev 3:4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.
Rev 3:4 Este versículo se encuentra en una carta escrita por el apóstol Juan a la iglesia en Sardis, en la cual se le dice que aunque la mayoría de su congregación ha manchado sus vestiduras espirituales, algunas personas han logrado mantenerse limpias. La expresión "vestiduras blancas" se refiere a la pureza y santidad que uno debe tener en la presencia de Dios. Aquellos que han mantenido su pureza espiritual y han vivido una vida digna en Cristo, son dignos de andar con Él vistiendo vestiduras blancas en su reino celestial.
Rev 3:5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
Rev 3:5 Este versículo habla sobre la promesa de Jesús a aquellos que vencen y superan las pruebas y tentaciones en la vida. Dice que una vez que alguien ha vencido, será vestido con vestiduras blancas, una señal de pureza y santidad. También promete que no borrará el nombre de esa persona del libro de la vida, que es la lista de aquellos que tienen la vida eterna en el cielo. Finalmente, Jesús dice que confesará el nombre de esa persona delante de su Padre y de los ángeles, lo que probablemente significa que esa persona será reconocida y honrada por su fe y su perseverancia.
Rev 3:6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Rev 3:6 Este versículo es una exhortación de Jesucristo a escuchar y prestar atención a lo que el Espíritu Santo está diciendo a las iglesias. La frase "El que tiene oído, oiga" sugiere que el mensaje que se está dando es importante y debe ser escuchado con atención. El Espíritu Santo es una presencia divina que guía y enseña a los creyentes, por lo que es importante prestar atención a su dirección y consejo. El versículo se refiere no solo a la iglesia a la que se dirige específicamente en el libro de Apocalipsis, sino a todas las iglesias y creyentes en general.
Rev 3:7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:
Rev 3:7 Este versículo es una instrucción del libro de Apocalipsis para escribirle al ángel (o líder) de la iglesia en Filadelfia. A continuación, se enumeran características de aquel que está hablando: - "El Santo": esto se refiere a Dios, quien es considerado santo y puro. - "El Verdadero": esto también se refiere a Dios, quien es considerado como la verdad misma. - "El que tiene la llave de David": esto se refiere a Jesús, quien es considerado como el Mesías prometido en el Antiguo Testamento. La llave de David puede ser interpretada como la autoridad suprema y poder para cumplir las promesas divinas. - "El que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre": esto se refiere a la capacidad de Jesús para controlar y decidir el acceso o la negación de acceso al reino de Dios. Es decir, solo él tiene el poder para permitir que alguien entre al reino de Dios o para cerrar la puerta de él. En resumen, este versículo describe a Jesús como el Mesías y como la única autoridad divina que puede otorgar y negar el acceso al reino de Dios. Con esa autoridad, Jesús tiene el control absoluto y verdadero sobre todo.
Rev 3:8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
Rev 3:8 Este versículo es parte de una carta que Jesús envía a la iglesia en la ciudad de Filadelfia. En ella, Jesús reconoce las obras de esta iglesia y les alienta diciendo que ha puesto delante de ellos una puerta abierta que nadie podrá cerrar. Esta puerta abierta puede ser una metáfora para una oportunidad o un camino hacia algo que Dios tiene preparado para ellos. Jesús también destaca que aunque la iglesia puede tener poca fuerza, ha guardado la palabra de Dios y no ha negado su nombre. Esto significa que a pesar de las dificultades y limitaciones que puedan enfrentar, la iglesia ha mantenido su fidelidad a Dios y ha seguido sus enseñanzas. En resumen, este versículo es un llamado a la perseverancia y la confianza en el plan de Dios, a pesar de las debilidades y obstáculos que se presenten en el camino. También es una promesa de que Dios ha preparado un camino para ellos y que les dará la fuerza y el apoyo para recorrerlo.
Rev 3:9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.
Rev 3:9 Este versículo se encuentra en una carta que el apóstol Juan escribió a la iglesia en la ciudad de Filadelfia en la antigua Roma. En él, Jesús se dirige a la iglesia y les dice que Él sabe de las dificultades que han enfrentado debido a las personas que se hacen pasar por judíos pero en realidad no lo son, sino que son seguidores del diablo. En esta época, algunos judíos estaban persiguiendo a los cristianos y tratando de hacer que renunciaran a su fe en Jesús. Jesús advierte a la iglesia de Filadelfia que estos judíos no son realmente fieles a Dios y que en realidad están trabajando para Satanás. Pero a pesar de que estos falsos judíos están persiguiendo a los cristianos, Jesús promete que los cristianos saldrán victoriosos en esta lucha, y que los falsos judíos eventualmente se darán cuenta de su error y se humillarán ante los auténticos seguidores de Jesús. En resumen, este versículo habla de la lucha entre el bien y el mal, y de cómo Jesús protege y apoya a sus seguidores en medio de esa lucha. También nos recuerda que la verdad finalmente prevalecerá y que aquellos que se oponen a Dios eventualmente serán derrotados.
Rev 3:10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
Rev 3:10 Este verso es una promesa de Dios a los creyentes en la iglesia de Filadelfia (y a todos los que guardan su Palabra) de que serán protegidos durante la hora de la gran tribulación que viene sobre el mundo entero. Dios promete proteger a aquellos que han confiado en Él, y que han guardado su Palabra y han sido pacientes. La hora de la prueba es una referencia a los eventos apocalípticos que se describen en el libro de Apocalipsis, que se refiere a un tiempo de juicio, dolor y sufrimiento en la tierra. Dios promete proteger a los creyentes de la furia del juicio que viene, permitiéndoles pasar por la tribulación de manera segura. Es un llamado a la perseverancia en la fe y la confianza en Dios, incluso en tiempos difíciles y peligrosos.
Rev 3:11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
Rev 3:11 Este verso se encuentra en la carta de Jesucristo a la iglesia de Filadelfia, en el Libro de Revelaciones, capítulo 3, verso 11. En este verso, Jesús está hablando a la iglesia de Filadelfia y les está diciendo que Él vendrá pronto. Él les anima a mantener firmemente lo que tienen para que nadie pueda quitarles su corona. La "corona" en este contexto se refiere a la recompensa que los cristianos recibirán en el cielo, que es la vida eterna en la presencia de Dios. Jesús está exhortando a los miembros de la iglesia de Filadelfia a aferrarse a su fe y continuar cumpliendo su llamado como creyentes, y no dejar que nada los desvíe de su objetivo. Él les está diciendo que si retienen lo que tienen, que es su fe en Él, nadie podrá quitarles su corona espiritual en el cielo. En resumen, este verso es una advertencia para los creyentes de mantenerse firmes en su fe y perseverar en su llamado a seguir a Jesús. Si lo hacen, serán recompensados con una vida eterna en presencia de Dios.
Rev 3:12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
Rev 3:12 Este versículo es parte de una carta escrita por el apóstol Juan a la iglesia en Filadelfia. En ella, Jesús habla a los creyentes y les da una promesa a los que venzan, aquellos que perseveren en su fe y superen las tentaciones y desafíos que puedan enfrentar en su vida cristiana. Jesús les dice que aquel que venza se convertirá en "columna en el templo de mi Dios". Esto significa que serán firmes y sólidos como una columna en su fe y relación con Dios. Además, les promete que nunca más saldrán del templo de Dios, lo cual puede ser interpretado como una promesa de la vida eterna en la presencia de Dios. También dice que escribirá sobre ellos el nombre de su Dios, lo cual puede significar que serán identificados como propiedad exclusiva de Dios. Asimismo, escribirá el nombre de la ciudad de Dios, que es la nueva Jerusalén, como una indicación de que serán parte de la comunidad de creyentes en el cielo. Finalmente, Jesús dice que también les dará un nuevo nombre, el cual puede ser interpretado como una nueva identidad en Cristo. En resumen, este versículo es una promesa de Jesús a los creyentes que perseveran en su fe y vencen las pruebas de la vida. Les ofrece la seguridad de una vida eterna en la presencia de Dios, la identidad como propiedad exclusiva de Dios y miembros de su comunidad celestial, y una nueva identidad en Cristo.
Rev 3:13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Rev 3:13 Este versículo hace referencia a un mensaje importante que el Espíritu Santo está comunicando a las iglesias. En esencia, se está instando a las personas que escuchen y presten atención a las palabras que se están pronunciando. En el contexto del libro de Apocalipsis, estos mensajes están dirigidos a diferentes iglesias de Asia Menor que estaban experimentando problemas y luchas. El versículo sugiere que el Espíritu Santo está hablando a estas comunidades de fe para guiarlas y ayudarlas en su camino de fe. Además, el llamado a escuchar también puede ser considerado como una llamada a la acción, instando a las personas a seguir las enseñanzas y directivas del Espíritu Santo.
Rev 3:14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
Rev 3:14 Este versículo se refiere a una carta que se escribió a la iglesia de Laodicea, que era una de las siete iglesias mencionadas en el libro de Apocalipsis. El autor describe a Jesús como "el Amén", que significa que es verdadero, confiable y seguro. También se lo llama "el testigo fiel y verdadero", lo que indica que lo que dice y hace es siempre verdadero y justo. Finalmente, Jesús es descrito como "el principio de la creación de Dios", lo que significa que él fue la primera creación de Dios y es la fuente y el comienzo de todo lo creado. En resumen, este versículo nos presenta una visión de Jesús como el verdadero y confiable líder de la iglesia, y como el principio y la base de toda la creación.
Rev 3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
Rev 3:15 Este versículo es parte de un mensaje que Jesús le dio a la iglesia en Laodicea, una ciudad en Asia Menor. Él les está diciendo que los conoce bien y que sabe de sus obras y acciones. La analogía de lo frío y lo caliente se refiere a la personalidad y dedicación de los cristianos en la iglesia. El ser "frío" puede significar una falta de entusiasmo, falta de compromiso y una actitud indiferente hacia la fe, mientras que ser "caliente" significa una dedicación ardiente y un corazón apasionado hacia Dios y su palabra. En este versículo, Jesús está diciendo que prefiere que la gente sea "fría o caliente" en su devoción, en lugar de estar tibia o mediocre. En otras palabras, él está pidiendo a los miembros de la iglesia que sean comprometidos y apasionados en su servicio a Dios. En resumen, este versículo es un llamado a los cristianos para que se comprometan con su fe y vivan sus vidas en completa devoción a Dios, en lugar de ser tibios o indiferentes.
Rev 3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Rev 3:16 Este versículo es parte de una carta del apóstol Juan dirigida a la iglesia de Laodicea. En esta carta, Juan se dirige a los cristianos de Laodicea y les advierte que deben ser fervorosos y dedicados en su fe en Jesucristo. El versículo en cuestión se refiere a los cristianos que son indiferentes o tibios en su fe. La frase "ni frío ni caliente" se refiere a la actitud de los cristianos que no están comprometidos ni apasionados por su fe, sino que simplemente la toleran o la practican de manera superficial. Juan advierte que Dios no quiere que sus seguidores sean tibios en su fe, sino que deben ser completamente entregados y dedicados a Él. Por esta razón, Dios dice que vomitará de su boca a aquellos que no están comprometidos con su fe. En resumen, el versículo se refiere a la importancia de ser fieles y comprometidos en nuestra fe en Dios y no ser indiferentes o tibios en este ámbito.
Rev 3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Rev 3:17 Este versículo es parte de una carta dirigida a la iglesia en la ciudad de Laodicea. En ella, Jesucristo advierte a los cristianos en esa comunidad a no confiar en su propia riqueza o éxito. El versículo específico hace referencia a aquellos que creen que son prósperos y autosuficientes, pero no se dan cuenta de su verdadera necesidad de Dios. Jesús les dice que son "desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos", lo que significa que están en riesgo de perder su salvación y necesitan volver a confiar en Él. En resumen, el versículo nos recuerda la importancia de mantener una humildad sincera y reconocer nuestra necesidad de Dios en todas las áreas de la vida.
Rev 3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Rev 3:18 Este versículo es parte de una carta que Jesús envía a la Iglesia en Laodicea. Él les está diciendo que deben comprar de Él oro refinado en fuego, lo que significa que deben buscar la verdadera riqueza que solo se encuentra en Él. También deben vestirse con vestiduras blancas, que simbolizan la pureza y la justicia que se obtienen a través de la fe en Él. Jesús les está diciendo que deben buscar la salvación y el perdón que solo Él puede ofrecer para que no se sientan avergonzados de su desnudez espiritual y puedan ver claramente lo que está sucediendo a su alrededor. En resumen, Jesús está invitando a la iglesia de Laodicea a encontrar su verdadera riqueza y vestirse con pureza a través de la fe en Él.
Rev 3:19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
Rev 3:19 Este versículo es una advertencia de Dios a la iglesia de Laodicea, para que se arrepienta de sus pecados y vuelva a Él. Dios dice que Él reprende y castiga a aquellos a quienes ama, lo que significa que tomará medidas disciplinarias para corregir nuestros errores y ayudarnos a ser mejores personas en su camino. También se nos exhorta a ser celosos y no actuar de manera indiferente. En otras palabras, debemos estar muy atentos y vigilantes ante cualquier tentación o desviación del camino de Dios, y estar dispuestos a pedir perdón y cambiar nuestros caminos cuando nos alejamos de Él. Al hacerlo, nos acercamos más a Dios y vivimos una vida más plena y satisfactoria.
Rev 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Rev 3:20 El versículo de Apocalipsis 3:20 es una invitación de Jesús a la iglesia en Laodicea (y a todos los creyentes) a permitirle entrar en su vida y compartir una relación íntima y personal con ellos. La imagen utilizada en el versículo es la de un invitado que está a la puerta de tu casa, llamando para que le permitas entrar y tener comunión contigo. La cena es un símbolo de comunión y amistad en la cultura bíblica. Jesús ofrece compartir esta intimidad con los creyentes que están dispuestos a abrir su corazón y permitir que él los guíe y les dirija. Al abrir la puerta y permitir que Jesús entre en nuestra vida, le damos la oportunidad de transformarnos y llenarnos de su amor y gracia. En otras palabras, Jesús quiere tener una relación con nosotros que va más allá de la religión y las prácticas externas. Él quiere tener comunión con nosotros de una manera personal e íntima, lo que implica abrir la puerta de nuestro corazón y permitir que él entre a nuestras vidas. Como resultado de esta comunión, seremos transformados por su amor y gracia, y podremos experimentar la plenitud de vida que sólo él puede dar.
Rev 3:21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
Rev 3:21 Este versículo se encuentra en la carta de Jesús a la iglesia en Laodicea. En este versículo, Jesús está hablando a aquellos que han vencido en la vida y que han perseverado en la fe hasta el final. Les promete que les dará un lugar de honor y autoridad en su reino, incluso sentándose con él en su trono. Esto es una muestra de la gran recompensa que se les dará a aquellos que han mostrado fidelidad en su fe y han superado las pruebas y dificultades en la vida. También demuestra la gran humildad y amor de Jesús hacia aquellos que han mantenido su fe en él. El hecho de que él haya vencido también muestra que entiende y se identifica con todos los que luchan y se esfuerzan por mantener su fe en medio de las pruebas y tentaciones.
Rev 3:22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Rev 3:22 Este versículo se encuentra al final de una serie de mensajes dirigidos a las siete iglesias de Asia en el libro de Apocalipsis. En este contexto, el versículo significa que las enseñanzas y mensajes dados a cada una de estas iglesias son relevantes no solo para los destinatarios originales, sino también para todas las iglesias en todo momento. Es decir, si alguien tiene oídos para escuchar lo que el Espíritu está diciendo a través de estos mensajes, entonces debería prestar atención y actuar en consecuencia. Es una llamada a la atención y una exhortación a escuchar la voz de Dios a través de las Escrituras.