La Revelación Final: Explorando el Nuevo Testamento de Apocalipsis en el Libro 4


El libro del Nuevo Testamento del Apocalipsis es considerado uno de los más enigmáticos y simbólicos entre los textos bíblicos. En el capítulo 4, el autor, conocido como Juan el Apóstol, describe una visión que tuvo donde se le permitió entrar al cielo y presenciar una escena impresionante. Juan describió que vio a Dios sentado en su trono en el cielo, rodeado por veinticuatro ancianos vestidos de blanco y con coronas de oro en sus cabezas. También vio a cuatro seres vivientes, cada uno con diferentes rostros - un león, un buey, un águila y un hombre - que fueron descritos como los representantes de la creación de Dios. Los veinticuatro ancianos ofrecieron constantemente alabanzas a Dios y luego arrojaron sus coronas a sus pies, en una señal de reverencia y adoración. Juan se quedó impresionado por la magnificencia de la escena y describió un arco iris rodeando el trono de Dios. En general, el capítulo 4 del libro del Apocalipsis está diseñado para ilustrar la grandeza y majestad de Dios y su papel como el creador supremo y todopoderoso del universo. Las imágenes simbólicas y las descripciones ricas y detalladas ayudan a transmitir la complejidad y la importancia de la visión que Juan experimentó.

Pincha en cada uno de los versículos para obterner una explicación más detallada de él.

Rev 4:1 Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.
Rev 4:2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
Rev 4:3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
Rev 4:4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
Rev 4:5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
Rev 4:6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
Rev 4:7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
Rev 4:8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
Rev 4:9 Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
Rev 4:10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
Rev 4:11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

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